Los minutos pasaban de una manera rápida, no supo el momento en el que. Una cena incómoda, paso a una charla de amigos íntimos.

—No. Ella es una completa puta.

— ¡Qué!. Pero ella en televisión parece buena. — tomando champagne.

— Si tienes una cámara enfrente, tú eres Jesús de Nazaret. Pero una vez te la quiten, eres Judas.

— Qué pena. Yo quería conocerla algún día.

— Es mejor esta estúpida.... — Pensando. —  Carajo. Ahora no recuerdo su nombre, bueno igual. Es una cantante de pop,  como las tres millones que patrocinó.

— Solo imaginarme cuánto dinero mueves. ¿Tienes a tus artistas favoritos?.

— Si. Pero al final resulta ser lo mismo.

— ¿Puedo preguntar algo?.

— Claro. Si es dinero prestado. Cariño, eso velo olvidado, yo no hago esas cosas.

— No. No me refiero al dinero. — mirando como Crystal comía. — ¿Por qué aún no has juntado cabeza?.

— Supongo que no se me a dado la oportunidad.

— Pero eso sería imposible. Estoy seguro que muchos matarían para estar aquí comiendo contigo.

— ¿Tú serías uno de esos?.

Aquella fue una de las alarmas las cuales donaron en la cabeza de Moon. Y por la vergüenza comenzó a reír, intentaba buscar una ayuda viendo a los alrededores, así tener un tema de que conversación. Pero lo único que pasó.

El rostro de Buster estaba colorado. Posiblemente por el efecto del alcohol de la champagne. Oh posiblemente.

Fue por la sonrisa que le estaba dedicando el lobo.

Sus enormes ojos celestes estaban iluminados por los colores rosas del neón. Y su mirada de deseo cada vez se intensifica. A tal punto que logro su objetivo, al ver cómo el pequeño koala ya estaba comenzando a entrar en calor, aflojando su pequeño moño y desabrochando dos botones puedo apreciar de una mejor manera y ahora pudo quitarse de la duda. Si el pecho del koala era de otro tono. Provocando deseos más profundos, y por primera vez deseaba ver hasta donde llegaba ese color blanco.

— ¡Oh mira!. — apuntando con uno de sus dedos. — Es el de quién te hablab...

Crystal al voltear a ver la televisión, observó como en la pantalla había dos personajes. Uno de ellos era una pantera, pelaje negro azabache, ojos verdes. Vistiendo de una manera simple, camisa en un solo tono. Pero al lado de el, se encontraba una oveja, vistiendo de la misma manera que la pantera. Pareciendo lo que era una entrevista a una pareja.

— Aquí tengo conmigo al dúo más joven a mi lado. La pareja que a conseguido expandirse en territorio nuevo. Díganme, ¿Cómo se sienten al respecto?.

— Bueno. Todo tu trabajo puede ser gratificado, si lo haces con el ser ideal. — sujetando la mano de Eddie.

— Y dime. — mirando a la oveja. — ¿Cuánto tiempo te llevo hacer el logo y el nombre de la línea de hoteles de tu pareja?.

— Tan solo fueron tres días. Fue nuestra luna de miel. — mostrando su anillo.

— Es precioso. Al igual que su amor. Pero Eddie. ¿cómo fue que pasaste de estar en la industria del entretenimiento, ahora estar en dirigir junto a tu esposo una línea de hoteles?.

— Bueno. Mi Nana fue una de las mayores actrices en el mundo del espectáculo. Pero yo estaba destinado a una vida mejor, adoró el teatro. Incluso tengo en mi propiedad el teatro donde salieron....

— Si. ¡Efectivamente eso!. — emocionada. — Tenemos fuentes que el gran Jimmy Crystal, dirige el show de uno de tus teatros. ¿Cómo crees que ellos consiguieron algo así?.

— Supongo que solo fue suerte. Aún son unos aficionados pero....

La televisión no termino, por que está se había apagado. Jimmy fue el que termino la trasmisión, y ahora lo que se encontraba en aquel tensó ambiente. Era la música de fondo. Y lo único que tenía de frente, era a un koala que mantenía su vista abajo, pero al asomarse un poco. Miro que que entre sus manos tenis su celular. Y con el silencio, Jimmy no encontraba que hacer para llamar la atención del pecho. Y lo único que hizo fue mirar por la ventana, admirando la ciudad iluminada. Pero de entre todos esos carteles, luces de neon. Arriba en lo más alto se encontraba una en particular.

— Oye Buster. — Llamándolo por su nombre.

— ¿Sucede algo?. — menciono el koala, mientras se servía otra champagne.

— La luna está hermosa hoy.

El koala solo volteo a ver. Mirando la ciudad que nunca duerme, iluminada. Y prestando su atención ahora en el cielo nocturno. Miro a lo que se refería el lobo, y con una sonrisa en el rostro. Este solo volteo a ver al empresario, quien lo miraba, y con la sonrisa en el rostro levantó su copa.

— Supongo. Que no es malo tropezar. — respondió el koala, levantando su copa. —Lo malo sería, que te empiece a gustar la piedra.

Y con una sonrisa en el rostro ambos brindaron. Crystal  de una se terminó la copa, mientras que Moon. Solo tomo la mitad. Ambos estaban riendo. Mientras que el koala miro la hora, del reloj de la pared, dando ya las 3:49 de la madrugada.

Buster solo tomo su celular, y abriendo la aplicación de mensajes, dónde tenía el grupo con todos sus amigos. Solo escribió.

|Buster|
El día de mañana pueden tomarlo para descansar. Intenten divertirse explorando la ciudad un rato. Pero eso sí, el lunes a ensayar con todo el ánimo. Por qué, el guión ya está terminado.

Luego de eso. Solo observó como nuevamente los meseros habían entrado, dejando lo que sería ya la última entrada. Unas rebanadas de pastel tres leches. Con un poco de canela y al lado, unas frutillas. De entre ellas siendo, fresas, frambuesas, moras y lo que sería trozos pequeños de kiwi.

— Disfrútenlo.

Dijo el camarero, dejando en la mesa una carta, con lo que supondrían que sería la cuenta. Y después dejando solos nuevamente a la pareja.

— esta noche fue muy interesante. — menciono Crystal.

— ¿Por qué?. — comiendo del postre.

— Es la primera vez que siento atracción sexual por otro hombre.

Aquel comentario fue la gota que derramó el vaso. Tomando por sorpresa al koala, que solo se miraba confundido. Al ver en la manera en que lo había dicho. Pero sabía cómo jugaba el lobo y de la misma manera. Este termino contestando.

— Al menos ahora se que no soy el único.

Respondió el koala. Dejando ahora que sea Crystal el que estaba impactado ante tal revelación. Y al levantar la mirada, solo observó como Buster de alguna forma. Logro mostrarle que estaba abierto a ciertas cosas, por la manera en la que se había llevado la fresa de su plato a la boca.

— ¿Crees que nos escuchen?.

— No si subimos el volúmen.

— Te gusta esta canción.

— Es de mis favoritas.

Termino con una sonrisa en el rostro. Mientras Buster se desabrochaba la camisa, y caminando sobre la mesa quedó hasta estar sentado enfrente del lobo. Quien dominante se acercó al koala, comenzando a besar el cuello de este, mientras las grandes manos del lobo recorrían su pequeño y delicado cuerpo. Mientras de fondo sonaba su canción favorita.

|Cuando me enamoro|