Capítulo 11: Información inesperada
Tristan removió sin ganas las verduras salteadas en su plato, su mente flotando en algún lugar tan lejano que ni siquiera notó cuando su madre llamó su nombre desde el otro lado de la mesa. No se dio cuenta hasta que su hermana menor, Tiffany, tiró de la manga de su suéter.
"Te hablan, bola de estiércol" le informó Tiffany, una sonrisa maldadosa deslizándose sobre su pequeña boca.
Tristan tiró de una de sus coletas "¿A quién llamas 'bola de estiércol', rata pelada?"
"Basta con los insultos, ustedes dos" Leslie condicionó, sus ojos entrecerrados en una expresión seria "¿Por qué no estás comiendo, bebé?" su tono y expresión se suavizaron inmediatamente después, cuando dirigió su atención hacia Tristan "¿Te sientes mal?"
Tristan negó de inmediato con la cabeza, cortando un pedazo de brócoli para posteriormente llevarlo hacia su boca "Estoy bien, solo no tengo mucha hambre"
"Has estado distraído desde que llegaste de la escuela" la mirada miel de su papá se encontró con la suya desde su lugar sentado junto a Leslie "¿Pasa algo?"
Tristan sabía lo mucho que su papá se preocupaba últimamente, en específico porque ahora estaba viviendo junto a su familia y contribuyendo a la imagen pública que mantenían.
"No es nada serio" aseguró para tranquilizar a Robert, poniendo una suave sonrisa en su expresión "Es solo que todavía estoy adaptándome al cambio"
Su papá asintió suavemente, tomando un largo trago de agua antes de responder: "El hijo de Michael Peirce asiste a tu misma escuela, ¿no es así?"
Sus hombros se tensaron visiblemente, su mirada clavándose de vuelta en su propio plato de comida. Se apresuró a llenarse las mejillas con verduras para simplemente emitir un sonido afirmativo desde su garganta, intentando lucir lo más desinteresado posible.
"Oh..." Leslie se estiró sobre la mesa hasta alcanzar a Tiffany y poner detrás de su oreja un mechón de cabello rebelde que se había escapado de una de sus coletas "¿Son compañeros?"
Tristan bebió un largo trago de agua antes de limpiarse la boca con la servilleta y responder: "En realidad no, está en la clase A y yo en la B"
"Ya veo" Leslie regresó a su lugar y Tristan se dio cuenta de su padre lanzándole una mirada a su madre "¿Qué?" una ligera risa se escapó de la garganta de Leslie.
"Sé lo que estás pensando y, desde ahora, te digo que no es una buena idea" Robert mantuvo su expresión pétrea cuando dijo aquello, Tristan hasta pudo notar que sus facciones se tiñeron ligeramente con molestia "Ya hablamos de esto y mantendremos a Tristan tan distanciado como se pueda"
Leslie rodó los ojos en dirección a su esposo y el ambiente empezó a sentirse algo incómodo, no tuvo idea de cómo una breve charla durante la cena familiar escaló hacia una conversación sobre Brandon y Michael Peirce.
"Su hijo tiene tanto que ver en la vida política de Michael como Tristan tiene que ver en la tuya" su mamá ahora también se veía algo molesta, su ceño fruncido ligeramente "Es un buen chico y sabes que no me gusta que lo juzgues por cosas en las que no tiene ningún control"
Tristan intentó con todas sus fuerzas mantener una expresión neutra cuando, observando fijamente el rostro de su mamá, preguntó: "¿Lo conoces?"
La suave mirada azul de Leslie se encontró con la suya y una sonrisa algo triste adornó los bordes de su boca "En realidad no. Hablamos un par de veces pero la verdad es que parece muy pragmático y cerrado a cualquier interacción social" la mirada de Leslie bajó hasta su propio plato "Parece un chico muy solitario"
"Es por eso que siempre intento mantenerlos fuera de mis asuntos laborales" Robert intervino, ganando la atención de Tristan de vuelta "Nuestras vidas personales no tienen porqué mezclarse con la política"
"Aun así es algo triste, mi amor" Leslie alcanzó la mano de su papá sobre la mesa "Parece un buen chico"
Robert se encogió de hombros, estirándose en dirección a Leslie para besar cortamente sus labios "Desde que trabajo como político aprendí a no dejarme llevar por las apariencias" recogió su plato y se levantó de la mesa "Voy a tomar una ducha antes de irme a dormir. Tiffany, si no terminas todas tus verduras, te voy a rasurar las cejas mientras duermes" amenazó, obteniendo como respuesta a su pequeña hija sacándole la lengua, antes de salir del comedor.
Tristan se relajó notablemente, sabiendo que la breve tensión por la conversación se había desvanecido rápidamente. No le habría gustado ver a sus papás discutir a causa de Michael Peirce.
Se centró en terminar su propia cena durante los siguientes diez minutos, en los cuales su mamá tuvo que darle de comer a Tiffany para que pudiesen todos levantarse de la mesa e irse finalmente a dormir. Estaba terminando de lavar los trastes cuando su mamá lo abrazó por la espalda y apoyó su barbilla sobre su hombro; Tristan le sonrió grande, ganándose un ruidoso beso en la mejilla.
"¿Te sientes bien estando de vuelta en casa?" inquirió Leslie con voz baja.
"Sí" Tristan no dudó ni un segundo en responder "Extrañaba estar en casa"
"Tendré que disfrutar de mi bebé durante su último año escolar antes de que ingrese a la universidad y se aparte de mí otra vez"
"El año escolar acaba de comenzar, no pienses en eso desde ya" Tristan terminó de lavar los últimos utensilios, dejándolos escurrir sobre el mesón para que Vivian, la dulce señora que les ayudaba con las labores domésticas, pudiese verlos fácilmente en la mañana y los guardara. Se dio media vuelta, encontrándose con la expresión algo abatida de su mamá y se inclinó hacia abajo, rodeando a la mujer con sus brazos y esta vez apoyando él su barbilla sobre su hombro.
"Mi pequeño bebé" su mamá acarició suavemente su desordenado cabello "No puedo creer lo mucho que creciste y en el apuesto jovencito que te convertiste"
Tristan apretó a su madre entre sus brazos, disfrutando de su calidez durante algunos segundos en silencio. Entonces, la picadura de la curiosidad estaba consumiéndolo desde adentro, así que, mientras jugueteaba con los dorados y largos mechones del pelo de su mamá, inquirió: "¿Realmente no conoces al hijo de Michael Peirce?"
Esperó que su mamá identificara su pregunta como curiosidad y nada más, pero de igual manera empezó a sentirse nervioso cuando ella se tomó su tiempo antes de responder. Ambos se apartaron y Leslie acunó su rostro entre sus cálidas manos, observándolo con una expresión decaída "Hablé con él un par de veces" murmuró "O lo intenté, al menos... No estoy segura de que lo recuerde siquiera, tenía doce o catorce años"
"¿Sientes lástima por él?" inquirió Tristan finalmente, evitando la mirada de su mamá mientras jugueteaba con las mangas de su suéter "Por la manera en la que lo defendiste frente a papá-"
"Solo es un niño" su mamá lo interrumpió, terminando con el contacto físico para recargarse contra la encima junto a Tristan "Creo que fue injusto para él que su papá lo obligase a crecer bajo el escrutinio público, pero nadie más parece darse cuenta"
Tristan analizó las palabras de su madre, sintiéndose ligeramente culpable porque él mismo había sido parte de todas las personas que juzgaron a Brandon por las acciones de su papá. Ahora parecía un pensamiento muy distante, todavía no tenía claro cuál era el sentimiento que Brandon le producía, pero era consciente de que estaba lejos de querer vengarse o arruinar la reputación de Michael Peirce a través de él. Fue una idea estúpida, lo admitía.
De repente, una duda golpeó a Tristan: "¿Dónde está su mamá?"
Tristan observó a su propia mamá morderse el labio inferior, inclinándose sobre la isla de la cocina para echar un vistazo al pasillo que conducía hacia las habitaciones. Después se volvió hacia él y, con su voz muy baja, respondió: "Tu papá me pide el divorcio si se entera que te estoy contando esto pero, hace unos cinco o cuatro años, surgió un rumor sobre la esposa de Michael Peirce"
"Chismecito" celebró Tristan en un susurro, acomodándose más cerca de su mamá para que ella no tuviese que levantar la voz y él no se perdiera ningún detalle.
"Creo que fue en el momento en el que el partido político de Michael obtuvo la suficiente popularidad" Leslie continuó "Parece ser que Romina Peirce tenía un problema de adicción a las drogas" la expresión de Tristan se quedó completamente en blanco, su cerebro todavía procesando la información mientras miraba a su mamá y parpadeaba lentamente "No se confirmó en ningún momento y realmente no hizo tanto ruido-"
"Entonces, ¿cómo lo saben papá y tú?" preguntó Tristan con el ceño fruncido.
"En ese entonces..." Leslie se interrumpió a sí misma soltando un pesado suspiro "Alguien de los medios contactó a tu papá, querían venderle la información necesaria para que demostrara públicamente que no era un rumor sino una realidad" Leslie llevó su mirada hasta él, su expresión tensa "Tu papá compró la información pero se deshizo de ella a pesar de que hubiera sido conveniente para su partido liberar la información y arruinar la perfecta reputación de Michael Peirce"
"¿No fue el viejo Peirce quien difundió ese rumor sobre nuestra familia?" Tristan apartó la mirada, su ceño frunciéndose todavía más por la ola de mal humor que lo invadió "¿Así fue como le pagó a papá por no haber arruinado su carrera política y hundido su partido en el senado?"
Su mamá apoyó suavemente una de sus manos sobre los cortos mechones de cabello dorado en su nuca "Cuando haces una buena acción, la haces sin esperar nada a cambio, Tristan"
"Lo sé" respondió de inmediato, su mirada bajando hasta la punta de sus zapatillas blancas "Solo es injusto"
Leslie dejó caer su mano, exhalando fuertemente "Incluso si se presentara una nueva oportunidad, tu papá tampoco la tomaría. Estoy segura del hombre con el que me casé"
Tristan estaba consciente de eso. Tal vez la mayoría de personas creerían que creció distanciado de sus padres, pero la verdad era que Tristan no podía recordar ni un solo momento de su vida donde sus padres lo hubiesen hecho sentir solo. Amaba a sus padres y adoraba el vínculo inquebrantable que tenía con ellos. También conocía a su papá, su papá era la persona más justa y honesta que hubiese conocido nunca, tanto así que a veces él mismo se sentía como una basura al tener un ego tan pesado y una actitud tan desinteresada. Esa no era la manera en la que sus padres lo habían criado, pero se libraba a sí mismo de toda responsabilidad culpando a la astrología.
Más tarde, cuando Tristan estaba sentado sobre su cama con su laptop sobre sus piernas cruzadas, solo pudo observar el documento en blanco que tenía abierto en Word. Su mirada parpadeó entre sus propios dedos sobre el teclado y la página en blanco, entonces soltó un gemido de dolor y se dejó caer sobre sus mullidas almohadas, dejando la laptop a un lado.
Tenía un informe de física que escribir para mañana a primera hora, pero todo lo que tenía en su cabeza era a Brandon Peirce.
Clavó su mirada en el techo, permitiendo que su mente vagara entre el recuerdo de los labios de Brandon contra los suyos y el tremendo chisme que su mamá le había acabado de soltar. ¿Cómo se suponía que pensara en otra cosa cuando su cerebro había adquirido tan nueva e inesperada información?
Tristan tomó su celular y lo desbloqueó, dirigiéndose a Google para buscar cualquier artículo que pudiese confirmarle lo que su mamá le había contado minutos atrás. Pero, para su decepción, no halló nada relacionado a la mamá de Brandon, ni siquiera cuando la buscó solamente por su nombre y apellido. No halló nada, por lo cual se dispuso a hacer lo que cualquier adolescente sabría que tendría que hacer en caso de que no encontrar el chisme completo en Google: ir a Twitter.
En Twitter sí que encontró varias cosas, nada muy revelador ni mucho menos alguna fuente de información confiable, simplemente halló a un par de usuarios random que hablaron sobre el tema en su momento. Parecía que, por más que el viejo Peirce se hubiese esmerado en borrar todo rastro de información en internet, todavía hubo algunos usuarios en aquella red social que hablaron al respecto; no eran comentarios agradables, era Twitter después de todo, por lo que Tristan decidió cerrar la aplicación, sintiéndose verdaderamente incómodo cuando leyó a alguien hacer una broma cruel al respecto.
Bloqueó su teléfono, dejándolo a un lado para enredar sus propias manos en su cabello, su mente corriendo a mil por hora mientras trataba de procesar el hecho de que era muy probable—por no decir cien por ciento—que Brandon realmente tuviese una madre con problemas de adicción. ¿No fue eso un poco cruel? Tristan rara vez sentía empatía por los adictos, pero justo en ese momento le supo un poco amargo que Michael Peirce hubiese erradicado a su esposa de su vida de la noche a la mañana. No solo de su propia vida sino probablemente también de la de su hijo.
Sus pensamientos volvieron a Brandon, la vívida imagen de su mirada desenfocada, mejillas sonrojadas y labios hinchados por los besos, invadió su cabeza por completo. Tristan tenía un problema con Brandon, a estas alturas era más que obvio, pero el problema más serio lo tenía consigo porque, sinceramente, nunca había sido capaz de negarse cosas a sí mismo. Era un niño mimado, creció siendo un niño mimado que obtenía todo lo que quería, así que esa fue la principal razón por la cual no dudó ni un segundo en plantar sus labios sobre los del pelinegro más temprano ese mismo día.
"No puede ser..." el aire se escapó de sus pulmones en forma de un pesado suspiro. Su experimento había funcionado, pero el resultado lo dejó más inquieto de lo que esperaba. No era buena idea enredarse con Brandon, era probablemente la peor idea que se le había ocurrido a su atrofiado cerebro, su papá literalmente lo mataría y su mamá, tan simpática como era, lo echaría de casa.
Aun así, Tristan todavía se encontraba ansioso por ver a Brandon al siguiente día en la escuela. Era el peor hijo de la historia.
"¿Qué hiciste ayer, Donnie?"
Brandon se sobresaltó en su sitio cuando Margot depositó abruptamente su gran trozo de arcilla moldeable sobre la mesa, tomando asiento justo en frente suyo mientras lo observaba fijamente. Brandon tragó saliva.
"¿De qué hablas?" continuó moldeando su figura de arcilla hasta que Margot sujetó ambas de sus manos y lo obligó a mirarla a los ojos "Eh-"
"Si ni siquiera quieres contármelo a mí, debió ser algo muy malo" la mirada marrón de Margot se entrecerró "¿Qué cagada te mandaste? Felipe nunca me habla a menos que piense que hiciste algo muy malo"
Brandon rodó los ojos, amaba a Felipe pero a veces era insoportable; esa mañana estuvo todo el viaje mirándolo con sospecha por el espejo retrovisor y luciendo decididamente molesto cuando se bajó de la camioneta y no dijo nada más que gracias y adiós.
"Te lo diré pero solo si me prometes que me arrancarás el cuero cabelludo a tirones si vuelvo a hacer otra estupidez como la que hice ayer" Brandon apartó las manos de Margot de su figura, observando cómo la expresión de su mejor amiga cambiaba de un segundo a otro.
"Tiene ver con Tristan, ¿verdad?" le preguntó Margot, una sonrisa deslizándose sobre sus labios pintados con gloss rosado.
Brandon hizo a un lado su figura de arcilla, apoyando los codos sobre la mesa "Sí" respondió con un suspiro.
Margot lo adivinó en un segundo "Entonces, ¿qué tal?"
"¿Qué cosa?"
La castaña entornó los ojos hacia él, pero igualmente bajó la voz cuando inquirió: "¿Realmente besa bien o solo fue la emoción de meterte con un tipo por primera vez?"
"¿Por qué quieres saber eso?" sintió sus mejillas calentarse, aunque se las arregló para todavía sonar incomodado.
"Guarda el tono, solo estoy curiosa" Margot empezó a amasar su propia pieza de arcilla moldeable "Realmente me gustan los tipos mayores"
Brandon se dejó caer contra el respaldar de la silla, observando a su mejor amiga con algo parecido a una disculpa silenciosa. La castaña solo lo observó expectante.
"Lo golpeé en el rostro" comentó, levantando su mano derecha para mostrarle a Margot sus nudillos cubiertos con curitas "Le hice un moretón en el pómulo"
Margot abrió la boca, dejando escapar una baja risa después, la incredulidad escrita por todo su rostro "¿Qué mierda, Donnie?"
"¡Me acorraló como a un animal indefenso!" Brandon se defendió a sí mismo, prestando atención a su alrededor para supervisar que ninguno de sus compañeros estuviese espiando su conversación "Así que entré en pánico"
"Merecido" Margot pareció cambiar rápidamente de opinión, asintiendo repetidas veces, las pequeñas coletitas atadas en lo alto de su cabeza se balancearon "Nadie acorrala a mi pequeño pichón"
Brandon exhaló una risa y volvió su atención hacia su escultura, centrado en profundizar los ojos del búho con el palillo de madera.
Talló con un poco más de fuerza entre sus dedos, trabajando para que el jabón con olor frutal eliminara todas las manchas de arcilla en sus manos. Cuando finalmente ambas manos parecieron libres de la arcilla, abrió el grifo y retiró los restos jabón, demasiado ensimismado en sus propios pensamientos hasta que alguien, prácticamente invadiendo su espacio personal, lo sobresaltó.
"¿Cómo se ve?" Hemsley estaba de repente parado en frente suyo, su rostro ligeramente inclinado para mostrarle su pómulo izquierdo.
Brandon clavó intencionalmente su dedo índice contra el pómulo del contrario, condicionándolo a retroceder de inmediato mientras el dolor llenaba sus facciones. Una vez que tuvo su espacio personal de vuelta, respondió: "Deja de darle a los chismosos razones para que empiecen a hablar" su tono de voz salió completamente neutro aunque ya podía sentir los estragos en su pecho.
"¿Cuáles chismosos?" Hemsley acarició levemente su pómulo cubierto por maquillaje "No hay nadie aquí"
La mirada de Brandon se paseó rápidamente por el baño de hombres, confirmando las palabras del rubio. Aun así, cuando su mirada volvió a este, aprovechó para decir: "Lo de ayer fue solo un desliz, no va a volver a pasar. Así que, por favor, olvídalo" cuando su mirada se encontró con la del contrario, la respiración se le atascó en la garganta, pero luchó contra el impulso y enderezó sus hombros, levantando su barbilla.
Entonces, para su sorpresa, Hemsley pareció estar de acuerdo por primera vez en la historia de la humanidad.
"Si" dijo el rubio con simpleza, escondiendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón "Marquemos esta fecha en el calendario porque va a ser la primera y última vez que esté de acuerdo contigo"
Brandon ignoró el tirón en su estómago y ni siquiera pudo devolver el comentario, simplemente asintió en silencio, volviendo su cuerpo para tomar una toalla de papel antes de empezar a secarse las manos con ella. Cuando terminó, sin querer realmente, le echó una última mirada a Hemsley y entonces, sin saber quién fue el primero que se movió, pasó de estar a un buen metro distancia del contrario, a estar aprisionado contra el lavabo; el mármol clavándose dolorosamente contra su espalda baja cuando Hemsley lo apretó contra éste. Sus bocas se encontraron un segundo después y Brandon sintió que su cerebro prácticamente se desconectaba.
Sus manos escalaron hasta el espeso cabello rubio y enredó sus dedos entre las suaves hebras, sintiendo las del contrario bajar hasta sus muslos, los cuales tomó con facilidad hasta que Brandon estuvo prácticamente sentado sobre el lavabo.
Hemsley debió estar tan inmerso en el beso como él mismo, porque ninguno se dió cuenta de la presencia ajena acercándose hasta que la puerta principal del baño se abrió y consiguió que ambas bocas se apartaran abruptamente, sabiendo que era demasiado tarde para separarse completamente sin ser descubiertos.
•••
like si te diste cuenta de lo que pasó en este capítulo durante la narración de tristan.
yo no sé una mierda de astrología, así que espacio para que la gente que sí sabe me diga qué signo creen que son tristan y brandon.
nos vemos el viernes. umu
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