El pánico escaló por el cuerpo de Brandon cuando vio a Hemsley recostarse contra la puerta, bloqueándola. Se sintió acorralado y desprotegido, su cuerpo tenso como ya era costumbre cada vez que se encontraba con el contrario. Aun así, escondió sus sentimientos detrás de su muy ensayada apariencia desinteresada y terminó de guardar sus cosas, cerró su mochila y se la colgó sobre sus hombros.
Posteriormente, Brandon observó de pies a cabeza a Hemsley y evitando su mirada directa respondió: "No tengo tiempo ahora"
Caminó hasta la puerta todo el tiempo tratando de enfocar su vista en otra parte que no fuera el rostro del contrario, pero finalmente tuvo que observarlo cuando se detuvo en frente suyo. Se dio cuenta de que estaban un poco cerca para su gusto así que dio un paso atrás.
"Será breve, Peirce, lo prometo" Hemsley enderezó su posición y Brandon tuvo que dar otro paso atrás.
Hemsley siempre lo ponía de los nervios y no le gustaba en lo absoluto, no hubo peor sensación en el mundo que no poder controlar su cuerpo y sus emociones al cien por ciento. Creció vigilando y planeando cada una de sus acciones, pero su cerebro hacía cortocircuito cada vez que este tipo estaba cerca suyo. Eso significaba peligro.
"Realmente no tengo tiempo ahora, por favor, muévete" Brandon estuvo tan orgulloso de sí mismo porque su voz no flaqueó ni un solo segundo aunque sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. Pero, entonces, Hemsley avanzó hacia él, un paso tras otro que Brandon retrocedió para mantener la distancia "¿Qué estás haciendo?" inquirió después de que Hemsley hubiese avanzado tres largas zancadas y él las hubiera retrocedido casi tropezándose con sus propios pies.
La risa que se escapó de la boca de Hemsley lo puso todavía más nervioso, pero no se comparó con la manera en que su corazón casi le brincó a la garganta cuando lo observó directamente a los ojos con una sonrisa ladeada. Brandon la reconoció instantáneamente como la sonrisa que le dio aquella noche en la discoteca, justo antes de que se acercaran uno al otro.
"Entre más te niegues, más nos tardamos" Hemsley argumentó, cruzando sus brazos sobre su pecho.
Brandon soltó un suspiro, alejando cualquier recuerdo indeseado y enderezó sus hombros, mejorando su postura para no mostrar ni una sola señal de lo intimidado que sentía.
"¿Qué quieres?" preguntó finalmente.
La mirada de Hemsley se paseó por todo su rostro antes de que respondiera: "Hagamos el viaje de bienvenida juntos"
El cerebro aletargado de Brandon se tomó sus segundos para procesar lo que Hemsley dijo, pero aun así la única respuesta que salió de su boca fue: "¿Qué?"
Hemsley lo observó con su cabeza ladeada "¿Por qués estás tan tenso, Peirce? ¿Hay algo que te está alterando?" inquirió con tono burlesco.
Brandon apretó los músculos de su mandíbula cuando observó a través de la ventana del aula. Cada día le agradaba menos Hemsley y cada día se arrepentía más de haberse dejado llevar esa noche de sábado. ¿Cuánto habían caído sus estándares que terminó enrollándose con un idiota como este? Ni siquiera había estado tan borracho para no darse cuenta.
"Sé que eres nuevo aquí" respondió, empezando a sentirse algo cansado, solo quería irse a casa para después poder pasar al establo y practicar con Lía por el resto de la tarde "Pero tu clase y la mía no se llevan bien, esa es la razón por la que nunca hemos hecho nada juntos, y no va a ser diferente este año" su mirada volvió a encontrarse con la de Hemsley y resistió el fuerte impulso de apartarla "Si quieres intentar convencerlos, adelante, pero yo ni siquiera voy a perder mi tiempo"
Brandon acomodó las asas de su mochila sobre sus hombros y le dio una última mirada a Hemsley antes de empezar a caminar hacia la puerta. Todavía no había girado el pomo cuando Hemsley habló.
"¿Tu clase y la mía se llevan mal...? ¿O mi clase y tú se llevan mal?"
Su mano cayó del picaporte y su mirada se clavó sobre la madera de la puerta.
"¿De qué estás hablando?"
"Hablé con mi clase" Brandon lo escuchó arrastrar una silla, por lo que supuso que Hemsley tomó asiento, mientras todavía sentía su mirada perforarle la nuca "Ninguno de ellos parece tener un problema realmente serio con la clase en general. En cambio, contigo..." Hemsley dejó la frase al aire.
Las manos de Brandon se cerraron en puños y su mirada bajó hasta la punta de sus zapatos "¿Por qué crees que harían algo así por mí?" preguntó, refiriéndose a sus compañeros de clase.
El silencio llenó el ambiente durante largos segundos y Brandon no reaccionó sino hasta que Hemsley estaba de pie contra su espalda, su respiración contra su nuca y el aroma de su costosa colonia envolviéndolo. La respiración se le atascó en la garganta cuando Hemsley se inclinó contra él todavía más y sus labios rozaron la hélice de su oreja.
"Tal vez ninguno de ellos quiere terminar con su vida, y la de su familia, destruida" la manera en que el aliento de Hemsley chocó contra su oído pudo haberlo hecho estremecer, pero su respuesta se clavó tan profundo en Brandon que un nudo se construyó en su garganta.
Brandon entendió perfectamente a lo que Hemsley se refería.
Daniel.
Daniel Martin fue la primera persona—después de Margot, claramente—en acercarse a él. Brandon lo consideró como su mejor amigo durante meses, pasaron muchos momentos agradables juntos y fue un apoyo moral en más de una ocasión para él. Nunca hicieron su amistad realmente pública, durante el horario escolar apenas se dirigieron la palabra debido a que Daniel era hijo de una reconocida agente inmobiliaria y también un chico abiertamente homosexual; en ese momento, la carrera política de Michael Peirce estaba agarrando vuelo, por lo que Brandon solo supo que no podía arriesgarse a que las personas empezaran a crear rumores. Mantuvieron su amistad en secreto durante muchos meses y se volvieron tan cercanos que Margot alguna vez le confesó que se sentía algo celosa.
Las cosas marchaban bien, hasta que una noche Daniel confesó que tenía sentimientos por Brandon. Para ese entonces, Brandon ya había salido de closet con Daniel, pero sus sentimientos no eran recíprocos y cuando se lo hizo saber a su mejor amigo, este pareció bastante comprensivo. Pareció fue la palabra clave.
Al siguiente día, Daniel prácticamente hizo un escándalo durante el receso escolar, él literalmente reveló su orientación sexual en medio de la cafetería y le pidió que salieran una vez más. Cuando Brandon intentó pedirle que fuera discreto y no creara un escándalo, él solo hizo el escándalo más grande, a tal punto que Brandon tuvo que empezar a negar todo lo que estaba diciendo mientras más de uno de sus compañeros se acercaba a apreciar la escena.
Brandon entró en pánico, él dijo cosas crueles y empujó a Daniel fuera de su espacio personal. Él fue consciente de cómo se vio para los demás: el hijo del idiota homofóbico rechazando cruelmente a un chico homosexual.
Se sintió mal, Brandon se pasó el resto del día encerrado en su habitación mientras los sentimientos de culpa y ansiedad lo carcomían desde adentro. Estuvo cerca de llamar a Daniel y suplicar por una disculpa, pero esa misma noche, cuando su papá llegó del trabajo y le pidió una explicación, tuvo que mentir de nuevo. O bueno, solo mentir parcialmente, porque después de que Daniel hubiera divulgado su orientación sexual a todos sus compañeros, sería un milagro si a la mañana siguiente la noticia no fuera la portada de cada periódico nacional. Brandon le reveló su amistad con Daniel, pero negó rotundamente la parte de su propia orientación sexual, todavía recordaba con lucidez la expresión tensa de su padre cuando le dijo: "Un chico normal debe tener amigos normales, Brandon".
Su papá se hizo cargo del asunto, a la mañana siguiente su cara no estuvo en primera plana en ningún medio de comunicación, la noticia no se divulgó a ningún lado, pero cuando asistió a la escuela, las miradas de sus compañeros no fueron para nada amigables. Incluso sus propios compañeros de clase, quienes lo trataban medianamente mejor que el resto, no le dirigieron la palabra durante todo el día. Después se enteró de la razón.
Brandon estaba furioso con Michael, tanto que cuando volvió a casa esa noche, le gritó. No podía recordar cuándo fue la última vez que le había gritado a su padre, probablemente desde que era un niño, pero esa noche lo hizo, y lo hizo particularmente fuerte. Se sorprendió cuando su papá no aterrizó ninguna bofetada sobre su mejilla, pero después, cuando Michael le informó la nota que Daniel y su padre—el dueño del periódico local—tenían planeado revelar, Brandon se había sentido tan herido, que lo único que pudo hacer fue retirarse de la oficina de su papá y encerrarse en su habitación a llorar un buen rato.
Resultó que el papá de Daniel tuvo algún malentendido con Michael en el pasado que le costó unos cuantos millones, así que en conjunto con su hijo habían planeado manchar la reputación de su hijo y difundir un rumor falso sobre su sexualidad. Brandon pasó noches enteras en vela, temiendo que se hiciera de día y él encontrara un audio, vídeo o imagen de la vez que le confesó a Daniel su orientación sexual difundido en internet.
No fue así. El periódico local cerró y, hasta donde Brandon se enteró, Daniel y su familia se mudaron fuera de la ciudad. No se hizo mayor escándalo y nadie más allá de Margot, su papá y él se enteraron de la verdadera historia.
No le gustaba recordar a Daniel, no le gustaba recordar lo ingenuo que fue y lo fácil que se le olvidó que era hijo de Michael Peirce. Lo hacía sentirse estúpido y, francamente, dolido. Pero fue todavía peor ser juzgado como el villano en una historia que no estaba bien contada.
Así que el comentario de Hemsley fue un golpe bajo.
"No sabes una mierda al respecto" respondió bruscamente, atrás el sentimiento de intimidación "Así que, por favor, no opines al respecto"
"¿Qué hay para opinar?" Hemsley dio un paso atrás, permitiendo que Brandon se diera media vuelta y se encontrara de lleno con su expresión de burla "Destruiste la vida de ese pobre chico y toda su familia solo porque eres un patético y cobarde" su labio inferior sobresalió en un puchero fingido "Supongo que Cameron tenía razón, si fuiste criado por un imbécil, no puedes aspirar a ser mucho más"
Brandon soltó un bufido, sus manos hechas puños sobre las asas de su mochila.
"Me llamas patético pero tú estás aquí, utilizando en mi contra lo que pasó esa noche, para conseguir que haga lo que quieres"
"Puede ser que yo sea algo patético" respondió Hemsley, su mirada subió y bajo por todo su cuerpo, la mueca de burla sin desaparecer cuando añadió: "Pero te recuerdo muy bien esa noche, Peirce... Estás viviendo como otra persona, y nada es más patético que no luchar para poder aceptarte a ti mismo"
Cuando Brandon abandonó el aula, la escuela y se subió a la camioneta de Felipe sin siquiera devolverle el saludo, sintió que un nudo en su garganta se hacía más grande y que sus ojos picaban.
Tristan giró el candado hacia el último dígito de su clave y haló el cuerpo de este para que se abriera, tan pronto pudo ver el interior de su casillero, lo primero que captó su atención fue la pieza de plata brillante justo encima de su libro de Historia. La tomó entre sus dedos y, cuando la acercó a sus ojos, recordó; era el anillo que le había dado a Peirce esa noche en la discoteca.
Dejó escapar un pequeño bufido y se puso el anillo en su dedo índice, donde originalmente pertenecía.
Estaba terminando de acomodar sus libros cuando Paul llegó casi corriendo hacia él, colgándose de sus hombros con uno de sus brazos y casi quebrándole el cuello en dos. Solo cuando pegó un grito que espantó a más de uno en el pasillo, Paul lo dejó ir. El idiota se estaba riendo mientras se acomodaba las mangas del blázer de la escuela.
"¡Haremos el viaje de bienvenida junto con la clase A!" Paul sonrió grande "Finalmente podré dejar de fingir que todos ellos me caen mal, voy al club de cine con más de uno allí"
Tristan cerró la puerta de su casillero con una mano mientras con la otra se masajeaba el cuello "¿A dónde estamos yendo?"
"París" respondió Paul mientras se agarraba de una de sus mangas y lo arrastraba hacia el salón de clases "Pero, de todas formas, ¿cómo convenciste a Brandon? Creí que me dijiste que no eran cercanos"
"Y no lo somos" respondió Tristan, ajustando su agarre sobre sus libros "Solo soy muy persuasivo"
Paul le dio una mirada con los ojos entrecerrados, analizándolo y Tristan sonrió con tanta inocencia como pudo.
Honestamente, no esperaba que su charla con Peirce ayer lo incitara a aceptar la propuesta de que sus clases viajaran juntas. De hecho, una vez que llegó a casa y pudo pensar bien las cosas, creyó que si él fuera Peirce, lo habría enviado por un tubo y con más verás hubiese insistido en que ambas clases viajaran cada una por su cuenta.
Fue bastante curioso como funcionó la mente de Peirce.
Cuando llegaron al aula, Tristan tomó asiento donde habitualmente lo hacía y dejó sus libros sobre la mesa. Paul se sentó junto a él y sobre sus libros puso su enorme cartuchera, repleta de lápices, lapiceros, marcadores y resaltadores de todos los colores. Cameron no mintió cuando lo llamó 'el niño del lettering'.
Tristan creyó que atrajo a Cameron con el pensamiento, porque inmediatamente después llegó corriendo por la puerta del salón, no traía puesto su blázer como de costumbre y apenas llevaba los botones de su camisa cerrados.
"¡Hemsley!" gritó en su dirección, dejándose caer en la silla de en frente mientras lo señalaba con su dedo índice "¿Cómo pudiste?"
Tristan ni siquiera pudo responder cuando Paul ya estaba rodando los ojos y respondiendo: "No hagas un berrinche, Cameron"
Cameron puso su dedo en frente del rostro de Paul, indicándole que se callara y su mirada marrón se posó únicamente sobre Tristan.
"¿De qué hablas, raro?" recostó su espalda contra el respaldar de su silla y sacó su teléfono celular de uno de los bolsillos de su blázer.
"Realmente convenciste a Peirce de hacer el viaje de bienvenida juntos" Cameron se desparramó sobre su mesa, interfiriendo en su visión del teléfono, con su labio inferior sobresaliendo en un puchero y su rostro arrugado en un expresión de mero fastidio "¿Por qué lo hiciste?"
"Creo que ya todos somos lo suficientemente maduros para terminar esa estúpida rivalidad" respondió, empujando los brazos de Cameron hasta que estuvo fuera observándolo con el ceño fruncido "En Suiza, los de las clases A, B Y C la pasábamos muy bien juntos"
Paul apoyó su rostro contra sus manos y asintió enérgicamente "Es hora de terminar con la rivalidad y tener todos juntos un bonito recuerdo antes de graduarnos"
"Pero Peirce..." Cameron empezó y Paul lo interrumpió con un largo quejido, parecido al mugido de una vaca. Tristan rompió en una carcajada y Cameron lanzó un manotazo contra el hombro de Paul.
"De todas formas" dijo Tristan cuando su risa se calmó, su mirada posándose sobre Cameron "¿Cuál es tu problema con Peirce? Pareces personalmente ofendido por su mera existencia"
"No importa cuántas veces se lo preguntes, no te lo dirá" respondió esta vez Paul desde su puesto "No hay día en el que no diga cuánto lo odia, es como su mantra"
De repente, Cameron lucía más serio, su ceño fruncido y el bufido que salió de sus labios sorprendió a Tristan. Sus ojos se estrecharon en su dirección.
"¿Cuál es tu problema, Cam?" preguntó, captando la mirada marrón de su amigo y sosteniéndola "¿Es este un caso de 'los que pelean se gustan'?" enarcó ambas cejas y vio a Cameron rodar los ojos.
"Alucinas" respondió Cameron con sus brazos cruzados. Entonces, su mirada brilló con algo de diversión e inclinó un poco su cabeza hacia la derecha "¿Por qué saltaste a esa conclusión, Hemsley? ¿Temes que alguien te lo robe? ¿Acaso te gusta?"
Tristan se encogió de hombros, acomodándose mejor contra el respaldar de su asiento. Por la forma en que ambos pares de ojos casi se salen de los rostros de Cameron y Paul, Tristan pensó que no esperaban su reacción en lo absoluto. Se rió un poco.
"¿Qué?" preguntó encogiéndose de hombros "No soy ciego. Ninguno de nosotros lo es, en realidad. Estoy seguro de que ustedes tampoco piensan que es feo"
La boca de Paul cayó abierta.
"Bueno..." Cameron pareció considerar su respuesta, su mirada bajando "Supongo que no es feo, pero es..." Cameron dejó su frase al aire, parecía estar reconsiderándolo.
Cuando ninguno de los dos dijo algo más, Tristan llevó ambas manos hasta su pecho, justo sobre su corazón mientras soltaba un jadeo. Tanto Paul como Cameron lo observaron expectantes.
"¿M-Me hice amigos he-hete-heterosexuales?" fingió terror puro en su rostro y se ganó un golpe por parte de ambos. Terminó soltando una carcajada y sobándose la cabeza "Los hetero no pueden tomar una broma"
"No vuelvas a llamarme heterosexual en tu vida" le advirtió muy seriamente Paul.
"Ah, ya decía yo que no me podía equivocar" dijo y se estiró para acariciar el cabello de Paul como si fuera un cachorro.
"De todas formas" Cameron sacudió su cabeza para despejarse y quitó su mano del cabello de Paul para sujetarla entre las suyas "¿En serio te gusta Peirce?"
"Bueno, no soy ciego y podrá ser un idiota pero es uno lindo" y besa bien, su lengua prácticamente picó por decir aquello, pero logró mantenerlo para sí mismo.
"Wow" Paul suspiró "No puedo creer que digas eso del hijo del rival de tu papá, son como Romeo y Julieta"
"No lo lleven tan lejos" aclaró Tristan, liberando su mano del agarre de Cameron y tomando su celular de vuelta "Soy un joven bisexual de dieciocho años, siento atracción por básicamente cualquier ser humano" declaró antes de abrir la aplicación de Call Of Duty y perderse dentro de su partida de Punto Caliente.
Aunque todavía podía escuchar a sus dos amigos discutiendo sobre su gusto por Peirce, la voz en su cabeza fue dos veces más clara: claro que pueden llevarlo así de lejos, no has dejado de pensar en esa noche ni una sola jodida vez, incluso después de enterarte de su apellido.
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¿vieron como juzgan a donnie sin saber que él no tuvo la culpa? mi chiquito. </3
nos vemos el próximo viernes, muchos besos a las mamis. xoxo
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