CAPÍTULO DOS

El ruido de la televisión en todo lo que se escuchaba en la sala, al compás de sus respiraciones calmadas. A NamJoon le tranquiliza como nada más en el mundo tener el corazón de Minah pegado a su pecho, mientras lo abraza viendo la película que ninguno entiende. Algunas escenas hacen que rían, masticando las palomitas de maíz que hicieron juntos antes de sentarse en el sofá. Los viernes en la noche son de ambos, deciden cenar juntos en el apartamento de la chica, compartiendo sesiones de besos calientes y alguna película que al final ninguno termina de ver. Todo marchaba perfecto, le acaricia el cabello, huele su delicioso aroma a coco… Hasta que el móvil suena sin parar.

—Joder, ¿quién es a esta hora? —maldice por lo bajo, tomando el aparato en el bolsillo trasero de su jean.

—Debe ser importante. —dice Minah, con esa dulce voz suya. Se aferró a su torso sin soltarlo— Atiende, no te preocupes por mi.

El alfa suspiró viendo de quien se trataba la insistente llamada, su hermano menor le había estado enviado mensajes de texto en lo que iba de semana, todos ellos ignorados por una única razón. Atendió levantándose del sofá, con una mueca de disculpas fue a la entrada a buscar su calzado. La rubia negó, restándole importancia,  pues lo conoce, y si hace algo así es porque se trata de algo con importancia.

Cruzando la puerta del apartamento, escuchó los insultos de su hermano menor.

—¡Te dije que debías llamarme! ¡Ha pasado una semana y nada!

—No tuve tiempo. —respondió con un bufido, apretando el botón de la primera planta del elevador.

—No es mi asunto, no me importa que hagas en la ciudad. Pero debes cumplir tus responsabilidades en la manada, o tus vacaciones en Seúl se terminarán antes de lo planeado.

—¿Qué es tan importante?

—¡La ceremonia nupcial! Nuestros padres la festejan mañana. ¡Se supone que debías saberlo! Se cumplen cuarenta años desde su lazo, es importante que estés aquí a primera hora.

¡Mierda! ¿Cómo pudo olvidarlo? Cada diez años sus padres festejan –al igual que cualquier pareja enlazada– su ceremonia nupcial, y al tratarse del actual líder de la manada, era de suma importancia que todos asistan. En especial, claro, el heredero. NamJoon no quería ir, ¿que clase de excusa le daría a su novia? Ausentarse todo el fin de semana era bastante sospechoso, y decirle: 'Oh, cariño, lo siento. Mis padres, quienes por cierto son lobos, me pidieron volver a mi pueblo natal ubicado en la punta más alejada de corea para festejar que están unidos en almas frente a la Luna, nuestra Diosa. ¡Sorpresa!' No, no, no. Era un desastre, ni siquiera está seguro de llegar con el tiempo, debería haber comprado un voleto de avión hace semanas. Como último recurso, volvió a su apartamento en busca de una mochila con algo de ropa y fue a la terminal de autobuses, con suerte lo dejarían a algunos quilometros de la entrada del pueblo, podría correr lo que resta. Aunque llegaría tarde, muy tarde.

Minah ♡
espero que hayas llegado bien a casa!

NamJoon
estoy bien, cariño :)
mi hermano llamó, debo ir a casa de ellos unos días
lo siento, prometo que el próximo viernes no voy a
despegarme de tu lado.

Minah ♡
no te disculpes.
envíale saludos a tus padres y
diles que pueden visitarme cuando gusten.
te amo! ^^