Cap. 3 ["Sonámbula"]
—Te quiero... — volvía a decirle Byul al oído, mientras le daba caricias con la palma de su mano en la espalda.
Yongsun se encontraba en su regazo, después de una clase. Totalmente exhausta, la pelinegra se hallaba recostada en MoonByul, con su rostro escondido en su cuello.
Algo en el interior de Byul, sabía que no podía ser real, pero no le quitaba las ganas de poder darle atención a su hermosa chica.
—Ya Moon~ — dijo entre risas Yongsun cuando la mano de Byul tomó otro rumbo, posandola por debajo de su delgada blusa.
MoonByul ahora se deleitaba con la suave piel, y aun más le encantó cuando Yongsun suspiró en su cuello. Le gustaba mucho.
¿Desde cuándo Yongsun se sentía tan pequeña en sus brazos? Ah, claro, había pasado mucho tiempo desde la última vez que la tuvo así, y lo había olvidado. Vaya que lo extrañó.
Una sensación de protección se apoderó de Byul. Ella misma se decía que tenía que proteger a su chica, que nadie podía tocarla, y ¡ay! el que lo hiciera. Derrepente, con solo el pensamiento de que alguien pudiera estar con Yongsun, le hizo sentir rabia y terribles impulso de esconderla del mundo.
Yongsun ahora afectada por las caricias maliciosas de MoonByul, se acomodó de una mejor forma, sentándose a horcajadas sobre ella. Enseguida escondió de nuevo su rostro en el cuello de la castaña, y ya Byul sentía que su corazón estaba a nada de salir disparado por la respiración caliente que sentía en el.
—Pareces una bebé... —susurró MoonByul nuevamente cerca de su oído.
Poco a poco, sus labios viajaron hasta su mejilla, y de ella a la comisura de sus labios. Tenía tantas ganas de besarla. Sentía el impulso de hacerlo, pero ¿cómo iba a reaccionar?
Escuchó como Yongsun soltaba una risita, y se enderezaba para pasar sus brazos alrededor de su cuello. Le miró tan intensamente, que MoonByul entre cerraba sus ojos por tal belleza, temerosa de encandilarse por aquel brillo que desprendía sus pupilas, que de ser visible para los seres humanos, ya estaría en cenizas.
—¿Por qué no me besas? —dijo Yongsun casi sin voz, y muy sensual por cierto, pues MoonByul había rodeado con sus brazos la cintura de ella para acercarla más si podía.
No fue ni la pregunta, ni la insinuación de su voz que hizo desvanecer a MoonByul. Fue el tierno y escalofriante puchero que Yongsun formó en sus labios como su arma letal. MoonByul nunca pudo negarse ante tal cosa.
—Sin duda, eres una bebé... —dijo sin aliento.
Centímetro a centímetro, MoonByul acercaba sus labios a los de Yongsun, con su pecho rebosando de alegría por ser conciente de tal placer que sentía, aunque no pudiese besarla como deseaba, algo no dejaba que se moviera, dándole a entender lo inalcanzable que sus labios estaban.
En fondo de ese increíble beso, sonaba en la habitación una canción, que reconocía Byul, pero en esos momentos lo único que quería seguir haciendo, era besar esos carnosos labios, calientes, dulces que hace tan solos segundos disfrutaba.
Muy a su pesar fue abriendo los ojos de a poco. Deseaba tanto seguir acostada y reanudar aquel increíble sueño, que luego de despertarse seguía pensando que era real, y así continuó pensando con una sonrisa mientras se levantaba perezosamente de la cama.
Sentada en su cama intentó alcanzar su móvil sin moverse, cuando pudo recuperar la vista por completo, divisó en el contacto de llamada el nombre de una de sus compañeras de clase.
¿Para qué le llamaba a las nueve de la mañana?
— Lisa ¿qué carajos? — respondió con aquella voz ronca, y retocandose uno de sus ojos.
—¿Cómo que qué carajos? Somos tan idiotas que aun te estamos esperando para ¡la presentación!
MoonByul de a poco comprendía lo que le decía su compañera, pero una vez escuchado como terminaba de gritarle, miró nuevamente la hora en su móvil, alejándolo de su oreja y enseguida continuó con la llamada.
—Lo siento, me quedé dormida. Llegó en cinco minutos.
—¿Cinco minutos?
—Sí — se levantó aún con el móvil en el oído, para buscar ropa en su armario, balanceándose un poco por haberse levantado tan rápido.
—Eres una cerda, al menos cepillate los dientes.
—Como quieras~ cuando llegue te daré un buen beso a ver si a sí... — MoonByul solo escuchó el típico tono de cortado en la llamada, suspiró y aventó el móvil a su cama —Idiota.
Soltó el móvil y como alma que se la llevan, sacó ropa del armario y luego puesta buscó de su mochila, guardó su móvil en ella para ir al baño y cepillarse antes de salir. Luego, se hallaba saliendo del dormitorio en medias poniendose las tenis. Saludó fugazmente a Hyejin quien estaba en la sala con una taza en la mano, y al menos tomó su tarjeta y su gorra del librero pequeño que había antes de la puerta, donde mayormente sus compañeras dejaban sus cosas al entrar.
Puso la tarjeta en su boca mientras corría arreglandose el cabello y así colocarse la gorra, y a la vez presionar el botón de "L" en el ascensor.
En lo que iba corriendo, por el pasillo para ir directo al centro del campus, y posterior a su edificio de clase, metió su tarjeta en el bolsillo trasero de su jeans, fue cuando en medio de todo ese caos, logró ver a unos metros de ella a Seulgi y a Yongsun.
Que linda mañana.
Aún cegada por aquel sueño suponiendo de su realidad, miró a Yongsun como si de esta dependiera su vida y mientras que avanzaba, totalmente decidida, Seulgi la notó avisandole de su posición con la mano como si MoonByul no se hubiera dado cuenta. Pero es que Byul ni siquiera la miró, tenía sus ojos puestos en la hermosa chica que se encontraba a su lado.
Yongsun enseguida volteó para ver de quién se trataba. Llevaba unos shorts, los cuales hizo que MoonByul frunciera el ceño tras lo reveladora que se había puesto hoy nuevamente; tenía una playera blanca con un nombre en rojo, y tenía unos libros en las manos, su cabello estaba suelto, acomodado a un solo lado.
Miraba a MoonByul con agrado y le saludaba con la mano al igual que Seulgi, aunque esta más bien se iba acercando dejando a unos pasos atrás a Yongsun.
¿Se veía más atractiva de lo normal esa mañana? Yongsun descifrando aquello de lo cual estaba ajena a pensar, mostraba un rostro casi que sonrojado. MoonByul realmente era linda.
Pero luego el rostro de Yongsun cambió cuando MoonByul no se detuvo a saludar a Seulgi. Tal vez iba muy deprisa, quien sabe, pero en realidad MoonByul estaba confundiendo la realidad con aquel sueño enloquecedor con el que había despertado.
Rebasó a Seulgi, y fue directo a por Yongsun, quien y por poco se le detiene el corazón al notar la distancia en que se interponía con el rostro de MoonByul en esos momentos.
—Hola bebé... — MoonByul se había acercado para darle un beso en los labios, pero Yongsun hábilmente lo esquivó por puro reflejo — Estoy de apuro, nos vemos ahora ¿si?— ignoró aquel comportamiento extraño de Yongsun, sin estar conciente de la equivocación que estaba realizando.
Es malo levantarse temprano y salir recién encendida de la siesta. No tuvo el tiempo suficiente de actualizar hora, fecha y lugar. Solo sabía que iba tarde, y que Yongsun tenía los labios más dulces del mundo.
—¿Qué haces?— le preguntó Yongsun pero MoonByul ya le había dado la espalda.
Salió corriendo prácticamente de su lado, dejándola más confundida que nunca si se cabe. Yongsun había quedado en shock, por poco y MoonByul le devolvía todas esas sensaciones que había deseado volver a sentir alguna vez con una sola acción repentina.
Seulgi estaba impresionada también, lo único que podía pensar es en que las drogas son malas. Pero luego de que Yongsun saliera de trance, el rostro nublado de esta, mirándola directamente, le hizo caer en cuenta que no era ninguna broma ni nada normal que ellas hiciesen eso.
—¿Me explicas tú? — le preguntó a Seulgi con cejas fruncidas, y apuntándole con un dedo.
—¿Yo?
—¿Quién más? Esto es una broma de ustedes ¿no?— caminó hasta ella, pero le pasó de largo con un breve empujoncito de hombros. Seulgi empezó a reír, de todas formas por más que Yongsun se sintiera enojada por la repentina actitud de MoonByul, ella estaba sonrojada a más no poder.
Nadie podía engañar a Seulgi, ella detectaba todo lo que no se podía ver.
Antes de hacer un show delante de Seulgi, Yongsun prefiero largarse de ahí. Aún escuchaba las risas de Seulgi tras ella, y le estaba empezando a irritar, pero siguió su camino sin siquiera mirarla, sabía que si lo hacía ocasionaría un caos total en la mente de Seulgi.
—Kim~ no estes enojada conmigo, no sé por qué hizo eso... —decía tratando de alcanzar a Yongsun, y sin una pizca de seriedad.
—Cállate ya —Seulgi corrió para estar a su lado, pero enseguida Yongsun se perdió cuando tomó otro de los caminos para llegar hasta su clase.
[...]
MoonByul llegó sana y salva a su clase. Sus compañeros seguían en sus lugares, observando a otro grupo que sustentaba su proyecto. Saludó rápidamente a Lisa, quien le brindó un sonrisa a medias, volviéndola a la expresión seria apenas MoonByul dejó de verla.
Al ya sentar detrás de Lisa, tiró su mochila al suelo, en la alfombra roja, luego empezó a jugar con el cabello de su compañera. Le gustaba molestarla, y ella sabía que a Lisa también, muy amable de su parte la verdad. Pero así era ella en todo momento. Secretamente era una de las cosas que le molestaban a Yongsun de la MoonByul adulta, por supuesto que no sabría nada de eso por cuenta de MoonByul, quien no tenía porque contarle sus asuntos. La cosa estaba con Seulgi, quien se relacionaba muy al fondo con Yongsun, y al final del día, sin ningún tema de que tratar, terminaba diciéndole los ligues de MoonByul, aunque estas chicas nunca llegaron a determinar algo.
La del problema solamente era una, y siempre sería esa a la cual MoonByul visitaba. Tristemente.
Cuando su compañera le quitó repetidas veces la mano de su cabello, MoonByul rindiéndose dejó reposar su espalda en la silla, mirando en fingida atención al proyector de sus compañeros. Colocó su tobillo en la rodilla, y se cruzó de brazos prácticamente desinteresada.
El tiempo fue suficiente para una sola cosa.
Repasó mentalmente los sucesos de lo que iba del día, y fue cuando se le escapó una tierna sonrisa al pensar en Yongsun, hasta que de a poco su rostro se desfiguró por obvia razón.
—Oh no...— Lisa volteó a verla por la expresión que había soltado de repente, pues todo el aula estaba en silencio esperando a que uno de sus compañeros respondiera una pregunta del profesor.
Tenía en rostro pálido, y claro que sentía nervios.
MoonByul se dejó deslizar en la silla de su respectiva mesa, la parte delantera de su gorra, la tomó con sus dedos bajandola para esconder su rostro del sonrojo que le había provocado el recuerdo de hace unos siete minutos.
Permaneció en toda la clase de ese modo, y luego de presentar su trabajo, continuó así hasta que acabara la primera jornada.
[...]
—Te juro que no tenía control de mi — se explicaba Moon ante Seulgi.
Aún tenía su gorra hasta abajo cubriendole los ojos, y ahora tenía una de sus sudaderas negras, pensando que así se libraría de ser reconocida por Yongsun cuando esta llegara a la cafetería.
—¿Quieres que te crea? Yo te veía muy decidida — refutaba Seulgi llevándose a la boca una porción de spaghetti enredado en el tenedor.
En la mesa sólo se encontraba estas dos, Suga estaba con una chica extraña al otro lado en una serie de coqueteos, y por último, a un lado de MoonByul, se encontraban Yooa y Xiumin, discutiendo alguna serie.
—¿Qué te dijo cuando me fui? —preguntó con desesperación. Ahora no dejaba de mover su pies nerviosa por la respuesta. Estaba segura que ahora su ex novia no querría ni siquiera verle como "amiga".
Esperó a que Seulgi tragara rápidamente y la vio tomar un poco de aire casi que ahogándose con la tragada que le dio a la bocanada de spaghetti, todo por responder rápido a su amiga. Tomó un poco de agua, y fueron solo segundos que demoró en procesar su respuesta.
—Dijo que era una broma de las dos.
Hizo un gesto de incredulidad, y Byul levantaba una ceja.
—Ya quisiera yo que fuera una broma —respondió enseguida.
—Sí bueno, no me quiere ni ver por eso. Por tu culpa estoy perdiendo mi oportunidad con ella — el fingido tono de seriedad en Seulgi ni siquiera se presenció, definitivamente era un don de ella el que las personas interpretaran lo que quisiesen con tan solo ella hablar de ese modo.
—¿Tu oportunidad con ella? —MoonByul preguntó a medida que Seulgi se tomaba el tiempo para despedazar una albóndiga — Deja de comer, estamos hablando Seulgi, y esto es serio, no estés jugando con eso de estar con ella.
—No te enojes~ — le dijo sonriendo.
—Si te vuelve a hablar de ello, dile que solo estaba sonámbula.
Seulgi asintió, comprendiendo la histérica mirada de su amiga, MoonByul preferiría mil veces decir que su propio cuerpo lo hizo a que admitir sus verdaderos deseos, aunque simplemente fueran provocados y desprendidos por un sueño que en definitiva, jamás olvidaría.
Tal vez la conciencia de Byul aún quería que a Yongsun, y ella no lo sabía, aún habían cosas en el pasado que le dejaban mucho que pensar. Como el hecho de tener en su historial la idiotez de dejar a Yongsun.
Tanto que pasó por ella, tantas indecisiones y malos ratos, para que ella misma, ya en la cima, se lanzara sin paracaídas.
Lo único a lo que se limitó MoonByul fue a beber de su botella de agua. Seguía moviendo su pies nerviosa, tanto era la incomodidad por lo ocurrido que ni siquiera se daba cuenta de algunas miradas excesivas.
Krystal no dejaba de mirarla en una de las mesas delanteras que compartía con sus amigas. Podía jurar que era la típica escena en la secundaria donde se comían a MoonByul con los ojos, y esta ni siquiera se daba cuenta, solo pensaba en una sola chica, una que estaba ya a sus espaldas pensando en cómo tan siquiera saludarla o, en si en serio debería saludarla.
—¿Teniendo sueños húmedos con tu ex?
—¿Estabas escuchando? — le preguntó Byul al notar a Yooa a su lado, como si en verdad hubiera estado pendiente de la conversación.
—Es normal que ahora quieras estar con ella, la verdad es que está muy, pero muy~... termina la frase Seulgi — comentaba en broma, y la mencionada enseguida le siguió la corriente.
Seulgi se acercó a MoonByul, como para decirle aquel secreto que todos sabían muy bien. Uno Byul evitaba pensar aveces, y ese que le molestaba tener al verla vestida tan reveladora.
—Buena — le susurró al soltarlo como un suspiro.
MoonByul en serio no se lo creía, sus dos amigas hablando de algo que ella catalogada como un error, un error al contárselos. Claro que sabía bien que Yongsun estaba más hermosa que antes, y tal vez ese contaste pensamiento le llevara a soñar con ella. Era algo que no podía evitar.
Al rato, Seulgi mientras jugaba con la comida, logró ver a una Yongsun en la entrada, dudosa de si llegar o no a la mesa. MoonByul seguía encogida en su lugar, y si no fuera porque Yongsun podia reconocer a MoonByul aunque estuviera a mil metros, diría que no conocía quien se escondía tras esa gorra de NY.
—Viene Yongsun~, viene Yongsun ~ —logró avisarle Seulgi antes de que Yongsun por fin caminara hacia la silla desocupada que estaba a un lado suyo.
—Ay no... — se quejó incómoda MoonByul en su asiento. Ya no podía levantarse, y menos quería ser grosera.
Dejó caer el rostro, ahora sin ninguna vista hacia el frente. Yongsun se acomodó en la silla saludando fugazmente a los demás amigos en la mesa y se centró en la castaña que la ignoraba.
Seulgi se encogió de hombros por la mirada de Yongsun ¿ahora Byul no le iba a saludar? Como sea, Yongsun no le puso mucha atención, MoonByul empezó a revisar su móvil luego de un rato en el que sabía que estaba siendo observada, y hacía como si no estuviera ahí. Yongsun se sintió decepcionada por su comportamiento, quería la atención de esa castaña, y no podía negar que el atisbo de felicidad seguía presente en ella con tan solo el gesto de volver a saludarla de ese modo tan cariñoso que acostumbraba. Pero al parecer sí era un juego o una broma.
¿Estaba siendo ilusa si creía en que tal vez podría tener algo con su ex?
Esas cosas ya no pasaban.
—Veinte años y se comporta de ese modo —soltó con agresividad Yongsun, no queriendo llamar la atención de los demás, pero nada se podía hacer estando tan cerca.
—Uff si... —continuó Seulgi —¿Sabes que es lo peor?
—¿Qué? —preguntó Yongsun y Yooa a la misma vez. Yongsun dándole una mirada inmediata a Yooa que también esperaba más curiosa de lo que podía ella misma estar.
—Hyejin... ¿acaba de pasar por nuestras narices y ni siquiera nos notó? —dijo para desviar el tema y que no atacara a su mejor amiga, pero era inevitable para Yongsun olvidar eso.
—Probablemente tenga mejores cosas que hacer que ver a una chica de veinte años hacer un berrinche —comentó Yongsun dispuesta a hacerle sacar aunque sea una mirada a Byul.
MoonByul estaba tentada a mirarla y sonreírle hipócritamente para hacerle saber que no le importaba, pero no, seguía mirando su móvil escondiendo sus ojos con aquella gorra que empezaba a odiar Yongsun.
Al parecer estaba difícil, quería verla a los ojos y comprobar si estaba arrepentida o no, esperando que fuera un no por supuesto. Increíble, Yongsun a estas alturas esperando algo de MoonByul.
—Ey, hola... — Eric nuevamente llegaba para salvar el día.
Antes de sentarse a lado de Yongsun, se inclinó como otras veces a darle un beso en la mejilla saludandola cariñosamente. Al parecer no fue tan difícil hacer que Byul le pusiera atención.
MoonByul levantó la mirada en cuanto por el rabillo de su ojo notó a Eric cerca de Yongsun.
Cuando Eric se alejó, continuó tranquilamente hablando con aquella chica extraña y Suga, mientras que Yongsun, desviando la vista de él, hacía la testaruda castaña, encontrándose con su inexpresiva mirada. Por fin había tenido contacto visual con ella, y enseguida le sonrió a medias, pero una sonrisa que sin duda decía mucho de Yongsun.
Byul atontada un rato por ese gesto poco acostumbrado de Yongsun hacia ella, le mantuvo la mirada, cosa que alteraron los latidos de Yongsun y la hizo jugar nerviosa con sus dedos por debajo de la mesa, como en tiempo remotos. Fue suficiente cuando la sonrisa de Yongsun se desvaneció por los terribles nervios que le estaban atacando y que no podía simplemente ignorarlos, Byul de nuevo bajó la mirada sin soportar más la humillación.
Yongsun siguió mirandola y aunque ella pensaba que estaba arrastrándose hacia MoonByul, no era la única de las dos que estaba así. Podría verle una naturalidad en las acciones de MoonByul que dirían un no se qué de importancia en el asunto. Pero en si, ella estaba hasta mucho más alterada que la misma Yongsun.
Sonrió aún más, teniendo en cuenta la escena que hizo a Byul recapacitar.
¿En serio aún se alegraba por ver esos "celos" reconocibles de MoonByul cuando aparecía Eric? Pues si, los años pasaron y sentía que eso no cambiaba, y no iba a cambiar al respecto, cosa que curiosamente le agradó. Siempre iba a tener una parte que le volvía loca, y que a pesar de todas las inconformidades que se expresaban en Byul, sabía muy bien que fuera el tiempo que pasara, iba a tener un lugar para ella en su corazón.
El amor de Yongsun era uno sincero, le estaba dando todo a Byul, quería expresarle lo enamorada que estaba. Pero ¿cómo saber que iba a cambiar eso ahora después de tantos años? Si antes, ella lo hacía, y ya había visto como su novia le había dado la espalda por una estúpida irrealidad.
Yongsun no sabía si en realidad era una obsesión que tenía por Byul, o porque desde muy pequeña su vida le estaba diciendo que amara incondicionalmente a esa chica, aunque se diera cuenta a los golpes.
Pero la quería, con todo y lo que le hizo llorar al terminar. Al principio se decía que era la típica niña desilusionada, y que luego pasaría el tiempo y todo estaría bien, pero ¿pero como iba a decirse así misma que no sentía nada más que una amistad, si, de la nada un gesto "involuntario" de Byul le volvía hace cuatro años atrás?
Que fraude, y pensaba que estaba superado.
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