Al día siguiente Byul nuevamente no veía el sentido de ir a clases cuando podía aprovechar el tiempo intentando hablar con Yongsun. Se había saltado todas las horas para esperar a que ella saliera de su clase, se la encontró en el pasillo hacia el auditorio y la había seguido todo el rato llamándola por su nombre.

— Yongsun.

— ¿Qué quieres? Y déjame ir — se agitaba y movía sus brazos para que Byul la soltara.

No quería hacerle daño, así que no la estaba tomando por los brazos demasiado fuerte; Yongsun se libró de ella y siguió caminando sin mirar atrás.

— Por favor, hablemos — la alcanzó nuevamente pero no la tocó.

Miraba con súplica el rostro de Yongsun esperando una respuesta.

— Estoy ocupada — sujetó las tiras de su mochila y prosiguió caminando lo más rápido posible para perder de vista a Byul, pero no lo estaba consiguiendo.

— Solo un rato, después si quieres te vas — insistió.

— Ya deja de molestarme, en serio.

Byul se detuvo, pero Yongsun siguió su camino hacia la puerta para salir del edificio. En un inicio, Byul se iba a dar la vuelta y dejarla pero, no podía permitirse eso; continuó mirándola mientras se apartaba y su pecho se contrajo al saber que la había perdido de nuevo.

Por más fuerte que la había abrazado después de sus noches de pasión, entendió que siempre era por el miedo a perderla, de saber que no era real. Pero a la vez mientras más fuerte lo hacía, no podía atarla.

Suspiró cuando vio que Yongsun ya había traspasado la puerta y se desapareció de su vista. Era una pesadilla, y el fuerte dolor en su pecho incrementaba a medida que daba unos pasos hacia atrás y se daba la vuelta.

Era inútil. No podía hablar con ella cuando estaba así de expuesta; si iba a intentarlo una vez más, debía esperar lo suficiente para que Yongsun estuviera dispuesta a conversar sin lanzarle piedras.

Ese día pasó demasiado lento, varias veces intento dejar de hacer lo que estaba haciendo para correr donde Yongsun y besarla, sin duda quería besarla. La extrañaba todo el día, los segundos se hacían más dolorosos cuando recordaba todo de nuevo.

¿No se había dado cuenta antes de lo mal que estaba? Sí, pero si lo había hecho, no le importaba el resultado porque continuaba haciendo lo que le diera la gana, sin ver las consecuencias a futuros.

Ya en la tarde, Seulgi caminaba a paso moderado antes de entrar a la biblioteca con Yongsun, necesitaban empezar un proyecto, pero desde que habían salido del salón Yongsun no paraba de hablar sobre lo que pasó.

— No has dicho nada desde ayer — dijo a espaldas de Seulgi cuando ya estaban dentro.

— Mmm... — empezaron a caminar entre las mesas buscando donde sentarse en la biblioteca — La verdad es que, no sé, es un poco tonto que te hayas alejado de ella por eso.

— ¿Por qué? — preguntó Yongsun un poco ofendida.

— No sé... — Seulgi le estaba dando vueltas al asunto una y otra vez.

No sabía si Yongsun se molestaría cuando ella le dijera lo que realmente pensaba, pero debía hacerlo. No por defender a Byul, sino por aclarar lo que estaba mal en general. El problema no la involucraba a ella y había pasado toda la noche pensando como ayudar a sus amigas.

— Hay que aclarar que eso fue antes de que ustedes estuvieran de vuelta, así que vamos... solo fue un revolcón — le explicó — Mira, no sé si te va a molestar esto pero... para mí fue un ataque de celos que tuviste.

— Krystal era mi amiga Seulgi — dijo cuando recién se sentó en la silla, frente a ella Seulgi hizo lo mismo y empezaba a sacar sus libros y libreta.

— Sí, era — afirmó — Pero ni siquiera seguían siendo amigas cuando pasó.

— De todas maneras, ¿no crees que es horrible de su parte meterse con la persona que me gusta desde los doce años?

— ¿Doce?

— Ya no recuerdo bien. En fin, no debió hacerlo. O si fue MoonByul la que decidió seducirla pues, Krystal debió rechazarla... no sé que pasó realmente.

— Yongsun, te molestastes porque jamás te imaginabas que MoonByul podría dormir con alguien más luego de estar contigo... como tú no lo hiciste.

Aquello era un golpe bajo, lo sabía; pero si no decía nada al respecto Yongsun probablemente seguiría pensando de cierta forma mal. Yongsun rió nerviosa y algo apenada por el comentario, pero era cierto. Sacó su libreta de apuntes para empezar el plan para el proyecto, y dejando a un lado ese tema tan sensible.

Un verdadero dolor de cabeza.

Porque sí, se sentía terriblemente mal ahora.

— No, no quería que te sintieras mal — se disculpó Seulgi, dejando de hacer sus cosas para ver detenidamente a Yongsun.

— No, tranquila... es cierto después de todo — tenía la mirada baja y Seulgi pudo ver como hacía garabatos en su libreta sin sentido.

— Señoritas. Shh — la bibliotecaria con rostro enojado volvió a sus papeles luego de interrumpirlas.

— Tienes que hablar con Hyejin, ella de seguro sabe todo — le susurró Seulgi.

— Sí, pero ¿para qué me serviría saberlo?

— ¿Cómo que para qué? Para arreglar las cosas con Byul. Ella está mal, Lisa me contó que no ha ido a clases.

— Que le importa a ella que Byul no vaya a clases — movió la cabeza disconforme.

Seulgi entre cerró los ojos, y una sonrisa aparecía en sus labios.

— Solo era un dato.

— ¿Y si le digo a Wheein que hable con Hyejin? La última vez le traté mal y no creo que quiera hablarme — al escuchar eso Seulgi sonrió más. Esa era su amiga, tratando de averiguar y arreglar las cosas.

Al parecer Yongsun no le gustaba la forma en que se dieron las cosas. Y era así, ahora ella preferiría que se hubiera enterado por una amable conversación con Byul, que Byul le contara todo, y que también no estuviera involucrada Amber, solo ellas dos.

Pero definitivamente era su culpa por como todo se había dado, por un ataque de pánico.

— Pues está bien, dile a Wheein. Aunque te digo, Hyejin de seguro quiere enmendar las cosas con Byul, así que dudo que no te quiera hablar de eso.

— Pero puede que altere la versión solo para ayudarla — dijo con una mueca de desagrado.

— Yongsun, de todas maneras debes saber que Byul se siente mal por lo que pasó. Se notó que solo vivía por ti las últimas semanas así que, ¿qué te hace pensar que eso va a cambiar de la noche a la mañana?

Yongsun lo entendía. Si sus encuentros amorosos eran hechos del pasado y no recientes, podía asegurar que los sentimientos de MoonByul son reales ahora.

— Además, puede que estaba tratando de olvidarte — dijo con una mirada de que había encontrado la respuesta a los hechos.

— ¿Qué dices? — Yongsun sonrió — Ella terminó conmigo Seulgi.

Y ahora que lo decía en voz alta, se sentía completamente estúpida estar detrás de ella y tratando de entender porque se había acostado con su ex amiga. Pues claro, Byul no sentía nada por ella cuando se acostó con Krystal, y el sentimiento que se empezó a ejercer entre ellas hace unas semanas era algo que se estaba retomando.

Byul no le debía explicaciones ahora.

Pero una vez más, ese pensamiento que te invade una y otra vez de distintas formas, se incrustaban en su cerebro. Cuando pensaba que ya había resuelto el problema, volvía a recordar otra cosa que la hacía volver a lo mismo. Como si no pudiera salir del hoyo.

— ¿Conclusión?

Yongsun pensó un buen rato, iba a tomar una decisión, y esa debía ser la decisiva.

— Terminamos hace años... por lo que, no debe interesarme con quien se metió a la cama en ese tiempo. Igual, yo lo hubiera hecho, pero mis sentimientos por ella siempre había seguido intactos, nunca se fueron cuando yo pensaba que la había superado... una sonrisa, Seulgi, y todo había vuelto.

— Mm hm — afirmó, tenía un dedo en su barbilla como analizando cada palabra.

— Sí, estuvo mal como reaccioné, porque, seguro tenía sus razones para no contarme. Y la razón era, que se había acostado con Krystal.

— Puede que estuviera avergonzada de ello — agregó Seulgi.

— Sí.

— Bueno, por una parte mereció que Amber la golpeara.

— Independientemente si yo regreso con ella, creo que Amber no es capaz de hacerlo, porque Byul sabía todos estos años que ella está enamorada de Krystal — recostó sus codos en la mesa para restregarse las manos en la cara — Y ahora que recordamos esa parte... si me molesta que haya traicionado a su amiga.

— Y ¿si es al revés? Pueda que Krystal tiene la culpa...

— Sí pero, ¿por qué Byul le siguió la corriente entonces?

— Porque es una idiota que se deja manipular.

— Buena respuesta — Yongsun rió y se quedó mirando por la ventana que tenían justo al lado.

Estaba empezando a lloviznar y las nubes grises completaban el cielo.

— Si llegas a tomar la decisión de hablar con MoonByul, puedes obtener todas las respuestas... le aclaras que quieres saber todo y así podemos descansar en paz.

Yongsun volvió a reír ¿Que sería de ella sin Seulgi? Ahora se sentía más liberada. Tenía esa sensación de que todo iba a volver a la normalidad y que Byul le pediría disculpas, que terminarían besándose, luego haciendo el amor, luego en unos años le pediría matrimonio y terminarían adoptando diez niños.

No iba a preocuparse. Si el amor de Byul era verdadero, ella le contaría la cuestión y si fue un error, seguramente se estuviera arrepintiendo... y no hay peor castigo que la consciencia.

— Bueno, el trabajo no se va a empezar solo así que empecemos — decidió Yongsun.

— Pero si tu empezaste...

— Bueno ya.

Era suficiente por un día el hablar de Byul, ya casi podía sentir que todo se iba a arreglar, porque de cierta forma ella trataría que funcione lo suyo. Seulgi se quejó dramáticamente en su lugar. Tenía demasiada pereza como para empezar ahora, y el tiempo no ayudaba en eso. Solo quería estar en su cama comiendo cualquier cosa y viendo su móvil en vez de estar en la biblioteca.

Pero el tiempo se iba rápido así que empezó a planear que temas investigar. Solo podía pensar en las vacaciones y que todo sería felicidad luego de pasar las pruebas. Eso sin duda era su incentivo.

Pasaron el resto de la tarde en la biblioteca. Yongsun algunos ratos se quedaba soñando despierta, recordando escenas con Byul, o imaginando cómo se iban a dar las cosas de ahora en adelante.

En ese mismo tiempo y en otra parte de la universidad, Byul vagaba por los pasillos lejos de su salón. Se iba a saltar las clases nuevamente ya que cada vez que se decidía a ir recordaba lo inútil que se sentía y terminaba dando la vuelta.

Antes de irse a su dormitorio, decidió pasar por la cafetería, necesitaba algo rápido de comer y ya estando ahí ordenó para llevar y no demorar más.

Cuando estaba saliendo pudo ver que justo Dahee abría la puerta para ella, ya que MoonByul tenía las manos ocupadas. En un lado tenía un café y en el otro una bolsa con dulceros y el móvil, que había olvidado guardar antes de pedir.

— De no ser porque no soy un arácnido, te haría el favor — dijo al esperar que ella entrara por completo a la cafetería para ella luego salir.

Dahee no se había dado cuenta ya que caminaba con el móvil mensajeando algo. Levantó el rostro y sonrió apenas se dio cuenta que era Byul.

— Ah, hola — seguía sonriendo — Te ayudo — se devolvió para abrirle la puerta.

— Gracias — Byul le sonrió.

— ¿Quieres que te ayude con eso?

— No, está bien... lo tengo bajo control — se excusó con ella.

Byul le sonrió nuevamente para luego empezar a caminar lejos, hasta que escuchó su nombre desde atrás. Evidentemente al voltearse se trataba de Dahee.

— Déjame ayudarte — y sin decir más, Dahee tomó la bolsa con cuidado de la mano de Byul para que no se cayera su móvil.

— Gracias de nuevo — enseguida guardó su móvil en su bolsillo delantero del jeans y quiso tomar nuevamente la bolsa que Dahee le había quitado.

— No, te acompaño... si no te molesta claro — Dahee le regaló una mirada amigable, así que le fue imposible no asentir.

Mientras caminaban en silencio, Byul tomaba un poco de su café, pensando en las anécdotas del día. No tenía idea de cómo empezar una conversación con Dahee, las cosas entre ellas habían quedado en el pasado un poco raras; aún así, ya eran mayores como para dejarlo pasar.

— ¿Le llevas esto a Yongsun? — aventuró Dahee.

MoonByul suspiró y negó a la vez. Lo más seguro que pensaba en estos momentos era que no quería hablar del tema, ni tampoco contarle los hechos a Dahee. Solo se limitó a guardar silencio y a seguir caminando por la vereda que le guiaba a su edificio.

Pero Dahee no era tonta, pudo ver la expresión de MoonByul fácilmente. Se notaba adolorida, y no pudo evitar preguntarse qué le había ocurrido.

— Te... ¿molesta si pregunto qué ocurre?

Byul la miró desacelerando el paso. Realmente no estaba segura si contarle.

— No me pasa nada — rió para que se olvidara de las posibles señales.

Había pasado la mayoría del día con esa cara, ¿podía notarse realmente que le pasaba algo? Como fuese, no quería hablar de ello.

— Parece que sí, pero está bien...

— Solo estoy cansada y quiero comer algo antes de dormir.

Dahee no quiso hablar más lo que restaba del camino. Quería llevarse bien con Byul, incluso llegar a ser amigas aunque en realidad no se imaginaba siéndolo tan pronto. Cuando entraron al edificio, varias personas yacían en el lobby, pero no les prestaron atención. Esquivó gente en el pasillo hacia el ascensor y aunque le dijo a Dahee que estaba bien y que ya podía darle su bolsa, Dahee se rehusó.

— Si algo he aprendido es que si empiezas con algo, tienes que terminarlo. No pienso dejarte a medias — para ella sin duda eran palabras más y hasta se reía como si fuera broma.

Pero Byul pudo adaptarlas a su situación.

— No será que quieres robarme mi comida — bromeó Byul.

Presionó el número de su piso ya cuando entraron al ascensor. Dahee rió por lo bajo y negaba con cabeza. Le parecía gracioso también que después de unos años las cosas entre ellas estuviera tan crudo todavía. Como si en verdad nunca dejaron de estar juntas y los sentimientos de Dahee estaban intactos. Pero ella sabía que no era así.

— Gracias de nuevo — salieron del ascensor y se encaminaron por el extenso pasillo hasta su dormitorio.

— No hay de qué~

Mientras caminaban por el pasillo, Byul iba absorta a la realidad. Nuevamente estaba pensando en Yongsun y su cuerpo era invadido por ese aura de tristeza. En estos momentos estaría con ella, abrazandola o dándole besos por todo el cuerpo.

Lo que no tenía en cuenta era que Yongsun quería tantas ganas como ella de hablarle, de arreglar las cosas ahora que entendía su posición. Que solo necesitaba una señal positiva de Byul.

— ¿De nuevo esa cara? — Byul se detuvo frente a la puerta de su dormitorio despistando sus pensamientos para prestarle atención a Dahee.

— Disculpa, solo quiero entrar y recostarme un poco — colocó su tarjeta en la cerradura para abrirla.

— ¿Recuerdas a Chanmi? — la detuvo Dahee, MoonByul asintió — Hará una fiesta este sábado ¿qué dices? La mayoría de las personas son de otra universidad pero, para que te diviertas un rato solamente.

— No me convence — dijo con un tono de broma reconocible.

— Ay~ vamos, te divertirás... también invitaré a Yongsun para que estés acompañada.

— No creo que sea buena idea...

Dahee se dio cuenta que la sonrisa que tenía MoonByul en sus labios era forzada, porque cuando se dio la vuelta para entrar al dormitorio, el semblante serio y triste había aparecido de nuevo. Sin duda de algo se había perdido, pero no debía entrometerse... aunque esa actitud en MoonByul le preocupaba bastante.

Siempre se había preocupado por ella, temía que le pasara algo y ahora no era la excepción. Al pasar de los años y estar separadas había hecho de lo suyo con Dahee, pero esa sensación de querer cuidarla seguía en ella.

Byul le agradeció nuevamente y le sonrió cuando ella le devolvió su bolsa. Cuando cerró la puerta, Dahee permaneció unos minutos ahí.