Cap. 21 [¿Están cómodas?]
Las siguientes semanas pasaron volando.
Todo parecía tan tranquilo que en algunas ocasiones MoonByul se preguntaba si era un sueño o no.
Solo unos días más faltaban para que se hicieran vacaciones. Seulgi era una de esas que ya lo había dado todo por perdido, con respecto a las clases. Ya ni siquiera iba, y esperaba ansiosa poderse escapar unos meses de ese martirio y disfrutar junto a sus amigos.
Habían acordado alquilar una camioneta entre todos y ya estaban entusiasmados de poder salir a la playa o de camping. Los invitados especiales eran, por supuesto: Taehyung e Irene.
Era viernes, ya se había oculto el sol y tenían planeado pasar una noche de juegos, bebidas y películas. Pero era un plan sin sentido porque Byul planeaba irse a la cama temprano con la excusa de que estaba agotada por los exámenes. Y Yongsun le haría compañía.
Claramente ambas buscaban su tiempo a solas y poder hablar sobre temas entre ellas sin la opinión de otros chicos y chicas. A veces lo veían como un abuso a la amistad porque, días antes estaban tratando al pobre Taehyung de farsante. Decían cosas como que estaba jugando con Wheein, aunque era un poco lo contrario.
Eso había molestado de sobre manera a MoonByul, aunque no le parecía normal que estuviera saliendo tan pronto con su amiga, era problema de Wheein. Byul solo estaría entrometida en caso de que se viera lastimada o el chico le hiciera algo; aunque lo dudaba.
Le había dicho a los chicos un simple comentario, de que no se involucraran en eso, Wheein sabría que hacer.
Pero no le prestaron mucha atención. Luego de eso Byul desistió totalmente.
A Wheein no se le veía tan interesada en él, pero seguía viéndolo e incluso Yongsun había visto como ella se dejaba robar besos de él; pero algo más, como un noviazgo no estaba en los planes. Por eso Yongsun había hablado con ella y Wheein se había expresado con total seriedad.
Pero bueno.
En el dormitorio de Yongsun solo estaba ella, Byul, y una de sus compañeras que estudiaba medicina y prácticamente no salía de su habitación, así que no era tan peligroso que estuvieran haciendo lo que estaban realizando en estos momentos.
Byul había llegado para estar un rato a solas con su novia, antes de que los demás invadieran el lugar. Se dejó caer en el sofá más grande un poco exhausta ya que el ascensor estaba en remodelación y no le había quedado de otra que subir por las escaleras. A todas mejor dicho. Pero ella había llegado cansada porque tenía demasiada prisa en ver a Yongsun.
Yongsun por otro lado, la vio entrar sin saludarla. El sudor hacía lo suyo con la playera que cargaba puesta Byul, una playera blanca que estaba metida en la parte anterior de su jeans, dejando al descubierto su cinturón.
— Por amor a las nueces. Me voy a desmayar — reposó su cabeza en el respaldar del sofá tratando de apaciguar su respiración.
Tenía los ojos cerrados y hacía muecas por el dolor que sentía en sus pantorrillas.
Yongsun estaba de pies frente a ella. Mirando detenidamente lo bien que se veía Byul así toda suspirada y cansada. Ella se había cambiado a un vestido de tiras muy cómodo para la ocasión; estaba descalza y no había manera de que decidiera hacer esto en otro momento.
Le pareció perfecto.
Ella se abalanzó a Byul, sentándose a horcajadas sobre sus muslos y le sonrió tomando sus hombros como si temiera a caerse o que esta le alejara.
— Yong, necesito respirar un rato — se quejó aún componiendose del ejercicio.
Sus espiraciones se estrellaban con el cuello de Yongsun.
— Ya me di cuenta — le dijo Yongsun, pero en su voz estaba ese tono juguetón que más de una vez había resultado para provocar a su novia.
— Espera un rato — Yongsun no se movió de ahí, solo la observaba con obediencia a que MoonByul se estabilizara. Dos segundos después Byul abrió los ojos y se daba cuenta de las intenciones tras los ojos de la chica en su regazo.
MoonByul la sujetó de la cintura, quiso atraerla más hacia ella. Sentía los dedos de Yongsun acariciarle el cuello con lentitud y se daba una idea de cómo acabarían las cosas esta noche.
— ¿Ya estás mejor? — le preguntó Yongsun tomando el atrevimiento de acercar más sus rostros.
Byul no tuvo la oportunidad de responderle cuando Yongsun le estaba besando milisegundos después. Estaba muy apresurada y le intentaba bajar el ritmo con minuciosos apretones en la cintura.
Mientras se dejaba besar, ya no tenía de otra que seguirle la corriente. Estaba muy a gusto en esa forma, dejar que por algunas veces Yongsun tomara el control como lo estaba haciendo y era algo que no alteraba la relación.
Incluso Byul se sentía más querida. No la rutina de que era siempre ella la que buscaba tirarla a la cama.
Mientras Yongsun le hacía a sus labios lo que realmente quisiera, Byul abrió los ojos entre ese jalón y miraba desde esa primera vista los labios de Yongsun separarse un rato para volver a besarla.
Las manos de MoonByul nuevamente reclamaban lo que era suyo, pero antes de hacer el siguiente movimiento, se habían dirigido a los firmes muslos de Yongsun. Les había prestado atención unos momentos; subía y bajaba su mano haciendo que el vestido casualmente se deslizara hacia arriba dejándolo expuesto.
— ¿Quieres ahora? — preguntó Byul y metió sus manos hasta tomar la cintura de Yongsun pero esta vez desde la piel.
Sentía debajo de sus dedos las tela de su ropa interior, y estaba jugando con ella de si quitarla ya o esperar la aprobación innecesaria.
— ¿Esperas que diga que no? — Yongsun la miró sonriente y le entre cerró los ojos — Date prisa antes de que alguien toque la puerta.
Byul le sonrió.
— Que chica tan traviesa...
— Tú me estás siguiendo la corriente. Pero si no quieres, está bien — Yongsun le hizo un drama de querer irse de encima suyo pero Byul la detuvo.
No lo dudó más y dándose prisa, metido su mano derecha por su entre pierna. Hizo a un lado sus bragas e inspirándose con el gemido que le regalaba Yongsun al oído, prosiguió sus movimientos de meter y sacar ambos dedos.
Su mano izquierda seguía en su cintura, intruyendola a moverse entre sus dedos. Por otro lado, Yongsun dejó caer su frente en un hombro de Byul. Había pasado sus brazos por su cuello para tener movilidad de su torso apoyándose de ella.
Por la presión en sus hombros, Byul se hundía en el sofá sin mayor esfuerzo. Quiso perdurar el momento en que se aproximaba el orgasmo de Yongsun, aunque había sido pronto para uno. Pero cumpliendo con sus propios deseos, movía su pelvis hacia arriba, buscando tocarla más.
Eso sin duda había excitado más a Yongsun, pero estaba conciente de que todo era por una mejor experiencia. Levantó el rostro para deleitar a Byul con alguna estimulación. La elegida: estimulación facial.
Había empezado a besarla, mientras ella sentía todos los movimientos que le hacía en su interior, todo el placer repartido. Pero cuando Byul había inclinado el rostro hacia delante para volver a besarla, Yongsun se apartó y gemía en su cara.
— Uf...
Ella ahora movía lentamente sus dedos, jugando con la poca racionalidad que le quedaba a Yongsun para disfrutar de las embestidas. Ella movió sus caderas para acelerar el paso.
— No. Vuelve a gemir en mi cara.
Como era de esperarse, las cosas se habían calentado más de lo que se esperaba. Las palabras iban y venían cuando gozaban de su compañía; pero en momentos así cualquier sílaba podía encender el sofá.
Sus deseos se cumplieron. Yongsun volvió a gemir silenciosamente entre sus labios y luego lo hizo una vez más dejando besos por su mejilla y nariz.
Byul como regalo, aceleró sus embestidas y la escuchaba respirar acelerado a un lado de su cara. Yongsun recostó su cien la de Byul mientras se dejaba llevar.
— ¡Dios mío! ¡No!
Byul sacó su mano. Bajó el vestido de Yongsun y quitó sus manos de encima tan rápido como pudo.
— Wheein — Yongsun dijo enfurecida volteando a verla, aún subida en MoonByul.
La escena demostró que no hacían nada, solo era Yongsun encima de Byul, quien sabe, dándose besos. Pero Wheein por supuesto que no era tonta y esos extraños movimientos de Byul eran porque deshacía las pruebas... como seguir arreglando el vestido de Yongsun a pesar de que ya estuviera bien.
— ¿Están cómodas ahí? Lo siento. No sabía que tenía que tocar para entrar al dormitorio, que casi, puede ser mío
— Sí, claro — Yongsun no quitaba el tono en desacuerdo con la aparición sorpresa.
— Échale la culpa a Hyejin por darme su tarjeta.
Wheein ya había pasado y dejó su bolso en el sofá pequeño. Cerró la puerta.
Byul respiraba pesado con la cabeza hacia atrás, casi que pidiéndole a la tierra que la tragase. Yongsun miraba la garganta de Byul y sonrió un poco.
— Lo haré.
Yongsun después se bajó dejándose caer a un lado, y la pierna que había estado del otro lado la dejó en los muslos de MoonByul.
— ¿Solo están ustedes? Que aburrido todo.
— Créeme, no era nada aburrido...
— ¿Le comiste la lengua a Moon o qué?
Wheein se sentó en el piso de piernas cruzadas.
— Tonta — habló Byul — Al menos fuiste tú. Ya estaba acostumbrada a que Seulgi interrumpiera.
MoonByul pasó su mano por la pierna de Yongsun descubierta, desviando su vista de esa piel para verla rápidamente a los ojos. Era una mirada que decía: "Me encantan tus piernas".
— Iré al baño. Ustedes terminen con lo suyo.
— Como si eso fuera posible — le dijo Yongsun antes de que su pequeña amiga desapareciera por el pasillo.
— ¿Lo intentamos? — Byul volvió a dejar caer su mano en el muslo de Yongsun.
— No.
Yongsun rechazando dolorosamente la oferta y se levantó del sofá bruscamente. Claro que quería, pero no iba a arriesgarse a que llegaran los demás y ella quedara sin concluir su satisfacción y peor aún, que las vieran en ese acto.
Byul resopló moviendo los labios en desacuerdo.
No dijo más nada. El resto de los minutos en los que se había quedado sola en la sala, los había desperdiciado en ver sus redes sociales, contestando mensajes de Seulgi y recordando el número del dormitorio en el chat del grupo para sus amigos despistados.
Yongsun se había ido a su habitación esperando que Byul la hubiera seguido, pero no fue el caso. Cuando había vuelto a la sala, fue para abrirle la puerta a los demás mientras ignoraba a MoonByul.
También ignoró la forma en que su novia usaba su móvil con total concentración, pero Byul justo en ese momento y bajo los ojos acusadores de su novia había hallado entretenido jugar como si no hubiera un mañana.
Era el típico juego de encanastar y hacer el mayor puntaje posible para obtener diferentes diseños de canchas.
A su lado, Eric se había sentado para ver como jugaba online y Yongsun ya pensaba que ambos estaban viendo alguna modelo súper mega guapísima en el celular.
Incluso, Xiumin se había conectado para jugar con MoonByul y luego de un rato la sala estaba harta en risas varoniles y diversión, pero Yongsun miraba a Byul con brazos cruzados ante la falta de atención.
Aunque había sido ella la que dijo ese "No", le estaba echando la culpa a Byul mentalmente por no insistir.
Seulgi fue su salvación, llegó junto a Irene y las tres se escondieron en la cocina buscando platos para servir algunas golosinas que había traído. Minutos después Wheein entraba anunciando que Taehyung no podía asistir, y que solo tenían que esperar a Hyejin.
— ¡Moon! ¡Enséñame!
Yongsun se asomó por el pasillo, fuera de la cocina a ver que era ese escándalo en relación con su novia. Se cruzó de brazos.
MoonByul ocultaba la pantalla de móvil en su pecho, y se ponía de pies en el sofá para que Eric no lo alcanzara ¿qué tanto quería ver? Seguramente alguna chica linda de la universidad, pensaba Yongsun. Pero estaba equivocada, a Byul no le gustaba enseñar los puntajes que obtenía en alguna partida.
Wooseok entró por la puerta acompañado de Hyejin y ¿Amber?
Los demás dejaron de hacer gracia en el sofá ajeno. Hyejin estaba fulminado con la mirada a Byul por estar fomentando el desorden montada en el sofá como hormiga bala sobre una hoja.
— Yongsun, ven y calma a tu novia — pasaron los tres entre risas por como acusaba Hyejin a Byul.
La nombrada obvio que estaba viendo todo desde el pasillo. Ni siquiera miró a MoonByul. Si ella quería jugar a "Sé que me estás mirando pero yo no te voy a mirar", ella también podía jugarlo.
— Que haga lo que quiera — dijo encogiéndose de hombros caminando de vuelta a la cocina.
Pudo escuchar los "Uhhh" provenir de la sala.
— Que infantiles — Hyejin pasó directo a la cocina.
Byul se bajó del sofá y de forma automática guardó su celular en su bolsillo. Eric se burlaba de ella en el momento que decidió ir a ver a Yongsun, pero luego de que Byul desapareció sin prestarle atención a su amigo, los demás empezaron a molestarlo.
— Pero doce por ocho ¿cuánto es? — le preguntaba Seulgi a Wheein.
Ni siquiera le prestaban atención. Seulgi quería entretenerse con algo o con alguien pero las demás estaban ocupadas sirviendo sodas, unas cervezas, y snacks que la dejaban hablando sola.
— ¿Por qué no vas a jugar con los chicos un rato? Iré apenas termine de ayudar — le dijo amablemente Irene.
Seulgi sonrió hechizada.
— Okay — y con eso se fue pasando a un lado de Byul.
— No paraba ¿eh?
— ¿Quién te llamó? — y ahí estaba Yongsun, haciendo un poco de drama, celosa por un juego de lanzar pelotas.
— Uy — Hyejin empezó a toser y Wheein le siguió la corriente.
Lo único que hizo Byul fue sonreír, en especial a Irene ya que era nueva en eso del grupo y le avergonzaba. Yongsun se agachó buscando algo en la nevera y en cuanto se levantó Byul le tocó a un costado la cintura.
Solo había sido un toque leve, pero claro que Yongsun lo había sentido. Pero en vez de ser grosera la miró con cara de pocos amigos. Yongsun dejó lo que buscaba en la nevera para salir al pasillo caminando lejos, como si fuera a su habitación, pero se detuvo frente a la puerta de Seulgi.
MoonByul la había seguido y por la forma de caminar de Yongsun rigida, sospechaba que este sería su primer conflicto.
¿Quién ganará?
Justo Yongsun dandose la vuelta para mirarla y acusarla con los ojos, Byul la envolvió con sus brazos por la cintura.
— ¿Y ahora qué hice? — dijo besando su cuello a pesar de las manos de Yongsun sobre su pecho insistiendo en apartarla.
— Por supuesto que nada.
— Solo estaba jugando.
— Ahora eso es más importante.
— Claro que nooo. Me dejaste ahí en el sofá aburrida, qué querías que hiciera?
— Pues, qué más. Mirarme.
— Mm.
— Ya~ aléjate de mí — volvía a empujarle.
— Pero si eres mía — se separó para darle un beso en los labios pero que Yongsun esquivó rápidamente — ¿Ya no me quieres?
Yongsun rodó los ojos.
— Si te digo que no ¿me dejas ir?
— No, me quedaré contigo aquí hasta que me digas que sí me quieres.
— Entonces sí te quiero.
MoonByul le sonrió y la empujaba hacia la pared dejándola sin salida. Ahora tocaba la fina cintura de Yongsun, como la tela le impedía tocar más allá y a la vez el vestido dibujaba su perfecta figura. Tanto fue explorando que sus manos llegaron a parar en su trasero y le daba un apretón.
— Yo también lo hago, y mucho.
— No me toques así Byul~ — sí, ella quería quitarse a MoonByul de encima pero esa súplica sonaba más como una chica consentida que quería ser tocada.
— Es que estas divina con ese vestido — le había dado un beso en la mejilla y allí se quedó para hablarle al oído.
Quitó las manos de su parte trasera y la volvía a abrazar. Esta vez un abrazo suave.
— Tal vez más tarde podemos terminar lo que empezamos hace rato — negociaba Byul.
— Eso es algo que también le dirías al jueguito ese.
Byul se echó a reír y le daba un beso casto en los labios que para nada Yongsun aceptó.
— Voy a desinstalarlo enseguida.
— Mentirosa.
— De verdad lo voy hacer — le sonreía Byul, ambas cara a cara en competencia de quien se dejaba ganar de la otra.
— No hagas nada, solo ve y sigue jugando con tus amigos.
— Pero vas a seguir molesta.
— ¿Quién te dijo que estoy molesta?
Byul le sonreía hipnotizada. Yongsun sí que había estado molesta por esa tontería de la atención, pero luego de que se calmaba, su rostro se veía claramente sonrojado y sin mencionar las sonrisas que se le escapaban mientras miraba entre los ojos y los labios de Byul.
— No sé, intuición — se apartó de ella — Dame un beso.
Yongsun se cruzó de brazos y negó.
Y la hizo enfurecer más la risa que Byul hizo. Se tomaba todo en broma. Al menos tenía sentido del humor porque si no lo tuviera quizás hasta terminarían su relación enseguida.
Yongsun solo la estudió, en lo que Byul dejaba de reírse. A Byul le causaba risa el rostro de su novia.
¿Esa era su cara de enojada? Parecía una bebé queriendo algo de comer para después irse a dormir. MoonByul viendo que no obtenía resultados, decidió fingir estar molesta y frente a ella.
— Me iré con los demás. Yo sí te quiero un montón por cierto — se dio la vuelta sin volver a mirarla a los ojos, esperando que tuviera resultado.
No tuvo la oportunidad de dar un paso más cuando Yongsun le agarró de la playera y la arrastró hasta tenerla de frente.
— Que necia eres — dijo entre dientes y se colgaba de su cuello para besarla.
No se hizo de esperar la sonrisa en el rostro de Byul cuando le devolvía el beso. Eran tan dulces los labios de Yongsun, y ahora ella llevaba el ritmo degustando cada parte de su boca. Su lengua rozaba con la de ella exquisitamente mientras que sus piernas se debilitaban por la atención de más que estaba recibiendo.
— Ash.
— ¡Wheein! — Yongsun lamentablemente tuvo que separarse de Byul cuando escucharon a la persona estropear el momento.
— Lamento que mi instinto quiera arruinarles los momentos calientes pero cualquiera hubiera sido ¡están en el pasillo!
Ambas se separaron cuando Wheein pasó detrás de ellas para dirigirse al baño con la cabeza baja, pero para no mirarlas a la cara y reírse, no por que Yongsun la estuviera regañando con la mirada.
Byul se volvió a acercar a Yongsun para besarle una vez más sin compasión. Se dirigió hasta la piel detrás de su oreja y besó con ternura el suave lugar que le hizo suspirar a Yongsun. MoonByul ahora ponía sus manos sobre la pared sosteniéndose para estar más cerca si se podía.
— ¿Si podemos seguir más tarde en tu cama? — le susurraba.
Era definitivo, Byul había ganado.
Yongsun asintió sin moverse.
— Hueles a bebé — se rió Byul olfateando más entre el cabello y su piel de ese costado — ¿Acaso eres una bebé?
— Ya déjame — antes de Yongsun escapar, le había dado velozmente un beso en la mejilla a Byul. Luego se dobló sus rodillas solo un poco para salir.
Se escabulló hacia la cocina, llegando a la par de Irene para ayudarla a llevar las cosas a la sala.
— ¿No se molestará la chica que estemos aquí haciéndole ruido?
— No, ella literalmente nos dijo que podíamos hacer lo que queramos — le contestaba Seulgi a Wooseok.
Todos se sentaban en el piso alfombrado haciendo una especie de círculo deforme. Byul se había tomando el atrevimiento de estar al lado de Yongsun susurrando cosas a su oído mientras los demás hablaban.
— Eso es porque le gustas — siguió la conversa Yongsun dejando de lado las palabras extremadamente empalagosas que su novia no podía esperar a decirle a solas, sino delante de sus amigos.
— Dios, Yongsun. Deja de decirlo en voz alta... te puede escuchar — Seulgi le había lanzado una gomita con forma de rinoceronte a su pecho, que brincó después al suelo.
MoonByul agarró la gomita y se la tiró de vuelta a Seulgi, atinando en su cara. Después de eso volvió a susurrarle cosas a Yongsun.
— ¿Es cierto? — Wheein abrió una de las latas de soda y se la pasaba a Hyejin.
— Sí — contestó Yongsun.
— No — contestó Seulgi — Yongsun está exagerando.
— Se le nota — vocalizaba Yongsun hacia los demás pero sin que Seulgi la viera o escuchara.
Podría decirse que había una leve atracción entre aquella chica con la que compartían dormitorio y Seulgi, pero esta se negaba a aceptarlo delante de Irene puesto que si todo salía bien esta noche, la haría su novia.
Yongsun se había reído por lo bajo unos segundos antes de que Seulgi la mirase con reproche. En otro universo paralelo, Byul olfateaba a Yongsun, pero justo cuando esta la miró de reojo, Byul retomó los piropos que le decía al oído.
Todos los repetía, ninguno era nuevo. Pero aún así, a Yongsun se le erizaba la piel tan solo escucharla tan cerca y su aliento reventarle en su cuello. Simplemente único.
Claro que los chicos la molestaron hasta que se separara de la pobre Yongsun que buscaba entretenerse, jugar y charlar con los demás. Pero todo surgió más intenso cuando Amber había llegado del baño.
Hasta se habían olvidado de ella, aunque sonara cruel.
MoonByul se recompuso a un lado de Yongsun, actuando con naturalidad y obviamente avergonzada con Amber. No había tenido oportunidad de hablar con ella, y Amber luego de la conversación con Eric, tampoco había buscado de MoonByul para arreglar las cosas. Sin embargo, hoy era la noche perfecta para todos.
Empezaron con típicos juegos de bebe o habla. Luego hasta jugaron piedra, papel o tijera y por último el famoso juego que termina descubriendo los crushes, haciendo noviazgos y dejando en ridículo a más de una persona.
Para Yongsun y Byul, les resultaba tranquilo jugar. No tenían nada que esconder entre ellas y en los retos, sabían que sus amigos las podrían a cumplirlos entre ellas dos. Así que todo bien.
Pero no tenían en cuenta otros temas.
Nada que ver en las primeras rondas. Risas, bebidas y otros bochornos hasta que resaltó cierta pareja que ya a más de uno le intrigaba saber realmente que estaba pasando.
Cuando le tocaba a Hyejin preguntar, había escogido a Irene y ella había decidido irse por la verdad. Hyejin preguntado sin pensarlo dos veces, quería saber lo que realmente Irene sentía por Seulgi. Las cosas tenían que ponerse fuertes porque de no ser así la noche estaría aburrida. Ella por supuesto que la había salvado.
Irene miró de reojo a Seulgi, quien estaba fingiendo el máximo interés en esa palomita de maíz que se parecía a un camión. Se sabía que había una fuerte atracción entre ellas pero ¿hasta cuándo estarían de esa forma?
La pasaban bien juntas, a sus amigos les gustaba, y sobre todo... se veían contentas cada vez que se encontraban o acordaban verse.
— Emm...
— Ya dilo — insistió Wheein.
— No tienes que hacerlo si no quieres — le dijo Byul frente a ella.
— Deja que nos diga — Hyejin le pegó en el brazo a Byul.
Yongsun le lanzó un maní a Hyejin.
— Alguien toca la puerta — avisó Eric.
— Iré yo — se levantó Yongsun.
— Ya me dio hambre — decía Seulgi.
— ¿La van a dejar hablar? — preguntó Suga con calma pero frustrado.
— ¡Hola! — entró Jimin saludando — ¿Comenzando sin mi?
— Siéntate acá — Wheein le señaló el espacio a su lado.
— Voy.
Yongsun se sentó junto a Byul siendo recibida con un beso robado en los labios.
Irene empezaba a molestarse. De verdad tenía muchas ganas de hablar de una buena vez y dejar a un lado el hecho que Seulgi no se lo haya confesado antes. Debía aclarar ella lo que tenían delante de todos para quedarse tranquila.
— Estás bellísima — le decía Byul a Yongsun en su oído.
Yongsun se rió por las cosquillas y llamó la atención.
— Ya déjala Moon. Hasta a mí me tienes sofocada — decía Seulgi, pero estaba sonriendo lo que provocó que Byul sonriera.
— No le regañes con una sonrisa Seul, le estás aplaudiendo lo que hace... pobre Kim.
Hyejin se pasó las manos por la cara ya no soportando el bullicio.
Ellos saltaban a otro tema, y Jimin se integraba contando unos chistes junto a Eric. Parecía que el tema de Irene y Seulgi se lo había llevado el viento.
Pero Irene se había quedado sorprendida lo que pasaba a su alrededor. Ya estaba desanimada, después de todo y eran sus pensamientos, en que de seguro ninguno de los presentes le interesaba de verdad como estaban las cosas con su amiga. O posiblemente daban por hecho que ellas se traían algo.
Pero no era lo mismo.
Seulgi volteó a verla. Unos ojos que se notaban preocupados, como si con la mirada estuviera preguntando si todo estaba bien. Se sentía tan cómoda mirando a Seulgi directamente que hasta se perdía el bullicio. Irene se le acercó sin esperar que los demás no la notaran. Daba igual si lo hacían.
Se acercó tanto para decirle un pequeño secreto a Seulgi, quien había aceptado también inclinándose de lado, más hacia ella. Sus piernas estabas cruzadas al estilo indio, y sus rodillas rozaban.
Parecía que tenían todo el tiempo del mundo. MoonByul las observaba desde el frente; Yongsun le estaba rascando la nuca mientras hablaba con Jimin.
Los otros seguían en sus conversaciones, ajenos a lo que estaba por suceder. Byul guardó silencio, la única con boletos en primera fila de lo que se estaba dando y no quería llamar la atención de los otros porque sabía que iban a estropearlo. Solo esperó hasta que vió una sonrisa en los labios de Seulgi cuando Irene le había susurrado algo.
— ¿De verdad? — se separó un centímetro solo para verla y confirmar.
— Sí — Irene asintió sonrojada.
— Yo también — se acercó a ella para que le escuchara; pero era más porque no quería que los otros pudieran darse cuenta de lo que decía — Yo también quiero estar contigo.
Sus latidos hacían énfasis con cada palabra. Era la fiel prueba de que estaba hablando con la verdad hacia la chica de la que había estado un poco obsesionada desde hace un tiempo. Seulgi lo quería todo.
— Te quiero — Irene aprovechó de ese breve shock en el que había enviado a Seulgi para tomar su mano por encima de sus piernas.
Sin duda para Seulgi, aquel susurro jamás iba a ser olvidado.
— Yo más — logró responderle.
Byul sonrió aunque no tuviera ni idea de que justo a escondidas de los demás, se habían aclarado y establecido una relación entre ese espacio. Oficialmente Seulgi estaba en una relación y en cuanto levantó su rostro se encontró con la mirada de Byul, que por su parte sostenía firmemente la mano de Yongsun.
Ambas se rieron bajito y con disimulo sabiendo que en sus manos, estaban sosteniendo lo más preciado que iban a tener, en mucho, mucho tiempo.
Esa noche las cosas se acomodaron. Habían retado a Amber a que hiciera las pases con Byul. Cuando no se cumplía el reto tenían que beber un gran trago de lo que sea que habían comprado los chico. O sea era realizar el reto o posiblemente envenenarte. Pero Amber sabía de la bebida extravagante que tenía ante sus ojos.
Bebió de ella, un buen trago por cierto. Hizo una cara amargada y cuando todos pensaron que esas dos viejas amigas jamás se iban a reconciliar, Amber levantó la mano en busca de paz.
Todos gritaron. Y MoonByul sonriendo, la había aceptado, sellando esa noche una promesa con una buena plática para después.
Moonsun: ✔
Seulrene: ✔
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