Cap. 7 [El crimen perfecto]
A excepción de los ronquidos de Seulgi, la habitación estaba en un ambiente denso de paz. MoonByul tenía su antebrazo cubriendo sus ojos, la luz la habían dejado encendida y eso le provocaba un malestar en ellos despejandola del sueño. No pasó ni una hora desde que llegaron, y estaba totalmente incómoda, se empezó a estirar aún sentada para librarse de incomodidad a la vez que daba un bostezo pero escuchó un ruido en la cocina como de alguien buscando alguna cosa en el refrigerador llamando su atención.
Luego de eso no escuchó nada, más solo trataba de cubrirse de la luz nuevamente con su antebrazo para evitar que dolieran. De a poco volvía a ganar el sueño, y ya dejaba de sentir ese malestar cuando ya quedaba dormida, Yongsun que había estado buscando algo de tomar en la cocina, se detuvo en el umbral de la sala observandola.
—¿Vas a dormir en el sofá? —preguntó con voz soñolienta por no decir que distorsionada.
—Mh... —afirmó Moon aún con su brazo sobre sus ojos.
Se quedó observando a MoonByul un buen rato, decidiéndose realmente qué hacer. Aún seguía con la ropa que llevaba puesta antes, solo había alcanzado a quitarse los zapatos. Una extraña sensación de deseo se apoderó de ella mientras más miraba a MoonByul ¿qué tenía hoy que estaba más radiante? Pero posiblemente sus pensamientos estaban siendo modificados por el porcentaje de alcohol que había bebido. Ahora no podía dejar a MoonByul dormir tan incómoda ahí sentada.
—Venga, vamos a dormir —se acercó a MoonByul con torpeza y tomó de la mano que cubría sus ojos para levantarla.
—Mhm... —se quejó apenas sus párpados percibieron la luz de la sala, siendo llevada por Yongsun hasta la habitación.
Caminaba atropellandose con todo, pues iba con ojos cerrados ya que sentía sus párpados pesados. También se llegó a golpear los hombros con la pared que amortiguaba su posible caída, pero a todo esto, Yongsun no le soltó de la mano y la guiaba con decisión hasta la puerta semiabierta al final del pasillo.
Al llegar, Yongsun esperó a que MoonByul se arrastrara sobre el colchón con dificultad y se pusiera cómoda en un lado de la cama para luego ella acomodarse en el otro. MoonByul estaba boca arriba y agradecía inconscientemente a los creadores de las camas por hacerlas tan bien. La luz en sus ojos no molestaba ya, solo provenía de una lámpara de mesa del otro lado donde se acostaba Yongsun.
Yongsun decidió acostarse dándole la espalda, quedando dormida enseguida por la sensación de compañía en la cama, pero algo no daba resultado para MoonByul, porque ahora no podía dormir y tenía un leve malestar en la cabeza. Empezó a removerse en su lado, movía sus pies en círculos sobre el colchón, y de la nada empezó a tener hipo.
Empezó a recrearse imágenes en la mente para ver si funcionaba y se quedara dormida, pero todo lo contrario, porque imágenes explícitas llegaron a su mente de cuando tuvo aquel sueño encantador, que había desatado sus sentimientos por la chica que dormía profundamente a su lado.
Abrió sus ojos no por completo y echó una ojeada al cuerpo desvanecido de la otra, se notaba que estaba dormida por su respiración pesada. MoonByul se dio vuelta, un mal movimiento ya que sintió como su cerebro se daba una acrobacia dentro de su cráneo. Quedó ahora de costado mirando el cabello largo de Yongsun, luego su espalda y al final como le quedaba ese ajustado jeans.
No pudo soportarlo más, y pensando que podía dormir muy bien a su lado, se acercó más a ella, rodeandole la cintura con brazo, la abrazó a tal punto de atraerla a su pecho. Su nariz había quedado en un espacio de su cuello, dándole oportunidad de inhalar tan embriagador aroma. Una combinación de alcohol y shampoo se mezcló en sus fosas nasales.
MoonByul la abrazó más fuerte de la cintura, y eso hizo que la otra se removiera en esa misma posición. Un atisbo de alegría se asomó en MoonByul cuando detectó que Yongsun se acomodaba mejor entre sus brazos, esos brazos que para nada los había olvidado, pero en estos momentos, Yongsun estaba más allá que acá.
Viendo la oportunidad Moon empezó dudosa a repartir besos ruidosos en su cuello, claro que lo hacía para despertarla y estaba funcionando. Volvió a apretarla más si cabía hacia su cuerpo, tratando de no perder la cabeza cuando la parte inferior de Yongsun se unió a su pelvis; esa parte que tanto le gustó como modelaban ese jeans.
Siguió dando besos en su cuello, hasta sobre la tela que cubría sus hombros, los detuvo y dejó reposada su frente ahí ahora para dar inicio a una serie de caricias en el estómago de Yongsun. Sus manos empezaron a presionarla y luego con un dedo daba círculos sobre la tela. Yongsun abrió los ojos de golpes ya sabiendo por dónde iba la cosa. Podía sentir el cuerpo de MoonByul caliente, hasta la delataba la respiración ruidosa y notoria que sentía tras su espalda por lo cerca que estaba.
Disfrazada por el alcohol en sus venas, Yongsun se dio vuelta entre esos brazos fuertes que la apretaban, y escondió el rostro en su pecho dejándose abrazar por MoonByul completamente. MoonByul daba suspiros como exhausta o más bien alterada por la insinuación que estaba dando. La abrazó con mayor fuerza, haciéndole pensar a Yongsun que así podría dormir perfectamente, pero otro beso ruidoso se esparció por el aire. Había empezado un camino de besos, desde la oreja hasta su mejilla, cada uno más ruidoso que el otro.
¿Que pretendía? ¿Despertar a la decana?
Esos besos en la mejilla más una caricias que estaba recibiendo Yongsun en su espalda era lo suficiente para perder todo rastro de cordura. MoonByul levantó la tela de la playera para sentir a tope esa piel perfecta de ella, al mismo tiempo que en cuestión de segundos sentía la piel erizada por debajo de sus dedos. Sonrió para ella misma y cada vez más descendía sus labios por la mejilla. Objetivo, sus labios.
—Moon —reprimió cuando sintió los besos en la comisura de sus labios.
Era muy tarde, MoonByul estaba totalmente excitada con solo el jueguito de besos y abrazos. Y Yongsun por más que negara la situación, estaba en mismas condiciones. Si bien dicen que el alcohol altera las hormonas.
MoonByul se removió para quedar frente a frente con Yongsun cada una aún con ojos cerrados. Siguió los besos acompañados de leves presiones en la espalda de la otra, hasta que un beso húmedo llegó a parar casi por completo en los labios de Yongsun.
Ahí fue donde ambas abrieron sus ojos, y examinaron la situación torpemente. El aliento de MoonByul era puro alcohol y se podía entender el porqué de su desvarío. Estaba borracha.
Aún así, Yongsun no analizaba la situación como debía, tanto se había demorado en formular una palabra que ni ella misma sabía cuál, que MoonByul cerró sus ojos y dejó el último beso casto en sus labios.
Al separarse solo unos centímetros, suspiró caliente, llenando todo el entorno de sus labios olor a alcohol y excitación. Una presión más y ya estaba claro lo que iba a pasar. Yongsun cerró sus ojos y sintió que MoonByul se levantaba un poco, recostandose del codo por el colchón, todo eso para mirarla con deseo y esta vez se dejó llevar por las contracciones de su pelvis en señal de igual situación. Yongsun se giró para quedar boca arriba y observarla desde su posición inferior.
MoonByul se acercó uniendo sus frentes como aviso de lo que iba a hacer, y entre abrió sus labios para unirlos de verdad con los de Yongsun lo cuales les dio una acogedora bienvenida.
Era solo una presión entre ellos, ninguna de las dos se atrevía a moverse. La cabeza de MoonByul daba vueltas, a tal punto que entre esa presión de labios se balanceara un poco. Ese movimiento hizo que se separaran y Yongsun tuvo que sostener que MoonByul de los hombros para que no se alejara.
MoonByul siguió dando costos besos por sus mejillas, y la mano que había tenido en su cintura, fue moviendola con necesidad por toda la coyuntura hasta levantar la tela con sus dedos, ahí se quedó jugando con ella, calmando las ganas de quitarla sin el permiso de su dueña. La levantó hasta por arriba de su estómago, Yongsun abrió sus ojos lo suficiente para inspeccionar la expresión de la castaña, que podía leerse hasta China. Sin más que pensar, Yongsun tomo su cuello y la atrajo para sellar sus labios nuevamente, ahora en un beso distinto, uno de esos que permanecía solo en sus recuerdos y que ahora revivía.
MoonByul con sus manos ahora sobre el colchón, se elevaba para poder acomodarse por encima de Yongsun. Quedó sobre sus rodillas para sostenerse y tener manos libres para el siguiente acto. Levantó lo que quedaba de la playera alzada, mientras que Yongsun se levantó un poco para que fuera retirada con éxito. Volvió a bajar para besar sus labios con deseo en lo que sentía las manos de Yongsun subirle ahora su playera. Con completa inestabilidad la dejó quitar, nuevamente perdiendo el equilibrio en lo que buscaba los labios de Yongsun.
Sus besos llegaron a parar a la mandíbula, aprovechando, fue bajando con intensidad hacia el valle de sus pechos. Cuando llegó beso la piel sobresaliente del brasier, pero no fue suficiente pues ahora llevaba sus manos por debajo para deshacerse de esa prenda que le estorbaba. De igual forma Yongsun se levantó para facilitar el movimiento y una vez que su prenda se deslizó por sus brazos para ser lanzada brutalmente al piso, exhaló con fuerza tras el frío del ambiente, luego se erizó en cuanto sintió los labios de MoonByul volver en lo que estaba. Lo hizo, tomó uno de los pezones con su boca, mientras que el otro lo tomaba con la mano.
—Mmm... —suspiró enlazando sus manos por el cuello de MoonByul para atraerla solo un momento y darle un beso mordiendo su labio inferior reteniendolo entre sus dientes.
MoonByul volvió hacer el camino de besos hasta su ombligo terminando la primera parte. Mientras mordía la piel y escuchaba la respiración sin pudor de Yongsun desde arriba, llevaba sus manos al botón del pantalón y con total necesidad lo desabrochó. Se levantó para poder halarlo con torpeza y con el arrastraba la ropa interior, dejándola expuesta en total gloria. A pesar de ver nublado y cometiendo un acto por el que simplemente se dejaba llevar, esa vista lo único que hizo fue encender cada parte que falta por provocar.
Yongsun volvió a tomarla del cuello para que volviera a besarla, y en eso abría sus piernas con libertad para que MoonByul se colocara entre ella, aún con su pantalón, el cual rozaba con la intimidad de Yongsun.
Soltó un quejido ya al sentir la parte baja de MoonByul pero mientras la besaba con exasperación sus manos viajaron hasta su jeans. Con un fallido intento de soltar el botón por parte de Yongsun, MoonByul se levantó de la cama tratando de no caerse para quitárselo ella misma, con toda la intensión de que nada, ni siquiera su ropa incomodara a Yongsun.
Se quitó todo lo que faltaba con ojos cerrados, siendo observada por Yongsun que no podía esperar más. Ya cuando MoonByul volvía a estar entre sus piernas, Yongsun las levantó para enredarlas alrededor de su cintura y con ellas presionar la parte baja.
—L-la luz —advirtió Yongsun evitando los labios de MoonByul solo unos segundos.
Muy a su pesar, MoonByul se levantó por encima de Yongsun y se estiró lo más que pudo hacia la mesilla de noche para halar del cable que colgaba de la lámpara. Pero vamos, que no estaba en óptimas condiciones, y mucho menos cuando tras ese estiramiento dejó parte de su busto al alcance de la boca de Yongsun. Cuando estaba a punto de alcanzar el cable sintió la boca de Yongsun tomando como si nada su pezón erecto. Mala idea, porque MoonByul en colocó toda su atención en esa boca que olvidó al menos poner su mano que alcanzaba el interruptor, sobre el colchón para no dejarse caer.
Su mano se resbaló por el borde del colchón hasta parar al piso y detener la caída mientras medio cuerpo seguía sobre Yongsun, pero fue una parte de su frente que impactó con la punta de la mesilla haciéndola soltar un quejido de dolor por el golpe.
—Auch...
Yongsun riéndose la haló del cuello atrayendola para abrazarla lo más que pudo. Como si fuera un sedante, MoonByul olvidó por completo ese dolor insoportable y se dejó llevar por las caricias en su espalda que le estaban brindando ahora para calmarla. MoonByul le detuvo esa risa con un beso posesivo en lo que se movía sobre ella para quedar en una mejor posición.
Encajaban a la perfección, no necesitaban que esperar así que MoonByul sosteniéndose del colchón con sus manos, sin soltar los labios de Yongsun empezó un movimiento lento de caderas. Mientras se movía con extrema sensualidad, los labios de Yongsun ya no respondían. Abría la boca sin soltar sonido alguno, tomando con sus manos ambos hombros de Moon y poder apoyarse de ella. Clavó sus uñas en ella cuando una ola de placer pasó de largo, provocándole levantar su pelvis ante la necesidad de más fricción.
Iba tornándose un poco incómodo esa posición, por lo que MoonByul empezó a descender sus besos, quedándose un rato en su cuello mordiendolo sin compasión y sin detener el vaivén. Debajo de ellas se encontraba intacta la colcha, estando en esas condiciones no estaban concientes de que cualquiera podía pasar y verlas haciendo ejercicio porque también Yongsun se había preocupado más en la luz de la lámpara que en cerrar la puerta.
MoonByul siguió descendiendo ahora acariciando el busto de Yongsun con sus labios y sin prestarle mucha atención, continuó su recorrido exhaustivo hacia aquel montículo que tanto anhelaba ser atendido. Se reforzó ambas manos sobre los muslos de Yongsun para dar inicio a un lío de gemidos que no debían ser escuchados por nadie pero que en estos momentos le importaba un comino.
—Shh... —advirtió sonriente en lo que volvía a realizar su acto estrépito.
Eso desató una risas en Yongsun que se esparcieron por toda la habitación mientras que MoonByul continuaba en lo suyo desde su posición inferior. Yongsun intentó retener esa risa tapando su boca con su mano a la vez que la otra iba a la cabeza de MoonByul y le presionaba más contra su intimidad, insitandola a seguir.
Cuando pudo calmarse, quitó su mano de ambas partes, su boca y la cabeza de MoonByul y las llevó al colchón, apretujandolas contra la colcha del placer que estaba sintiendo. De un momento a otro sus caderas empezaron a moverse contra la boca de la castaña en busca de ese éxtasis acrisolado.
—Ah... —mientras más MoonByul apretujaba con sus labios todo ese valle de placer, más Yongsun aceleraba sus movimientos inferiores. MoonByul se sostuvo con más fuerza a los muslos a cada lado de su cabeza cuando el calor invadió por completo su lengua.
Yongsun había arqueado su espalda por el recibimiento de placer en su cuerpo, en lo que MoonByul degustaba lo que poseía entre las piernas. Poco a poco fue subiendo con su lengua expuesta, marcando un camino por todo el estómago erizado de Yongsun. Ahora volvía a estar entre sus piernas, y una de sus manos se había retrasado en el camino para quedarse en uno de los muslos, presionandolo y dándole cariño, mientras la otra mano la usaba de soporte contra el colchón a medida que ascendía para conectar sus labios con los de ella.
El beso ya no era tan apasionado, más bien MoonByul se estaba quedando dormida cuando se besaban. Dejaba caer todo su peso sobre Yongsun y las caricias en el muslo cesaban.
Yongsun la tomó de las mejillas para apretarla contra sus labios, ninguna todavía se daba cuenta de lo que estaba pasando, tampoco es tan grave ¿no? Pero bueno, ese beso que le estaba dando Yongsun pudo reanimarla así que sin más, movía esa mano que estaba en el muslo de Yongsun hasta su glúteo que se escondía contra el colchón. Ahora empezaba a moverse igual que en un principio sobre Yongsun mientras lo apretaba con rigor.
Con toda la fuerza que le sobraba en el cuerpo, Yongsun invirtió las posiciones, ahora ella estando a horcajadas sobre MoonByul. Se colocó el largo cabello a un lado para que no le impidiera la vista a la chica que ahora abría sus ojos poco a poco abajo de ella, para llenarse de satisfacción y deleitarse con la belleza femenina.
Con su espalda recta, y sus manos sobre el estómago de MoonByul para apoyarse, empezó a moverse en círculos sobre su pelvis, esperando que lo disfrutara tanto como inconscientemente lo había hecho ella hace un rato. Desde esa posición, MoonByul estaba recuperando el conocimiento con tremenda vista, pues no se lo podía creer ahora que había abierto los ojos. Parecía uno de esos sueños que había tenido con tanto desvelo, y ahora era ¿real?
No sabía identificar realmente.
—Estoy soñando... —susurró volviendo a cerrar los ojos, colocando una mano en la cintura de Yongsun por solamente tenerla en un lugar.
Yongsun por supuesto que desde esa distancia había escuchado algo, así que se inclinó sobre ella para besarla, colocando sus antebrazos en cada lado de la cabeza de MoonByul como apoyo y sin dejar de hacer sus movimientos sensuales.
—¿Mhm? —"preguntó" Yongsun sin comprenderle.
MoonByul no le contestó, en cambio tomó de ambos glúteos a Yongsun para guiarla en esos movimientos circulares sobre su pelvis buscando su propia descarga, mientras la besaba sin parar. Una vez más un "sueño" la volvía completamente perdida en el deseo por tener en sus brazos a Yongsun. Y pensando que de eso se trataba, no dejó ir el tiempo desaprovechando los pequeños placeres que la noche, las circunstancias o el alcohol le brindaba.
[...]
El frío de la madrugada había dejado sus dedos del pie tensos y acalambrados. Como reflejo se habían levantado y deshecho las sabanas de la cama para dormir acurrucadas entre ellas. La luz del sol resplandecía en toda la habitación, pues tampoco habían cerrado la ventana, aunque no era problema realmente.
Yongsun abrió sus ojos de golpe, encandilandose con el reflejo del sol que daba en su espejo a un lado de la puerta abierta.
—¿Abierta? —se pregunto a ella misma ya que nunca la dejaba así. En especial teniendo de compañera de dormitorio a una Seulgi mimada que busca dormir acompañada.
Era raro, aunque si estaba la puerta abierta seguramente Seulgi estaba durmiendo ahora mismo con ella. Giró su cabeza para verificar que obviamente era cierto pero, Seulgi estaba más... ¿delgada? Levantó su torso con rapidez para ver si sus ojos le estaban fallando o qué, y en vez de reconocer a Seulgi, el dolor de cabeza crónico que sentía llamó más su atención. Puso sus manos en su cien para masajear y calmar el dolor aunque era inútil, de a poco se incorporaba en el borde de la cama, bajando los pies al piso frío de la habitación aún con manos en la cabeza. Sentía que sus ojos iban a salirse, pero al menos tenía pastillas de refuerzos.
En lo que se recuperaba mentalmente ahí de espaldas a la chica, se giró para despertar a aquello que posaba en sus suaves sábanas cuando...
—¡¿MOON?! —selevantó de la cama en un salto, resbalando con ropa expandida en el piso de su habitación y cayendo hábilmente antes de hacer algún ruido además del grito.
MoonByul solo se removió un poco, estaba acostada boca abajo dejando descubierta su espalda muy tonificada y la sábana le cubría toda su parte inferior. Su cara estaba mirando hacia la ventana por lo cual Yongsun no podía verla, pero era claro que era ella; el cabello castaño tan hermoso como siempre, caía hasta el colchón y no solo por el cabello se daba cuenta. Una parte de los pies de MoonByul la sabana no los cubría, por lo que se notaba el tatuaje muy distintivo en el tobillo. Yongsun había cubrido su boca con su mano para no hacer ruido y despertarla, pero ahora estaba en un shock total.
—¿Qué? —se preguntaba realmente confusa ya que no recordaba absolutamente nada.
De pronto se dio cuenta que su cuerpo recibía más aire de lo normal, hasta aquellas partes que no recibían tan simplemente. Bajó su mirada ahora a su cuerpo desnudo, luego volvió a mirar a la cama como si fuera irreal la escena ante sus ojos.
—No puede ser... —exclamó con su mano en la boca mientras le seguía mirando.
Rápidamente recogió una playera del suelo y se la colocó antes de que alguien de su dormitorio o la misma MoonByul le viera desnuda, después buscó lo más rápido que pudo unos shorts de dormir en su gaveta que por suerte estaba ubicada en el lado donde ella estaba de pies y no en el de MoonByul. Se los colocó corriendo hacia fuera de su habitación, cerrando la puerta con cuidado para luego trasladarse rápidamente al baño.
MoonByul además de haber procesado el alcohol en su sangre, tenía el sueño pesado, así que no despertaría en unas dos horas más.
Cuando Yongsun se encerró en el baño, Jimin ya se había ido, solo quedaba Seulgi toda esparramada en la alfombra que tras pasar un buen rato, se iba despertando con media consciencia en su cerebro. Lo que hizo fue estirarse un poco y empezar a gatear hasta la habitación de Yongsun, de tuvo que levantar para abrir la puerta, y apenas entró se volvió a desprender en el suelo para seguir su recorrido hasta a un lado de la cama.
Se quedó en el piso mientras Yongsun seguía refrescando su memoria. Recordaba muchas cosas pero eran menores, como cuando estaba en aquella discoteca y MoonByul volvía a tomarle la mano por debajo de la mesa, y esas cosas que por supuesto no tenían ningún sentido sexual para ella. Pero al parecer después de llegar a su dormitorio, la situación se había puesto demasiado caliente. Aunque seguía diciéndose que tal vez no pasó nada en realidad, pero esa teoría se desvaneció cuando pudo recordar unos minutos después que MoonByul le estaba dando besos en el cuello mientras ella trataba de dormir inocente y plácidamente.
Esa pizca de recuerdo hizo desatar el nudo mental y una serie de imágenes antes descritas con exactitud, se proyectaron como video en su cabeza.
[...]
El sol ya había llegado a parte de su pies, sentía el ardor característico del sol de las diez u once de la mañana ser recibida por sus receptores sensoriales. Los había movido antes por la misma razón, pero el sol se empeñaba en quemarle los dedos. Ahora estaba empezando a sudar, sumado el dolor de cabeza, se estaba empezando a desesperar. Se movía enredada en la colcha, su estómago empezaba a rugir, y todos esos malestares cuando recién despiertas de una buena fiesta, pero ahora agregados los ronquidos de alguien en el suelo.
Hasta que por fin abrió los ojos con cuidado. Ya estaba mirando al techo con insignificante atención, luego miraba alrededor de la habitación sin mover con brusquedad sus ojos que en cualquier momento empezarían a arder porque tampoco estaba parpadeando. Claro que sabía dónde estaba ¿cómo olvidarlo? Se había despertado unas horas antes con la garganta reseca, y había visto el glorioso cuerpo que le acompañaba en la cama.
Pero ahora que estaba con sus sentidos a un ochenta por ciento de funcionalidad, estaba sintiendo extraña, tal vez si fue un error que podría pasarle a cualquiera y que sin duda fue uno de los mejores aunque de el olvidara partes esenciales. Pero sabía que habría consecuencias, siempre las hay, en especial cuando se sabe que Yongsun no iba a permitir que todo ese acto se llevara a cabo estando sin una pizca de alcohol.
Suspiró y se sentó en el borde de la cama, y buscó del piso su ropa para ponérsela.
Se volvía a sentar luego de que tenía puesto sus jeans, tenis y solamente su brasier. Se peinó el cabello hacia un lado mientras buscaba con la vista su playera por la habitación. La puerta se abrió sorprendiendola, y cuando estuvo totalmente abierta se dejó ver a Yongsun quien cuando había salido del baño y vio que su habitación estaba abierta salió disparada para explicar lo inexplicable a la persona que se hubiera desembocado en el.
MoonByul volteó su rostro para ver de que se trataba (aunque supiera que era ella) y cuando lo hizo conectaron miradas desde ese punto. Yongsun no sabía realmente que hacer o decir, solo estaba de pies bajo el margen de la puerta mirándola con total vergüenza. MoonByul desvió su mirada hacia la ventana, el rostro de su ex novia era leído a kilómetros de distancia, obviamente diciendo que no le gustó para nada lo que pasó.
Como no encontró su playera en el suelo, ya que sabía dónde estaba, se levantó con dificultad poniendo sus manos en la correa de su jeans que tenía suelta, y mientras caminaba la abrochaba a la medida de su cintura. Pasó el pied por encima de Seulgi esquivandola hasta detenerse frente a Yongsun que seguía mirándola como si de verdad fuera un sueño del cual quería despertar antes.
—Hola —saludó MoonByul con aquella voz gruesa que siempre despavilaba a Yongsun en cualquier momento.
No podía ni responderle el saludo, seguía sorprendida por todo lo que pasaba en unos cuantos minutos. También trataba de mantener la compostura, porque por más que quería dejar de pensar en lo sucedido, no evitaba que sus ojos se fueran de vez en cuando a los abdominales de MoonByul.
—Creo... que voy a mi... dormitorio... —decía buscándole palabras. Notaba lo nervioso que estaba Yongsun porque jugaba con sus dedos y ni siquiera le miraba a los ojos.
—Sí —respondió con vista a la ventana.
MoonByul la observó un rato más, estaba admirando su rostro que aunque mostrara un semblante confundido, seguía viéndola hermosa tal cual. No importaba las repercusiones posteriores cuando saliera de ese dormitorio. Lo hecho, hecho estaba, y tampoco lo iba a negar, jamás se arrepentiría de lo sucedido.
—¿Me das mi playera?
Miró su torso para darse cuenta que efectivamente cargaba puesta su playera, la miró enseguida ahora con el rubor asomándose en sus mejillas, y mentalmente deseaba que le tragara la tierra.
—Espera afuera, voy a cambiarme —habló apresurada. Se apartó de la puerta para darle espacio a MoonByul de salir, pero en cambio está seguía en su mismo lugar observandola con cuidado.
—Acaba de despertar y se ve hermosa ¿cómo lo hace? —pensaba con admiración.
—MoonByul.
—Ah... si, voy a salir —caminó para salir de la habitación, pero antes de salir y estando a un lado de Yongsun sintió el atrevimiento de ser cariñosa al menos.
Cuando estuvo cerca de ella, se inclinó para rápidamente unir sus labios con los de ella, en un tierno y casto beso que estaba desmoronando a Yongsun. Al principio estaba sorprendida por el gesto, pero en cuanto MoonByul movió sus labios todo esa incomodidad se esfumó.
No hacía falta decirle lo que estaba siendo aclarado con ese beso. Obviamente los sentimientos de MoonByul eran otros que no se esperaban, y ni ella misma sabía los suyos pero con lo que sucedió, todo entre ellas estaba a punto de cambiar. Aunque Yongsun pensara que en cierta parte estaba mal, puede que muy en el fondo estuviera deseandolo como para acceder a ello con facilidad.
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