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situado en the curse — capítulo xvi. un tranvía llamado deseo

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«Te amo.»

Una oración cargada de sentimientos.

«Quédate.»

Una petición al que no puso objeción.

La voz de Andrea se repetía en su mente como si fuese una melodía que no le molestaba en absoluto repetir. Era adictivo tener su voz en su mente mientras lo que oía eran los jadeos al tenerla entre sus brazos. El sentir la sonrisa de ella entre besos lo llevaría a la locura, el cómo su piel ardía contra la de él y sus manos no querían quedarse quietas. Andrea tocaba sus brazos, torso, hombros y espalda como si estuviese retratándole en su memoria.

Sobre la cama, Andrea se abrió para él.

Elijah sonrió. Compondría una sonata para ella, las ganas de inmortalizar el cómo sus ojos brillaban en su dirección, la disposición de entregarse ante él, la confianza que emanaba su presencia pues Andrea sabía que Elijah era suyo, Elijah le daría el mundo si ella se lo pidiese.

Elijah se arrodilló ante ella.

Andrea se sentó sobre el colchón, su pecho subía y bajaba en un ritmo desperado y controlado. El verde y morado de las marcas que Elijah dejó se volvían un poco más oscuro ante su piel. El vampiro escuchaba su corazón. Latía con fuerza por él.

Solo por él.

Andrea llevó su mano hasta el cuello de Elijah y lo atrajo hacia ella. Andrea tomó lo que le pertenecía, Elijah se lo ofreció con gusto, hambriento y necesitado, incapaces de dejar ir al otro. Elijah intentó levantarse sin romper el beso, Andrea se abrazó hacía él con sus piernas, Elijah la tomó con un brazo y su mano libre se acomodó en su cuello. Se sintió correcto el contacto de sus pieles.

Elijah besó la barbilla de Andrea y bajó a su cuello. Andrea gimió en su oído. Clavó sus uñas entre su piel sin sacar sangre y oír a Elijah jadear contra su piel se convirtió rápidamente en su sonido favorito. Elijah ejerció fuerza en el agarre de su cuello.

Andrea buscó la mirada de Elijah hasta encontrarla.

La petición silenciosa no le embargó de vergüenza al Original pues se había rendido en su lucha de sentirse humano por un momento. Era consciente de que no era humano concebir tal necesidad, la sangre era vida para cualquier vampiro. El intercambio de sangre era tan atípico por la importancia que resonaba siquiera concebir la idea. Un momento personal, un simbolismo de confianza, afecto y cuidado entre los involucrados. Sagrado. Elijah no lo había hecho antes, no sintió la urgencia hasta ese momento y Andrea comprendió que estaba dispuesta a darle todo a él. Asintió con convicción.

Los latidos de sus corazones se volvieron uno.

Los pies de ella tocaron el suelo. El frío del suelo en su cuerpo se esfumó con presteza al Elijah clavar sus colmillos en su cuello. La cabeza de Andrea comenzó a dar vueltas, cerró los ojos relajándose ante Elijah. «Estás segura. Estás en casa.» su mente le informó. El tener esos pensamientos le provocó una vorágine de experiencias, sentía el palpitar de su zona íntima, al tiempo que el sudor que Elijah emanaba sobre su cuerpo. Le encantaba tenerlo contra su piel. Sus dedos buscaban tocar a Elijah como si jamás lo hubiese hecho, quería besarlo porque quería más de él.

Andrea no supo cuando Elijah la colocó en la cama, pero extrañó tenerlo encima de ella. Notó su sangre en los labios ajenos, el cómo sentía una línea sobre su cuello y el fuego en su vientre fue imposible de ignorar. Elijah se dio cuenta de su necesidad y la besó: hizo un camino desde sus labios hasta sus pechos y su vientre. Volvió a subir en un juego que prometía volverle loca. ¿Estaba buscando que le rogará?

—Por favor —la súplica salió aguda y Elijah rozó sus labios soltando una risa grave y corta en el proceso.

La paciencia trae consigo regalos a aquellos que saben esperar.

Elijah apretó sus senos y los besó, mientras le abrió las piernas y, con toda la paciencia del mundo, introdujo un dedo. Quería tocarla, saborearla, sentirla, fundirse en ella simplemente para volver a repetir todas las veces que ella se lo permitiese. Quería hacerlo lento, con fuerza, rápido. Elijah quería que su nombre quedará inmortalizado en el cuerpo de Andrea. El Original se sumió en un sentido de egoísmo y pertenecía: Andrea era suya. La hizo gemir cuando pasó su lengua sobre la zona íntima para concordar con su pensamiento.

Elijah introdujo el segundo dedo, las caderas de Andrea se movieron contra él en un meneo que prometía llevarlo a la locura. Elijah besó sus muslos y Andrea abrió los ojos; resplandecían contra la luz tenue de la habitación y aclamaban por él. Elijah se enamoró más, subió y se acomodó entre las piernas de Andrea, ingresó con suavidad. Gimieron al mismo tiempo. Andrea acarició su rostro, Elijah empujó contra ella con delicadeza y Andrea empujó contra él en respuesta.

Elijah tomó las manos de Andrea y las apretó contra el colchón, al tiempo que las estocadas subían en intensidad.

Al mirarse, lo sabían: sus almas se quemaban juntas.

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n/a: así me sentí después de escribir esto

disculpen gente por lo que acaban de leer pero yo no sé escribir smut 😭, de igual manera, quería intentar a ver porque hay momentos importantes que siempre quise retratar de elindrea en este apecto de su relación (este siendo uno de ellos, porque un canon de los libros que tomé es que el intercambio de sangre solo sea hace en el acto sexual y por la naturaleza del mismo, no es con todo el mundo, el segundo momento importante también es sexual y también sucede en the curse jajajs, dependiendo de que me digan su opinión acá, veo si lo narro)

wattpad nada más me deja poner un solo vídeo pero hay dos canciones que pueden situar el mood, la de multimedia y la canción en sí del capítulo original, aquí se las dejo:

https://youtu.be/Nf9ZY0Tdu4E

espero pronto actualizar the rival, que ya tengo un par de escenas escritas pero no me he dado la tarea de maquetar bien el capítulo, muchas graciass por leer 🫂🤍