Habían logrado tranquilizar la preocupación para que me centrara en la tarea de encontrar el paradero de Jack. Ombric, Katherine habían regresado con Mr. Qwerty habían regresado y nos contaron lo que habían encontrado cuando estaba sumida en el sueño. Nos reunimos en la sala del globo y el mago me examino con su bastón para asegurarse de que no existieran secuelas gracias ala interrupción. Mi estado parecía más que prometedor confirmándolo con una amplia sonrisa.

-Ya no corres ningún peligro, estas estable. –Hizo una pausa mirando al resto de los presentes, deteniéndose en su ex aprendiz con orgullo, Norte, así continuar exclamando con felicidad. – ¡El proceso fue todo un éxito!

-Me alegra mucho que estés bien, Elizabeth. –Se acercó la muchacha con el libro a su lado, me tomo por los hombros para darme un abrazo, que se sintió cálido y protector.

-¿Cómo te sientes ahora? –Pregunto Conejo, teniendo a cada lado tanto a Sandy como a Tooth. Me separé de ella y me gire a ellos con la energía recuperada.

-Ligera y llena de energía. Como si un gran pesar me hubiera abandonado. –Asintió cruzado de brazos acariciándome los brazos con alivio y afecto, solté una sonrisa para él que correspondió con una sonrisa. Norte se adelantó imponiéndose a un lado, llamándome la atención que buscara algo en el bolsillo interno de su abrigo al hablar.

-Te tenemos un regalo muy especial. –Mostro una caja blanca con un listón plateado brillante y me la tendió con una sonrisa llena de expectación, la tomé con curiosidad mirándolos uno a uno. Sandy aplaudió con mucha emoción, seguramente sabiendo que era aquello, esperaba a ver que lo abriera con impaciencia pero Norte volvió a hablar antes de que comenzara- Pensábamos dártelo antes. Es un regalo de navidad atrasado.

-Pero eso ya me lo dieron, es suficiente con acompañarlos en la repartición con ustedes. –Mire la bella caja pensando por unos segundos en devolverlos.

-Ese fue el regalo de Jack –Me incentivo Norte sonriéndome con una mano en mi hombro- Este es el nuestro.

-¿Qué esperas? ¡Vamos, Ábrelo! –Tooth hablo tan emocionada y enérgica que me sobresalte. Inquieta estaba moviéndose de un lado a otro, con sus manos entrelazadas para ocuparlas en algo y no hacerlo por su cuenta.

Sin esperar asentí sintiendo culpabilidad de recibir algo más y no poder agradecer correctamente todo lo que hicieron por mí. Desanude el listón cuidadosamente, destape la caja dejando que conejo la tomara y quite el papel de cera azul para ver su contenido. Era un arpa de mano tallada con hermosos detalles, era de un puro color blanco con cuerdas plateadas. Emocionada la tomé notando que aparecía un brillo iridiscente aumentando la curiosidad. Sandy a mi lado me incentivo con un gesto y cuando me dispuse a tocar una de las cuerdas, cambio de forma soltando un potente brillo tomándome por sorpresa.

Lo que tenía ahora en mis manos era un gran arco. Con el mismo color, los mismos detalles y una firme cuerda plateada que irradiaba el mismo brillo iridiscente, parecido al de la luna.

-Está hecho con el polvo de una estrella fugaz. La que una vez choco una vez en la tierra. –Comento Norte cruzando sus brazos manteniendo su sonrisa, pero yo aún me quedaba viendo el objeto en mi mano anonadada. –El material es cortesía de Sandy- El nombrado hizo un ademan formal, que al verme perdida paso su mano por mi cara soltando una risa. Volví mi mirada a Norte escuchando el resto- Y la idea mía, después de pensar que necesitarías tu propia arma.

-¡Los detalles son nuestros! Inspirados en el palacio de los dientes. –Comentaron a la vez Tooth y Conejo manteniendo una sonrisa, inspire profundamente.

-Es increíble y no sé qué decir –Intente articular mirando sus expresiones llenas de calidez. Sonreí para ellos acariciando los detalles con los dedos- Muchas gracias a todos, es tan hermoso que no creo merecerlo.

-Tiene tu nombre tallado. El que hombre de la luna te dio. –Señalo Ombric con su mirada. Baje la mirada admirando los detalles por segunda vez hasta llegar al nombre tallado en una letra cursiva muy prolija- Fulgenti Dominae.

-¡Lo escuché en algún lado! –Afirme recordando el momento de la despedida casi de inmediato- Pero no sé su significado, es un idioma que desconozco. –Alce la mirada avergonzada hacia el mago, él con una risa explicó.

-Significa Brillante Dama. –Movió su bastón sobre el arco, dejando que se viera traducido por unos segundos. Yo sonreí embelesada volviendo a agradecer con muchísima felicidad por completamente todo desde que los conocí y permitirme vivir todo aquello. Cosas que muchos solo pueden conformarse con soñar. Luego Ombric preguntó sonriendo- ¿Quieres hacer un intento?

-¡Solo toma la cuerda, apunta y dispara! –Explico Norte a mi lado señalando la pared seguro de que no pasaría nada malo. Conejo se acercó de un solo brinco tomando la mano que sostenía el arco.

-Lo sostienes así. Con firmeza. –Acomodo mi postura meticulosamente e indicándome con la otra mano, que tomara la cuerda aunque en esta no hubiera flecha alguna. –Ahora tomas la cuerda y la estiras hacia atrás sintiendo la fuerza que hace. –Continúo explicando acomodando mi codo a la altura correcta. Al hacerlo percibí un fino reflejo, aunque a simple vista parecía no haber nada. Parecía visible solo cuando la luz lo atravesaba- Y ahora, elije tu objetivo para disparar.

Claramente lo mire dudosa, pero opte hacerlo hacia la abertura superior del techo. Respire profundo concentraba y solté la cuerda viendo que el imperceptible destello, se convirtió en una potente luz disparada en esa dirección que luego desapareció en el espacio. Abrí la boca emocionada soltando una exclamación de asombro. Era como los disparos que despedía antiguamente.

-¡Es endemoniadamente genial! –Me acerque dándoles un abrazo a cada uno de los guardianes en agradecimiento por el regalo- Me encanta y no sé qué decir. Es perfecto.

-Te necesitaremos en la misión de rescate, usándolo. –Dijo Norte con energía remarcando su acento. Mi corazón latía con fuerza añorando nuevamente reunirme con él, asentí motivada por la necesidad de que Jack regresara y por detener los planes de Pitch.

El plan para encontrarlo gracias a lo que habían investigado Ombric y su compañía, dependía de mi conexión con las luces de luna. Usando la capacidad de moverse a la humilde velocidad de la luz. Su tarea seria la que cada noche, les entregaba Hombre de la Luna: Recorrer cada rincón de la tierra asegurándose de que no hubiera males que atormenten los a los niños que descansaban. Sentí como ahora eso me correspondería a mí. Pero esta noche la orden seria encontrar la guarida de Pitch. Las que volvieran con su luz opacada, serían las que estuvieron cerca de sus secuaces o la guarida, así donde deberíamos dirigirnos.

Comenzamos por llamarlas. Cerrando mis ojos concentrada estaba sintiendo sus refulgentes presencias haciéndome sonreír inconscientemente. Intente comunicarme con ellas "Las necesitamos" pensé con una increíble fuerza para que acudieran con migo. Y apareciendo rápidamente a mí alrededor, flotando danzantes y felices de poderme ayudar, las escuche hablar. "¡Di...nos!...¿en que... podemos... ser de... utilidad?... Fulgenti". Abrí los ojos viéndolas con cariño por que funcionaba lo que mi instinto me decia.

-Necesito que busquen algo para nosotros. –En conjunto titilo su luz hablando en mi cabeza "Lo que... busquen... será encontrado". Los guardianes miraban expectantes mis acciones. Ombric acariciaba su barba nunca antes viendo tantas reunidas y Katherine tomaba registro de todo en las páginas de Mr. Qwerty con un brillo de asombro en su mirada. - Un sitio. Donde Pitch Black se esconde, necesitamos rescatar a Jack. –Nuevamente su luz titilaba velozmente "Así...será... entonces", complacida sonreí cual niña, pero preocupada por ellas agregue- Por favor. No se adentren, será peligroso. Solo encuentren la entrada y regresen con las noticias. –Respondieron bailando a mí alrededor con energía "Senti...mos tú... preocupa...ción. Regresaremos... y sin entrar... al lugar... para que no... lo ha...gas más."

Tras ello desaparecieron dejándome tranquila porque no se expondrían al peligro que presentaba Pitch, su creación, y sus terrores. Ellas sentían como me sentía y yo las sentía moverse en los rincones más oscuros del planeta, donde la luz no llegaba hacía mucho tiempo atrás, pero gracias a su fuerza lo hacia otra vez. Era hora de que los guardianes se prepararan para el momento en que las noticias llegaran. Pero Conejo tenía otra tarea para mí. Agilizar mi habilidad con el arco por si las cosas se tornaban difíciles y tenía que depender de él.

Yendo hacia la sala de entrenamientos, Conejo me contaba algunas características importantes que tenía el objeto: Por comodidad y tan solo con pensarlo, modificaría su forma a lo necesitaba la situación. De arpa con el fin de tocar melodías que apaciguaran el sueño de los niños, o regresar a ser un arco en momento de enfrentarme a enemigos. Las flechas son formadas por un conjuro de Ombric moldeándolas del poder que me pertenece ahora, sin derrochar mi energía y si tiene luz de luna al alcance, la aprovechara a su favor como una batería. Es de un material tan antiguo como las primeras estrellas del universo, se alimenta del mundo de los sueños como las estrellas fugaces para moverse, es liviano como una pluma y tan resistente que soporta fuerzas que ni con la más prodigiosa imaginación se podrían calcular.

-...Un arma formidable –Termino de contarme abriendo de un empujón ambas hojas de la gigantesca puerta- Entonces, ya que no contamos con demasiado tiempo comencemos. Es instintivo pero tú tienes que aprender a usarlo y confiar.

-Lo intentare –Respondí colocándonos en el centro del sitio, varios artefactos estaban colocados mientras él me miraba cruzándose de brazos.

-No intentes, hazlo. –Dijo firmemente. Asentí dejándolo continuar- Les darás a cada uno que se levante, los hay rodeándonos, en las columnas y el techo. ¡Comienza! -Sin dejarme reaccionar se levantó uno de los objetivos a la izquierda, le dispare en una punta- ¡Mejora tu postura Alice! –Volví a intentarlo enderezándome y al disparar le di- Ahora dos más –Izquierda y arriba de este, dispare dos veces dándole de lleno al primero y al segundo en la esquina. Vi algo asomándose y dispararme teniendo que saltar para esquivarlo- Despeja tu mente y estate atenta para esquivar sus ataques. –Otro por atrás, salte hacia atrás disparándole de lleno sintiendo la adrenalina. Conejo cruzado de brazos me seguía con la mirada filosa. Cuando parecía acabar, no se movió si no que me miro. Muchos ataques de repente me hicieron ver atrapada, respire profundamente y gritando deje salir de mi la energía y con una oleada se desintegraron.

-Eres un maldito... -Conejo me palmeo la espalda con orgullo.

-¡Es una batalla! el enemigo no dará aviso. –Me ayudo a levantarme y quitarme el polvo con una sonrisa- Lo hiciste mejor de lo que pensé, pero yo que tu no usaría ese último, te agota.

-¿En serio? –Lo mire agitada pero recuperándome aún más rápido que antes. Conejo soltaba una risa parando para escucharme- Es lo único que pienso en ese momento.

Regresamos caminando tranquilos con el resto admirando los Yetis corriendo algunos con armas en sus brazos mirando a Conejo con curiosidad. Me coloco la mano en la espalda para que lo siguiera después de dar un asentimiento y una sonrisa tranquilizadora. Los guardianes se dieron vuelta para nuestro encuentro, sonrieron, pero podía ver una pizca de seriedad en sus rostros, viendo el sitio lleno de las luces moviéndose inquietas algunas estaban más opacas que las otras, otras completamente opacadas por la oscuridad. Me alarme de inmediato.

-¿¡Qué les sucedió!? Su luz... –Corrí hasta el centro donde se arremolinaron a mí alrededor danzando enérgicas hablándome. "Fulgenti... ningu...na entro... otras no estuvieron... cerca... Solo se en...contra...ron con los...temores e hi...cimos nuestro... trabajo" – Ahuyentarlos, aun así. –Tome una de las más oscuras en mis manos para que volviera la pureza de su luz. Los guardianes solo observaban atentamente esperando a las noticias, lo supe cuando mire a Norte haciendo que me volviera a girar a ellas- ¿Cuáles encontraron lo que buscábamos? –Y unas pocas, solo tres llegaron a mis manos en respuesta. Eran en las que casi no había luz saliendo de ellas, pero eso cambio con solo un toque. Sonriéndoles les pedí que se quedaran con los guardianes, ya que serían las guías en el viaje. Al resto también se los devolví e insistí para que se fueran así estarían seguras, Pero no quisieron, de hecho estaban listas para acompañarnos en la pelea.

Conejo se había encargado antes de partir, con algo de tristeza en su gesto de darme un último regalo solo por parte de él. Se preocupaba por mí bienestar en la misión y por eso se dedicó a crearme una protección especial: Un traje de cuerpo completo. No sabía de qué material era, pero era tan suave como la seda pero resistente a ataques. La parte acorazada consistía solo en una pechera hermosamente decorada al igual que duros brazaletes de ante brazo, todo era ligero y que me podía mover ágilmente. Casi podía hacerme recordarme al chico del mundo de los sueños.

-¿¡Elizabeth!? –Se sorprendieron los guardianes cuando grito Tooth casi cayéndose en pleno vuelo justo cuando cruzamos las puertas del sitio donde preparaban el trineo.

-¿Esta mal? –Me acomode el cabello suelto alejando los mechones de mi rostro mirándola pero escondiendo el nerviosismo que me había despertado su reacción. Traía en mi mano el arco y mi traje, no necesitaba más. Las luces comenzaron a rodearme y posarse en ella jugueteando.

-Lo confeccione yo mismo con las antiguas técnicas de los Pooka –Aclaro conejo haciendo que lo mirara sin entender un poco, cosas que tendría que aprender luego de seguro. Con una sonrisa comenzamos a subirnos todos de a uno, yo de un salto a la parte más alta, justo donde Jack me hizo sentar sin temer cuando repartimos los regalos de navidad.

-Ese cabello podría molestarte. Permíteme. –Respondió Katherine sentándose a mi lado para trenzarme la sección que normalmente tenía en el rostro despejándolo y continuándola a un costado para que no molestase- Listo.

-¡Entonces que estamos esperando, partamos! –Grito Norte moviendo las riendas para que el trineo se moviera, las potentes patas de los renos comenzaban a golpear contra el hielo del suelo y tiraban de él comenzando a hacerlo moverse de su lugar. Caíamos por una cueva helada dando vueltas y movimientos bruscos pero no me inmutaba de mi lugar, estaba peculiarmente seria a la espera de lo que nos enfrentaríamos y como mi primera vez claramente estaba nerviosa. Apretaba el arma en mis manos y veía a los guardianes de vez en cuando, demasiado tranquilos deseosa de que me contagiaran de ello. Saliendo despedidos por el lado de aquella montaña comenzó la búsqueda.

~POOKAS: Antigua raza de conejos de 4 a 7 pies de altura que pertenece Conejo en los libros de William Joyce. Pooka es la criatura más rara y misteriosa del universo. Se encuentran entre las criaturas más antiguas de la creación, por lo que se sabe muy poco de ellos y aún menos se comprende. Se dice que supervisan la salud y el bienestar de los planetas.

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¡Estamos a nada! Les digo que tengo una hermosa sensación al escribir y me disculpo por tardar tanto. Me engripe y tenia que descansar un poco antes de poder traerles esta capitulo. 

Gracias a todas las que leen esta historia, es un gusto que la lean, de verdad y se refleja aunque no se vote cada capitulo. ¡iGUAL VOTEN Y COMENTEN QUE ES MAS DIVERTIDO! me encanta saber sus reacciones. 

¡Tenemos nueva portada! espero que les guste

Mientras tanto besitos y nos vemos la semana que viene con un capitulo nuevo "La busqueda" 

~Misa~