Dahee a pesar de tener ganas de hablar con Yongsun y preguntarle lo que había pasado entre ellas, o saber si en realidad había pasado algo. Al final se decidió por no hacerlo. No debía meterse en los asuntos de sus ahora compañeras de universidad.

Después de aquello, la semana pasó más lento de que lo que Byul se había imaginado. Dahee le había dejado mensajes preguntándole si iría a la dichosa fiesta, pero MoonByul volvía a contestarle con un "voy a pensarlo".

Sus ganas de querer hablar con Yongsun crecieron cada vez más. Con todas sus fuerzas intentaba encontrarla accidentalmente, cuando merodeaba disimuladamente por los salones comunes o el auditorio general, pero sentía que Yongsun se estaba escondiendo de ella.

Hasta que, luego de unos pocos días Eric volvió aparecer tras haber terminado un proyecto en el que MoonByul no le pudo ayudar, y la había invitado a una pelea amistosa en la cancha de baloncesto como celebración de ello.

Todo estaba saliendo fenomenal ese viernes a las seis de la tarde, aunque Byul estuviera un poco desanimada. Pero los aires se le subieron a la cabeza cuando encontró a Yongsun hablando cerca de la cancha con... aquel tipo.

— No, ese idiota de nuevo — las palabras habían salido de su boca sin esperarlo.

Eric le escuchó y enseguida siguió la dirección de su mirada. Cuando nuca Byul se había encontrado a Yongsun de casualidad por el campus y ahora milagrosamente viene a ella acompañada de aquel chico irritante.

No sabía que le molestaba más; si el hecho de que de nuevo ese tipo estuviera hablando con ella o, que Yongsun le sonriera tanto como lo estaba haciendo.

— ¿Quiere llamar tu atención? — le preguntó Eric a su lado.

MoonByul ahora estaba enojada. Con el chico y con Yongsun.

— Tiene todo un campus para ir detrás de otras chicas y justo se aparece con Yongsun — dijo Byul apartando la mirada de ellos.

Debía admitir que pronunciar el nombre de Yongsun en voz alta le había desatado la sensación de inconformidad. Se había acostumbrado a ella de todas las formas posibles y se daba cuenta de lo malo que era eso. No podía hacer ninguna actividad sin pensarla o recordarla; como si ya le perteneciera a su alma.

— Me refiero a Yongsun...

— No, ella no es así.

— ¿Qué hacen? ¿Vamos a jugar o no? — Suga apareció en su campo de visión moviendo el balón entre sus manos.

Reanudaron el juego entre ellos. Las miradas eran más insistentes pero Byul ignoraba las sonrisas coquetas y guiños de muchas de las chicas, solo quería la atención de una chica y la estaba teniendo, solo que no se había dado cuenta.

Yongsun no estaba por ahí de casualidad. Ella iba felizmente hacia su dormitorio cuando se encontró al chico y este le invitó a verlo jugar, el le había asegurado que Moon no iba a estar, ya que no la había visto por la cancha en lo que iba de los días, pero afortunadamente cuando llegaron si estaba.

Ella no le reprimió nada a él, porque sinceramente se había quedado satisfecha luego de ver aunque sea unos minutos a Byul. Al parecer la valentía de Yongsun se había esfumado, nunca se armó de valor para iniciar la conversación con Byul y aunque se estaba muriendo por hablarle, terminaba retractandose, además de que se ganaba una buena reñida de Seulgi.

El chico la dejó cerca de las gradas. Yongsun ya no quería estar allí, de una forma u otra se sentía involucrada con él, y para nada quería eso. Le envió mensajes de ayuda a Seulgi para que llegara hasta donde estaba ella y la sacara de ahí pero ni siquiera le llegaban los mensajes.

Byul vio la oportunidad perfecta, miró a sus amigos unos segundos como disculpándose y empezó a cruzar la cancha para llegar hasta donde estaba Yongsun.

— Ay no, no, no — pensaba Yongsun, quien se dio vuelta para ir escapándose.

Byul apresuró el paso, tomó su mochila del suelo donde todos las habían dejado y salía de esa zona deportiva. Así fue hasta que Yongsun entró al edificio más cercano para poder perderse de su vista, aunque fue inútil porque Byul la alcanzó en cuestión de segundos en aquel pasillo y la tomó del antebrazo para detenerla.

— Yongsun — dijo con media sonrisa en sus labios.

— Ya ¿Qué quieres?— esta vez no quiso quitar el brazo, solo se quedó parada esperando alguna reacción de MoonByul.

Byul le miraba atenta, y en sus ojos se veía una clara ráfaga de tristeza. Como notó que Yongsun no se estaba esforzando por detenerla o apartarla, decidió alejarse de ella.

— ¿Podemos hablar?

Yongsun no respondió.

Suponiendo que podía hacerlo, rápidamente buscó con la vista un lugar más privado para hablar. Dio con una puerta que sin duda era del cuarto de limpieza, tomó de la mano a Yongsun y la arrastró hasta ahí.

Ya adentro Yongsun se soltó de Byul y la fulminó con la mirada.

— ¿Por qué me traes aquí?

— Quiero hablar contigo.

— Yo no quiero — reclamaba con enfado.

Yongsun estaba sorprendida, y sin quererlo ahora estaba frente a frente con MoonByul en un cuarto de unos dos metros de ancho y largo. Se encontraban obviamente artículos de limpieza en las estanterías, y tenía un olor peculiar de desinfectante para piso.

Que romántico.

Pero hora de enfocarse en lo que importa.

— Escucha, de verdad lo siento por lo de ese día... yo no, no quiero que pienses cosas que no son...

— ¿Y qué debería pensar entonces?

— Yo no me acosté con ella estando contigo... jamás lo haría — dio un paso más cerca de ella.

El contacto visual no se perdía. MoonByul tragó fuerte al ver el rostro serio de Yongsun; no se movía, su respiración estaba neutral y parecía que la estaba estudiando o tratando de leer.

— Tienes que creerme... no te haría daño de esa forma ¿Crees que arruinaría lo nuestro tan fácilmente? ¿Después que estábamos súper bien?

— Dime una cosa Moon — le interrumpió cruzándose de brazos. Si su objetivo era intimidar a MoonByul, lo estaba consiguiendo — Si te dijera que me contaras todo desde el inicio ¿lo harías?

MoonByul enseguida recordó en cómo había empezado todo, no pudo evitar desviar la mirada hacia otro lado que no fueran los ojos de Yongsun. Era vergonzoso si le confesaba que esa "atracción" de Krystal surgió años, cuando seguían siendo amigas.

— Eso me dice todo — concluyó Yongsun negando con la cabeza y profundamente arrepintiendose de haber pensado en nuevas oportunidades para Byul.

Incluso, una pequeña lagrimita quería escaparse de su ojos, pero no podía hacerlo frente a Byul, quien se había quedado sin pestañear frente a ella.

— Pero déjame hablar Yongsun.

— ¿Y qué más puedes decir? — preguntó con enojo cruzándose de brazos.

— Lo que pasó, es pasado... no lo veas como algo que haría de nuevo, jamás... eso fue un error, te lo digo de verdad — trataba de explicar.

Su respiración de la nada se alteró, y sabía que iba a reaccionar así, porque veía que las cosas no estaban resultando. Yongsun suspiró y miró detrás de ella, como si existieran cosas más importantes, o así lo veía MoonByul.

Byul se acercó más a ella. Yongsun no se percató de eso porque estaba ensimismada pensando como hacer las cosas ahora. Se había alterado por un momento, pero no podía con la idea de que los celos la estaban matando, aunque fuese algo que no tenía vuelta atrás, y que después de todo, para MoonByul no había tenido un significado.

— Por favor... — cada vez se acercaba más a Yongsun sacándola de sus pensamientos — Quiero compensar todo el daño que te hice antes.

Yongsun entendía a que se refirió. Prácticamente Byul le estaba confesando que tenía conocimiento de que al terminarle cuando eran más jóvenes estaba haciendo mal. Aunque no supiera realmente el por qué. Pero por todo el amor que sentía por ella, sabía que valía la pena algo más.

Yongsun clavó sus mirada en los ojos de Byul, estaba demasiado cerca, tanto que podía sentir ya su respiración y tenía esa sensación extraña en los labios. Desvió sus ojos de los de Byul para ver solo en un fragmento de segundo sus labios.

Byul se acercó más para tomarla de la mano. Ella por igual estaba siendo afectada por el momento pero no se imaginaba todas las emociones que poseía Yongsun en estos momentos, y para rematar, Byul le empezó a dar caricias en la palma de la mano, esas caricias que ya eran propias de ellas y estaban acostumbradas.

— ¿Por qué ella? — Yongsun rompió el ambiente cálido y alejó su mano de Byul.

Al parecer ella tenía otro estilo, y no le iba a dejar el camino fácil.

Aunque le había costado volver a la realidad, Byul entre cerró los ojos a Yongsun sin creerse el cambio tan repentino.

— No lo sé — Byul suspiró — Prometo contarte todo después.

— Pero...

— ¿Pero?

— Siempre hay un "pero"... no me sorprendería si lo tuvieras — Yongsun se cruzó de brazos y volvía a poner su rostro serio.

— No hay "peros" — hizo comillas con los dedos — Solo quiero estar contigo Yongsun.

— Y ¿Cómo quieres que te crea?

El sonido del móvil de Yongsun la interrumpió a ella misma. Era el tono predeterminado para Seulgi así que podía esperarse, Byul la miró dudando de si iba a contestar, pero viendo la distracción del móvil, se acercó mucho más a Yongsun colocando una mano en su cintura.

— Yongsun, ya no quiero estar así contigo — decía con impaciencia.

— Yo tampoco quería, y mira lo que hiciste — sus palabras fueron lanzadas como piedras hacia MoonByul, pero una parte de ella le decía que era verdad y que tenía que decirlo.

Aun así, salió arrepintiendose cuando vio el rostro deshecho de Byul ¿por qué tenía que ser tan sensible a ella?

Byul sabía que si seguían en ese modo no iban a llegar a nada. El tiempo que había transcurrido para calmar las cosas no había logrado nada, y le dejaba ver una vez más que no había escapatoria.

— Discúlpame — dijo Byul en voz baja — Por todo lo que he hecho, parece ser que no tengo solución...

— ¿A qué? — Yongsun liberó la tensión de sus hombros y ahora empezaba a escucharla.

— A mi idiotez, claro está — Byul se encogió de hombros y miraba a otras partes del pequeño cuarto mientras Yongsun pensaba.

MoonByul recostó la palma de su mano contra la pared, como sosteniéndose para mirar sus tenis con interés; claro que trataba de ignorar a Yongsun, y no dejar que le viera la pena y ansiedad que su rostro dictaba, además a Yongsun ya le estaba haciendo efecto verla así, además de ese puchero en los labios más la forma de sus cejas estaban deshaciendo el poco orgullo que Yongsun se había colocado.

Byul se rindió al final, y terminó mirando a Yongsun a los ojos. Ahora estaba más nerviosa mirándola a ella ahí sin decir nada. Yongsun por otro lado, dejó a un lado esas ganas que antes tenía de salir corriendo y se relajó.

— Byul está bien — dijo moviendo sus manos nerviosa.

— ¿En serio? — se acercó más a ella entusiasmada.

— No, aún estoy un poco rara con eso.

— Mm, bueno... — Byul lentamente llevó sus manos a las de Yongsun que se movían sin pensar.

— Pero me vas a contar todo.

La mirada de Byul iba de las manos de Yongsun a sus ojos. Se notaba que estaba nerviosa y tenía ese impulso de hacerla detener a su manera. Ella veía que Yongsun estaba diciendo algo, hablaba y gesticulaba de cierta forma que la hacían pensar que estaba enojada, pero ella estaba pendiente de sus deseos por besarla y tomarle de las manos lo más pronto.

— ¿Me estás escuchando?

Byul asintió, pero en cuestión de segundos rompió ese estrecho espacio entre ellas, la tomó de sus manos para guiar sus labios hacia su mejilla izquierda.

— B-Byul no — la empujó de los hombros y la mantuvo solo por unos segundos lejos, pero Byul volvió a estar muy cerca de ella.

— Solo quiero darte besos por todas partes.

— Pero estoy hablandote — dijo con postura pero sus ojos se desviaban a los labios de Byul la mayoría de las veces.

Byul medio sonrió y pasó sus brazos por la cintura de Yongsun y la abrazó fuerte, escondió el rostro en su cuello e inhaló como pudo el perfume característico de Yongsun, el que tanto había extrañado.

Yongsun solo se dejó abrazar y rodó los ojos cuando Byul empezó a darle besos en el cuello, como quien no quería la cosa, pero había extrañado estos días tanto como Byul a ella, y ahora podía tenerla.

Pero el momento se tenía que perder repentinamente cuando nuevamente el móvil de Yongsun empezó a sonar. A duras penas se alejó de Byul para atender la llamada, si no lo hacía su amiga podría estar llamando a todo el mundo para realizar una búsqueda inmediata.

Ella contestó de mala gana por la interrupción, e intercambió palabras con Seulgi mientras Byul a poca distancia examinaba sus expresiones y su hermoso cuerpo. Yongsun se veía más delgada, o definitivamente era ese perfecto jeans. Cierto, no había tenido tiempo de darle una registrada, Yongsun se veía hermosa.

Los ojos de Byul puetos en sus manos que seguían en la cintura de Yongsun, y que empezaban a formar caricias con sentido. Tan suave le resultaba, pero ya a estas alturas lo único que deseaba era sentir toda su textura sin ninguna prenda encima.

En un arrebato de Byul y dejándose llevar por el sensual cuerpo de Yongsun, la tomó con ambas manos de la cintura para girarla; quedando a espaldas de Byul.

— Seulgi, hablamos más tarde ¿quieres? — dijo con dificultad. Seulgi ya sospechaba algo, pero no quería hacerse ideas porque las cosas estaban muy tensas en los últimos días — Sí, está bien... sí, ya, ya, ya.

Para cuando colgó, Byul sonreía maliciosa sobre su cuello y frotaba su pelvis contra sus nalgas intencionalmente.

— ¿Qué se supone que haces?

— Es que estas cada día más hermosa — decía con sus labios rozando el cuello de Yongsun — No lo puedo evitar.

— Estábamos teniendo una conversación Byul.

— Sí pero...

— Pero nada, ya déjame~ — se revolvió desde su posición por las cosquillas que los labios de Byul le hacían al hablar.

— No te estoy reteniendo — señaló Byul con picardía.

Yongsun al darse cuenta se volteó con brusquedad en sus brazos y miró con enojo a Byul ¿cómo podía estar bromeando así en un momento de seriedad? La sonrisa extendida en los labios de Byul le demostraba que ni siquiera podía tomarla en serio.

— Me voy — avisó Yongsun arreglando su blusa y quitando más manos de Byul de su cintura.

— No — volvió a abrazarla pero esta vez con más fuerza y doblando sus rodillas para que su cabeza quedara entre su cuello.

— Sí, me voy — Yongsun le dio algunos golpecitos en la espalda pero eran inútiles. Byul reía con ganas, y no tenía idea de que Yongsun hablara en serio.

Tomando más libertad de sus acciones, se enderezó, nuevamente quedando unos centímetros más alta de Yongsun y le atacó a besos por sus mejillas con tal de dejar pasar el mal rato que había provocado.

Uno, dos, cuatro, seis besos alrededor de su rostro. Tampoco podía negarse porque en realidad le estaba gustando esa atención; siempre le había gustado cuando Byul hacía ese tipo de cosas demostrando cuanto afecto le tenía.

Sus mejillas se volvieron un color rojo pastel y con más ansias Byul entre risas le repartió más besos.

— ¡Yaa! — exclamó con desesperación un poco avergonzada, pero cuando Byul la abrazó y su cabeza quedó recostada en su hombro, sonrió contenta.

— Pero si no quiero que te vayas — confesó Byul con tristeza.

— Hablaremos cuando te tomes esto en serio.

— Pero sí, estoy seria.

— Ajá — Yongsun estaba más relajada ahora, las cosas había resultado de cierta forma mejor de lo pensado, aunque en estos momentos no se acordara de por qué se habían separado.

Efecto Moon.

Yongsun pasó sus brazos por los hombros de MoonByul y le correspondió el abrazo que llevaba rato recibiendo. No se lo había dicho con palabras, pero con solo estar en los brazos de Byul le hacía estar completa, y por supuesto que le daría una oportunidad ya que valía la pena.

Porque a pesar de los malos tragos, Byul le había hecho comprender anteriormente que la amaba; la consentía, la escuchaba, la valoraba, y bueno, además de hacerle el amor como a ella le gustaba. Era romántica y apasionada.

Y sí. Byul estaba dispuesta a mejorar en todas esas cosas que no le agradaban a Yongsun, aunque fueran mínimas. Porque sabía que mejorando su persona le hacía un bien a su vida; estaría con Yongsun y la amaría como nunca, y eso era su propósito.

[...]

— Bueno, si me arrepiento un poco.

Amber y Eric conversaban pacíficamente en la habitación del chico. Él mismo la había invitado para beber algo, y por ahí mismo aprovechar una grata conversa.

La chica estaba apenada por su comportamiento, porque a pesar de cómo se habían dado las cosas e independientemente de quien tenga la culpa o no, debía haberlo afrontado y alejarse.

Eric muy orgulloso asentía a todo lo que ella confesaba, él era el principal del grupo que nunca le habían gustado las peleas, y eso quería para sus amigos, paz y tranquilidad.

— Pero es que no me lo podía creer...

— Ya, tranquila... mira, no sé mucho de esas cosas pero, si mi chica se acostara con uno de mis amigos... bueno, sabría que no es la indicada y por otro lado, le daría su merecido a uno de ustedes pero, no con golpes — hablaba con paciencia.

Bien él podía ser de psicólogo para todos, se le daba genial el papel cuando tenía que transmitirle paz a sus amigos. Como estaban en el piso del dormitorio, se estiró hacia el sofá que tenía atrás de él, y alcanzó su móvil y unas galletas picantes.

— Pero ¿qué hice? — Amber se pasó las manos por la cara hasta para en su cabello — Golpeé a mi mejor amiga por una chica...

Eric asintió, tenía ese típico rostro de una persona que estaba contento con el resultado, su amiga se estaba arrepintiendo de algo que él no habría hecho y sin duda las cosas entre MoonByul iban a mejorar.

Pobre Byul, hace años que no se le nota feliz, y ahora con esto último dudo que al menos pueda casarse aunque sea con un hombre.

— Ni en sus más locos sueños — pensaba Eric — Escucha, por lo que me contó Hyejin eso pasó hace meses.

— ¿Meses? Pero... pensé que era reciente — inclinó su cabeza hacia un lado tratando de comprender ella misma con sus pensamientos cómo era posible.

— Sí, Hyejin no sabía que Byul y Yongsun estaba saliendo de nuevo, y que Byul ya no... veía a Krys, tu entiendes — Amber entre cerró los ojos.

— Dilo sin censura, ya no me importa.

— Ya no tenían sexo — Eric habló tan rápido como pudo y suspiró cuando ya lo había aclarado.

— No, me sigue doliendo — pensó Amber quedándose como estatua y sin respirar — Bueno... pensé que por la forma de reaccionar de Yongsun era reciente.

— Sí, ella estaba muy afectada.

— Y enojada — completó Amber — Voy hablar con Moon, pero después... aún no puedo verla a la cara.

Eric se encogió de hombros y abrió una nueva botella.

— Has lo correcto y por favor Amber — Eric se detuvo de servirle un trago a ella para verla fijamente — Consiguete una buena novia.

Amber se empezó a reír nerviosa, eso era algo casi imposible para alguien que llevaba casi la mitad de su vida pendiente de una persona. Pero aquella mirada de Eric, le hacía entender que sus amigos... o bueno, por ahora él, esperaba mucho de ella.

Al menos haría el intento.

Y con MoonByul, bueno, tal vez le vuelva a tirar encima un té frío, solo por diversión. De todas maneras sabía que Byul no le diría nada ni buscaría pelea porque sabía que se lo merecía, tal vez podía sacar provecho de eso.

Buenasz. Últimamente se me ocurrían cosas para hacerlas sufrir pero, ya no más xd. Sus salvadoras algunashipper y LosDedosDeLisa ¡Créditos por la idea del capítulo!

Aunque la idea principal no está completa, les pertenece a ellas :> (más adelante lo agrego 😏) Ya, ahora sí, de aquí en adelante es Moonsun del puro.

Tengan cerca la insulina.