Capítulo 15
Mi mirada choca con la de mi profesor y este me regala una débil sonrisa antes de continuar con la clase.
Ese tatuaje no simbolizaba nada bueno...
Y a pesar de que no estaba pasando por sus mejores momentos dio la clase como si nada, con la actitud se siempre y sin olvidar la profesionalidad.
-Señorita Ross, quédese un momento, por favor. - dijo el profesor Camacho en cuanto la clase finalizó y todos los estudiantes comenzaron a abandonar el aula.
¿Y ahora en qué lío me había metido?
Guardé mis cosas en la mochila y colgué esta en mi hombro mientras caminaba a paso lento hasta llegar a su escritorio.
-Sé que no es asunto mío pero... ¿Hay algún problema con el señor Pimentel?
¿QUÉÉÉ?
Para empezar, Joel estaba estudiando otra carrera así que él no le daba clases... Y para seguir, ¿por qué habría algún problema con él?
-No, señor. - niego con la cabeza-. No hay ningún problema...
-¿Pero? - cuestiona alzando una ceja al ver que todavía no terminé la frase.
-Últimamente han acontecido sucesos que nos afectaron a ambos, yo... No sé cómo sentirme al respecto.
Él asiente ligeramente, su penetrante mirada hace que me sienta pequeña a pesar de que transmite confianza y me hace sentir cómoda.
-Sé que Joel es un lobo. - dice en voz baja, como si el secreto pudiera oírse fuera del aula.
Palidezco.
Me quedo congelada en mi sitio sin saber qué hacer, como actuar o como sentirme.
Si el lo sabe es muy probable que...
-Y lo sé porque pertenece a mi manada. - termina diciendo.
Mis pulmones se olvidan de como desempeñar la función de respiración, estoy en shock tras su repentina confesión.
Oh Dios mío...
Últimamente todo se trata de lobos o vampiros, esto es demasiado para mí...
-Cyara, te digo esto con toda la confianza del mundo... Joel intenta atacarte cuando está transformado por una simple razón.
-¿Cómo sabes que...? - hago una pausa antes de sacudir la cabeza-. Tú eras el lobo que me salvó ayer.
-Era yo, si. - confirma.
¿Es un buen momento para decirle que es hermoso de lobo?
No, creo que no.
-¿Por qué me quiere atacar? Eso no pasó solo ayer y eso me preocupa...
Su mirada se queda fija en mi cuello, haciendo sospechar la razón.
-Desprendes olor a muerto, en nuestra forma humana sabemos que es por la razón de que un vampiro te ha mordido... Pero de lobos podemos confundirte fácilmente con uno de su especie, y ya sabemos que nos odiamos por naturaleza.
-Pero... Tú no me confundiste.
-A los adultos no nos pasa, sabemos diferenciar... Pero Joel aún está en su etapa de madurez. - explica encogiéndose de hombros-. Cuídate, Cyara... Porque si Joel te ataca no vas a saber defenderte.
Asiento ligeramente, sin saber muy bien cómo responderle a todo lo que me acababa de decir.
-¿Puedo preguntar algo...? - cuestiono, él asiente y yo tomo una respiración-. ¿El lobo que estaba muerto en el bosque...?
Veo como su cuerpo se tensa, traga saliva con dificultad y deja escapar un suspiro.
Tema delicado.
-Era una loba. - dice en voz baja-. Mi loba.
Jodida mierda, mataron a su mujer...
-Lo siento mucho, yo no quería...
-Está bien, Cyara... Entiendo tu curiosidad. - dijo ladeando la cabeza-. Fueros los cazadores los que acabaron con su vida...
La imagen de la loba blanca tirada en el suelo mientras que su pelaje estaba cubierto de sangre no tarda en llegar a mi mente. No quiero ni imaginar como se ha de estar sintiendo en estos momento... Al fin y al cabo, los lobos solo tenían a un compañero de vida, ¿no?
-No quiero que la siguiente en aparecer muerta seas tú. - confiesa, dejándome nuevamente helada-. Te estás rodeando de un mundo al que no perteneces... Y de ahí sólo pueden salir cosas malas.
El timbre sonó para indicar que el tiempo de descanso había terminado y que era hora de volver a clases.
Me despido de él antes de salir a paso apresurado para llegar a mi próxima clase. Sin embargo, alguien me detiene en el pasillo.
-Cyara, estás muy pálida. - dijo Zabdiel poniendo sus manos en mis hombros-. ¿Te encuentras bien?
-Zabdiel, yo... - niego con la cabeza, sin estar segura de mi respuesta.
Él me mira por unos segundos antes de alzar la mirada y fruncir el ceño, estaba mirando muy fijamente detrás de mí.
-¿Qué cojones ha pasado? - preguntó con dureza, voltee para mirar al profesor con el que acababa de hablar hace tan solo segundos-. ¿Él te ha hecho algo?
-¿Qué? - pregunto confusa-. ¡No, Zabdiel, no!
-Cyara, tal vez no lo entiendas pero...
-Maldita sea, lo entiendo... Dejad de tratarme como si fuera una niña tonta.
Me separo de golpe, queriendo mantener las distancias.
Recordar las peleas entre Christopher y Joel no ayudaba nada en estos momentos, la situación era bastante parecida pero esta vez con Zabdiel y Richard.
-Que no me entere de que algo malo esté pasando, pulgoso. - espeta Zabdiel con el semblante serio.
-Lo mismo digo, paliducho.- dice Richard de igual forma.
La tensión es más que notable en el ambiente y yo solo quiero salir corriendo. Si, a pesar de que odio correr. Porque tienen ese tipo de miradas que no es agradable ver y porque el odio entre ambas especies es muy real.
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