STOP. Si no han leído la primera parte "Solar" les recomiendo hacerlo, así que ¡¡vuelen hacia allá!!

— Hm…

La habitación estaba hecha un lío. Los gemidos se podían escuchar hasta las otras áreas del extenso dormitorio de la universidad, pero era una suerte que en esos momentos recreativos tenían el lugar para ellas solas.

Ya habían pasado algunos años, y parecía que todo lo sucedido se había olvidado.

Pero en estos momentos, MoonByul estaba en un caos de sensaciones. Movía su cuerpo desenfrenadamente contra las caderas de su chica. A fin de cuentas le gustaba mucho como terminaba los lunes. Solo tenía que tocar la puerta a las nueve de la noche, y de ahí en adelante olvidaba todo a su alrededor.

Ambas se encontraban totalmente unidas por el extraño objeto de plástico que invadía la cintura de MoonByul. Totalmente desnuda, por debajo se encontraba la chica más linda que podía tener en estos momentos. Pero no mal entiendan, en situaciones tan acaloradas los pensamientos de MoonByul se expandían.

Ambas estaban cubiertas completamente por la colcha, pues ya había pasado un par de veces que Hyejin entraba a la habitación sin avisar, y vaya sorpresa que se llevaba.

Por supuesto que regañó a MoonByul en esas veces, especialmente la primera vez cuando dejó de hablarle una semana. Pero eran amigas desde la secundaria, y no tenía de otra que dejar de pelear por tonterías en especial en algo que no le incumbía.

Entre los movimientos fuertes que daba MoonByul, suspiraba pesadamente en sus labios sintiendo toda la tensión en su cuello, y no ayudaba en nada que tuviera en su cuello las uñas incrustadas de la otra pelinegra en señal de que estaba a nada de llegar al clímax.

MoonByul aceleró el movimiento, y para apoyarse mejor, recostó ambos codos en la cama, cada uno a un lado de la cabeza de la contraria, y empezaba a repartirle besos por el rostro.

Cuando notó que en su espalda que unas manos la apretaban hacía abajo, dedujo que había terminado. Inmediatamente se separó, sacando el objeto y desabrochándoselo de sus caderas lo apartó, tirándolo a un lado.

Como si fuera una costumbre, la otra pelinegra bajó sus manos entre sus abdómenes totalmente inquietos por las respiraciones aceleradas, hasta llegar a la sensibilidad de MoonByul. Por poco y MoonByul cae ante la acción que ya desde hace años le debilitaba.

Cuando por fin terminó, unió su frente con la pelinegra, mezclando el calor y la intensidad con la que sus pulmones expulsaban el aire.

Entre jadeos, se daban pequeños besos, y algunas muestras de cariño. MoonByul aún estaba encima de ella, y era como si no pudiera separarse por completo; luego de horas en donde solo se daban manoseos, habían terminado totalmente exhaustas.

Siempre sus encuentros eran así desde que inició la universidad, ya desde hace un año. El tiempo no alteraba nada entre ellas, siempre se hallaba una atracción sexual cada vez que se veían desde lejos en algunas clase, o cuando se encontraban en los pasillos.

Luego de un rato MoonByul se dejó abrazar, pensando en que probablemente mañana por la mañana sus músculos dolerían.

Los fuertes golpes en la puerta hicieron que MoonByul se sobresaltara en la cama. Se levantó de inmediato, y tan rápido como pudo colocó sus jeans y camiseta, mientras Krystal le repasaba el cuerpo con una mirada pícara desde la cama, recostándose sobre sus codos.

— ¿Por qué tanta prisa? — sonrió aun mirándola.

MoonByul entre una risa, tambaleó en lo que se ponía una de sus zapatillas. Se apoyó en el colchón con sus manos para bajar y besar apasionadamente a la chica, que con mucho gusto correspondía tomando de la camiseta a MoonByul para que esta no se alejara.

— Tengo otro compromiso... — susurró en sus labios.

Se alejó de ella, no sin antes sellar sus labios una vez más. Terminó de arreglarse, mientras Krystal daba vueltas en la cama para enrollarse en la colcha.

— Espero que no estés pasándola bien con alguien más eh.

En su tono parecía que había una amenaza, pero MoonByul a pesar de la situación se mantenía normal, no tenía por qué hablar de algo oficial con Krystal.

— ¿Dos chicas? No gracias —  rió mirándola brevemente antes de pasar el margen de la puerta.

— Claro, sí… ríete — se levantó de la cama con la colcha envuelta y siguiendo a MoonByul.

Tenía mucha prisa después de todo, eran exactamente las diez de la noche, y la fiesta ya había empezado sin ella. Traspaso la sala del dormitorio, y posteriormente la cocina. Antes de salir por completo del dormitorio se volteó sabiendo que Krystal le estaba siguiendo.

Krystal frenó, aferrándose más a la colcha. MoonByul mientras le miraba intensamente, como siempre lo hacía luego de una noche realmente ajetreada, ajustaba sus jeans con la correa, que ahora abrochaba con agilidad.

— Estas hermosa…

Krystal en unos breves segundos se sonrojó, pero su rostro cambió para reprocharle a MoonByul algo de lo que no le podía exigir. Sus encuentros solo eran de unas dos o tres horas, y por más que ambas intentaban fijarse en la otra, nunca resultaba, sus mentes luego de una noche así, se dirigían a las verdaderas personas que adueñaban sus corazones.

Es terrible, hasta el momento no se habían enamorado, y era mejor seguir así.

— Siempre me dices eso… no sé… inventa otras palabras — le aconsejaba.

MoonByul se recostó en la puerta, lanzando una mirada a Krytal para intimidarla como sabía hacer, pero en eso los golpes en la puerta volvieron a resonar.

— Lo siento entones, ya utilicé todas las palabras bonitas.

Habló con orgullo sin dejar de mirarle
Krystal mordía su labio, MoonByul se le daba demasiado bien coquetear sin realmente estar esforzándose, lo cual era una de las cualidades que más le gustaban.

— Me imagino con quien... — dijo rodando los ojos, a la vez una sonrisa se asomaba en sus labios.

Los toques en la puerta se hicieron más intensos tras su espalda, sobresaltando a ambas.

— ¡Ya voy Hyejin!

Miró brevemente los labios de krystal esperando que entendiera perfectamente la indirecta. Krystal sin esperar se balanceó hacia ella uniendo sus labios. Cuando se separaron Krytal regresó a su habitación antes de que alguien afuera del dormitorio la viera de esa manera.

MoonByul abrió la puerta, al salir se encontró con el rostro enojado de su amiga.

Al cerrar la puerta atrás de ella, se ajustó mejor la camiseta y peino su cabello. Sentía la mirada de Hyejin, pero el contacto visual lograría que una vez más se desatara una disputa de lo que ella podía o no hacer.

Ya era costumbre el rostro desfigurado de Hyejin; no le gustaba ocultar cosas a Yongsun, y cada vez que se iban a reunir se sentía totalmente triste.

Hyejin era la única de las amigas de MoonByul que sabía sus planes por la noche, nadie más se lo podía imaginar. Tan extraño sería aquello si saliera a la luz, porque ellas ni siquiera se hablaban en el día, eran totalmente cuidadosas y discretas.

¿Cómo pasó?

Tristemente MoonByul terminó cediendo a la propuesta de Krystal esa noche en la fiesta hace algunos años. Al parecer el tema dominante de MoonByul se iba más allá de los límites, se enojaba con el hecho de que al estar con Yongsun le era inservible, estúpido ¿no?

Eso solo fue el comienzo para que las inseguridades de MoonByul explotaran, claramente a Yongsun no le importaba nada de eso, la apoyaba y admiraba tal y como era, pero MoonByul  en este caso no fue tan valiente que digamos.

A las semanas MoonByul dejó de ver a Yongsun en su habitación, esa noche Yongsun pensó en que tal vez su novia se encontraba en una salida familiar, o simplemente estaba cansada por el juego, pero al día siguiente en la escuela, MoonByul evitaba el contacto.

Poco a poco ella se distanciaba, y rompía el sincero corazón de Yongsun.
Incluso le había preguntado a Seulgi si MoonByul estaba saliendo con alguien más a sus espaldas, pero ni las mismísima mejor amiga sabía los planes que tenía MoonByul con respecto a la relación.

Yongsun luego de una cena familiar, subió a su habitación, totalmente devastada. En la escuela había visto como MoonByul intentaba coquetear con una chica más del equipo de porristas, y se desarmó en llanto apenas llegó a su habitación, recordando una vez más como todo el equipo de baloncesto y sus amigas le miraban con pena. Fue totalmente una derrota para ella, pero todo lo que quería MoonByul es que fuera la misma Yongsun la que le terminara. Simplemente no tenía el valor de hacerlo ella, además de que se lo merecía, la humillación de que el amor de su vida le dejara.

— ¿Ni siquiera el “hola”?

Preguntó MoonByul  mientras iban caminando hacia el ascensor.

Estaban dando pasos apresurados, la fiesta probablemente se esté terminando y ellas tranquilamente pasándola en otra habitación, o bueno, ese era el caso de MoonByul.

— Si quieres decirme algo, solo suéltalo — insistió en hablar MoonByul.

Hyejin seguía con brazos cruzados ya cuando entraron en el ascensor.

— Eres una perra — soltó con brusquedad Hyejin.

MoonByul pareció un poco sorprendida pero necesitaba escucharlo de alguien cercano y que según ella, se lo merecía.

— Lo sé.

— Noo… de verdad lo eres.

Terminó de decir entre dientes ya para cuando el ascensor abrió sus puertas. Caminaron por el lobby del edificio, y al salir se mantuvieron en silencio hasta los pasillos que se dirigían hacia el otro edificio.

— Pero después de todo, tengo que ir a buscarte ¿Quién es más estúpida? ¡Yo!
No puedo creerlo Moon, ¿y en su cumpleaños?

Se detuvo a mitad del pasillo para fulminarla. MoonByul no le iba a contestar, era suficiente con lo que estaba haciendo, y por cómo se sentía su amiga respecto a ella era una de las razones por las cuales había preferido mantener todo en secreto. Pero de verdad que no se esperaba a Hyejin esa noche cuando entró por sorpresa al cuarto de Krystal luego de que la inocente Yooa, le enviara a por unos papeles que su compañera tenía en su escritorio sobre un esquema de trabajo.

— ¿Para qué me invitó entonces?

— Yo quiero que vengas.

— ¿Ya ves? Ella ni siquiera quiere verme en su fiesta, no me invitó ella.

Siguieron caminando por el pasillo hasta cruzar al otro edificio, entraron al ascensor y MoonByul marcó el piso ocho. La cabeza de MoonByul daba vueltas, sabía que estar con alguien solo para pasar el rato era malo, pero no tan malo al punto de arrepentirse cada vez que su amiga le iba a buscar para salir con sus amigas, o para cualquier fiesta que se celebre en el campus.

De nada servía todo ese arrepentimiento, todas las noches, sin pensarlo se acercaba al dormitorio de Krystal, y todo lo que pasaba en su interior, no salía de ahí.

Ya caminando en el pasillo, MoonByul sintió los típico nervios empoderarse de su estómago. Esas mariposas tenían nombre y apellido. Pero ella ya era adulta para estar en esas cosas de niños, así que lo ignoró completamente mientras se acercaban a la habitación.

Desde el pasillo, se notaba la puerta abierta de par en par. Algunas personas salían y entraban del dormitorio, la música era leve por la norma de las once de la noche, en la cual no podían hacer demasiado ruido. En total se hallaban unas cuarenta personas, supuestamente los más cercanos a Yongsun.

MoonByul cayó en cuenta que tendría que felicitar a Yongsun cara a cara, obviamente no iba a bastar con el mensaje de texto que le envió en la mañana, sabía que Yongsun se enojaba con detalles así, decía que los mensajes de textos eran para los cobardes, claro que esa indirecta era para MoonByul. Aun así, últimamente el ver a Yongsun enojada con ella o con el mundo, le estaba pareciendo lo más sexy que podía existir.

— Oh no… — dijo con fingido horror— Se me quedó la playera en la habitación jaja voy a tener que buscarla…

Hyejin se giró con ojos curiosos pero al escuchar de que se trataba los entrecerró, con ganas de fusilarla en ese mismo momento.

— No te hagas la idiota.

Entraron al extenso dormitorio, todos eran iguales, siete habitaciones en un extenso pasillo, cocina y sala de estar, la cual estaba repleta de sus amigos extasiados por las bebidas y la música.

Ya adentro notaron como Wheein se acercaba a ellas tratando de apartar algunas personas de su lado. Cuando llegó, se le fue imposible no notar los gestos que hacía MoonByul “disimuladamente”.

— ¿Tratando de escapar? — le preguntó a Hyejin.

— Siempre… como marica — dijo Hyejin, enseguida tomando del brazo a MoonByul para que le siguiera hasta donde estaba Yongsun.

Antes de encontrarla, se podía percibir el aire de incomodidad mientras caminaban, a MoonByul no le gustaba en absoluto la situación, literalmente quería correr, simplemente se sentía culpable y más cuando tenía que ver a Yongsun frente a ella. Los últimos años se había sentido así, como la peor persona del mundo, y vaya que lo era. Y aun no entendía como sus amigas podían seguir dirigiéndole la palabra.

— Ash no me dijiste que ese idiota estaba aquí — reclamó enseguida cuando casualmente vio a Ravi, un viejo amigo de Yongsun de la escuela, entrar a la cocina.

— Era obvio que estaría… al menos él es cariñoso con ella.

MoonByul rodó los ojos, captando el tono burlón de su amiga. Wheein empezó a saltar frente a ellas en lo que se dirigían a la cocina, suponiendo que si estaba Ravi ahí, entonces también se encontraba Yongsun. Wheein enrolló sus brazos por el cuerpo de alguien con tanta felicidad, enseguida empezaron a saltar y a gritar para animar la fiesta y fue en ese acto que se trataba de Seulgi.

Volteó su rostro y en cuanto vió a MoonByul soltó un grito de pánico y felicidad, totalmente confuso para MoonByul puesto que se habían visto en la cena hace unas horas.

— Estúpida ¿qué haces aquí?

—Me lo preguntaba hace un rato — hablo de mala gana.

— JAJAJA — rió sarcástica Seulgi y mirando intermitentemente a Hyejin y MoonByul.

Por otro lado, Yongsun estaba sonriendo demasiado con Ravi en la cocina. Le era impresionante como podía llevarse de maravilla con él luego de empezar la universidad, ya que él al ser mayor, había empezado antes, y no fue hasta hace un año que se volvieron a ver.

— Por cierto… acabo de ver a Moon afuera — dijo Ravi con una mueca, prácticamente sabía todo lo sucedido con ambas chicas, casi se podía llamar mejor amigo de Yongsun, pero ni el mismo se definía con ese título. Intentaba con todas sus fuerzas que Yongsun se fijara en él, pero tampoco quería verse insistente en ese asunto, después de todo, le era gracioso como se ponía Yongsun cada vez que el por mera casualidad mencionaba algo de MoonByul. Y cada tiempo que pasaba a su lado, desvanecía ese sentimiento absurdo.

La había superado, por supuesto, pero uno que otro sentimiento prevalecía en ella, y más cuando la veía en el día. Nostalgia, dolor, o quizás enojo, ni ella misma se sabía explicar. Pero de no verla muy seguido, Yongsun probablemente ni se acordaría de su ahora ex novia. Simplemente se había esforzado antes por dejar de pensar en su noviazgo juvenil, y ya cuando lo había conseguido, resultó que todo el grupo de sus amigos estarían en la misma universidad.

Terrible.

— ¿Está aquí? — pareció asombrarse.

— Sí, estaba con Hyejin y Wheein… creo.

— Mmm… extraño…

— ¿Por qué? — Ravi unió sus cejas confundido — ¿No son amigas?

— Sí, bueno… más o menos. Solo que ella nunca viene a mis cumpleaños desde ya tu sabes…

— Ahh, eso no lo sabía. Tranquila, ni loco te dejaré sola con ella.

— Ravi… — le miró enternecida por la atención de su amigo — Eso pasó hace mucho, todo está... normal.

— Ajá, pero tú nunca sabes cuándo una ex quiere volver e intentarlo.

Yongsun rió por la forma sarcástica y asustadiza en que lo dijo.

Al parecer el momento fue el mejor de todos para formar una escena tierna. Ravi sonreía cuando Yongsun empezó a reír exageradamente, y bastante distraídos cuando no escucharon a las favoritas de la casa entrar a la cocina.

— Aww que lindos… — dijo Seulgi por delante de las demás, dándose cuenta de la situación, y guiñándole un ojo a Yongsun.

Seulgi había sido uno de los mejores apoyos de Yongsun en la escuela, claro porque ni ella misma entendía las razones del feo comportamiento de MoonByul en esa época. MoonByul no le reprochó al respecto, prefería que alguien de confiar hablara con Yongsun, incluso le pidió a Seulgi que hablara mal de ella para que a fin de cuentas Yongsun le odiara, como castigo obvio.

— Ah ¡ya llegaron!— exclamó con demasiada alegría, tanta que Ravi la miró sorprendido pero a la vez entendía porque seguía teniendo ese comportamiento delante de su ex. A Ravi le podían meter cualquier cuento, pero él sabía que Yongsun no había superado a MoonByul por completo.

— ¡Feliz Cumpleaños! — gritó Hyejin y Wheein a la vez. Se adelantaron a darle un abrazo a su amiga en grupo, metiéndose entre ellas Seulgi sonriendo.

MoonByul por supuesto se había quedado unos centímetros atrás, no siendo parte del encantador abrazo. Hyejin al separarse, volteó a ver a MoonByul y dándole un pellizco en el brazo.

— ¿MoonByul? — fingió sorpresa cuando vió a Hyejin atraerla hacia el grupo obligada.

— Ah… sí, hola — saludó con la mano a la vez, un gesto que no se perdía en ella.

Yongsun sonrió como boba unos instantes antes de cambiar la expresión a una seria.

— Ah, hola… — Yongsun clavó sus ojos a los de Hyejin, quien solo se encogió de hombros y dirigió su vista desinteresada en lo tremendamente idiota que se estaba comportando MoonByul.

Unos momentos actuaba como dominante y rebelde, y en otros como estos, era demasiado tímida, aunque para los ojos de Yongsun, MoonByul se notaba totalmente incómoda.

XD actualizaré todos los lunes en la noche. Soo, hemos cambiado de rival jaja. Ya verán que les gustará. Si hay algún error discúlpenme xd, andaba apurada lol.