capítulo 9
Narra Lorna.
No sé en qué momento terminamos aquí, en la prisión más resistente como los villanos de la historia.
Estamos en una celda de máxima seguridad, a Wanda y a mí nos pusieron una camisa de fuerza y unos collares que neutralizan nuestros poderes.
Me encuentro sentada en el frío suelo mirando a la nada, recuerdos llegan a mi mente, la celda en la que estuve por días sin comer ni beber, Liam tratando de convencer a Strucker de que me dejara tranquila, la sangre callendo por la frente o por el labio cada vez que no cumplía una orden.
- Hola pequeña Maximoff - se coloca enfrente de mi celda mirándome con una pequeña sonrisa - ¿Te gusta tu habitación?
- he estado en peores celdas que ésta, así que, sí me gusta - no desvío mi mirada de la pared, como si fuese lo más interesante.
- te haré una pregunta - Tony da un paso adelante - ¿Por qué ayudaste al capitán y a Wanda? Sabiendo que tú querías venganza.
Por primera vez, lo miré a los ojos, en mi mirada no se reflejaba nada, y en los suyos se pudo reflejar ¿Preocupación?
- las personas cambian Tony, incluso los monstruos como yo - devolví mi mirada a la pared.
- si te sirve de algo - abrió un poco mi celda y lanzó el papel doblado que tenía guardado en mi chaqueta, pero éste estaba desdoblado, cerró nuevamente mi celda y se fue sin decir más.
Miré la hoja, una foto, esa foto, ese niño, esa niña, era yo antes de mis demás habilidades, con mi cabello castaño y ojos azules al igual que los de Liam.
Grita.
Me decían las voces en mi cabeza, que gritara, pero no lo hice.
Me estaba a empezando un terrible dolor de cabeza, esas voces no dejaban de torturarme diciéndome una y otra vez que gritará. Al parecer el único que supo que no estaba bien fue Clint
- Lorna, ¿Estás bien? - eso hizo que todos levantaran sus cabezas para poder mirarme, yo como pude negué con la cabeza y apreté mis ojos y mis labios.
GRITA, LORNA, GRITA.
Y eso hice, grité
Unas luces se prendían y se apagaban, otras explotaban, mis compañeros se llevaban las manos a los oídos que empezaban a sangrar l, grité de odio y tristeza, todo empezó a temblar debido a que mis poderes se empezaron a descontrolar, el collar me daba una pequeña descarga eléctrica pero no sentía nada.
Dejé de gritar.
Me sentía bien, como si me quitara un peso de encima, me sentía normal, todo el odio y tristeza que tenía guardado con solo gritar logré sentirme mejor.
- hola muñeca - un soldado encargado de cuidar las celdas me habló, es de al menos 36 años - te hablo a ti idiota.
- lo siento, no hablo con hijos de perra - lo miré con una sonrisa burlona mientras que él me miraba con odio
- recuerda preciosa, eres mía, así que puedo hacer lo que quiera contigo - me dió una sonrisa asquerosa y se fue.
6 horas después.
Ese maldito cerdo bastarvdo dijo que me interrogaría para ir a por el capitán, pero en vez de eso me llevó a una habitación y me violó, yo no puse resistencia, ya no vale la pena.
Los segundos fueron minutos, y los minutos se volvieron horas, 6 horas en total han pasado.
Empecé a reír sin gracia alguna mientras me apoyaba en otra pared y me golpeaba ligeramente la cabeza.
La celda estaba llena del sonido de los golpes en mi cabeza y de las risas sin gracia que me daba, muchos me preguntaron si me sentía bien y yo solo los ignoraba.
De un momento a otro la electricidad se cortó, y de las sombras apareció el capitán Rogers.
Fuí la última en ser liberada, me sacaron el chaleco y el collar, antes de irnos, fuí a la oficina del soldado Dallas, el idiota que me violó.
Y ahí estaba, tecleando en su computadora, levantó la vista para mirarme y al hacerlo saltó de su asiento pero calló al piso agonizando, debido a que le degollé la garganta.
Subí al jet, y todos al ver mis manos cubiertas de sangre pidieron una explicación.
- Ah, maté al bastardo que me violó, nada interesante - me senté al lado de Wanda, quien al verme pasó un brazo alrededor de mis hombros y me apegó más a ella.
Esto es lo que Liam hubiera querido, vivir una vida normal junto a las personas que amabas, bueno, no es de personas normales vivir con la mitad de los vengadores siendo fugitivos del gobierno.
Pero sé que el está feliz de ver que me encuentro aquí, con mi madre, dispuesta a hacerme querer por más personas.....
(Es corto, pero valió la pena)
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