☽15☾
—¿A dónde se supone que vamos? —Le pregunto a Damien cuando me hace subir a su moto. —¿No me ibas a presentar a alguien hoy?
—No seas tan molesta. —Damien arranca y nos saca de la Mansión. —Si lo iba a ser pero La liga interrumpió nuestros planes.
Acelera más aún y la goma delantera de sus Ducati negra de ultima generación, se levanta haciendo que me pegue aún más a él y lo abrace con fuerza.
—Por cierto no me has dado mi premio. —Suelta cuando doblamos por una de las calles de Gotham, seguro que ya pasó el limite de velocidad.
—¿Qué premio?
—El que me merezco por darle una paliza al equipo de tu hermano en el partido.
—Tío, mi hermano te derribó como diez veces, cualquiera pensaría que tenían ganas de pelea. —Digo y siento como baja la velocidad, estamos en el muelle del puerto Wayne en la cuidad, hay dos puertos y uno le pertenece a empresas Wayne sobra decir la diferencia de condiciones entre ambos, este ni siquiera huele a pescado. —Para que tu padre necesita un puerto exclusivo.
—Mi padre tiene compra todo lo que puede. —Dice quitándose el casco y bajando de la moto. —Es un trastorno.
Veo frentes nosotros un grandimo yate negro, con la palabra "WAYNE" en dorado y no evito poner los ojos en blanco, pues si, Bruce Wayne es rico y le encanta serlo.
—¡Hola! —Grita Jen corriendo hasta nosotros, tiene su traje de Artemisa puesto, su cabello recogido en una coleta, su capucha y chaquetas verdes y incluso tiene unas perfectas botas con tacón a juego. —Llegaron rápido.
—¿Están todos? —Pregunta Damien dejando caer su abrigo, mostrando su traje de Robin, su hermana pone los ojos en blanco y lo ayuda a ponerse la máscara. —Si están dentro.
—Vamos. —Jen toma mi mano y caminamos hasta el interior de el inmenso yate.
Entramos y quedo deslumbrada desde fuera parece un yate vacío pero dentro es muy luminoso y grande, mi vista va dirigida al grupo de personas y casi me caigo al ver que son los miembros de la Liga.
Solo los conocía por las fotos que me ha mostrado mi hermano y Damien, pero verlos aquí con sus trajes me hace darme cuenta de todo lo que ha cambiado mi vida. Veo a mi tía, con su imponente Traje de Wonder Woman hablando con Batman.
—Qué no se te salga la baba. —Se burla Damien.
—Ven, vamos a buscar a los de nuestra edad, antes de que los viejos den el comunicado. —Aquí la única vestida como persona corriente soy yo, y lo compruebo en el momento que veo a la madre de Jen, que va idéntica a su hija solo que su cabello está suelto y no muestra parte de su vientre. —¡Hola gemelos!
Dos chicos se voltean hacia mi, ambos tienen el cabello rojo, el chico tiene un traje muy parecido al de The Flash solo que es amarillo y tiene el cabello fuera, la chica sin embargo va de violeta. —Somos los gemelos tornados. —Habla él y reconozco su voz. —Soy Kid Flash.
—¿Son Don y Dwan Allen? —Llevo una mano a mi boca sorprendida.
—Los mismos. —La chica ríe. —Solo que no vayas gritandolo por ahí.
—¡Lara! —Un grito en mi oído me sobresalta menos mal que llevaba el collar, me volteo y veo a una chica castaña de ojos marrones, lleva un traje algo peculiar, completamente pegado al cuerpo, azul, es como si estuviera vestida con escamas. —¿No me reconoces?
La última chica que conocía así, fue en el partido y no hizo silencio en todo el juego, sin duda es Atenea. —Atenea Curry.
—¡Mi hija! —Escucho a un hombre gritar en la distancia.
—¡Te amo Papi! —Grita esta devuelta.
Genial, todos están locos.
Veo que Bruce se acerca junto a mi tía su esposa y el resto de la Liga y me quedo muy quieta, estoy demasiado nerviosa y muy intimidada. Verlos a todos con sus imponentes trajes me hace sentir muy pequeña... Bueno más.
—Los reunimos a todos aquí para que sepan que están acargo dos días. —Habla mí tía y escucho a alguien bufar tras de mi.
—Que milagro, parece que ya nos van a dar nuestro lugar. —Sin duda es el Rey del Sarcasmo, Damien Wayne.
—¿A qué se debe? —Pregunta Dwan.
—Se debe a qué encontramos una pista muy fuerte sobre la forma de traer de vuelta a Suoerman y tenemos que seguirla.
Escucho como Jen resopla. Y caigo en que alguien está mintiendo, o ellos o estos, unos me dicen que no hay forma de traerlos y otros que si, no sé en quien creer.
Bueno si sé.
En mi hermano.
Y mi hermano cree en Jen.
—Lara, te pido paciencia. —Me habla Bruce. —Pronto lo tendrás de vuelta.
Yo simplemente asiento ignorando que me siento traicionada, mi propia Tía, la mujer que me crió sigue mintiéndome y manteniéndome al margen de todo.
—Chicos nunca dejen de correr. —Escucho que le dice Flash a sus hijos. —Y ojo con los viajes en el tiempo Don.
—Si papá. —Don pone los ojos en blanco cuando su padre mueve su cabello.
—Te quedas a cargo de la Atlántida hija. —Escucho como le dice Aquaman a su hija. —Estás más que preparada.
—En dos días, volveremos mi amor. —La mujer que lo acompaña le sonríe a la chica. —Tu madre está orgullosa.
Mi tía se ubica frente a mi y a pesar de la molestia no puedo evitar sentir miedo de perderla, después de todo pasó años siendo lo único que tenía. —Promete que volverás. —Le digo.
—Volveré. —Me sonríe.
Veo como se acerca a Bruce y su esposa que están frente a sus hijos y me camino hacia ellos, mientras Anne se despide, Bruce no se mueve. —Animensé a tocar el Batmovil mientras no estoy y los despido.
—No puedes despedirnos somos tus hijos. —Jen pone los ojos en blanco.
—Haganlo y verán como me importa—Bruce camina hacia la salida.
—Hijo de p... —Susurra Damien y no puedo evitar reír. —No solo cogeré el Batmovil, sino también cogeré el helicóptero.
—Ya lo oíste te despedirá. —Se burla Jen. —Suerte buscando otro padre para el que trabajar.
—Ni siquiera nos paga, tonta.
—¿No te paga? —Jen se hace la sorprendida lo que hace que Damien abra mucho sus ojos.
—¡¿Te paga?!
—Ya sabemos quien es la hija favorita. —Grita Don desde la barra comiéndose una dona, es la sexta que se come desde que estamos aquí.
La rubia solo se ríe, mientras que el enojo de Damien solo va en aumento, su cara está roja y sus ojos muy abiertos, sin duda su hermana si sabe molestarlo, luego tendré que pedirle unos tips.
No pasa mucho rato hasta que llega Joni, sonriendo como siempre. —Me dijeron que el gato no está en casa.
Ver a mi hermano siempre me emociona, porque quisiera pasar las veinticuatro horas del día a su lado para recuperar todo el tiempo perdido
—Ya estamos todos. —Habla Damien extendiendo un mala sobre la mesa.
—¿Alguien que recuerde porque Wayne está al mando? —Pregunta Atenea. —En la última misión fui yo.
—Por que es el hijo de Batman. —Habla Don.
—¡Oye! Yo soy la hija y nunca estoy al mando.—Se queja Jen.
—Porque fue quien lo planeo. —Habla Dwan. —Y ya, pongamonos serios.
—Gracias, Dwan. —Damien le sonríe y no puedo evitar sentir una pequeña punzada de desagrado, no me gusta que le sonría así, a nadie, solo a mi. —Tenemos que comenzar a preparar a Lara para que sea una heroína.
—Ya tiene todo. —Don camina hasta la pizzara y pinta algo que supongo sea una chica. —Problemas con los padres... Hecho... Sus padres están desparecidos... Poderes o riqueza... Hecho... Es hija de una alíen... Solo falta la damisela en apuros...—Damien enserio está enfadado, aprieta con fuerza la mesa no dudo que en cualquier momento se la lance al velocista, pero a Don no parece importarle. —Damien... Quieres ser tú su damisela...
—Hoy te levantaste con el gilipollas activado Allen. —Veo como mi hermano se cruza de brazos. —Muy activado... Cuando dejes tu amor frustrado por Wayne y te pongas para las cosas vuelves a hablar.
Don finge que le duele el corazón por las palabras que dijo Joni y se arrodilla en el suelo. —Justo donde llevo enamorado de Damien desde que tengo quince.
—¡Por dios! —La mesa sale volando y no es Damien quien la tira, más bien Atenea. —Concentración, señores, parecen niños.
—Son niños. —La interrumpe Jen. —Lo que Damien trata de decir es que Lara saldrá hoy a patrullar.
Dwan sonríe caminado hasta mi con un maletín en su mano, me lo entrega y puedo ver tela blanca y roja, con una pequeña luna negra en frente. —Es hora de que el mundo conozca a Moonligth.
Por cierto aquí les dejo un pequeño avance del lo que tendremos próximamente.
*cara de sorpresa de Luke Hemings*
Si señores es lo que piensan
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