Logan

Largos días pasaron desde que Aurora y yo estamos en un tiempo. Lo mas triste, es que ella no se ve tan afectada como yo pensé que estaría, Aurora se reía con sus amigas, se reía abrazada a Cole, ella sonreía libremente como un rayo de sol en el día mas alegre de verano.

Yo solo puedo verlo, unos celos me crecen en mi interior. No es que no me guste ver a Aurora feliz, al contrario, me encanta verla sonreir. Pero unos celos de que no este sonriendo conmigo es lo que mas me aprece, verla con Cole, verla alegre, es algo que no puedo controlar.

Yo intento estar bien, intento no mostrarme afectado tras aceptar nuestro tiempo separado. Rachel y yo tampoco estábamos de la mejor manera, por asi decirle, e ignorada a la pelinegra todo los días posibles. Me aleje de ella, hasta me cambie de asiento en mi clase de filosofía para no estar sentado junto a ella.

Un día, volviendo con Isabela, me di cuenta que ella estaba muy enojada conmigo, aunque era normal en ella, su humor conmigo era de ignorarme a estar molesta sin sentido.

-¿Qué sucede?-dije decidiendo hablarle. Ella me mira molesta.

-¿Por qué engañaste a Aurora?.

-¿Qué?-murmure.-No la engañe.

-¡Besaste a otra chica, ¿Cómo es eso!?.

Fregue mi cara, en la escuela se hablaba de ello, de mi supuesta infidelidad hacia mi novia, cosa que jamás hice. Por supuesto que no. Pero bueno, había varias versiones, pero la correcta era la mia, y estoy seguro que la de Rachel.

-Pero no lo hice, ¿puedes creerme?-dije acercándome a mi hermana menor.-¿Qué pasa? ¿Laila te dejo de hablar por eso?.

-No, pero todos hablan de ti. ¿Y sabes que Logan? Estoy cansada de vivir bajo la sombra de mis dos hermanos populares y estrellas del colegio, es simplemente agotador.

Isabela se da la vuelta dejándome solo parado en la vereda. Al fin descubri que era lo que tenia a Isabela tan mal estos años, Gavin y yo fuimos populares en su tiempo, fuimos capitanes, era normal que hablaran de nosotros en la escuela. Pero a Isabela parecía molestarle eso, parecía molestarle vivir bajo la sombra de dos adolescentes que fueron populares cuando ella simplemente quería pasar desapercibida en la escuela.

Negué con la cabeza mientras entro a mi casa, beso la mejilla de mamá y voy caminando sin muchas ganas a mi cuarto.

Los días pasan, y mi vida sigue siendo rutinaria, clases, practicas, ver a Aurora, establecer varios metros entre nuestras caminatas y tratar de no morirme de celos cuando la veo subir al auto con Cole.

Un viernes a la noche, las cosas se vinieron abajo, veía a Aurora cambiarse con sus amigas para ir a una fiesta, cuando Gavin entra a mi cuarto diciendo que tenia una visita. Giro mi cabeza sin muchas ganas, cuando Rachel ingresa a mi habitación, casi quiero gruñir y tirarle una almohada. Pero sin embargo, mi mirada va a la ventana frente a la mia, se ve que las chicas cerraron la cortina.

-Pareces un acosador.

Me encogí de hombros sin mucho ánimo.

-¿Podemos hablar, Logan?.

-Te escucho.

-Mira-dice ella sentándose en los pies de mi cama.-No tengo excusa para lo que hice, ¿bien? Estaba aburrida y me parecio divertido...

-Tu y yo tenemos diferentes conceptos de divertirnos.

-Vamos Logan, estabas atrapado en una relación donde ni sabias si la querias del todo.

-¿Qué diablos dices ahora, Rachel?.

Ella se encoge de hombros.

-Si, parecías feliz, pero yo te veía comodo en una zona de confort que no quería salir, y en mi opinión, parecías estar bien así tan feliz en tu relación de tres años que no te animaste a explorar mas, mirar mas haya.

Rodee mis ojos levantándome molesto, camine a la ventana, cuando veo el auto de Cole llegando y estacionando frente a la casa de Aurora. Luego miro a Rachel.

-Ni siquiera puedes tomarte bien un tiempo.

-¿Gustas de mi, Rachel?

-No.

-¿Entonces porque haces esto?.

Ella se encoge de hombros.

-¡Dime algo que sepas!.

-¡No me grites!-dice parándose. Yo friego mi cara, estaba tan agotado de esta situación, estaba agotado de todo, mis celos porque Cole paso a buscar a Aurora me tenían peor, Rachel dándome explicaciones inútiles.

Y cuando creo que nada puede ir peor, las cosas suceden.

-¡Logan! ¡Gavin! ¡Mamá esta sangrando mucho!-grita Isabela, alarmándome y que me vaya corriendo.

Ocho horas. Tantas cosas pasan en ocho horas, entre esas cosas, mi madre había fallecido. Isabela lloraba desconsolada, y aunque Gavin o yo intentamos acercarnos, ella nos alejaba abrazándose a si misma. El cáncer había acabado con lo poco que tenía de vida, le había arrebatado sus últimos segundos, y ninguno de nosotros nos dimos cuenta. Sabía que estaba débil, sabia que este día podría llegar, pero no estaba listo.

En ocho horas, hicimos algunas cosas, entre ellas, mandar a cremar el cuerpo de nuestra madre para tener las cenizas en una urna. Isabela lloraba en su habitación, Gavin intentaba consolarla, mientras yo estaba sentado en el porche de la entrada.

Un camaro negro se estaciona frente a la casa de Aurora, la chica rubia baja del auto y cruza la calle dejando que el camaro se vaya. Levanto mi vista, y nuestros ojos se chocan.

-Hola-dice ella.

-Hola.

Y por primera vez desde que tomamos nuestro tiempo, me desmorono frente a ella.