Capítulo Ocho
Día agradable.
Kim Taehyung.
A la mañana siguiente, tras una interesante noche con mis amigos en el Wonderland, al levantarme decido alquilar un coche. Hoy no quiero chófer. Prefiero estar a solas con la señorita Lee para conocer un poco más Seúl y, motivado, le mando un mensaje:
Recuerda: a la una paso por ti a buscarte.
Estoy mirando al frente cuando mi móvil suena, y leo:
No pienso salir.
Boquiabierto, observo el mensaje. ¡Joder, con esta mujer! Pero, como nunca me han dejado plantado, respondo:
Pequeña no me hagas enfadar.
Imaginarme su expresión al leerlo me subleva, e insisto:
Por tu bien, te espero a la una.
Cuando lo envío, dejo el móvil sobre la mesa para ducharme y éste vuelve a sonar:
Por su bien, Señor Kim, no venga. No estoy de humor.
Ah, no..., eso sí que no lo voy a consentir, y escribo:
Señorita Lee, ¿quiere enfadarme?
Esta vez no suelto el teléfono. Esa mujer me está enseñando lo contestona que es, y no tarda en llegar su respuesta:
Lo que quiero es que se olvide de mi.
Como diría mi madre, ¡la madre que la parió! No obstante, ha captado por completo mi atención, y le contesto:
Tiene dos opciones. La primera, enseñarme Seúl y disfrutar del dia conmigo. Y la segunda, enfadarme, y soy su JEFE. Tú decides.
En cuanto lo envío, soy consciente de que mi abuso de la autoridad es intolerable. Las veces que me he follado a alguna mujer del trabajo nunca he tenido que emplear tales términos, ellas simplemente lo han buscado, pero con esta cabezota he de utilizarlos.
YounMing me hace estar pendiente del teléfono y, al ver que no responde, le envío un par de mensajes más hasta que al final recibo uno de ella que dice:
A la una estaré preparada.
Bien. Eso era lo que buscaba, y, ahora que me he salido con la mía, me voy a la ducha.
(...)
Las horas pasan y me veo mirando el reloj deseando que llegue la una. Por último, opto por ponerme unos vaqueros y una camisa negra. Será un día informal.
A la una menos cinco ya estoy aguardando frente a su portal, y a la una en punto me acerco al telefonillo.
Espero..., espero..., pero no contesta.
Maldigo desconfiado. Si se le ocurre dejarme plantado, juro que se la voy a montar cuando la vea.
Vuelvo a llamar otra vez. Mi impaciencia aumenta por segundos, y entonces oigo:
-¿Sí?
Me tranquilizo en el acto y simplemente respondo:
-Baja. Te espero.
Entonces me alejo del portal y me apoyo en el coche para que disfrute de mi presencia cuando me vea. Conozco mi potencial, y sé que las mujeres se mueren por mí. Pero, cuando aparece, abre los ojos desmesuradamente e, ignorándome por completo, pregunta mirando el coche:
-¿Es tuyo?
Vaya. Veo que el automóvil le ha impresionado más que yo, y eso me molesta. Nunca he competido con un coche. Y entonces la oigo decir:
-¿Me dejas conducirlo?
Me niego. No. Aquí quien conduce soy yo, pero ella insiste:
-Dejame conducir. No seas aguafiestas y déjame. Mi padre tiene un taller y te aseguro que sé hacerlo.
La miro. Me mira. Resoplo y, molesto porque el coche sea su objeto de devoción y no yo, respondo:
-Enséñame Seúl y, si te portas bien, quizá luego te permita conducirlo.
Ella se emociona. Aplaude y hasta da un gritito.
¡Por Dios! ¡Que mujer...!
Cinco minutos después, dirigido por ella, nos sumergimos en el tráfico cotidiano de Seúl. Hace un bonito día y, aunque la compañía me agrada, llevamos la música a todo trapo, y protesto:
-¿Estás sorda?
YoungMin me mira, sonríe y responde con un suspiro:
-No..., no estoy sorda, pero un poco de música dentro de un auto no viene mal.
«¿Un poco de música?» Y cuando, además de la supuesta «Música», la oigo cantar, resoplo en el momento en que ella pregunta:
-¿Qué pasa? ¿Que tú no cantas nunca?
¿Cantar yo?
Por el amor de Dios, pero ¿qué tontería es ésa? No respondo. No merece la pena. Pero ella, como buena asiática, insiste en sus preguntas y, cuando ve que no tengo la menor intención de contestar, indica:
-Pues la música es algo maravilloso en la vida. Mi madre siempre decía que la música amansa a las fieras y que las letras de muchas canciones pueden ser tan significativas para el ser humano que incluso nos pueden ayudar a aclarar muchos sentimientos.
Me hace gracia oír eso. Me parece que me acaba de llamar fiera y no creo que se haya dado cuenta. Ahora el curioso soy yo, le pregunto y me entero de que su madre murió años atrás de cáncer. Siento saber eso. Sin ningún tipo de vergüenza, YoungMin canta todas y cada una de las canciones que suenan en la radio y, aunque no quiero sonreír, siento que la comisura de mis labios se curva. Pero ¿de verdad se las sabe todas?
Llevo años sin quedar con una mujer para dar un paseo, ni siquiera los daba con Lia. Pero aquí estoy, en compañía de una joven inexperta en la clase de sexo que a mí me gusta, que se siente más atraída por el Ferrari que conduzco que por mí y que no para de cantar a voz en grito como una loca mientras entramos en un parking.
Una vez que hemos estacionado el coche, paseamos durante horas por distintas zonas de Seúl y siento la loca necesidad de cogerla de la mano. Ella me lo permite sin darle importancia, y yo disfruto de esa extraña y rara sensación.
YoungMin me lleva a comer a un restaurante Japonés de unos amigos de ella. Encantado mientras comemos sushi, la escucho hablar y, maravillado, me pierdo en su sonrisa. Creo que es la chica con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida y, tras pensarlo mucho, digo:
-Tengo que hacerte una proposición.
Ella sonríe y, con picardía, cuchichea:
-Mmmm..., conociéndote, seguro que será indecente.
Asiento con frialdad y me apresuro a aclararle que se trata de trabajo.
-Tengo que viajar a Daegu visitando las delegaciones de Müller y me vendría muy bien su ayuda.
Ella sabe hablar y escribir perfectamente el inglés, y necesitaría que, tras las reuniones, enviara las actas a Estados Unidos.
En un principio, YoungMin dice que no y me sugiere que se lo proponga a DonSu: él era el secretario de mi padre. Pero me niego. Lo que quiero es que me acompañe ella.
Me rechaza. Pone mil impedimentos, pero yo insisto. No pienso darme por vencido, hasta que le hago entender que es trabajo y seriedad lo que busco, y no sexo. Entonces pregunta mirándome:
-En los hoteles, ¿habitaciones separadas?
Asiento.
En ningún momento se me ocurriría compartir habitación ni con ella ni con nadie, y afirmo:
-Por supuesto. Ambos tendremos nuestro propio espacio. Tienes para pensarlo hasta el martes. Ese día, necesitaré una respuesta o me buscaré a otra secretaria.
Veo que YoungMin asiente y, cuando traen el postre, ella se olvida de mi propuesta y se centra por completo en la comida.
¡Sorprendente!
A la salida del restaurante, vuelvo a coger su mano. Necesito ese contacto con ella. YoungMin sonríe, y entonces le pregunto:
-¿Te apetece venir a mi hotel?
Nos miramos...
Nos tentamos...
Tras indicarle dónde me alojo, ella pregunta a su vez con una pícara sonrisa:
-¿Me dejarás conducir?
Maldigo. Pero ¿es que sólo le interesa el Ferrari?
Sin embargo, al ver su sonrisa y esos ojos chispeantes, pregunto:
-¿Has sido buena?
YoungMin asiente con gracia y luego afirma:
-Buenísima.
Una vez que me deja claro que cantará al volante, no puedo negarme a darle ese capricho, por lo que, cuando llegamos al coche, le entrego las llaves y sonrío al verla gritar y saltar feliz.
¿En serio conducir ese coche provoca en ella ese estado de felicidad? Primero, el Ferrari; luego, el sushi... ¿Qué será lo siguiente que le llamará más la atención que yo?
Tres segundos después, ya me estoy arrepintiendo de haberle dado las llaves. YoungMin monta, arranca, pone la radio a toda volume y me prohíbe tocarla.
Agarrado al asiento, dejo que salga a una carretera señalizada como M-30 y disfrute del coche. Si eso la hace feliz..., ¿por qué no?
Volví... ¡! Siento mucho la demora lindas lectoras y valla... Si que crecieron las leídas y tengo ganas de llore brillitos 🤧✨ Muchas gracias en serio, somos 3,78k y nunca penséen llegar hasta ahí, gracias.
Solo pude traer un capitulo ;-; es que se me borraron por accidente los demás pero menos mal tengo una copia de seguridad y como no la quiero larga, MORBO solo tendrá 20 a 25 capítulos, así que se viene por que se viene, Let's go 🤝
Im purple 💜 you
-Taesha-ah
Hasta luego \>0</
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