EPÍLOGO

Dicen que en la vida de un lobo solo hay un único amor. Y que cuando juras lealtad hacia esa persona, tu destino queda eternamente enlazado, así, tu existencia se vuelve dependiente de la otra; siendo incapaz de vivir sin el otro, dando todo de ti por aquel individuo al cual, en realidad, jamás podrás dejar de querer.

El amor para los humanos es más superficial, conocen el rastro de otras manos sobre sus cuerpos aceptando de cierta forma un querer débil y poco creíble, ellos aceptan un tipo de amor pasajero. A Minah le gustaba creer que no todo estaba perdido, que aunque su corazón había sido roto en el pesado, la vida puso frente a ella a alguien como NamJoon, un hombre leal, amable, y sobre todo, honesto. Anhelaba más que nadie un romance duradero como el de sus padres, donde haya confianza mutua en un hogar cálido.

Pensó que eso ya no existía cuando NamJoon se fue de su lado. Luego, pasado unas semanas, todo se volvió confuso cuando su hermano menor se presentó en su puerta rogando por traerla consigo a una manada entre las montañas, donde los humanos conviven con lobos, y ellos mismos se transforman en unos. Cuando le explicó en el auto aquello, creyó que era una broma. ¡Pero no lo era!

Hace dos días estaba llorando en la ducha, sintiéndose sola e incapaz de recibir afecto. Ahora, ve el amanecer sobre su cabeza, estando encima del lomo de una gigantesca bestia que es su ex novio.

La vida es… maravillosamente confusa en ocasiones.

— ¡Detente aquí! —le pidió. Habían llegado a unos kilómetros del hotel de la carretera, pero aún no quería entrar, no cuando la hermosa vista frente a sus ojos merecía ser contemplada. El amanecer en la ciudad no se ve tan bello como en el campo, supone. Giró a verlo, y una sonrisa escapa de entre sus labios cuando lo observa ya en su fase humana, con solo un boxer cubriendo su cuerpo— ¿Alguna vez pensaste estar en esta situación? ¿Viendo el amanecer semi desnudo con tu ex novia?

— Un par de veces. —sonrió— Aunque en ellas tú no llevabas tanta ropa encima.

— Tch, tonto. —lo golpeó con sus mejillas sonrojadas. La idea de que él no ha podido parar de pensar en ella la llena de un sentimiento capaz de reconfortarla no era la única dolida. Minah suspiró, siendo abrazada por los fuertes brazos del moreno— Si solo me hubieras dicho la verdad de un comienzo, hubiera evitado romper todos los peluches que me obsequiaste.

— ¡¿Rompiste a Mr. Soft?!

— Era él o tú cara al volverte a ver. —chasqueo la lengua— Tranquilo, sé coser, puedo volver a pegarle la cabeza al cuerpo. El que no tiene tanta suerte es tu padre… que mala manera de conocer a mí suegro.

— Oh, mierda. Lo había olvidado, ¡casi le arranco la cabeza a papá! —se separa para jalar de su cabello— Mamá debe estar llorando a mares. Mierda, mierda, mierda…

— Oye —lo sostuvo de sus mejillas, haciendo que sus ojos se miren el uno al otro. Era increíble como solo el mínimo tacto de Minah le llegaba a provocar miles de cosquillas en su estómago—, él va a estar bien. TaeHyung dijo que se encargaría de restaurar el control en tu pueblo, dijo que podías irte, ya no tienes responsabilidades allí. Podemos ser solo tu y yo, ¿No es eso suficiente?

Probablemente, el lobo que dentro suyo está sediento de instintos animales reprimidos, podría aprender a convivir con el humano del exterior, ansioso por vivir tranquilamente al lado de la persona que nunca debió amar, pero que lo hace.

Sostuvo la mano de la muchacha, llevándola a sus labios dónde depositó un pequeño beso.

— Gracias por venir a buscarme.

— Gracias por esperarme.

El amanecer. ¿Desde cuándo es tan bello? Aunque siempre lo ha sido, estando sobre sus cabezas... se siente distinto, tal vez, se trata del beso que ambos extrañaron darse, o del pensamiento despejado sobre su ahora, su presente y su futuro, el futuro que les espera.

Por más loco que suene, a Minah le resultaba divertida la idea de convivir con su novio mitad lobo. Y a NamJoon, le era encantador seguir al lado de su novia humana, una hermosa niña de la ciudad amante de los libros, la tranquilidad, los panecillos recién horneados, y por supuesto, sin temor a estar frente a cientos de lobos dispuestos a devorarla. Todo, con tal de estar devuelta junto a él, de dónde ninguno jamás debió irse.

Ese es su lugar correcto, al lado de la persona correcta.

—

Y aquí está el final de esta MINI MINI MINI historia, la hice en tan solo un día, y aunque tarde en publicarla siento que le ha ido mejor de lo que en realidad esperaba. Mis historias con NamJoon no suelen tener leídas, pero creo que lo que obtuve en esta no está taan mal ajajj. ¿No quieren leer más con NamJoon? porque yo si, y pienso seguir publicando género fantasía con él.

En otras noticias, está es una saga. Así que la próxima historia en este mismo universo será con mí hermosísimo Kim TaeHyung. ¿Están listas?

Bye, las amo. muakmuak