
~Cap 33: "Pujam Hy Loo"
-Quiero saber Jack, necesito saber dónde entrenaremos con todo mi ser –pedía por enésima vez insistiendo que me dijera lo que tanto se había decidido mantener en secreto desde que despertamos.
-No puedo, es un secreto por orden directa de Norte –respondía seriamente Jack sosteniendo el cayado en una mano, la otra metida en su bolsillo y en su rostro una sonrisa divertida, burlándose claramente porque que mi curiosidad y paciencia no eran amigas exactamente.
-¿Porque lo mantendrían en secreto? –proteste cruzándome de brazos mirándolo de lado con mucha exasperación.
-Para que tu cara sea genuina cuando lo veas –respondió caminando hacia mí sin borrar su expresión divertida leyéndome el rostro, mi ceja se había arqueado mirándolo sarcásticamente y aunque me rodeo con sus brazos no cambie mi semblante escuchando continuando.- Si solo por eso.
-Eres un... ¡Ush! –termine molestándome porque otra vez no me lo dijo. Decidida iba saliendo del aula vacía en que nos encontrábamos hablando, fui con la idea de encontrar a mis amigas refunfuñando pero cuando una mano se aferró a mi muñeca me jalo de nuevo dentro cerrando la puerta, dejándome a unos metros de ella retrocediendo con mi espalda pegada a su pecho.
-Son lugares increíbles, forman parte del gran mundo al que pertenecemos todos nosotros.- cubriendo mis ojos hablaba cerca de mi oído, yo intentaba zafarme de él aun molesta pero escuche nuevamente su voz en un tono bajo, susurrante y con un tinte rogante- Siempre esta tan escondido, como está a simple vista. Y yo, nosotros queremos que los conozcas, poder enseñártelo y que pertenezcas a él.
-No sé qué hiciste, pero ahora mi curiosidad aumento mucho más. –respondí al sentir bajando sus manos con lentitud para abrazarme por sobre los hombros sintiendo como su peso se recargaba y sus labios besaban mi mejilla izquierda.
-Es lo que deseaba –respondió alejándose volando para esquivar uno de los golpes que le avente por ser fastidiada otra vez, el reía desde la altura y yo negando le grite.
-¡Ya verás Jack! –Amenace frunciendo el ceño.
Desde que habíamos despertado tenía la extrema necesidad de conocer el lugar donde se haría el entrenamiento de la tarde. Pero el señor, no quería decírmelo por más que insistiera. No me daba pistas, no me decía el nombre o siquiera la locación del lugar. Solo se reía de mí diciendo como excusa que era una orden de los guardianes y que no podía revelármelo, pero ¿desde cuando Jack Frost hace lo que le dicen? Había insistido al momento de despertar, desayunar, viajar a la escuela y en cada momento que tenía alejada de las personas que pudieran creerme una lunática por hablar con el aire.
Ahora estábamos en el último descanso del día en la sala de música encerrados, creo que lo tomo como el juego del día, pero yo estaba cansándome de aguantar tanto tiempo la incógnita.
-Solo espera unas pocas horas más Elizabeth –respondió volviendo con migo, cuando se aseguró que era seguro, dándome una comprensiva sonrisa y una mirada enternecida- Solo queremos que sea sorpresa.
-Está bien, está bien –respondí deshaciendo mis brazos cruzados y asentí más tranquila, pero lo mire de arriba abajo- Esperare, pero donde fastidias.
Termine por aceptar que sea una sorpresa dándole punto final, después de todo solo serían dos horas más de espera. Suponía que como dijo, de aquella manera seria todo más impactante al verlo por primera vez y no basándome en ideas vagas. Pero la ansiedad fue horrible cosa que divirtió a Jack, si se reía de la nada era a causa de eso mismo y me frustraba que conociera mis expresiones tan bien como para descubrir cuando me encontraba pensando en ello.
Las últimas dos horas de clase fueron como de costumbre al lado de Fiamma, que entretenida me comentaba acerca de sus últimas visitas a la casa de Nolan, que estaba notando cosas que antes no, que comenzaba a actuar extraño, nervioso y hasta más animado por compartir tiempo con ella proponiéndole hacer cosas juntos. Me preguntaba interiormente mientras no paraba de hablar, si estarían en pareja antes de que sucediera. Intentaba responderle diciéndole con franqueza desde mi punto de vista, se notaba que moría por llamar la atención de ella, que se animara a salir a otro lugar que no fuera ir a su casa, tal vez hacer algo distinto sería ideal o a tomar algo pero realmente como una cita. Pero se hacia la idiota e insistía que eran puras alucinaciones mías. Claro que si, mías y del resto de las personas que los conocíamos, par de idiotas cabezones.
Jack nos escuchaba sentado en el marco de la ventana con una mirada algo melancólica, estaba taciturno meditando sobre algo porque no se acercaba a hacer alguna broma o comentario con respecto a lo que charlábamos. Cuando se encontraban nuestras miradas parecía volverle por cortos segundos el brillo en la mirada demostrándomelo con una amplia sonrisa brillante, amaba su sonrisa y no me gustaba que de momentos desapareciera para estar ausente en su mente, me daba miedo lo que pensara y sabía que si preguntaba no me lo diría como yo también le escondía cosas.
Cuando toco el timbre de salida me despedí tan rápido de las chicas entre la muchedumbre que prácticamente me esfume sin asegurarme si me habían escuchado o visto alejarme, tome mis cosas y a Jack del brazo para ir a paso rápido hacia parte trasera de la escuela donde nadie nos mirara. Cuando llegamos le solté, el me miro acomodándose la ropa y el cabello desordenados por el jaloneo me miro fingiendo confusión.
-Si debo esperar más, no te gustara Jack –fruncí el ceño mostrando en mi mano el brillo blanco cerrando el puño con una amenazante sonrisa que destilaba peligro.
Con una de sus risas saco del bolsillo del sweater una bola de nieve de Norte susurrándole el destino para que no lograra escuchar, la lanzo antes de que la imagen se mostrara en el interior abriendo el portal. Tomo envión dando unos pasos por detrás mío y comenzó a volar a toda prisa hacia el portal, en el camino me sostuvo en sus brazos y al aferrarme solo pude soltar un grito de emoción soltando también el rastro de frustración acabándose de una vez por todas. Me había decidido a no cerrar los ojos hasta que lo viera y así fue.
-¡Llegamos al "Palacio de los dientes" o "Punjam Hy Loo" como solía llamarse mucho antes! –presento Jack finalmente la imagen frente a mí, era un palacio ubicado dentro de las cubres, al parecer de una cordillera por la cantidad que había. Las cubría una especie de vapor húmedo y mucha vegetación como una espesa selva como protección, seguramente dificultaba mucho el llegar a él por tierra y por aire parecía que era la única manera segura como estábamos haciendo.
-¡No puedo creerlo! –moví las piernas llena de emoción abrazándolo fuertemente al cuello, me latía el corazón desbocado ya que el único lugar relacionado a ellos que conocía con mis propios ojos era el taller de Norte.
-Si de aquí te gusta espera y alucinaras –comento riendo mientras palmeaba mis brazos que lo rodeaban del cuello- Elizabeth me asfixias –bromeo mientras aflojaba mi agarre, mas cómodo voló hasta una montaña especifica con un descomunal hueco en ella, por allí accedimos comenzando a tener las primeras vistas de las estructuras coloridas del sitio. Siete grandes columnas gigantescas con distintos niveles y secciones decoradas con hermosos detalles orgánicos elaborados. De ellas entraban y salían oleadas de mini haditas que llevaban, depositaban y resguardaban los dientes recién caídos de niños de todo el mundo para ser reemplazados por una moneda brillante. Por las paredes de la montaña cascadas de agua cristalina caían hacia el fondo creando un gran lago entre las rocas, reflejaba la luz entrante sobre todas las estructuras y paredes rocosas dándole un hermoso brillo con el mover del agua. Definitivamente era tan mágico que no podría describirse de ninguna manera.
-Como dijiste, alucino Jack –respondí prácticamente sin aliento mientras el comenzaba a descender después de una vuelta en la altura alrededor del sitio, me permitía recordarlo en mi mente hasta donde pudiera. En la columna central se encontraban los guardianes reunidos al lado del trineo de Norte mientras el agitaba su brazo animadamente hacia nosotros y los renos golpeaban sus cascos en el suelo.
-Elizabeth, Jack ¡Bajen de una vez! –escuche llamarnos a Norte emocionado por estar en aquel lugar y ansioso de ver de cerca mi cara, codeaba a Conejo que tenía los brazos en su cintura y estaba algo serio de no haber escogido su lugar para el primer entrenamiento. La altura de las montañas no le molestaba, apreciaba el hecho de que el palacio compartiera características con su madriguera al estar este dentro de una montaña y ciertamente era mejor el clima cálido que la nieve del taller en el polo o de Burgess.
Jack con una risa descendió hacia la plataforma más despejada donde nos esperaban todos, solo había una estructura en el centro que sostenía los pisos superiores y puentes que conectaban con otras columnas. Baje de sus brazos y Hada se acercó volando tan veloz como podía dándome un gran abrazo de bienvenida el que correspondí, se separó e iniciaron las preguntas inmediatamente.
-¿Qué tal estas? ¿Te gusto mi hogar? ¡Aquí nací! La práctica será aquí mismo ¿no te emociona? –sus plumas vibraron y solo pude soltar una emocionada risa asintiendo a todas sus preguntas.
-Me encanto es muy hermoso y mágico –respondí con tranquilidad mientras admiraba al resto dándoles un gesto con mi mano siendo correspondida por cada uno sonriendo a su manera acercándose para saludar adecuadamente.
-Cada gran columna... -Norte iniciaba su explicación del sitio adelantándosele a Hada que era quien pretendía hacerlo, pero ella enojada lo interrumpió alzando la voz pero de una manera soberana.
-Es mi casa, yo le explicare –me tomo de los hombros cálidamente con una mano y con la otra señalaba los alrededores- Cada gran columna representa cada uno de los continentes y en cada una guardamos los dientes que recogemos de cada niño en el mundo, quienes fueron, son y serán niños –contaba con emoción mientras algunas de las haditas se separaban de su trabajo acercándose cargando un hermoso contenedor que tenía a un lado un dibujo muy parecido a mí.
-¿Estos son los míos? –admite el cilindro metálico dorado decorado bellamente con cristales de colores para sacudirlo suavemente, sentir el sonido tintineante de los dientes guardados haciéndome sonreír.
-¡Lo es! allí están los recuerdos más importantes de tu infancia y ellos te ayudan a recordar quien eres en verdad para darte nuevas fuerzas –escuche nuevamente a hablar a Hada haciéndome sonreírle, pase los dedos suavemente por la parte plana y colorida con curiosidad de cuales recuerdos estarían resguardados allí- Siempre estarán disponibles para hacerte recordar.
Lo tomo de mis manos con suavidad mientras respondí con una sonrisa asintiéndole, las mini haditas se lo llevaron velozmente depositándola nuevamente en su lugar uniéndose al resto nuevamente. Nos giramos regresando con los guardianes y Jack hablo.
-Adivinen quien tiene un nuevo truco con el que me desafío a una carrera –comento misterioso Jack cruzándose de brazos reposado en la estructura central despreocupadamente captando la atención de todos y me señalo con diversión.
-¡No es un nuevo truco! –fruncí el ceño percibiendo la curiosidad de los Guardianes, especialmente Norte que alzaba sus espesas cejas esperando que me explicara y no le diera interés a los comentarios de Jack- Ayer Pitch apareció para atacarnos con una horda de... –me subió un escalofríos que me hizo remover levemente de solo recordarlos, pero permitiéndose continuar Jack termino lo que me quedo a medias.
-De pesadillas, eran horrendas pero esta muchacha y yo les dimos una gran paliza –se terminó de acercar abrazándome por la cintura alzándome del suelo para darme un giro terminando por besar mi mejilla con orgullo.
-Sin hombre de la luna no salíamos de allí Jack ¿qué dices? –comente sarcásticamente al tonto mientras él sonreía con cara de idiota, ignorándole por un momento enfrente la mirada de los guardianes para terminar de explicar- Resulta que fue a gran altura donde se efectuó el ataque, no había lugar seguro para mi más que aferrarme a Jack, lo enfrentábamos como podíamos en conjunto y cuando no pude sostenerme más caí al vacío.
-¡¿Caíste al vacío!? –se alarmo preocupado Conejo con lo último que había dicho frunciendo el ceño a Jack, pero él no tenía la culpa.
-Conejo no fue culpa mía, lo juro, intente ir por ella pero atacaban de todos lados reteniéndome–respondió seriamente sintiéndose atacado por las miradas, volvieron a mí respondiendo con un asentimiento a lo que había dicho. Pero Jack volvió a abrir la boca completamente emocionado- Ella, tuvo su propio mini ejército para luchar.
-Cuando caí hombre de la Luna las envió, las luces de luna llegaron para auxiliarme y deteniendo la caída –Contaba mirando a Jack, no se le borraba el orgullo de contarlo, pero a mí no sabía si me dejaba un mal sabor de boca el que alardeara- Me rodearon, me contuvieron en su luz y me indicaron que caminara sobre ella. Pude oírlas hablar en mi mente por primera vez indicándome cada cosa. –termine de contar con cierta extrañeza en mi tono pero Norte asintió con la misma sonrisa orgullosa.
-Claramente seria así, tiene tanto sentido para mí como lo es extraño para ti. –sus ojos viajaron de mi hasta Jack por unos segundos y de vuelta suspirando nostálgicamente para alzarla al cielo pensando unos segundos manteniendo su sonrisa. Movió sus manos a la cintura y miro a todos finalmente ordenando con firmeza- Comencemos el entrenamiento señores.
-¿Y lo de Pitch? –pregunto Hada, mirándonos a nosotros dos para ver en que termino aquel ataque.
-Ellos les dieron una paliza, creo que es suficiente explicación –respondió con su tono cruzándose de brazos y Conejo nos miró a nosotros, su sola mirada te preguntaba sin necesidad de gesticular si era todo, negué a su pensamiento e hizo un movimiento con su cabeza para que hablara.
-A las pesadillas –dije aclarando a que específicamente le dimos una paliza- Pitch escapo en medio del ataque y lo escuche decir algo al desvanecerse –comente interrumpiendo las intenciones de comenzar, era importante tratarlo en ese mismísimo momento- Lo que dijo, fue que los intentos por contrarrestar esto –señale mi pecho simbólicamente, cosa que entendieron perfectamente- fueron inteligentes, pero que con ese ataque nuestros esfuerzos fueron en vano.
-Yo no había escuchado nada, pero tampoco me lo dijiste anoche –aclaro Jack a mi lado, de hecho bastante serio, me gire a verlo asintiendo para estirar mi mano a su mejilla cuando iba a decir algo mas pero Norte hablo.
-Eso estuvo mal, debían venir de inmediato al taller ni bien terminar la pelea. ¿Por qué no vinieron? –Pregunto Norte severamente- ¡saben que teníamos el tiempo en nuestra contra y ahora debemos reanalizar todo cuanto antes!
-Norte, tranquilo –respondió Jack alzando sus manos por la agresividad mientras Norte negaba y Conejo decidió hablar acercándose exasperado.
-¿Cómo quieres que nos tranquilicemos con algo así?, debíamos ser informados de inmediato Jack, fuiste irresponsable pero parece que nunca cambiaras ¿no? –frunció el ceño mucho más acercándose para chocar su dedo contra el pecho desafiante, pero cansada cerré los ojos y deje escapar un grito para llamar su atención.
-¡Basta a todos ustedes! –las vistas de todos se giraron a mí, Norte y Conejo seriamente confundidos, Sandy alzando sus cejas nerviosamente mirando a los lados, Jack resoplando claramente herido por las palabras de ellos y Hada dándole leves caricias en su hombro. Pero negando se zafo de ella aferrando su cayado, se fue volando de aquella plataforma dejando atrás una ráfaga de viento escuchándole llamar.
-¡¿Jack, Jack donde vas!? –salió volando detrás de él dejándonos atrás tan rápido como podía.
-¡Jack! –grito Norte viéndolos alejarse con frustración pero los interrumpí con un largo y exasperado suspiro.
-Saben, no fue irresponsable. Después del ataque necesite de un momento con él para aclarar cosas que necesitábamos realmente solucionar ambos asique cúlpenme a mí, no a él ¿entendido? –Explique mientras me acercaba enderezada enfrentando a ambos guardianes para volver a hablar- El volverá, lo conozco, necesita tranquilizarse y hablar con Hada ayudara. Mientras tanto ustedes tres hay algo que necesitan ver con urgencia –cambie mi tono a uno con algo de miedo desabrochando el abrigo y levantando el sweater les mostré lo que esa mañana frente al espejo descubrí. En la noche parecía una magulladura de la batalla pero en la mañana estaba de lo más alejado de eso.
Miraron la parte que podía mostrar antes de que ambos regresaran para informar a los guardianes. Sus rostros se desfiguraron de un momento a otro a uno de desesperación, conejo se llevó las patas hacia la boca dejando salir un gemido agachando sus orejas, nunca había visto algo tan grave.
-¿Se ve mal no es así? –no respondieron pero sus rostros lo decía todo. El que siempre era sincero al respecto de aquellas cosas era el que menos hablaba, lentamente Sandy asintió completamente lleno de preocupación intentando acercarse para tocarlo con su mano pero di un paso atrás gritando firmemente- ¡No lo toques! No sé qué te podría hacer –Lo que veían era una mancha negra como petróleo viviente, se había instalado en la piel de mi pecho pareciendo una maldición infecciosa y de ella comenzaba a surgir ramificaciones similares a raíces, se expandían recorriendo parte de mi vientre hasta mis hombros por el momento.
-¿Desde cuándo? –pregunto Norte corto y conciso colocando su mano en mi hombro viéndome a los ojos con seriedad y preocupación de que estuviera hace tiempo pero no les hubiera dicho.
-Anoche no estaba, esta mañana pensé que era un moretón por algún golpe recibido pero esta tarde se volvió más oscura y se comenzó a expandir–respondí hablando tan tranquila y neutra que daba miedo. Conejo meditaba y negaba pensando en cosas.
-Entonces es verdad lo que dijo el desgraciado, ¿intentaste...? –pregunto acercándose pero sonreí cínicamente.
-¿¡Usar mis poderes!? –pregunte alterada, desesperada pero intentando respirar profundamente volví a esconderlo para sacarlo de mi vista viéndolo enmudecer- Lo hice, a escondidas en el baño de la escuela –respondí más tranquila- pero no funciono nada de todo lo que puedo hacer. Es un hecho que no queda otra más que...
-¿Tomaste una decisión Elizabeth? –Pregunto Norte antes de concluyera lo que diría, asentí finalmente cerrando mis ojos terminando de tranquilizarme, dejar a un lado todo los malos pensamientos permitiéndome centrarme en que no me equivocaba, así quería vivir mi vida.
-Lo hice–sentencie viéndolo a los ojos decidida. Aun así lo mantendría en secreto tanto para Jack como para Tooth pero de ellos tres no. Les explique lentamente mi decisión y los puntos por los que estaba segura de que era lo correcto para mí- Por el estado de la situación, deberá ser cuanto antes.
-Mañana en la noche tendremos todo listo. –miro a los guardianes a sus lados quienes asintieron de una sola vez, haciéndome cariño en la espalda comento comprensivamente mientras yo cerré mis ojos dejando escapar una lagrima- Aprovecha el tiempo que te queda porque después de esto no habrá vuelta atrás.
-Lo hare Norte –asentí respirando profundamente alzando mi mirada viendo a Jack regresar más tranquilo, alce mi brazo sonriéndole y mirando de reojo a Conejo seriamente el asintió. Al llegar le abrace con tanta fuerza escondiendo el rostro en su cuello que no se pudo negar a correspondérmelo con fuerza- Jack alguien quiere disculparse con tigo –comente como si Conejo fuera, pero la verdad era yo misma, por esconderle cosas aun rompiendo la promesa que habíamos hecho.
-Lo siento Jack, Elizabeth explico todo y me disculpo por decirte irresponsable, no lo eres cambiaste mucho desde el invierno del 84 –Dijo conejo acercándose con una broma haciéndolo reír y sintiendo como palmea su espalda con suavidad.
-No hay problema Canguro –respondió en broma y Conejo negó riendo sarcásticamente también pero entendiendo que era la manera del chico para vengarse un poco por el mal trago.
-Cosas que nunca cambiaran –reí al escucharlos finalmente, ese día se dio por cancelado el entrenamiento debido a lo que habíamos hablado, no era seguro para mi hacer esfuerzos y ellos debían con urgencia encargarse de preparar todo. Hombre de la luna observaba siempre desde las alturas y sabia también que el día se acercaba para definir mi destino, el que me permitió escoger libremente.
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Capitulo lleno de emociones y conflictos, los secretismos continúan fluyendo de la boca de Elizabeth sin pensar en las consecuencias que estos tendrán si no se los revelan en el momento adecuado, pero ella sigue pensando que es lo mejor, no preocuparles. Una mancha negra oleosa en la piel de ella es el ultimo síntoma para su perdición consumiéndola ahora en cuerpo y por si fuera poco en algún lugar a escondidas Pitch se regocija de que su plan fuera tan bien como había pensado.
Esperen al próximo capitulo, espero que les haya gustado, dejen sus comentarios, votos y compartanlo para que seamos muchos mas disfrutando de esta historia, las quiero mucho y siempre gracias por leer y apoyar esta hermosa historia.
~Misa~
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