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14. Bozal

Temática: Mutación genética
Relación: Delta x Beta

Advertencia: Los conceptos y términos científicos/químicos/biológicos del presente relato no  son 100% verídicos. Asimismo, algunos materiales mencionados y sus propiedades, así como nombres redes sociales son completamente ficticios.

«Aquí, doctor Zhang con un nuevo reporte del sujeto 8814. Entrada de registro 351, año 2201. He llegado al laboratorio BEYOND con una nueva muestra de sangre del prototipo y como lo mencioné en la entrada de registro 350, sus moléculas están en constante cambio. Su ADN es completamente distinto al de ayer y puedo asegurar que incluso en este momento, mientras reviso esta gota de sangre que he tomado apenas hace diez minutos, su estructura molecular ha vuelto a cambiar. Es como si pudiera ser una persona diferente en cada minuto del día [...] Aparte. Reporte de habilidades psicomotrices: el sujeto no habla, no camina por más que se le ordene o azote, toma la comida con las manos y se lo traga como una bestia. Presenta comportamiento errático, arisco, violento y autodestructivo [...] Mutismo, se cree que selectivo [...] Sobreviviente, pero parece ser que el sujeto tiene las suficientes fallas como para ser descartado [...] Enviar a Do»

KyungSoo avanzó la grabación hasta que esta terminara. Estaba harto, tenía una pila de trabajo esperando por él y aun así Serenity había visto conveniente ceder ante el requerimiento de Zhang para enviarlo a trabajar de la mano en la mierda que estaba metido.

Do KyungSoo era un beta con el título de ingeniero mecatrónico y con una especialización en biotecnología, por lo cual, estaba más que capacitado para atender las solicitudes del grupo Serenity (dueños de los laboratorios BEYOND), después de todo, este era un proyecto vital para el gobierno de Eridyon.

Los cuatro dragones rojos de Asia (Corea del Sur, Japón, China y Singapur) se habían unido en una sola nación bajo el nombre de Eridyon, y formaron un proyecto para volverse los más poderosos del mundo. Este proyecto consistía en convertir a un grupo de jóvenes saludables en armas de guerra, en alfas, modificando el ADN de estos para hacerlos invencibles, prácticamente inmortales y altamente fértiles. Lo mismo habían hecho con otro grupo de jóvenes más dóciles y menos enérgicos como los otros, con el objetivo de volverlos armas reproductoras, omegas, y así poblar nuevamente las tierras del Este, ya que la baja natalidad los estaba volviendo una nación muerta.

Los laboratorios BEYOND desarrollaron dos tipos de suero y los inyectaron en dos grupos de jóvenes que habían sido separados de sus familias para ser capacitados y preparados, tanto física como mentalmente, para las pruebas. Al principio, los grupos comenzaron a tener bajas cuando el suero no pudo destruir la cadena molecular de nacimiento, y generaron convulsiones mortales en muchos de ellos. Sin embargo, luego de tantas pruebas y fallos, finalmente llegó el día en el que los sueros funcionaron correctamente.

Hasta que una nueva mutación apareció.

—¿En dónde está? —preguntó KyungSoo al llegar al laboratorio.

—En su cápsula, por supuesto —indicó Park, uno de los alfas que custodiaban el recinto.

—Dijeron que era peligroso y muy fuerte. ¿Cómo sé que no destruirá su burbuja de cristal y me matará?

—Es vidrio templado bañado en grafeno. —La voz del doctor se escuchó desde atrás de ellos—. Jamás podrá atravesarlo. Fue cortesía de tu padre, a quien le agradecemos haber construido el laboratorio.

KyungSoo se detuvo para esperarlo.

—Doctor Zhang.

—Ingeniero Do —estiró su brazo para estrechar la mano del otro—. Es un placer tenerlo aquí.

—Me encanta hacer visitas al zoológico —respondió con sarcasmo, el cual no fue tomado en cuenta por el doctor—. ¿Puedo ver a su mascota?

—Por supuesto. Pase por aquí.

KyungSoo entró a la habitación, la cual mantenía una temperatura más baja de lo normal. Tiritó un poco cuando se adentró en ella.

—¿Es un oso polar o algo así?

—Su temperatura corporal es más intensa que la de los alfas, por eso colocamos el aire acondicionado unas cifras más bajas de lo usual. Necesitamos controlar sus niveles.

—¿En dónde está?

—Justo ahí.

Zhang señaló hacia un punto en frente de ellos, a un nivel más alto del piso. Por primera vez, KyungSoo vio a la bestia en cautiverio dentro del cristal. Llamarlo bestia solo era un decir, pues no tenía una apariencia aterradora. Tan solo era un hombre de contextura delgada y muslos definidos, con la piel casi dorada y de cabellos chocolate como sus ojos.

El hombre usaba unas cadenas de cuero que ataban sus brazos y sus pies, y llevaba un bozal que cubría la mitad de su rostro, tanto que parecía una máscara de gas.

—El sujeto 8814 difiere de los otros alfas en estructura genética y conducta —explicó Zhang.

—No es un alfa —susurró KyungSoo sin dejar de ver al hombre en cautiverio.

—Exacto, no lo es. Es un delta.

—¿Un delta?

—Lo hemos etiquetado así para distinguirlo de los otros —aclaró el doctor.

—¿Eso quiere decir que una nueva especie se ha formado?

—No podemos reconocerlo como tal. Es demasiado peligroso.

KyungSoo cruzó los brazos y miró hacia Zhang con una mirada severa.

—Entonces, ¿van a matarlo?

El doctor metió sus manos en los bolsillos de su bata y resopló.

—Si no logramos reestablecer su ADN, tendremos que hacerlo.

No le gustaba esto, no quería ser parte de un asesinato solo para corregir los errores de otros. A decir verdad, no le importaba una mierda el sujeto de la cápsula, pero no era una rata asquerosa como los de este laboratorio; tenía principios y entre ellos no estaba matar a alguien.

—¿Para qué me han traído?

—Necesitamos que construyas un conductor de moléculas. Lo insertaremos junto a una sustancia de contraste que viajará directamente a su núcleo molecular. De esta manera, contendremos al grupo de moléculas para que caminen juntas por una sola vía.

—Hablas de nanotecnología que será usada para corregir su ADN, tal y como un palo endereza el tallo de una planta.

—Correcto.

—Sabes que es prácticamente imposible, ¿cierto? Además, no soy especialista en eso.

—Lo sé, pero tú harás los planos. Puedo ayudarte con algunos conceptos que necesites para que el conductor no sea destruido cuando esté ahí dentro.

KyungSoo todavía se encontraba reacio a aceptar.

—Tengo demasiados pendientes, Zhang —inquirió un poco exasperado—. ¿No pueden llamar a otro?

—Serenity quiere que tú te encargues.

—No, tú fuiste el que me pidió. Lo escuché en tu grabación.

—No estaba en mis planes contar con un compañero de trabajo, Do —dijo como si le pesara reconocerlo—. ¿Sabes cuánto tiempo llevamos estudiando la mutación? El necesario como para que se corten algunas cabezas. Serenity me dio una última oportunidad o te mandarían llamar. Intenté hacerlo por mi cuenta, pero la solución va más allá de mis conocimientos.

—Así que ellos me propusieron —resolvió confundido—. ¿Por qué harían eso?

—Dijeron que lo harías, no importaba qué tanto te tomara.

—¿Qué demonios les dio tanta seguridad? —refunfuñó.

El doctor revisó su celular por un momento y luego alzó la vista hacia él.

—Tal vez quieras revisar tu cuenta —dijo Zhang antes de salir.

KyungSoo así lo hizo y lo siguiente que vio casi lo hizo perder los estribos.

—Esos hijos de puta —masculló, derribando unos cuantos frascos vacíos de la mesa.

Serenity había bloqueado todos sus fondos bancarios.












🧪

Los informes de Zhang le daban dolor de cabeza, ver todas esas fórmulas sobre genética y las múltiples hipótesis con respecto al posible fallo que dio como resultado una tercera mutación no contemplada, solo le removía las tripas. Nunca había estado de acuerdo con el proyecto de alteración del ADN, en primer lugar, pero no era su rama; además, era nadie para ir en contra de lo que el gobierno quería. Para colmo de males, Zhang quería que realizara reportes grabados incluyendo en ellos al sujeto 8814.

—Aquí Do, en el primer día construyendo la maqueta para el prototipo conductor. Después de una minuciosa investigación y prueba, se descartó el xiziano por no ser compatible con el cuerpo de un ser vivo, y al tekian por potenciar el crecimiento de los átomos, haciendo imposible contener las moléculas dentro del conductor. Debido a eso, se decide usar el litrune por su flexibilidad y resistencia al cambio, gracias a su estructura ondeante.

 KyungSoo dirigió su vista hacia la cápsula de cristal, en donde se encontraba el mutante, y continuó.

 —El sujeto 8814 no presenta cambios en su comportamiento.

Detuvo el reporte para comenzar con los planos, no sin antes darle otro vistazo al hombre en la cápsula. Lucía descuidado, como un pordiosero, y completamente disociado. KyungSoo se preguntaba si su comportamiento era parte del cambio genético o de repente su personalidad era así de reservada y solo se agravó con el cautiverio. ¿Estarían usando algún tipo de droga para mantenerlo calmado? Quizá era lo más probable, pero de esa manera no podrían realizar los estudios adecuadamente.

Resopló.

—Qué estarás haciendo, Zhang —dijo al aire mientras pasaba las hojas de la libreta que el doctor le había dejado.

Entre las notas encontró una que le llamó la atención. Era un post it amarillo y pequeño, colocado en la esquina de la página.

[β°+β-] –> {α} –> [α+ β̶] –> β°
(+) α
(++) α•
(+++) α°
.:. δ

Era lo que ponía en letras negras y borrosas. Supuso que se trataba del origen del sujeto. Su padre fue concebido por dos betas, luego pasó por el cambio y se convirtió en un alfa como todos los demás.

KyungSoo tomó su mentón e hizo presión mientras pensaba con detenimiento.

Los alfas eran seres genéticamente modificados al igual que los omegas, por lo cual, eran parejas idóneas el uno para el otro; sin embargo, no era raro ver que algún alfa u omega se uniera a un beta; esto era permitido, siempre y cuando pudieran reproducirse.

Al parecer, Zhang ponía en duda la verdadera casta de la madre del sujeto 8814. Quizá la falla genética venía por ese lado. ¿Una alfa femenina? Eso no hacía mucho sentido, pues los alfas no podían concebir, solo fecundaban. Pero ¿qué pasaba si resultaba ser de esa manera? Eso querría decir que JongIn ya era un alfa cuando nació y lo que hizo el suero fue alterar su ADN, haciéndolo mutar.

Se convirtió en una variante. Un delta.

—¿Trajiste tu equipo?

La voz de Zhang se oyó desde la puerta, al tiempo que entraba en el lugar. KyungSoo cerró el cuaderno, no sin antes guardar el post it en uno de sus bolsillos del pantalón.

—¿Qué no son más avanzados los de BEYOND? ¿Por qué necesitarían los míos? —preguntó en tono de burla mientras levantaba su maleta comprimida y la desplegaba sobre la mesa con tan solo un botón.

Nanotecnología, una cortesía de su viejo amigo JunMyeon.

—En efecto, son más avanzados —dijo Zhang al darle un vistazo a su equipo.

KyungSoo frunció el ceño y se le borró la sonrisa burlona del rostro. Carraspeó con molestia y fingió no haber sido humillado.

—Como sea, este es un boceto de lo que tengo en mente. Tan solo la forma y el material. —Le hizo entrega de los documentos—. Míralos con detenimiento y trae los materiales para mañana. Si hay algo para cambiar, me lo envías por el Opex.

—¿Sigues usando eso?

KyungSoo curvó una ceja hacia abajo.

—¿Qué tiene?

—Lo de hoy es Hideei, ¿no lo has oído? —lo vio negar—. Por Dios, por qué no mejor usas Snapchat.

—Mira doc, mi trabajo aquí es construir un maldito conductor de moléculas para arreglar a su agradable mascota. No es ser un influencer. Así que, estaré esperando su mensaje.

—Vaya humor —murmuró Zhang.

—Y dele de comer a su mutante, que lo veo ahí desde muy temprano sin haber probado bocado.

—Para eso tiene un suero conectado a su vía. Se le administra por horas. Es automático.

KyungSoo miró pasmado hacia la cápsula, intentando visualizar la sonda que lo mantenía nutrido.

—Pero dijiste que tomaba la comida con las manos y la tragaba.

—Solo le damos comida sólida para las pruebas —admitió encongiéndose de hombros—. Es demasiado peligroso quitarle el bozal, no sabemos cómo va a reaccionar ni podemos asegurar que la mutación no sea contagiosa.

—Es una variación en su ADN, no es un jodido zombie —protestó.

—Siglos atrás hubo una pandemia que generó variaciones en el ADN de las personas, antes de acabar con la mitad de la población —argumentó el doctor, dejando sin palabras a KyungSoo—. El punto es, Do, que debemos tener cuidado. Es una mutación, después de todo. Una que no se mantiene estable.

—Así que, le crecerán alas y se convertirá en un monstruo, ¿tal vez?

—Mientras la respuesta no sea absoluta, siempre habrá una probabilidad de que cualquier cosa suceda.

Ante los ojos de KyungSoo, el sujeto no se veía muy distinto a ellos, seguía teniendo dos brazos, dos piernas, dos ojos y asumía que una nariz y una boca (aunque no podía verlas). Pero el científico era su compañero de trabajo, no él.

—Espero que esto solucione su problema y el nuestro —dijo ya de salida.

Zhang asintió.

—Compartimos el mismo anhelo, entonces.








🧪

El resto de los días, KyungSoo solía llegar muy temprano al laboratorio y se ponía a trabajar. Zhang lo visitaba pocas horas en el día para saber si requería de algo o tenía alguna duda; aunque KyungSoo estaba bastante seguro de que también lo hacía para asegurarse que estaba avanzando con el proyecto.

—Mierda, en serio que hace frío aquí —mencionó al darse cuenta que no había llevado su saco térmico como todos los días—. Le subiré un poco la temperatura, no creo que haga diferencia. ¿Verdad, amigo?

Por supuesto, el sujeto no reaccionó, tan solo lo siguió con la mirada como siempre lo hacía. Entonces, KyungSoo continuó con su trabajo sin más perturbaciones. Nada extraño sucedió ese día, pero al volver al laboratorio a la mañana siguiente, se sorprendió al darse cuenta que la temperatura seguía igual que a la de ayer, por lo que supuso que nadie más había entrado, y agradecía eso porque de lo contrario habría sido amonestado por Zhang, y realmente habría odiado eso. Pero esa no fue la única ni la más grande sorpresa que se llevó.

Dentro de la cápsula de vidrio, el sujeto 8814 se estaba moviendo. KyungSoo se acercó con curiosidad, pero guardando cierta cautela en sus pasos para no sobresaltarlo. Cuando estuvo a una distancia prudente, observó que el sujeto tomaba con dificultad las piezas de Lego esparcidas en el piso. Las cadenas de cuero no le permitían moverse con más destreza, pero hacía lo que podía.

KyungSoo tomó rápidamente su grabadora.

—Este es Do con un nuevo reporte del sujeto 8814. Despertar psicomotriz, movimientos lentos y pesados, posiblemente debido a las ataduras. Estado pasivo.

De pronto, el sujeto alzó suavemente su mirada hacia KyungSoo. Este retrocedió ante ella. No era una mirada vacía como las anteriores, pero tampoco mostraba agresividad. KyungSoo no podía describirla con exactitud, pero el sentimiento que transmitía era de... ¿Soledad?

El corazón de KyungSoo se apretó en su pecho.

—Hey, amigo, no te preocupes. El conductor funcionará, ¿de acuerdo?

Pero el sujeto no reaccionó a su afirmación y volvió a descender su mirada hacia las piezas en el suelo. Parecía ser que se sentía tranquilo con ellas.

KyungSoo volvió a tomar su grabadora.

—El sujeto 8814 reacciona a niveles más altos de temperatura. Su despertar psicomotriz se debe al cambio de temperatura.

Era asombroso ver cómo un mínimo cambio el ambiente había generado una reacción en el delta. Tenía ganas de entrar ahí y ver qué más podía hacer si le lanzaba algo o si simplemente lo tocaba. No parecía peligroso, pero los informes de Zhang decían que era un sujeto muy peligroso. ¿Qué había hecho exactamente como para ser considerado peligroso? En los reportes no se precisaba que había atacado a alguien, tan solo que actuaba de forma autodestructiva, es decir, el daño era hacia sí mismo.

—Si les conviene que mueras, ¿por qué no han dejado que te lastimes?

No podía negar lo intrigado que estaba y odiaba no tener acceso a más información sobre el caso. Zhang nunca se lo contaría por voluntad propia. KyungSoo odiaba ser un peón más. Si su padre estuviera vivo, seguramente habrían tenido un poco más de respeto hacia su persona. Pero ni siquiera a Serenity le importaba un carajo que el señor Do haya levantado toda esa fortaleza en donde ellos ejecutaban sus proyectos macabros.

—¿Por qué está templado aquí?

KyungSoo se movió lejos de la cápsula tan pronto como escuchó llegar a Zhang.

—Hacía frío y-

—Te dije que debíamos mantener baja su temperatura. Las moléculas de su ADN cambian a menor velocidad cuando el ambiente es frío.

—Las congelan —resolvió KyungSoo—. Es por eso que su organismo se vuelve más lento. Debido a eso es que no tiene capacidad de reacción.

El doctor frunció la boca en un gesto de desagrado y resopló fuerte.

—Lo que necesitamos es que siga respirando —aclaró de prisa—. ¿Lo hace? Sí. Muy bien. Requerimos el conductor lo más pronto posible para que pueda salir de ahí y hacer su vida como una persona normal. Veo que tienes mucho interés en él, entonces apresura el paso y termina con lo solicitado para que puedas ayudarle.

—Detente ahí —dijo enfurecido KyungSoo—. No tengo por qué seguir órdenes tuyas, no te equivoques.

—No son mis órdenes, Do, son las de arriba. Al igual que tú, solo soy un trabajador más, encargado de finalizar un proyecto. Si tienes alguna queja, puedes enviarle un Opex al líder de Serenity, estoy seguro que estará complacido de leer tus inconformidades.

Y sin decir una palabra más, Zhang salió del lugar, dejando a KyungSoo con una vena hinchada en la frente y con las ganas de golpear el pulcro rostro del imbécil ese.

De acuerdo, terminaría de construir el conductor, pero antes de hacerlo se le ocurrió una idea.









🧪

—Esto hará que tu temperatura se mantenga en los niveles necesarios para que puedas actuar con normalidad.

Desde aquel breve altercado con el doctor, KyungSoo se había dispuesto a construir dos cosas.

El primero consistía en una lentilla con los más mínimos detalles del ojo del doctor (córnea, iris y esclerótica), la cual había podido hacer gracias a un disparador flash en forma de lapicero, el cual capturaba las facciones del ojo; lo había utilizado en una ocasión y de forma casual, inventando una excusa creíble. La lentilla serviría para colocarla en su ojo y de esta manera ser reconocido por el escáner de la cápsula. Necesitaba entrar en esta para hacer funcionar algo.

Ese algo que KyungSoo había construido fue un regulador de temperatura con forma de parche, el cual colocó en el cuerpo del sujeto.

—Vamos a ver qué tan bien funcionas con esto, amigo.

Al colocarlo, se percató de los múltiples piquetes que adornaban los brazos del delta. KyungSoo deslizó su mano por ellos, trazando una línea que conectaba cada herida en su piel canela.

—Son unos salvajes.

El sujeto fijó su mirada en la de KyungSoo, al oírlo decir esas palabras.

—Estoy seguro de que también tienes sed y estás entumecido —continuó—. Este regulador te ayudará, pero no debes dejar que lo descubran. ¿Puedes fingir un poco cuando ellos estén aquí?

No tenía ni la más mínima idea si el delta le entendía; quizá estaba demasiado atrofiado como conectar las ideas, pero aun así decidió arriesgarse.

—Confío en ti. No me defraudes.

Y de esta forma, KyungSoo continuó avanzando el proyecto, esperando a que nadie más se entera de su secreto.











🧪

Conforme las semanas pasaron, el sujeto 8814 se encontraba más despierto. Ya nadie venía a hacerle pruebas físicas o conductuales; el único que se aparecía en el laboratorio era Zhang para obtener actualizaciones sobre el conductor.

Por su parte, KyungSoo había podido ser testigo del progreso del delta, quien se encontraba mucho más despierto que la primera vez que lo vio. Solía entrar varias veces a la cápsula, hasta había desajustado sus cadenas para que pudiera moverse con mayor facilidad.

El delta no mostró comportamientos agresivos en ningún momento, pero todavía actuaba con cautela a su alrededor; más que por enojo, parecía sentir miedo de KyungSoo.

—¿Debería quitarte eso? —señaló hacia el bozal—. ¿O querrás morderme?

El sujeto no reaccionó ni hizo algún gesto.

—¿Te gustaría tomar agua?

KyungSoo no esperó respuesta, de todos modos, nunca la obtendría, así que fue por su botella y se acercó nuevamente. Tenía muchas dudas con respecto a lo que estaba a punto de hacer, pero la curiosidad y la tristeza que esa persona le hacía sentir, debido a su cautiverio, lo empujaron a hacerlo.

KyungSoo colocó sus manos detrás de la cabeza del delta, ahí en donde se encontraba el seguro del bozal; y con algo de temor, lo abrió. Lentamente alejó el objeto del rostro del sujeto y finalmente pudo descubrir su rostro por completo.

Era bastante simpático, aunque sus labios se veían totalmente secos y pálidos, dándole un aspecto enfermo y débil. Se veía joven, quizá hasta un poco menor que él. KyungSoo acercó la botella hasta la boca del otro y lo invitó a beber de ella, pero el sujeto no lo hizo.

—Solo es agua —le aseguró.

Con inseguridad, el delta elevó sus manos para tomar la botella y la inclinó hacia su boca para que el agua cayera de esta. Ni bien el líquido tocó su garganta, no pudo dejar de tomar todo lo que pudo.

—Más despacio —le pidió KyungSoo, al verlo beber desesperado—. Te ahogarás.

Pero el hombre no le hizo caso y bebió todo el agua de la botella con urgencia. KyungSoo, mientras lo observaba, solo podía pensar en lo mal que el sujeto la debía estar pasando.

—Voy a tratarte como un ser humano, porque eso es lo que eres, no un animal.

Lo siguiente que KyungSoo fue sacar de su bolsillo unas láminas azules.

—Abre la boca —solicitó—. Esto matará los gérmenes y te dará un aliento fresco.

El hombre acató la orden con recelo, no abriendo demasiado la boca, pero KyungSoo fue capaz de colocar la lámina en su lengua. Luego, tomó su quijada y la levantó suavemente para cerrar su boca.

—Va a burbujear un momento y luego se secará —explicó—. Puedes tomar un poco más de esta otra botella de agua para que enjuagues tus dientes. Lo escupes aquí.

Acercó un vaso de plástico hacía él, y este otro siguió las instrucciones.

—Muy bien —dijo con una amable sonrisa—. Ahora, ¿me podrías decir tu nombre?

El sujeto desvió su mirada hacia otro lado, era claro que no quería dar información sobre él.

—Hey, ¿aún no soy digno de saber tu nombre? Te juro que no lo ponen en ningún lado de tus registros y ya estoy muy cansado de llamarte por un número. No eres un reo o un animal como para llamarte por un cód-

—JongIn —le interrumpió ante el asombro de KyungSoo, quien había escuchado su voz por primera vez—. Kim... JongIn.

—JongIn... —repitió el beta como saboreando ese nombre—. Soy Do KyungSoo.

.

.

.


Ese habría sido su primer intercambio de palabras, su primera interacción. Las siguientes se darían con más fluidez y KyungSoo fue interesándose más en aquel sujeto, quien terminó confiando poco a poco en él. De esta manera, también se enteró de muchas cosas que por ser ciudadano de Eridyon estaba restringido de conocerlas. Una de ellas, por ejemplo, era el lugar de donde provenía JongIn.

—Quieres decir que existe un lugar habitable debajo de Eridyon.

KyungSoo caminaba en círculos, intentando darle forma a la información que JongIn le estaba dando.

—Un lugar seguro para los nuestros. Un lugar en donde podemos ser invisibles —dijo JongIn con nostalgia.

—¿Hay más como tú?

El delta se alzó de hombros.

—No puedo estar seguro de eso —respondió—. No conocemos la historia de los otros, en realidad. Lo único que sé que compartimos es que todos nos escondemos de Eridyon y su gente. No queremos pasar por el cambio. No queremos ser armas de guerra o máquinas generadoras de bebés. Solo queremos ser personas normales como tú... Como ese doctor.

—Lo entiendo, pero ese lugar...

—El Underground —aclaró JongIn.

—Sí. Ese lugar... ¿Es parte de Eridyon?

—No lo es, pero a la vez sí.

KyungSoo no terminaba de entenderlo.

—¿A qué te refieres?

—Nosotros no recibimos ningún beneficio del gobierno, no tenemos una identidad, pero no somos libres. Ellos siguen cazándonos para llevarnos a su criadero.

—No puede ser posible, nosotros no sabemos...

—KyungSoo, lo entiendo —lo detuvo y se acercó a él para tomar sus manos—. Eridyon se encargó de borrarnos. Te dije que éramos invisibles.

—Pero ellos aún tienen los ojos en ustedes.

—Y por eso no hemos dejado de pelear nunca.










🧪

—Deberías considerar un poco del yevic para blindar el objeto —sugirió el doctor Zhang en una de sus tantas reuniones.

El yevic era un material mucho más fuerte que el grafeno y, en términos generales, serviría perfectamente para hacer que las paredes del conductor sean más resistentes. Sin embargo, su estructura no estaba hecha para soportar las vibraciones del constante cambio de las moléculas, y aunque no se destruiría, el objeto no avanzaría dentro del canal, solo se estancaría a medio camino.

—No servirá, ya hice las pruebas y es demasiado rígido. Necesitamos algo flexible como el litrune.

—Uhm... El razok, ¿quizá?

KyungSoo lo pensó bien. El razok no era un material demasiado resistente, pero junto al litrune podría adaptarse bien para reforzar el canal.

—Podría servir.

—De acuerdo, entonces iré a conseguirlo —dijo de camino a la salida—. Con eso ya terminaríamos, ¿cierto?

—Sí. Finalmente lo haremos.

—Excelente.

El doctor dejó el lugar y tan pronto como lo hizo, KyungSoo caminó hasta la cápsula, la abrió y le quitó el bozal a JongIn.

—¿Oíste eso? —preguntó contento—. Ya casi terminamos. Podrás ser un alfa normal como los otros. —Lo comentado no alegró en lo más mínimo al delta—. Sé que no quieres servir a Eridyon, pero volverás a ver la luz del día. Saldrás de aquí y puedo ayudarte con lo demás. Puedo usar los contactos de mi padre para conseguirte un empleo tranquilo.

JongIn le dio una sonrisa triste.

—Gracias.

—¿Qué pasa? ¿Por qué no te animas? —KyungSoo vio la duda en sus ojos—. ¡Dime!

JongIn suspiró largo y tendido.

—No habrá un día después de que me implanten el conductor.

Al verlo tan seguro, KyungSoo tuvo miedo.

—¿Por qué dices eso?

—Porque el conductor será usado para proteger la sustancia dentro de este, y cuando llegue a mi núcleo molecular, lo hará estallar.

—Eso no es posible. Si fuera así, eso hará que tus partículas vibren a una densidad atópica y generará... —Guardó silencio en cuanto resolvió el puzzle—. Convulsiones mortales.

El delta asintió. KyungSoo lo entendió todo en ese momento.

—No puede haber un asesinato dentro de un laboratorio BEYOND, Eridyon no estaría contento con eso —continuó KyungSoo—. Serenity no buscaba una cura, porque eso no existía. Buscaban una excusa que se ajustara a sus casos de ensayo y falla para tapar su error porque siempre supieron que se habían equivocado contigo. Ya eras un alfa cuando naciste y fue culpa de ellos convertirte en un delta.

—No fue un error, KyungSoo —afirmó JongIn—. Querían convertirme en un alfa dominante, el primer prototipo de esa especie, pero no salió como esperaban. Y para su mala suerte, sobreviví. Ningún suero puede matarme debido a que las sustancias son destruidas por mi ARN. Así que tuvieron que-

—Construir un conductor —completó KyungSoo al borde de las lágrimas—. Yo construí el arma que va a matarte. ¡¿Por qué no me lo advertiste?!

—¿Qué habrías hecho? ¿Desistir? —JongIn sacudió la cabeza—. Te hubieran dejado en la ruina y habrían conseguido a alguien más para terminar el proyecto.

—Entonces, ¿solo me dejaste seguir, sabiendo que sería yo quien te mataría?

—Tú no vas a matarme, KyungSoo. Desde que fui confinado aquí estuve destinado a morir.

—No, eso no puede ser.

JongIn acunó su rostro y lo obligó a mirarlo.

—No dejes que esto te afecte. Solo sigue con tu vida, ¿de acuerdo?

—¿Por qué me pides eso?

El delta inspeccionó el níveo rostro de KyungSoo. Era hermoso y su piel era tan suave. JongIn no podía creer que alguien tan inteligente y dedicado como KyungSoo se hubiera preocupado por él, que se hubiera apiadado de su situación.

Era apresurado asumir los sentimientos del otro, pero no podía resistirse un segundo más a probar sus labios. Así que lo hizo, juntó sus labios con los del beta y lamió, acarició y chupó sus suaves belfos, encontrando un refugio en ellos, uno que le daba paz, aquella paz que nunca antes pudo disfrutar.

—No voy a dejarte morir —dijo KyungSoo cerca de los labios de JongIn cuando se apartaron ligeramente.

—Déjalo así, KyungSoo.

—No —negó con firmeza. Sus ojos cristalizados, bañados en un suave rojo por la irritación que generaban las lágrimas, denotaban seguridad y determinación—. Dijiste que los tuyos nunca dejaban de pelear. Vas a demostrarlo, Kim JongIn, porque no estoy dispuesto a dejarte en manos de ellos.

—No quiero que te lastimen.

—Ya es demasiado tarde. Si tú mueres, entonces lo habré perdido todo.










🧪

KyungSoo tenía un plan, solo necesitaba un poco más de tiempo para ejecutarlo con éxito. Sabía que JongIn confiaba en él y no podía defraudarlo con un fracaso. El doctor Zhang le había concedido una semana más para terminar el conductor, el cual ya estaba terminado desde hace unos días, pero KyungSoo estaba usando ese tiempo de más para construir algo, ya casi lo tenía.

—¿En dónde está el conductor?

El doctor irrumpió en el laboratorio dejando a KyungSoo tan sorprendido y confundido, que lo único que pudo atinar fue a esconder las cosas que estaba construyendo. Cuando se giró se dio cuenta que Zhang no venía solo, detrás de él estaba el alfa Park y otros guardias más.

—¿Qué sucede?

—Necesitamos que nos entregues el conductor —dijo el doctor.

—Aún no está listo —mintió—. Dijiste que tenía una semana y la semana aún no acaba.

—La última muestra que nos diste estuvo bien. Será suficiente. Entrégalo.

—No —dijo con firmeza—. Es el único modelo que tenemos, si no funciona lo habremos perdido todo y Serenity-

—Me encargaré personalmente de explicárselo a Serenity si eso sucede.

Estaba acorralado, ya no tenía tiempo. Quiso mirar hacia JongIn, pero evitó hacerlo para no levantar más sospechas. Se rindió.

—Está bien —respondió—. Solo déjame hacerle una última inspección y lo tendrás. Dame diez minutos.

Zhang resopló, era claro que no estaba de acuerdo porque lo veía innecesario, pero no protestó.

—Llévalo a la cabina de pruebas en diez minutos —indicó—. Nosotros iremos avanzando.

El grupo salió del laboratorio, dejándolos completamente solos. KyungSoo ya no podía usar su primer plan para ayudarlo, pero si de algo servía ser un Do era precisamente que, por ser el hijo del diseñador de los laboratorios BEYOND, conocía a la perfección los planos del lugar; hasta los espacios que nadie usaba.

Decidido, KyungSoo abrió la cápsula y liberó a JongIn de su cautiverio.

—¿Qué haces? —preguntó el delta.

—¿Qué crees que hago? Salvando tu trasero, tonto —dijo tomando su mano para correr lejos de ahí.

Pero JongIn lo detuvo.

—No puedes hacer esto. Te matarán.

—Tengo que sacarte de aquí.

—Ellos tienen armas y son poderosos. KyungSoo...

El beta giró hacia él para darle un fuerte abrazo, mientras dejaba caer sus lágrimas sobre sus hombros.

—Al menos déjame intentarlo —susurró con hilo de voz—. Por favor.

JongIn no tenía nada qué perder, pero odiaba saber que KyungSoo correría peligro por su culpa. No quería eso, por él lo empujaba y corría hacia otro lado, lejos, muy lejos de ahí, solo que hacerlo lastimaría a KyungSoo también.

—Prométeme que huirás si me atrapan, que me dejarás y fingirás que yo te obligué a liberarme —dijo el delta, tomando las manos de KyungSoo entre las suyas y depositando un beso en ellas.

—¿Cómo podría hacer eso?

—No me moveré de aquí si no lo prometes.

—Por favor, no hagas esto...

—Te quiero —confesó JongIn—. No sé si sea de esta manera que el amor se siente, pero alguna vez escuché que si esa otra persona te importa tanto como para estar dispuesto a dar tu propia vida por ella, entonces te has enamorado. Quiero marcarte, KyungSoo, deseo que seas mío para siempre. Me gustaría pasar el resto de mis días contigo; pero jamás dejaré de correr, y eso no es lo que quiero para ti.

KyungSoo se elevó un poco sobre la punta de sus pies para robarle un beso. Podría ser el último, no lo sabía, pero necesitaba sentirlo, hacerle saber que también estaba dispuesto a ser suyo.

—Cuando salgamos de aquí, podrás hacerlo —le animó—. Y yo correré a tu lado las veces que sea necesario.

JongIn sonrió.

—Un delta y un beta, una combinación tan rara.

—Nadie dijo que teníamos que ser perfectos —respondió contagiándose de la misma sonrisa—. Vamos, debemos salir de aquí, pero antes colócate esto.

KyungSoo le entregó una muda de ropa que traía en su mochila. Solo una chaqueta y un pantalón holgado, además de una gorra negra. JongIn se colocó las prendas y dejó que KyungSoo lo guiara hacia la salida muy de prisa. En los pasillos no había nadie, supuso que lo estaban esperando en la cabina de pruebas, se sintió aliviado por un momento; no obstante, luego de ver a algunos representantes de Serenity, supo que estarían en problemas. Supuso que estaban ahí para cerciorarse de que todo saliera tal y como lo planearon, lo que quería decir que la seguridad habría aumentado. Por eso, vio conveniente tomar el ducto de ventilación de la otra sala.

Agradecía tener una buena memoria, la cual había desarrollado durante sus años en estudios diversos, porque definitivamente le estaba sirviendo para recordar los planos del laboratorio. Cuando era pequeño, su papá le dejaba entrar a su despacho, en donde le permitía ser como su asistente. KyungSoo aprendió desde muy pequeño y siguió los pasos de su padre cuando creció; nunca se imaginó lo mucho que le serviría haber pasado todas esas tardes encerrado junto a su padre en su taller.

—Por aquí.

Descendieron al pasillo falso que estaba debajo del primer piso; era una especie de sótano vacío, una espacio sin usar que solo servía para ser una vía de escape para los que se encontraban en la cúspide de la pirámide.

KyungSoo usó la lentilla para abrir el portón que los dejaría libres, pero al hacerlo, la alarma sonó.

—¡Mierda! —chilló y corrió hacia afuera, tirando de la mano de JongIn.

KyungSoo rompió la luna de uno de los autos estacionados y le quitó el seguro para subir. Algunos guardias comenzaron a llegar.

—¡Súbete!

JongIn así lo hizo, y mientras KyungSoo intentaba corromper el sistema del auto, el delta repartía algunos golpes por la ventana del carro a quienes se acercaran. Finalmente, KyungSoo pudo poner en marcha el vehículo.

—¿Hacia dónde? —preguntó casi gritando para ser escuchado, debido al ruido de las armas chocando contra el carro.

—Solo conduce recto —dijo JongIn, tomando una de las armas de entre los compartimentos del carro.

—¿Qué estás haciendo?

—Voy a retenerlos —respondió mientras sacaba medio cuerpo por la ventana—. Tú sigue conduciendo.

—Demonios, JongIn, ten cuidado.

Los láseres, aunque no afectaban demasiado la estructura del auto, generaban sobresalto en KyungSoo, quien al esquivarlos terminaba chocando con algunas edificaciones.

—Gira aquí —ordenó el delta.

—Carajo —renegó KyungSoo al ver la calle estrecha por la cual tendrían que pasar—. ¡Sujétate bien!

A través del retrovisor podía ver la fila de autos de BEYOND que los seguían. KyungSoo no tenía idea alguna sobre a dónde se estaban dirigiendo. La carretera cada vez se veía más descampada y el cielo se bañaba en unos tonos amarillos y naranjas. Pronto, el sol se ocultaría.

A unos cuantos kilómetros más lo esperaba el vacío. KyungSoo se alertó.

—Estamos arruinados —dijo.

JongIn se metió al auto y verificó la información.

—Detente en el borde.

—¿En serio? Porque pensaba que podía seguir conduciendo sobre el aire —respondió con sarcasmo. Estaba claro lo asustado que se sentía.

Cuando llegaron al abismo, KyungSoo detuvo el auto.

—Salgamos —dijo JongIn.

—¿Qué? ¿Estás loco? Eso sería un suicidio.

—¿Piensas quedarte aquí hasta que vuelen el carro?

KyungSoo no tenía palabras. No sabía qué estaba pasando por la cabeza de JongIn. ¿Tal vez era esto uno de los efectos de ser un delta? ¿Estar loco y llevar las cosas al límite?

—Do KyungSoo, salga del auto con el sujeto 8814.

La voz del doctor Zhang se escuchó por medio de una bocina. KyungSoo miró a JongIn y este le dio un firme asentimiento. Así que, ambos bajaron del auto con las manos arriba y se unieron afuera.

—¿Era necesario traer al circo entero? —cuestionó KyungSoo al doctor.

—Robaste a nuestro paciente, usaste accesos restringidos y dañaste propiedades de BEYOND.

—¡Ustedes son los que robaron cientos de vidas y no les interesa!

—Le debemos lealtad a Eridyon.

—A costa de otros, por supuesto.

KyungSoo chasqueó la lengua y bufó. Toda esta situación lo sobrepasaba y no podía creer que su padre haya aportado tanto para esta clase de torturas.

—Te has convertido en un criminal, Do. Pero tu pena puede recortarse si entregas el conductor ahora mismo y te rindes.

KyungSoo miró hacia JongIn en busca de una respuesta, cualquier cosa que lo pudiera hacer sentir tranquilo, que le diera fe de que estarían bien.

—¿Confías en mí? —preguntó JongIn.

Quiso reír porque era ridículo pensar siquiera en esa respuesta.

—Tanto que creo que me he vuelto loco.

JongIn sonrió satisfecho y tomó su mano.

—Entonces, salta.

KyungSoo arrugó el ceño, demostrando lo confundido que estaba con esa indicación.

—Pero...

—Do KyungSoo, detente ahora o abriremos fuego —advirtió Zhang, completamente listo para ordenar su ejecución.

El beta dio una mirada desde arriba hacia lo que sea que le esperara allí abajo. Ya fuese una salida o la muerte misma, no importaba. Acarició la mano del sujeto que lo contemplaba como si nada más en el mundo existiera, como si no estuvieran al borde del abismo.

KyungSoo le sonrió de vuelta y acompañados de un atardecer que se quedaría impregnado en su memoria, dieron un paso hacia atrás a la vez.

Y saltaron.


N/A: Este es un prompt que tengo guardado desde hace tiempo. Espero algún día poder desarrollarlo como una historia larga, profunda y con mucha más investigación de por medio. Por supuesto, la trama no es la misma porque no he querido revelar mucho de esta, pero los elementos y el problema propuesto al inicio son iguales. Si el universo así lo quiere, nos volveremos a encontrar en... AGFA (iniciales).

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