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Cap. 4 [Razones]

Pasaron algunos días luego del pequeño pero no tan impresionante incidente que tuvo MoonByul. La pena le albergaba cada vez que sabía que vería a Yongsun, y al final ni siquiera se atrevía a llegar con sus amigas y mucho menos entablar una conversación con ella.

Se había adaptado a los días solitarios, aunque aveces iba a jugar con Eric algo de baloncesto, pero no era lo mismo. Incluso algunos jugadores criticaban la forma de jugar de Byul, y el que se llevaba malas miradas de esta era el mismo Eric, puesto que últimamente buscaba compañeros raros con quien jugar.

Eric solo le sonreí y dejaba de jugar con los demás cuando veía que MoonByul irritada por el comportamiento de los extraños chicos, se retiraba hábilmente de la cancha.

No había tenido inconveniente alguno de los siguientes días. La vida universitaria se basaba solamente de trabajos y presentaciones exclusivas, cosas que no interesaban realmente. Después de todo sabía muy bien el lugar que tendría con su padre en la empresa.

Hyejin le había solicitado un poco de apoyo con una materia importante, así que en estos momentos se encontraba fuera de su habitación esperando a que le abrieran. Cosa no mencionada antes era la extrema constancia con la que Hyejin y Wheein se veían. Eran mejores amigas y no tenían porque pensar mal de eso, era más bien una corazonada, puede que sus amigas fueran muy reservadas con el tema de "noviazgos" y esas cosas, pero MoonByul no dejaba de pensar en que algo se tramaban. Además de las cuantas veces que Hyejin rechazaba a los recién llegados a la universidad cada que le invitaban a salir.

Sus pensamientos se eliminaron, más bien, MoonByul se recetó apenas abrieron la puerta, y de ella se dejó ver una hermosa chica pelinegra que conocía tan bien.

¿Hola? — saludó extrañada Yongsun.

MoonByul tragó en seco, y mirando a todas partes, menos los ojos de Yongsun, le saludó normal, sin el reconocido tono con el que le había hablado Yongsun.

Ehh, hola ¿está Wheein? Digo... ¿Hyejin?— se corrigió así misma rápidamente, mirando a Yongsun con pena. Tanto pensar en sus amigas le habían confundido. 

Yongsun sonrió por lo extremadamente adorable que le estaba resultando. Podían haber pasado semanas y MoonByul seguía igual de traumada que al principio. Le gustaba verla de ese modo, mejor a como era antes.

Wheein, no. Hyejin, creo que está en el baño ¿quieres pasar? — habló con extrema naturaleza, felicitandose a ella misma.

MoonByul asintió sin más, y entró en el dormitorio siguiendo los pasos de Yongsun. Se aventuró ella misma a ir hasta la habitación de Hyejin donde se llevaría acabo la tarea. Pero Yongsun se había preparado lo suficiente como para que ahora, teniendo oportunidad de hablar a solas con ella, no le dijera las cosas que tenía planeado decirle.

Oye espera... — dijo desde atrás, viendo como MoonByul ya detenía su paso por el pasillo a la habitación de Hyejin y se daba vuelta para mirarle— ¿Puedo hablar contigo?

Le miró un tanto nerviosa y dudosa de si decir sí, o que estaba con el tiempo medido y no podrían charlar, pero no aunque pensara en que responderle, de manera automática aceptó.

Si, claro — se devolvió, y mientras caminaba hacia la cocina, en donde Yongsun se había dirigido, el sonido de una notificación en su móvil hizo sacarlo de su bolsillo para ver de que se trataba.

Yongsun cuando vio entrar a MoonByul a la cocina, se había desbordado. Ahora estaba ligeramente nerviosa por lo que más bien, quiera escuchar, no por lo que tenía que decirle. Como siempre, Krystal estaba interrumpiendo una charla muy importante. La chica estaba medio desesperada ya que MoonByul no había llegado a su habitación a esta hora.

Yongsun le miraba ya casi entre cerrando los ojos por la falta de atención, pero que más daba, no podía exigirle mucho a Byul, ya con que le iba a escuchar era suficiente.

Disculpa —bloqueó el móvil y al guardarlo la miró con suma atención.

Suspiró, tratando de ganar fuerzas para no caer desmayada ahí mismo frente a ella. No quería sonar "arrastrada" ni desesperada, no podía tan solo pensar en que estaba haciendo algo de lo que podía arrepentirse después. Esperaba que todo saliera bien, y sobre todo, hacer que el mensaje de "llevemos la fiesta en paz" llegara a Byul sin algún tipo de malentendido.

Sí, Moon... escucha ehh... — Byul se recostó en aquellos cajones de la cocina que estaban por debajo del lavado. Yongsun decidió mejor mirar como sus sandalias encajaban en sus pies, luego de unos segundos, se cruzó de brazos, y miró a MoonByul — Lo de la otra mañana...

Sí, sobre eso... lo siento de verdad, no era mi intención que sucediera...

Ajá, sonámbula — le contestó, olvidando la leve interrupción de antes.

— asintió son una media sonrisa, al recordar la excusa que había inventado para aquello.

Bravo por Seulgi, al menos seguía ayudándola en sus inconvenientes.

Solo quería decirte que... — "me beses" pensaba decir que... todo está bien, no q-quiero que nos alejemos-s por eso.

En los ojos de MoonByul se vio un brillo característico de ilusión y sorpresa. Todo estaba bien, eso le gustaba. No sabía en qué términos quedarían por la mirada tierna que Yongsun tenía en esos momentos, pero para MoonByul con que no se haya enojado o asustado, estaba bien.

La gravedad, Newton, o quien sabe que, hizo que sintiera el deseo de en serio besarla. Si, Yongsun estaba actuando extraño, y con extraño nos referimos a que estaba haciendo lo que se limitó a no hacer. Estaba mirando a Byul con tales ojos que podían desaparecerla cuando notó el brillo en los de esta, ¿acaso estaban pensando lo mismo?

Se mantuvieron así unos largos segundos, entre miradas y parpadeos. Y en definitiva, MoonByul estaba más descontrolada que nunca; tan solo estar así, podía significar algo, y eso de alguna manera poco peculiar le excitaba.

Y dichoso el mensaje que justamente interrumpió la atmósfera entre ambas, maldiciendo mentalmente a la notificación, que poco sabía MoonByul que trataba de algo importante; sacó su móvil del jeans, siendo perseguida por la mirada de Yongsun, lo desbloqueó y empezó a escribir una respuesta para Krystal.

Yongsun parecía una estatua, mirando exactamente como MoonByul escribía, formulandose miles de cosas que podían ser importantes de contestar en estos momentos. La charla fue más rápido de lo que imaginaba y no tenía ni idea de cómo hablar con ella después de eso. Pensó rápido en una salida tras la ignoración de la otra.

¿Quieres algo de tomar? — preguntó moviéndose hacia el refrigerador y dejar de acosar mentalmente a su todavía ex novia.

Ya estaba hecho. Yongsun estaba cayendo nuevamente redondita ¿cómo era posible? Si algo le dificultaba era tratar de ocultar sus sentimientos, podía hacer cualquier otra cosa menos esconderlos del mundo, de Byul tal vez, pero de los demás que la observan sin cesar como sus amigas, no.

Sí, gracias — respondía Byul aún con el móvil en la mano.

Yongsun seguía buscando que en realidad darle, hasta que al final sacó una botella de agua sellada. Mientras cerraba la puerta con un pie, y se disponía a abrir de la botella y servirle en un vaso, Byul terminaba de responder el último mensaje; de nuevo guardó su móvil y miró de que trataba todo el ruido que estaba haciendo Yongsun tratando de buscar un vaso.

Byul rió en silencio, viendo como ni siquiera Yongsun podía alcanzar un vaso de la gaveta de arriba, ni siquiera estaba tan alto, realmente Yongsun era exagerada cuando se lo proponía. Una cosa llevó a la otra y los ojos de MoonByul se dieron un buen paseo desde los pies en puntilla de Yongsun, hasta sus bien formados glúteos.

Uffpensaba con un suspiro cuando dejó sus ojos puestos en aquello.

Yongsun se dio la vuelta sorprendiendola, y rápidamente MoonByul regresó sus ojos a su rostro, sonriendole como si no hubiera pasado nada. Yongsun le enseñó el vaso, sonriendo en victoria de que lo había conseguido y se volteó para servirle.

MoonByul no quería ser atrapada de nuevo, miró una fruta que estaba en una canasta a su lado, la tomó admirando tal el plástico de esta, esa idea de las frutas sin duda era de Seulgi, solo se imaginaba a su amiga riendo de cualquier persona que por casualidad mordiera de una.

Toma — Yongsun le ofreció el vaso de agua lo más rápido que pudo, pues no dejaba de sentir la tensión correr por su espalda con tener a MoonByul justo detrás de ella. No era tonta, MoonByul siempre había sido atrevida de un tiempo a otro, una mejora en realidad, pero esas cosas le ponían a un más nerviosa.

Byul tomó el vaso con cautela de no rozar sus dedos con los de Yongsun, por comodidad de la misma.

Gracias.

Iré a ver si Hyejin salió — Yongsun pasó a su lado para poder salir y perderse en el pasillo antes de llegar al baño entrando sin avisar.

Si estaba su compañera de dormitorio ahí, suponía que no debía estar en paños menores. Pero en absoluto, Hyejin ni siquiera estaba ahí. Cerró la puerta y decidió llegar hasta la habitación de la dichosa para terminar de encontrarla.

Tocó antes de abrir, y sin esperar realmente una respuesta abrió la puerta.

¿Wheein? — preguntó con asombro, viendo a Wheein muy acostada en la cama de Hyejin, y esta sentada a su lado dándole masajes en el cuero cabelludo.

¿Yong? — Hyejin le miró amenazante como de que había invadido su propiedad —¿Qué se supone que haces aquí?

Te estaba buscando, estúpida ¿y qué ocurre?

En realidad nada — respondía Wheein levantandose para arreglarse el cabello despeinado por las caricias.

Ya estás pensando cosas que no son — se quejaba Hyejin, mientras rodaba los ojos hacia Wheein — Wheein se siente mal Yong, ven y dale mimos.

¿Por qué está mal? — preguntó entrando a la habitación, y acercarse a Wheein para verificar que su temperatura estaba bien, o si la pobre chica tenía alguna venda en señal de que se había lastimado.

Bueno... — Wheein empezó, pero Hyejin le hizo callar enseguida con una mirada — Me... d-duele el estómago.

Yongsun ladeó la cabeza sin creérselo por completo, pero asintió y se encargó de sentarse a un lado de Wheein en el colchón para hacerle los mimos que Hyejin le exigía. Le empezó a masajear la cabeza, y en eso ambas amigas miraban a Yongsun con intriga.

¿Y para qué me querías? — quiso saber Hyejin.

Ah, Byul vino a verte y está en la cocina esperándote — dijo lo más normal posible, continuando con la atención hacia Wheein.

Wheein se levantó bruscamente de la cama provocando que  y se sentó en una esquina de la misma, es decir, lo más alejada de Yongsun para poder verle la cara.

¿Byul? —preguntó cuando ya estaba frente a ella.

Hyejin medio que sonrió, una sonrisa que Yongsun no había visto, no era como que Hyejin sonriera mucho en el día, y en la noche, la mayoría de ellas estaba de mal humor. Era... la sonrisa victoriosa de Hyejin cuando sabía que sus dos amigas se estaban involucrando nuevamente.

¡Sí, la posibilidad de que Moon recapacite!

¿Cómo que Byul? ¿Yongsun? — preguntó con la típica voz suave y baja que le caracterizaba a Hyejin.

Byul, MoonByul, Moon Byul, Moon... lo que sea — se explicó Yongsun con movimientos en las mano al aire — En fin, está afuera, ya me voy.

Nooo — cuando Yongsun se levantó, e iba a dar vuelta en la cama para salir, Wheein entre risas le tomó de sus muñecas para hacerla detener — Ven y cuéntanos... ¿por qué estás sonrojada?

Ambas amigas empezaron a reír por el rostro sonrojado de su amiga. Era cómico, desde hace tiempo eso no pasaba, Yongsun hizo un movimiento extraño en el que su cabello cubrió gran parte de su cara, favoreciendole hábilmente, y al momento de que Wheein le haló para que volviera a sentarse en la cama, Yongsun dejó caer su cabeza, ahora si con tal de cubrirse.

Nooo, no te cubras~ —bromeaba a su lado Hyejin, quien se le veía muy a gusto molestandola.

Vamos, no le diremos a Moon —dijo Wheein levantando su mano derecha como promesa.

Yongsun levantó su mirada, y con sus manos cubría sus mejillas para evitar ser expuesta, miró a Wheein quien sonreía todavía cruzándose de piernas sobre la cama esperando la historia con ánimos. Pero Yongsun no dijo absolutamente nada; miraba de Hyejin a Wheein, de Wheein a Hyejin y así, hasta que escucharon como alguien tocaba a la puerta interrumpiendo el juego de miradas que tenían, para desatar otro.

¿Interrumpo? — Byul estaba en la puerta, mirando inicialmente a Wheein con un signo de interrogación en la cara —Pensé que no estabas aquí.

Byul entró a la habitación con media sonrisa en su rostro, pasó de vista la mirada de Yongsun, y se acomodó en la otra esquina de la cama. Hyejin seguía en la cabecera, al igual que Yongsun, ambas mirando con atención a la castaña recién llegando.

Y no, no estaba... — respondió Yongsun mirando a Wheein, algo tramaba. Por su rostro indeciso y nervioso o tal vez estaba imaginando. Algo quería decirle.

¿Acas-so no puedo venir a visitar a mis hermosas amigas? — dijo sonando nerviosa, ni siquiera esforzándose por ocultarlo.

Bueno en fin — interrumpió Hyejin mirando ahora a MoonByul, quien por supuesto no había dejado de ver descaradamente a Yongsun.

Yongsun tampoco se había dado cuenta, digamos que estaba entretenida en la mirada perdida de Wheein hacia la nada.

¿No íbamos a estudiar? — dijo Byul apenas quitó sus ojos de la hermosa chica que ni le prestaba atención por ver a Wheein.

Se mantuvieron en la habitación hablando de diversas cosas, recuerdos y momentos vergonzosos. Obvio, no hicieron más que eso en la noche, y Hyejin podía saltar de nuevo de felicidad por el hecho de que Byul no contestaba su móvil incluso lo había apagado, y de que se veía tan absorta en cualquier cosa que dijera o hiciera Yongsun ¿Qué podía decir? Yongsun estaba acuchillandola en todo instante con las risitas que daba, que le hacían olvidar de hasta sus compromisos nocturnos.

Luego de eso todo transcurrió normal. La semana avanzaba sin novedades, y no íbamos a evitar que unas cuantas veces MoonByul visitaba la puerta roja. No era constante, pero al menos tenía pensamientos sobre Yongsun. No adecuados, pero los tenía.

[...]

Si era una de las cosas que Byul podía evitar, estaba claro que no lo iba hacer. Aquel tipo extraño que llevaba jugando con Eric un tiempo estaba irritandola.

El chico no se callaba, cada vez que miraba a MoonByul manejando el balón, se burlaba, reía de ella y le decía a sus amigos lo mal que podía ser un lanzamiento con el ejemplo de ella. Estaba enojada, y la mirada de Eric demostraba lo mismo. El no se consideraba una persona agresiva, pero se estaban metiendo con su mejor amiga, y no iba a soportar aquello por más tiempo.

Pero además de la mirada furiosa que le daba Suga a los chicos contrincantes, aun así ninguno dejaba de cacarear.

Suga se disculpó con sus amigos antes de hacer algo de lo que se podía arrepentir después, y salió del juego con enojo, tanto que al pasar por el chico protagonista de los insultos, le empujó con su hombro, siendo aquello una miniatura de lo que realmente quería hacerle.

Vamossss que ¿acaso no sabes tirar el balón? — una vez más el tipo hacía sus insinuaciones.

Moon, ya vámonos — Eric le habló desde atrás, pues Byul estaba apunto de cobrar un punto.

Eran las seis de la tarde, estudiantes caminaban por la acera del campus y algunas chicas, especialmente las novias de los chicos groseros y provocadores estaban mirando desde unas pequeñas gradas alrededor de la cancha.

Sí Moon, ya vete... estas quedando mal, mira que todos te están viendo — lo último se refería a algunos estudiantes que se detenían en la acera para ver de que trataba el alboroto.

MoonByul por supuesto que ignoraba sus burlas, o eso daba a ver. Pero no podía tan siquiera pensar bien, así que lanzó el balón, y sorprendentemente para los ojos de Eric, el balón nunca entro en la cesta.

Bien — susurró Eric cuando Byul se dio la vuelta para hacer un saludo de puños.

Los demás celebraron una posible victoria, irritando más de lo debido Byul que en realidad no se podía creer lo malos que eran aquellos chicos jugando.

Nuevamente a Moon le pasaron el balón, se posicionó de manera correcta y empezó a calcular su próximo lanzamiento, hasta que el chico nuevamente hablaba una serie de idioteces que incluso, a MoonByul le hicieron gracia.

Pero unos segundos después de que MoonByul lanzara el balón, el chico soltó una risa exagerada.

A este paso podríamos ganar hasta la nacional —dijo uno de sus amigos.

Byul rió también exageradamente, tratando de imitar la voz del chico pero de una forma más chillona.

Entonces no juegan y ¿solo hablan? —seguía riendo aún con el balón en las manos para pasárselo a Eric — Que bueno es ganar así, ¿no Eric? Estrategias de marica.

Vaya que si, pero Moon... ya vámonos — nuevamente Eric le decía con anticipación a un problema que ya se veía venir.

Realmente no estaban para meterse en problemas, pero así estaba Moon. Claro que no era un problema en serio para los demás que se burlaban de ella, pero lo fue cuando inesperadamente pasó lo siguiente.

Moon ahora miraba a los chicos extraños no decir nada. De repente guardaron silencio y el chico que principalmente estaba hablando en todo el rato se veía como si estuviera él admirando una hamburguesa. Tal parecía que ahora no le prestaban a más nada que a eso.

¿Qué tanto podía mirar el lagarto ese?

Moon siguió la mirada perdida del chico para buscar por lo que se había callado, cuando sus ojos se detuvieron en la verdadera razón sintió todas sus venas arder que iban a explotar. A un lado de la cancha, en la acera más cercana se encontraba Seulgi y Yongsun quienes habían llegado a tiempo.

No sabía MoonByul con exactitud a cuál observaba pero eso no quitó la ira en su ser por el tan simple descaro de hacerlo en su cara. Ese chico no podía ser tan tonto de ver a sus amigas de esa forma tan irrespetuosa y asquerosa.

Sin saber mucho qué hacía, Byul casi que revienta la pelota en el suelo cuando la lanzó al piso, haciendo que los chicos le vieran por el sonido estruendoso que había provocado.

¿Qué tanto miras idiota? — Byul avanzó los pasos que la separaban de aquel joven perdido, que ahora fijaba sus ojos en la furia de Moon.

Moon, no puede ser... — Eric avanzó al par de su amiga, pero fue para detenerla, pues estaba decidida a enfrentar al chico que no dejaba de resaltar una risa burlona.

¿Te molesta? No quiero verte a ti, quita de en medio — le decía el chico con intensiones de molestarla.

Vaya que no disfrutaba de la vida el joven. Estaba provocando a una persona sin que esa persona le hiciera algo, tenía sus motivos privados pero, si mencionaba aquello, no creí ver la luz de nuevo tal cual por el enojo en los ojos de la ex de su crush.

Pobre chico.

Yongsun estaba que no podía parpadear. Recién pasaba junto a Seulgi por la cancha, "casualmente", cuando ya se había desatado una disputa. En un principio quería ir hasta donde Moon y hacerla retirarse pero bueno, a Seulgi le gustaban las peleas de gallos.

No son gallinas Seulgi por favor —dijo Yongsun para tratar de entrar en razón a la animada chica.

¿Tu has visto a Moon pelear? Porque yo no y sería fantástico.

Y ¿que crees que pasará? La van a lastimar Kang — decía enfurecida por el poco conocimiento de su amiga.

Tu misma dijiste que ese tal Wonwoo era un chico tierno e inofensivo —le recordaba que no hace más de dos semanas aquel chico le había empezado hablar de la nada y cariñosamente.

Equivocada estuve, ya lo ves como tiene cara de que está provocando a Moon —Yongsun mientras decía eso, logró hacer contacto visual con Eric, y enseguida le hizo señas de que ambos amigos se acercaran hasta donde estaban ellas.

Eric como pudo, haló del brazo a Moon para alejarla de ese chico sonriente. Yongsun pudo suspirar aliviada en cierto modo, pero Seulgi ponía cara de cachorro triste por la falta de acción de su amiga y la afición por las peleas callejeras.

Byul al fin pudo caminar normal, y realmente enfurecida, no se podía creer, todas esas cosas que pensaba que no podían ser cierto, eran verdad. La idea de otros chicos mirando a Yongsun de ese modo, o quizás a Seulgi (pero ella estaba segura que era por Yongsun) le parecía lo más anormal del mundo. Estaba asustada, y sumado el enojo de ser posible que tipos como aquel estuvieran fijándose en una chica perfecta como Yongsun la hacían sentirse aún peor.

Ella no era la máxima maravilla del mundo, y no era como si estuviera diciendo que merecía a Yongsun o viceversa, pero ella más que nadie había deseado ver feliz a Yongsun ¿por qué ver que alguien lo iba hacer (especialmente tipos como aquel chico que no conocía) cuando ella misma podía hacerlo?. El solo pensamiento de ese asqueroso chico estando con Yongsun le hacía el respirar imposible.

MoonByul sabía que se había comportado de una manera fatal antes con su ex novia y amor de su vida, porque si lo era ¿Debía agradecerle al chico por hacerla entrar en razón? Ahora si, no podía tolerar tan siquiera que alguien mirara a Yongsun, a su Yongsun.


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