Al terminar su turno en el hospital, fue a la casa de su madre, hacía ya un tiempo que no la visitaba, y tampoco habían quedado en muy buenos términos hacia la última vez.

Al llegar, se encontró en la puerta a su sobrino, Jimin, este le saludó y la abuela les abrió la puerta finalmente.

—¿cómo has estado, hijito?— Preguntó la mujer con entusiasmo.

—Estoy bien, abuela...—

Jimin era el hijo de su hermano mayor; tenía 17 años, tenía el cabello de un rubio teñido muy lindo. A sus 14 años lo  diagnosticaron con esquizofrenia, algo que sus padres no les gustaba admitir o decir.

—Mamá, ¿no me piensas hablar, ni siquiera para disculparte?, no creo que seas tan rencorosa...—comentó Jin, algo molesto a su madre, quien estaba sirviendo la comida.

—Abuela... háblele a tío Jin, se siente muy mal por el incidente del mes pasado, creo que en serio quiere remendar las cosas...—

—¡No!, jimin, por favor vuelve a tu casa...—La abuela se veía algo exaltada, algo muy raro en ella.

—¡BIEN, si no me quieres hablar, mejor me voy!, adiós mamá; adiós jimin.— Y dicho esto, se paró de su silla y se encaminó hacia la puerta, azotándola en el acto.

—Adiós, tío...—

Ya con Jin fuera de la casa, la abuela de devolvió hacia su nieto, con las manos temblorosas y la voz quebrada.

—J-jimin... no m-me digas que...—

—Tío jin se acaba de ir, ¿contenta?—

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Así se ve el jimin-ssi c:

Akemi fuera...

Re-diseño: [30/08/23]