Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4

Las horas pasaron en una manera que nadie podía comprender. Por qué esos días en los que pedimos que el tiempo avance rápido. Este se mueve igual que un caracol. Pero si eso no era lo de menos, se encontraba atado al cuello. Estaba realmente presionado, todos necesitaban de él. Lo único que podía hacer, era solo decir que si. Mostrando una sonrisa, para poder ocultar que realmente estaba aterrado. Pero en su interior estaba sin poder creer todo lo que estaba pasando.

Por qué una de las motivaciones que tenía, así no caer rendido en el suelo. Era ese día. Cuando era niño y su padre lo llevo a uno de los teatros más exclusivos.

La promesa que se hizo así mismo. De algún día presentarse en el, era la misma que estaba acabando con la poca estabilidad mental que tenía.

Por qué mentir, no siempre es la solución. Pero si el camino fácil.

—Intentemos lo una vez más.— escribiendo. —  Luego del acto de Jhonny. Meena será la siguiente. Tienes pensado algunos diseños de los escenarios.

— Por supuesto. — Dijo el cerdo enfrente. — Un prado. Meena aparece, bella con su vestido azul. Canta junto a su enamorado, mientras el fondo cambia constantemente en una tonalidad entre amarillo, naranja y azul.

— Me gusta. — siguiendo el guión. —  Por cierto. ¿Sabes dónde están los demás?.

— No. Pero se que Jhonny está en la cafetería en el centro de la ciudad. Meena abajo, junto a Rosita dándose un masaje en el spa y Ash. Creo que sigue ensayando.

— Menos mal no sabías.

— Exacto.

— ¿Como sabes todo eso?.

— Por sus teléfonos. Los tengo agregado a mi familia, y por la aplicación se dónde se encuentran.

— ¿Te puedo hacer unas preguntas?.

— Claro. — dibujando en un cuaderno el siguiente escenario.

—¿Notaste como Jhonny miraba al niño tigre?.

— Si. Son tan lindos.

— Esperemos que se queden juntos.

— ¡Sería bello que se casarán aquí al final del concierto!.

— Si. — contesto Moon. Intentado no responder de manera sarcástica. — Ahora se entiende por qué nunca quiso decirnos nada sobre sus gustos.

— No lo culpo, tal vez ni siquiera sabía. Y hoy lo descubrió.

— Posiblemente. Es muy joven, supongo que está será su primera experiencia, homo-erotica.

— ¿Qué es eso?.

— Amigos que se quieren . — contesto Moon.

—¡Eso es romántico!. — emocionado. — Solo espero no llegue muy tarde. Jhonny me prometió ir conmigo a ver un show de hipnotismo.

— ¿Enserio?, ¿A qué hora será?.

— Por las 9:30. El volante estaba en la entrada.

— Bueno. Espero se diviertan. — levantándose. — Dejaré esto por ahora. Trataré de descansar un poco.

— Llevaré la tarjeta que está en la mesa. Son pases VIP. Se supone que tenemos todo gratis. Las chicas tienen la otra, Ahs tiene una también.

—¿Sabes si Jhonny tiene una también?.

— No. Ahs y Rosita acordaron no darle una.

— ¿Por qué?. — Pregunto, mientras se quitaba el saco.

— Querian ver, si Ryan. Estaría con el aún sabiendo que no tiene dinero.

— Tenían miedo que ese tigre fuera un caza fortuna. — mirando su celular. —  No las culpo. Pero cuando regrese, dile que yo ordenó. Qué le den una.

— Entendido jefe.

— Bueno. Ya regresaré, iré a tomar algo en la barra de abajo.

— Pida la entrada número 4. Trae un aperitivo si le da hambre.

— Entendido.

El pequeño koala camino hasta la mesa, tomando una de las tarjetas. Y despidiéndose de su amigo que ahora se había puesto a ver una película. Una en particular, ya que en ella aparecía Darius.

Moon solo dejo escapar una pequeña risita, al ver la manera tan exagerada en la que el toro actuaba. Pero tiene su gracia. Sería impactante verlo en una película de suspenso.

Pero a medida que revisaba su celular, se le hacía muy extraño que Eddie no le llamara. Por qué desde que había llegado, el siempre le llamaba a la misma hora. Y mientras bajaba por el ascensor, solo pudo pensar que estaría ocupado, ahora que este cambio la forma de ver la vida y con su nuevo trabajo, sería normal que ahora pasará de estar las 24 horas pegado a su celular.

Eddie siempre fue ese amigo en el que sabrías que nunca te defraudaría. Que de pasar de ser un desconocido, sería una parte importante en tu vida, incluso. Aún recuerda con amor, cuando sin querer había leído su diario. Y descubrir aquellos pensamientos en los cuales relataba, las Miles de formas en la que quería confesar. Incluso recuerda el dibujo que tenía.

Buster. Sábado 9:30 pm
Holaaaaa Eddie
Solo quería recordarte, que dentro de unas horas comenzaré a hacer los diseños de los escenarios.
Podrías enviárselos a mi amigo Gunter
Espero no estar interrumpiendo. Y sobre todo. Solo quería saber cómo estabas.
Llámame.
Cuando tengas tiempo. Claro.
Jejejejeje
Saludame a Nana. ✓✓

Un suspiro salió. Cuando al leer nuevamente los mensajes que había mandado, ya los había leído. Pero no había contestado, así que este termino guardando nuevamente su celular en uno de sus bolsillos.

Y al momento en que las puertas del ascensor se abrieran. Fue su sorpresa cuando logro ver a uno de los guardias. Un oso pardo imponente. Que al ver al pequeño koala, intento guardar una carcajada. Por lo pequeño que era.

— ¿Se le ofrece algo?.

— Una mesa para uno.

— Caballero. Por el momento.....

Aquel no había terminado, cuando una mano de color blanco había golpeado el mostrador. Buster al voltear, miro que se trataba de aquel lobo. Y nuevamente su pánico había regresado.

— Perdona. Pero este pequeño koala es el director de mi show. ¿Acaso quieres perder tu empleo?.

— No señor. —  con miedo. —  Puede pasar. Tenemos la mejor mesa, con la mejor vista.

— Muchas ... Gracias. — contesto Moon, con el mismo pánico que el oso.

— ¿No vas a tomar mi traje?.

— ¿Qué?. — confundido.

— ¿Acaso este es tu primer día trabajando?.

— Pero... Pensé que. Pensé que usted comería donde siempre.

— Hoy no comeré. Pero tengo una charla con mi director de evento. Necesito discutir unas cosas.

— Enseguida. Caballeros. — tomando la chaqueta de Jimmy. — Síganme.

Buster ahora se encontraba en estado de shock. No comprendía que pasaba, y el miedo que su cabeza se encontraba no la podía ocultar, sus manos comenzaban a temblar, al igual que sus orejas, un pequeño tic había aparecido. Y en lo único que podía pensar, era en lo que querría hablar.

Seguro quería hablar del show. Seguro querría hablar de cuando vendría Calloway.

—Esta es su mesa caballeros.

Hablo aquel recepcionista. Logrando que Moon reaccionara. Y al ver dónde iba a hablar. Su corazón hizo que palpitaba cada vez más rápido.

Era una especie de cuarto, con peceras a ambos costados, haciendo de paredes, y para acceder a una mesa que se encontraba en medio. Se requería abrir unas puertas de cristal como espejos. Y por la cantidad de puertas  que había, sin duda este era una zona muy privada. Por qué incluso logro contar nada más 7 en medio había una especie de jardín rollo japonés. Con un árbol de cerezo y a los alrededores, un jardín de arena, con dibujos.

—Esta es una de las mejores áreas. Tiene la mejor vista de toda la ciudad. En este estante tienen los controles, el blanco es  para cambiar el color de las luces y el de color gris es para colocar el estéreo. Pueden poner música via Bluetooth. Oh usar la rocola con discos.

— Muchas gracias. Ahora vete.

— si.

Una vez que este se marchó. Jimmy camino adentro, seguido por Moon que logro subirse a una de las sillas. Mientras miraba como Jimmy había tomado dos copas.

— ¿Cómodo?.

— Un poco. — parándose de puntas.

— Usa los botones de tu silla.

Contesto Crystal. Sentándose en la única silla que había, quedando enfrente del koala. Que una vez ajusto con aquellos botones en la silla. Este quedó a la altura, así poder sentarse y no tener que estar parado.

— ¿Alguna noticia nueva que contarme?.

— Si.

— ¿Enserio?. — mirando fijamente al koala.

— El guión ya está terminado. Y mi mano izquierda ya terminó los diseños de los escenarios, al igual que los cantantes que escogí ya tienen oficialmente el tema que estarán cantando.

— Esas son increíbles noticias. ¡Esto hay que celebrarlo!. —tocando uno de los botones que había en la mesa. —  Tráiganme su mejor vino. Y las dos primeras entradas. No tarden.

— ¿Qué me dice de usted?. — Preguntó Buster.

— ¿Qué quieres decir?.

— ¿Cómo se encuentra usted?.

— Cansado. Tengo muchas cosas que hacer, cheques que tengo que firmar. Y hoy tuve una charla muy interesante con mis abogados. — mostrando una sonrisa.

— Entiendo. Debe sentirse muy cansado.

— Supongo que sí. Pero recordando mi charla, quiero preguntarte algo....

— ¿Puedo hacer algo?.

— ¿Qué?. — confundió.

— Solo...

Buster sin terminar. Comenzó a caminar por aquella mesa de cristal, hasta quedar enfrente de Jimmy.  El cual intentaba evitar por completo como aquel koala se acercaba, pero todo eclipsó. Cuando sintió unas pequeñas manos tocando su rostro. Este abrió más los ojos, y mirando fijo como ahora estás habían que mirara a la izquierda, y después hacía abajo.

Fue en ese momento, que no pudo identificar. Cuando de la nada, el koala con un movimiento rápido, había logrado que el cuello del lobo tronar. Lo que provocó que este diera un gran gemido, por el dolor. Pero luego por el alivio que podía  sentir ahora.

— ¡Dios!. Enserio necesitaba eso.

— Note como agachaba la cabeza. Supuse que estuvo todo el día sentado mirando abajo.

— ¿Puedes hacer eso. Pero con la espalda?.

— Claro que sí.

Dijo alejándose un poco para hacer espacio en la mesa.

— Apoye su cabeza en su brazo. Cómo si fuera a dormir y usarlo de almohada.

— Está bien. — obedeciendo.

— Ahora levanté su otra mano.

— Ok.

Una vez que Jimmy la había levantado. Moon la tomo con sus pequeñas manos y comenzó a jalar en sentido contrario. Cómo si fuera un reloj que daba las 9:15. Fue en ese momento cuando nuevamente se escuchó gemir al lobo, cuando su espalda comenzó a tronar.

— ¡Diooss!. Siento que se me acomodo hasta el alma. — colocándose nuevamente en su lugar.

— Suele pasar. —  riendo. —  Sabe, está no es la primera vez que hago cosas extrañas en un restaurante.

— ¿Qué?. — levantando una ceja. — ¿sueles hacer cosas más indebidas?.

— No. Pero una vez lleve mi propia comida.

— Oh. Pensé que hacías lo típico de meterte bajo la mesa.

— No entiendo. ¿Comer bajo la mesa?.

Dijo con curiosidad. Pero para lo que era una pregunta inocente. Para el lobo fue la carta de bienvenida para una serie de pensamientos lascivos, seguido por una carcajada. Por qué era como un chiste de doble sentido.

— Supongo que sí.

— Pero. ¿Qué tipo de comida se comería bajo la mesa?.

— Está bien. Paremos ahí. — riendo.

— Cuéntame. ¿Ya juntaste cabeza?.

— Podría decirse que si.

— ¿Podría?.

— Más bien. Es una relación a distancia.

— Eso no es bueno. Y como mi hija me explicó. Eso es bandera roja.

— ¿Qué significa bandera roja?.

— Tampoco me quedo claro. Pero significa peligro, las relaciones a distancias no es lo mejor.

— ¿Por qué?.

— Bueno. En primera. Como sabes, si en este momento no se encuentra en una orgía en este momento.

— ¡Qué!.

— Era una broma. No te relájate, se te puede subir el azúcar.

— Es complicado.

— ¿Qué? ¿También pelean por llamada?.

— No. Solo es el horario. Prácticamente ahora sería de día, supongo.

— ¿Sabes su horario al menos?.

— Bueno. Aquí son las... — mirando el reloj que había en la pared. — Aquí ya son las 10:00. Dónde estará ahora serían las 7 de la mañana.

— Vaya. Si que tienen horarios muy distintos.

— Si. Pero intentamos llevarnos bien. Apenas tenemos poco tiempo en la relación a distancia.

— bueno. Eso es un buen punto.

— Si. — contesto con el ánimo un poco bajo.

— Y dime. Calloway, ¿ya confirmo su aparición?.

— Aún no le he llamado. Pero mi asistente irá mañana a su casa a verlo.

— Sorprendente. — dijo con un tono curioso.

— Si.

— ¿Te puedo preguntar algo?.

— Claro.

— ¿Qué son para ti, esos cantantes?.

— Son como mi familia. Prácticamente ellos son la razón por la que tengo mi teatro.

— Eso es muy tierno. — mirando ahora a los ojos a Moon. — ¿Qué estarías dispuesto a hacer por ellos?.

— Bueno. Ellos me dieron una nueva oportunidad, así que creo que sería cualquier cosa.

— Excelente.

Contesto Jimmy. Acomodándose en una mejor forma en su silla, y gracias a qué Moon era pequeño, no lograba ver a la perfección a través de la mesa de cristal. Como el lobo se había abierto de piernas y así acomodar, aquel bulto que crecía con cada minuto que pasaba. Por las cosas que su retorcida cabeza se imaginaba.

Mientras que el koala admiraba la vista. Jimmy pasaba su mano por encima de su entrepierna, acariciando de manera sutil. Pero el sonido de la puerta abriéndose llamo la atención de ambos. Siendo el recepcionista, junto a tres camareros. Qué traían la primera entrada. Jimmy se acomodo de una manera en la que ninguno de los nuevos. Notará que estaba pasando. Mientras que Moon al ver la poca comida que había en los platos. Estaba dando por hecho. Qué la cena será larga.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro