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Capítulo 7: No fue su culpa

Después de que Brandon se descargara la aplicación de Instagram en su celular pasaron cosas... Como que ahora pasaba más de cinco horas al día en su cuenta falsa, deslizándose publicación tras publicación que aparecía en su inicio. Había comenzado a seguir a más de mil doscientas cuentas de ninguna persona en especial, simplemente cuentas de fotos random de animales e inspiración para la moda. 

Tuvo que parar cuando el aviso de batería baja de su teléfono interrumpió su visión de la pantalla, solo entonces se permitió observar que eran pasadas las doce de la media noche y sus ojos casi se salen de su cabeza. ¿Había estado cuatro horas tirado en la cama viendo vídeos de cachorritos? Como una rápida confirmación, su estomago gruñó terriblemente alto, informándole que no solo no había comido nada desde el almuerzo sino que también se había perdido la hora de la cena en el hotel. 

Brandon se levantó de la cama y primero conectó su teléfono al cargador, dejándolo sobre la mesita de noche. Después caminó hasta el balcón y se asomó, la fuerte brisa soplando sobre sus piernas descubiertas y su rostro acalorado. Se abrazó a sí mismo y se inclinó sobre el barandal, echando un vistazo al Pizza Hut que estaba posicionado justo al frente del hotel; Brandon recordaba vagamente haber visto un letrero de veinticuatro horas colgado en una de las ventanas, y así lo confirmó cuando captó las luces encendidas dentro del local.

Hizo un pequeño baile de victoria y luego corrió dentro de la habitación de nuevo, no sin antes cerrar la puerta del balcón, y tropezó sobre sus propios pies mientras se ponía sus zapatillas Balenciaga. Además, tomó uno de sus beannies negros—los que no tenía permitido usar en casa—, algo de dinero en efectivo y la tarjeta de la habitación. Cuando estaba decidiendo si tal vez debería enviarle un mensaje a Margot avisándole que saldría durante un momento, hubieron tres toques en la puerta de la habitación que lo hicieron detenerse. Margot le había dicho que no llegaría muy tarde, por lo que Brandon fue a abrirla totalmente convencido de que se trataba de su mejor amiga, después de todo, tal vez no estaba lo suficientemente cansada para acompañarlo por un poco de pizza.

Brandon se quedó tieso y con la puerta a medio abrir cuando a quien se encontró detrás de esta fue a Hemsley.

"¿Qué?" fue todo lo que salió de su boca.

Fue consciente de la forma en que Hemsley arrastró la mirada por su apariencia y, de repente, pensó que tal vez no fue la mejor idea optar por salir sin ponerse pantalones sobre sus shorts deportivos que hacían juego con su sudadera oversize. 

Cuando Hemsley no hizo nada más que quedarse de pie observándolo, Brandon chasqueó los dedos frente a su rostro "¿Estás ebrio?"

Una sonrisa se deslizó por la boca del rubio y Brandon frunció el ceño, odiando todavía como ese tipo de sonrisas podían aumentar su nivel de nerviosismo. 

"¿Por qué eres tan aburrido, Peirce?" inquirió Hemsley, apoyando su mano contra el umbral de la puerta "¿Has, realmente, alguna vez intentado socializar con alguien que no sea Margot?"

 Como usualmente pasaba, Brandon no tenía que preocuparse por cualquier otro sentimiento que Hemsley le provocara, porque, al segundo que abría la boca, Brandon solo ya estaba fastidiado.

"¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó con brusquedad, ignorando olímpicamente su pregunta "¿Y quién te dio el número de la habitación?" entonces, tan rápido como la molestia vino, se fue y la sangre se le drenó del rostro "Espera... ¿El señor Clark se dio cuenta?"

El miedo le escaló por el pecho. Como presidente de la clase A, si el señor Clark llegaba a enterarse de lo que sus estudiantes estaban haciendo en su propia habitación, no viviría para explicárselo al director. O peor aun, a su papá. 

Hemsley debió notar el terror reflejado en su rostro porque se apresuró a responder: "No, el señor Clark duerme como marrana embarazada" Hemsley quitó su mano del umbral de la puerta y las escondió ambas en los bolsillos de su rompe-vientos azul "No es por eso que vine"

Brandon soltó un largo suspiro, sintiendo que el alma le volvía al cuerpo.

"Está bien" dijo, acomodando el beannie negro sobre su despeinado cabello y poniéndose la capucha de su sudadera encima "Entonces no me importa nada más que tengas para decir" Brandon se dio media vuelta, tomando el pomo de la puerta para cerrarla y salir, pero, en el momento en que le dio la espalda a Hemsley, este lo empujó dentro de la habitación, logrando que se tropezara con sus propios pies y se apartara de la entrada.

Cuando su mirada volvió a Hemsley con los insultos en la punta de su lengua, se encontró con la expresión pétrea del contrario mientras se apoyaba completamente contra la puerta ya cerrada.

"Necesito que me escuches solo un minuto"

 El ceño de Brandon se frunció de inmediato "¿Qué crees que estás haciendo? Déjame salir"

"No hasta que me escuches"

Los músculos de la mandíbula de Brandon se tensaron, sus manos hechas puños "¿Qué? ¿No terminaste de decirme lo patético que soy? ¿O necesitas que haga otra cosa y viniste a chantajearme?"

Brandon no supo descifrar la emoción que abarcó el rostro de Hemsley, pero notó la forma en que su mirada bajaba hacia la alfombra, luciendo entre cohibido y molesto. Solo alimentó más su propio sentimiento de confusión.

"No estuvo bien" Hemsley dijo aquello tan bajo que Brandon casi no entendió una mierda, pero luego levantó la vista de vuelta y la clavó sobre su rostro. Brandon nunca lo había visto lucir tan serio "Lo que te dije no estuvo bien. Tampoco que te chantajeara" Hemsley hizo una pausa, tragando saliva audiblemente, parecía que soltar cada palabra le estaba doliendo como una patada en los huevos "No estuvo bien juzgarte y no lo volveré a hacer" añadió.

La mente de Brandon se quedó literalmente en blanco, parpadeando una y otra vez, no muy seguro de si el hambre ya lo estaba haciendo alucinar. Para sacarlo de su confusión, su agradable estómago gruñó de vuelta, pero esta vez realmente se escuchó como un tractor, resonando por todo el silencioso ambiente. 

Una risa se escapó de la boca de Hemsley acompañada de un bufido "¿Estabas tan cómodo aquí encerrado que ni siquiera pudiste bajar a comer algo?" su tono burlón estaba inmediatamente de vuelta.

"No es de tu incumbencia" respondió Brandon con hostilidad "Ahora, si ya terminaste tu actuación, déjame salir, mis entrañas se están comiendo unas a las otras"

Contrario a su petición, Hemsley apoyó la planta de su pie izquierdo contra la puerta, recostándose todavía más sobre esta. Lo observó con una pequeña sonrisa y los brazos cruzados sobre su estómago. 

"No hasta que me perdones"

"¿Disculpa?"

"Te disculpo, pero ahora discúlpame tú a mí"

La boca de Brandon se abrió pero absolutamente nada salió de ella, ni siquiera sabiendo qué carajo responder. La sonrisa de Hemsley se agrandó y Brandon sintió ganas de romperle la nariz. Caminó los únicos dos paso que los separaba y trató de quitarlo de la puerta, pero solo terminó forcejeando inútilmente contra el contrario, no tenía la suficiente energía para batallar de verdad.

"Déjame salir" pidió, halando de la manga de su rompe-vientos, pero Hemsley plantó bien sus pies sobre el suelo y no se movió ni un centímetro "¡Déjame salir!"

"Perdóname o voy a gemir"

"¿Qué?" Brandon siguió tirando de la manga de su ropa, incluso cuando ya casi lograba sacársela de un lado "Ni siquiera has ofrecido disculpas correctamente"

"Discúlpame, Peirce" 

"No" respondió Brandon de inmediato.

Brandon vio lentamente la sombría maldad extenderse por la expresión del contrario, abriendo su boca con lentitud y finalmente soltando un alto y largo gemido que lo tuvo encogiéndose sobre su lugar. Después de ese, vinieron varios más, varios más a los que también les agregó su nombre y apellido. 

Después de cinco segundos, en los cuales Brandon no podía creer lo infantil que Hemsley podía llegar a ser, tres golpes se escucharon fuertemente contra la pared de la habitación continua. Eso fue suficiente para que Hemsley se callara, pero entonces, una voz apagada por la pared, y con un fuerte acento francés, también gritó: "¡Págale un jodido motel, Brandon!"

La sangre subió tan rápidamente por las mejillas de Brandon que se sintió mareado por un segundo, reaccionando solo por la silenciosa carcajada que Hemsley dejó escapar, doblándose por la mitad y cubriendo su boca para evitar reírse tan fuerte como quería. 

"¡Eres un jodido idiota!" Brandon le gritó-susurró, agarrando un puñado de cabello rubio entre sus dedos y tirando fuertemente. Lo soltó solo cuando Hemsley dejó escapar otro fuerte y largo gemido fingido. Brandon casi brincó sobre el contrario, soltando su cabello de inmediato y cubriendo su ruidosa boca con la palma de su mano. 

Cuando sus miradas se encontraron, Brandon pensó que estaban más cerca de lo que deberían, pero por fortuna su rostro ya estaba lo suficientemente sonrojado como para sonrojarse aun más. Hemsley murmuró algo contra su mano, sus mejillas también estaban sonrojadas por lo fuerte que había estado controlando su risa, por lo que Brandon retiró lentamente su mano de la boca del contrario.

"Déjame comprarte una pizza para compensarte" 

"¿Eso es todo? ¿Eso es todo lo que crees que vale mi dignidad?" 

Hemsley se encogió de hombros, arrastrando sus dedos por la hebras doradas y despeinadas de su cabello "Honestamente, sí"

Brandon volvió a tirar fuertemente de su cabello, pero apenas notó que el rubio abría la boca para quejarse, la volvió a cubrir con su mano. Su ceño fruncido cuando dijo: "Está bien, está bien, no hagas otro maldito escándalo, cara de diarrea de delfín" 



Peirce ya estaba atragantándose con su segunda porción de pizza cuando Tristan dejó el local de Pizza Hut con dos latas de Coca-Cola en sus manos, cruzando la desolada calle hasta llegar a la acera en la que Peirce estaba sentado con la caja de pizza de pepperoni sobre sus piernas estiradas. Tristan se dejó caer a un lado del contrario, dejando unos buenos cincuenta centímetros de distancia de manera totalmente intencional. 

Tan pronto como su trasero tocó la fría acera, una de las latas de Coca-Cola ya le estaba siendo arrebatada con brusquedad.

"Tiene usted unos modales admirables, señor Brandon Peirce" comentó burlonamente, abriendo su propia lata para darle un largo trago. La soda casi se le va por la nariz cuando recibió un fuerte golpe contra la nuca de parte de Peirce. Terminó tosiendo en repetidas ocasiones mientras la soda se deslizaba de su boca hasta la acera. Escuchó a Peirce reírse entre dientes.

"Si me golpeas de vuelta no te perdonaré nunca en mi vida" amenazó Peirce, después de tragar la comida en su boca.

Tristan lo observó con los ojos entrecerrados "Mira quien está chantajeando ahora"

Peirce se encogió de hombros "Nunca afirmé ser una buena persona"

Tristan decidió no responder nada, por lo que la atención del contrario se centró completamente en la pizza que estaba comiendo, pareciendo bastante satisfecho. Tristan lo observó tararear alegremente cuando el queso de la pizza se estiró.

"Para ser un niño asquerosamente millonario, seguro que te gusta la comida chatarra" 

"Para tener un ego tan enorme, seguro que te gusta meterte en la vida de los demás" Peirce se la devolvió, rodando los ojos.

"Te juro que yo no busco el chisme, me llega solo" aseguró solemnemente Tristan.

Peirce pareció ignorarlo, centrándose en su comida.

Pasaron algunos segundos en silencio, Tristan disfrutando personalmente de su bebida fría y de la fuerte brisa de la noche. No podía decir lo mismo de Peirce, quien se estremecía cada tanto, con sus mejillas y nariz evidentemente enrojecidas por la brisa. Tristan se permitió observarlo un poco más, admirando el puente de su nariz, la línea de su mandíbula y su pequeño cuerpo escondido dentro de la enorme sudadera. Soltó el suspiro que no sabía que estaba conteniendo, dejando su soda a un lado sobre el anden. 

"Realmente lo siento, Peirce" dijo en voz alta, sintiendo la mirada de Peirce cuando se clavó en su perfil "No necesito ser tu mejor amigo para concluir que debe ser difícil ser hijo de tu papá y en realidad no sé una mierda sobre la forma en que fuiste criado o sobre la razón por la cual vives como si existiesen dos versiones de ti" Tristan hizo una pequeña pausa, esperando que su voz se escuchara tan sincera como quería "Soy idiota pero no imbécil, nunca tomaría ventaja sobre las dificultades ajenas" su mirada volvió a Peirce y lo encontró viéndolo de vuelta con su expresión en blanco "Nunca voy a decir nada sobre lo que pasó esa noche en la discoteca, te lo prometo" 

Peirce no respondió nada mientras su mirada se clavaba en el asfalto de la calle y daba otro largo trago a su lata. Parecía estar analizando sus palabras.

"¿Cómo sé que estás siendo sincero?" inquirió Peirce y Tristan se sorprendió un poco por lo suave que sonaba su voz, casi le recordó la forma en que le habló aquella noche en la discoteca. De hecho, su postura ahora encorvada y su expresión vulnerable le recordaron muchísimo al Brandon que conoció esa noche. 

Tragando todos esos pensamientos, mejor respondió: "Supongo que tienes que hacer un salto de fe" su mirada se volvió a encontrar con la de Peirce y lo vio fruncir sus labios juntos "O también puedes pensar en que, si mi papá se entera, literalmente me deshereda. He batallado doce años más que mi hermana menor, Tiffany, por la herencia familiar" 

Para su sorpresa, Peirce rió entre dientes, dejando a un lado la caja de pizza para encoger sus piernas y abrazarlas contra su pecho. Lo vio apoyar su barbilla sobre sus brazos y observar de nuevo hacia el asfalto de la calle. Luego, murmuró con voz baja: "Gracias, supongo"

Tristan pensó que se veía especialmente vulnerable, lo que solo logró que se sintiera como el doble de basura que ya se sentía. ¿Cómo pudo ser tan inmaduro para juzgarlo tan duramente cuando no era su culpa en lo absoluto?

"De todas formas..." Tristan comenzó, tomando de su lata de nuevo "No espero que me perdones por desear que tu papá se atragante con una arveja en el almuerzo y estire la pata"

"Es extremadamente descortés desearle la muerte al padre de alguien" argumentó Peirce, atrás completamente la fachada vulnerable que había tenido segundos atrás. Ahora lucía perturbado, con su ceño fruncido.

"Realmente no me voy a disculpar por eso, Peirce. Hizo que mi familia pasara por una situación muy difícil. Él no juega limpio" cuando Peirce inclinó un poco su cabeza hacia un lado, como un cachorro confundido, Tristan rió levemente "No tienes ni idea, ¿verdad?"

"¿A qué te refieres?"

"¿Todavía recuerdas el escándalo que tuvo mi papá por infidelidad hace un tiempo?" 

Peirce pareció sopesarlo durante unos segundos, entonces finalmente asintió: "Oh, sí, el que terminó siendo un montaje, ¿no?"

"¿Puedes conectar los hilos?" inquirió simplemente Tristan, tomando otro largo trago de su lata cuando la boca de Peirce se entreabrió, su mirada parpadeando una y otra vez.

"¿Papá...?" 

Peirce dejó la pregunta al aire, pero Tristan captó que ya lo había comprendido, así que simplemente asintió con la cabeza, tragando el líquido en su boca antes de responder: "Sí, tu papá lo planeó todo" sus dedos trazaron el borde de la lata "Mi familia tuvo un momento oscuro, ¿sabes? Nunca en mi vida había visto a papá tan furioso ni a mamá tan destruida. Yo realmente creí que era el final de nuestra familia"

"Por todo lo que vale" Peirce se apresuró a responder "Lo siento mucho... Eso fue algo horrible para hacer" sonaba realmente molesto, su ceño profundamente fruncido "A veces no entiendo la manera en la que la cabeza de papá funciona"

Tristan dejó escapar un suspiro "No importa, no fue tu culpa"

No lo fue.



Brandon había vivido pocos momentos tan incómodos como este. Hace un rato que Hemsley y él habían decidido volver al hotel, sobre todo porque ya eran pasadas las dos de la madrugada y Brandon estaba en serio a dos segundos de desarrollar una pulmonía. El caso fue que, cuando ya estaban dentro del ascensor, Hemsley tuvo que bajarse primero—un piso abajo—, así que ambos se removieron algo incómodos, sin realmente saber cómo deberían despedirse. 

Brandon se aclaró la garganta "Mmm, bueno" dijo con la voz tensa "Supongo que nos vemos mañana" 

Cuando llevó su mirada hasta Hemsley, este estaba saliendo del ascensor, girando sobre sus talones para verlo al rostro. Entonces, esa sonrisa peligrosa estaba de nuevo adornado las comisuras de su boca "Vamos a besarnos"

Brandon casi se atragantó con su propia saliva "¿Qué?"

"Si" Peirce asintió con la cabeza "Como una despedida, ahora que voy a dejar de molestar tu culo, dame un beso de despedida" 

Brandon se quedó de pie en medio del elevador, parpadeando lentamente y esperando a que el rubio le dijese que se trataba de una broma. Aun así, la forma en la que su estómago saltó, no fue una broma en lo absoluto. 

"¿Qué?" repitió. 

Entonces, cuando Hemsley volvió a poner un pie dentro del elevador, Brandon se estrelló a sí mismo contra la pared contraria y cubrió su boca rápidamente con la palma de su mano. Vio a Hemsley estallar en una carcajada, entonces se permitió relajar su cuerpo tenso y caminó al frente hasta empujar fuera del ascensor al contrario, no sin antes tirar rudamente de uno de sus mechones de cabello. Hemsley todavía se estaba riendo cuando las puertas del ascensor se terminaron de cerrar.

Brandon se recostó contra la pared del elevador, soltando un pesado suspiro y recapitulando los acontecimientos de la noche. Su parte más lista todavía le susurraba que no confiara tan fácilmente en las palabras de Hemsley, después de todo, podría ser una estrategia para hacerlo bajar la guardia. Sobre todo, una estrategia para confiara en él.

Un sentimiento de paranoia creció en su pecho, ¿y si Hemsley había grabado la conversación o algo por estilo? ¿Y si había conseguido que alguien los fotografiara juntos para después amenazarlo? El miedo y la paranoia le escalaron por el pecho, por lo que se apresuró a salir del ascensor, casi corriendo hasta la habitación de Margot. Casi rompió la tarjeta cuando la pasó apresuradamente por la ranura de la puerta y entró en trompicones hasta la habitación. Corrió hasta tomar su teléfono, entrar a la aplicación y luego al perfil de Hemsley.

Había una historia nueva. 

Brandon cerró los ojos, rezando diez padres nuestros como si estuviera en una batalla de rap, pero todo lo que encontró en aquella historia fue una foto del bonito atardecer en París, con la torre Eiffel de fondo. Un suspiró abandonó su pecho y se dejó caer sobre la cama, queriendo creer que estaba siendo demasiado paranoico. Casi rogando por ello.

•••

dos cosas:

en el capítulo anterior se me olvidó avisar que decidí cambiar el destino del viaje escolar de londres a parís porque quiero intentar hacer algo en el futuro. /guiño, guiño

todos estos chirrimplines hablan inglés pero la verdad es que no tengo idea de en cuál parte del mundo sucede esta historia. #problemasdeserescritoramediocre

muchas gracias por leer, besos a las mascotas. xx

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