||• CAMUS 🥀
La noche anterior habían tenido otro encuentro romántico en su habitación, fue mejor que la primera vez.
Al día siguiente al parecer Milo se resfrío, así que estaba en cama.
Kanon entro a la habitación con una comida caliente, era muy bueno para que las defensas no cayeran.
– Sé de un medicamento que te ayudará, pero no lo tengo en casa
– ¿Irás a la farmacia?
– Tampoco quiero dejarte solo Milo, pero tengo que ir, no puedo llevarte porque te hará más daño
– Ve como rayo entonces, estaré bien – dijo Milo
– Bien, iré rápido y regreso
Kanon iba besar a Milo pero lo detuvo.
– Te voy a contagiar
– No me importa
Y si, lo beso sin importar que Milo estuviera enfermo.
– Vuelvo pronto amor
Tomo su chamarra y salió de casa, Milo tenía cerca la pijama de Kanon y se sentía Tranquilo teniéndolo cerca. En es sonó el timbre ¿A Kanon se le había olvidado las llaves?
Se levantó arrastrando las cobijas, abrió la puerta.
– ¿Se te olvidó algo a-– cuando abrió por completo la puerta quedó sorprendido– mor...
Camus estaba parado en la entrada, Milo después de pasar la sorpresa puso la cara más seria que pudo, iba a cerrar pero Camus sostuvo la puerta.
– Tengo que hablar contigo
– Yo no hablaré con usted doctor
Con la poca fuerza que tenía sostenía la puerta pero fue imposible, retenerlo, Camus pudo abrir la puerta completamente entrando.
Tomo a Milo de la muñeca y lo arrinconó a la pared, ahí supo que algo andaba mal.
– Estás enfermo, Milo estás resfriado
– A ti no te importa – forcejeaba
– Tienes que quedarte en cama, tomar cosas calientes y-
– Si pero alguien tocó la puerta y entro como si fuera su casa
Mientras forcejeaba Camus vio directamente al cuello de Milo, una marca rojiza estaba en su piel.
– Estuviste... ¿Estuviste con él?
– ¡¿Que?! Bueno, a ti no te importa
– ¡Dime Milo! – hizo más fuerte su agarre
– ¡Si! Estuve con él, ¿Y sabes qué? ¡No me arrepiento! – lo vio directamente al decir eso
– Mentira... ¡Mentira! ¡Tú no puedes estar con él!
– ¡Maldición Camus! Estar con él fue la mejor decisión que pude haber tomado
– Dime, ¿Lo hizo bien?... ¡¿Te toco de la mejor manera?! ¡¿Lo hizo?!
– ... Lo hizo .. – contesto Milo – No de la manera brusca con la que me besabas... La verdad no sé si tus besos eran sinceros..
– Milo..
– No sé porque tanto odio... No es mentira, es la verdad – dijo el menor
– ¿Porque estuviste con él? ¿Porque no te entregaste a mi? Lo hubieras hecho conmigo.. – hacia más ligero el agarre mientras se acercaba más a Milo para verlo bien a la cara
Milo solo se le quedó viendo.
– Solo quería una cosa... Era poder amarte hasta el fin, pero luego llegó él..
– ¿Ahora la culpa la tiene Kanon? No digas tonterías Camus, ¿Hasta el fin? Que ridículo – se alejaba poco a poco
– No es ridículo Milo, me arrepiento de lo que hize, de lo que aposté de lo que..
– ¿Apostar? – pregunto el más bajo, alejándose más
– Yo... – abría la boca intentando buscar palabras
– ¡Maldición habla!
– Hize una apuesta con mi ex pareja, enamorar a la persona que más me llamo la atención o perder mi dinero... Pero-
Se quedó callado cuando Scorpii le dió un golpe en la mejilla.
– Sal de aquí
– Milo
– ¡Anda! Ve con tu ex pareja a enamorar a otro idiota
– Pero, tengo que decirte algo más
– ¿Que cosa? – Milo le dió la espalda
– Andromedae... Murió ayer
El reloj se detuvo, el brillo de los ojos de Milo desaparecieron, todo se volvió gris y no escucho los pasos de Camus cuando salió y cerro la puerta.
Veía de reojo a su espalda, una sombra se asomaba en la pared, era borrosa sin una forma definida pero ahí estaba.
Choco con la pared, su cuerpo fue cayendo hasta quedar en cuclillas, con ayuda de las cobijas podía taparse.
– Alejate... Por favor..
5 minutos después Kanon abría la puerta con una bolsa en sus manos, al entrar sintió que algo andaba mal, al entrar completamente vio como Milo estaba en la misma posición que antes mientras sollozaba.
– Milo... ¡Milo!
Se acercó, tocó su espalda y enseguida escucho la voz temblorosa.
– S-shun... él.. está muerto... ¿L-lo sabías?
Para Kanon era una nueva noticia.
– No, n-no lo sabía
Sintió como su pareja lo abrazaba, Kanon correspondió al instante.
– Tranquilo, no pasa nada
– Pero él me sigue viendo, no me ha dejado de mirar
Kanon supo al instante que las alucinaciones visuales habían aparecido de nuevo, eso hizo que lo abrazara aún más, no sufriría de nuevo, claro que no.
Llegó la noche y logro dormirlo con un sedante, después de secar su cabello por el baño se puso su pijama y se acostó cerca de Milo, se tapo junto a él y luego poso su mano sobre la cabeza de su novio para acariciar su cabello.
– Milo .. Amor, ¿Quien te dijo sobre Shun?...
Tomo su celular y marco a Afrodita.
– Afrodita, disculpa si te desperté
– Aún no duermo, está bien, estaba con Angelo ¿Que ocurre? (- Ya saben lo que estaban haciendo no me pregunten :v -)
– Shun Andromedae.. ¿Cómo fue?
– ¿Ya lo sabes? Di instrucciones para que el hospital ni ningún doctor te dijera
– ¿Porque? Sabes que Milo era su amigo
– Esa fue la razón, si Milo se entera podría tener una recaída
– Demasiado tarde Afrodita, él lo sabe, de hecho, fue quien me lo dijo
– ¡¿Que?! ¿Cómo se lo tomo?
– Las alucinaciones Visuales regresaron
– Maldición...
Kanon se levantó temprano, hizo el desayuno y ordenó un poco ma casa para que Milo no tuviera incomodidad en pasearse.
La pastilla que había comprado ayer la disolvió en un vaso, ayer le dió una en el suero. Escucho ruido en la habitación, secó sus manos y entró.
– Cariño, el desayuno está listo
Milo volteo a verlo, retrocedió algunos pasos hasta estamparse en la pared.
– ¿Milo?
El nombrado no respondió al llamado, se preocupo y caminaba hacia él, pero el rostro de Milo mostraba inseguridad, miedo y duda.
Kanon se detuvo al ver las emociones en su rostro.
– Quien... ¿Quien eres tu? – pregunto el menor
Fue una daga que atravesó el corazón de Kanon, Milo, su pareja ya no lo reconocía.
– Milo...
• Continuará •
Ya entre en depresión, una disculpa (╥﹏╥)
Si me equivoqué en alguna palabra discúlpenme.
I
ba a publicar ayer pero por andar viendo Shingeki, Kimetsu y Platinum End se me olvidó jsjsjsjs
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