II
20 de junio de 2,995.
Querido Diario:
Mateo ha demostrado habilidades bastantes buenas, corre a velocidades iguales a la de una moto, tiene fuerza sobrehumana y sus sentidos son mayores. Aunque ahora estamos haciendo un pequeño experimento con el. Hemos decidido inyectarle sangre que se estaba conservando, está sangre fue encontrada en un objeto llamado el Arca de la Alianza.
Está sangre tiene una gran capacidad para adaptarse a todo tipo de medio. Tratamos de hacer que la célula fuera atacada con miles de enfermedades. Los anticuerpos se adaptaban con rapidez y destruían la enfermedad.
Es algo increíble, la inyectamos en dos hombres que se ofrecieron de voluntarios pero ambos acabaron muertos con todos los huesos destrozados. La inyectamos después en Mateo y su ADN se adapto, lo raro es que otros también murieron de la misma forma.
El hombre desconocido regreso furioso diciendo que estábamos jugando con fuego y que la sangre de ese tipo no debe usarse para eso. Tuvimos que sacarlo a la fuerza del laboratorio.
Aún recuerdo sus palabras antes de irse "El que juega con fuego acaba quemándose". La manera en la que lo dijo parecía muy tétrica, debería dejar de ver películas de terror hasta tarde. Aún así sus palabras me causaron un gran impacto.
Ya debo irme, debo almorzar y tengo hambre. Al oírle decir eso siento algo de terror, pero debe ser solo una estupidez mía. Talvez la comida y un poco de alcohol me ayuden a quitarme estos dolores de cabeza que tengo.
Bosque de Rising State of the South. 26 de febrero de 3000.
El auto de Lucas aceleraba dirigiéndose lo más rápido posible a la zona boscosa.
–Increíble, los árboles son enormes en este lugar -exclama la pequeña acercándose a la ventana.
–¿Cuál era tu nombre? -la joven niega sin saber que es eso, Lucas piensa unos segundos y recuerda a un juego que había jugado -¿Que te parece Celes?
-Celes, me gusta -aplaude con una gran emoción al recibir un nombre.
Lucas ríe avergonzado al ver como le gustó tanto el nombre de la personaje de Final Fantasy VI. Al menos su gusto por los videojuegos sirvió de algo y fue útil.
Se bajan del auto observando con precaución el paisaje. Sacan las mochilas con rapidez.
–Adiós auto –habla sangrando por dentro por hacer lo que planea.
Lucas empuja el auto hasta que hace que caiga por un precipicio cercano. La niña da unas palmaditas en la espalda del mayor al ver como llora de una manera bastante dramática. El chico se levanta con una mueca de preocupación. Celes siente el olor de comida, su olfato consigue rastrear bastante comida. Comienza a correr sintiendo hambre.
-Espera -Lucas corre siguiéndola a pesar de que la velocidad de Celes es mucho mayor.
Con un poco de falta de aire Lucas consigue llegar a la cabaña, Celes observa el lugar con curiosidad. Lucas toca la puerta con cansancio.
–Mira Mateo, más amigos –avisa Noah con emoción.
–Tienes cuernos –Celes exclama emocionada.
–Tienes orejas de perro
Mateo observa a Lucas viendo que está algo fatigado. Entra sin importarle mucho la situación. Lucas entra detrás del joven observando el lugar con algo de confusión.
–¿Vives aquí? –Lucas inicia la conversación observando el lugar tan organizado.
–Es tranquilo –aclara cortando la conversación.
–El gobierno busca a los híbridos, deberías irte lejos con tu amigo ciervo si quieren vivir –avisa con un suspiro cansado.
Mateo observa a Noah y a Celes jugar con gran emoción a mover sus orejas. Chasquea la lengua molesta, el gobierno para el es un dolor de cabeza que solo le arruina la vida.
Oficina de la policía. Rising State of the South.
May revisa unos documentos para obtener el permiso y comenzar la cacería de los híbridos.
–Aquí está el permiso –Pérez deja una pila de documentos en la mesa.
–Tanta gente quiere que matemos niños –May observa la enorme pila de documentos de los permisos para cazar híbridos.
Se levantó con una expresión sin emociones y camino a su auto para comenzar su búsqueda. Sus pensamientos fueron interrumpidos al ver a su jefe montarse también.
–¿Por qué te uniste a la policía Anti Híbridos? –May indaga con un apice de confusión.
–Mi hija murió por el virus, esos malditos híbridos fueron los causantes de todo esto así que acabaré con cada uno –avisa con frialdad.
Sus palabras llamaron la atención de May, ella lo entendía demasiado bien. Su madre murió hace 5 años a causa de la explosión en el laboratorio. Nunca le dijeron que pasó y solo dijeron que fue a causa de un accidente.
–Aveces creo que mi madre y su equipo fueron los culpables de este infierno –musita con molestia– El laboratorio dónde trabajaba explotó o eso dicen.
–Quien sabe, pero esto es culpa de alguien y no parare hasta matar a todos esos monstruos –enciende un encendedor y comienza a fumar.
Pérez abre la ventana del auto y exhala el humo que contenía. El ambiente parece listo para una tormenta, normal en esta época del año.
–Odio los días de tormenta –May habla mirando con frialdad el cielo nublado.
El cielo comienza a teñirse de colores naranjas a la vez que las nubes de tormenta se forman. Una gota tras otra cae golpeando con suavidad el techo del auto.
–Últimamente llueve mucho. Aveces creo que alguien está llorando allá arriba por este caos –murmura Pérez con fastidio– O eso decía mi hija, dudo que realmente haya alguien allá arriba.
Bosque de Rising State of the South
Lucas preparaba una ensalada para los más jóvenes. Mateo estaba ocupado llenando varias cubetas para purificar agua. Celes coloreaba en una libreta pequeña para entretenerse mientras que Noah estaba dormido en el sofá.
–Tengo hambre –Noah se despierta hambriento observando la cena que Lucas había preparado.
Mateo ayudo a dejar los platos colocados en la mesa, pero el ruido de un carro hace que suelte los platos.
–Vayanse de aquí ahora –ordena Lucas a los tres.
El adolescente carga a Celes quien no quiere irse dejando solo a Lucas. Noah lo sigue corriendo y salen corriendo por la puerta trasera.
Lucas se sienta en el sillón de espalda comenzando a toser sintiéndose mareado. Observa la puerta
–Cuidado, es un infectado -May se pone una máscara antigas, el oficial entra con un traje antigas.
-¿Dónde están los híbridos? -May pregunta apuntando con una pistola.
-Eso no te importa -May le dispara en el hombro haciendo que Lucas aguante un grito de dolor.
-Habla -Peréz ordena con molestia, se están demorando mucho.
-Infelices, son solo niños. Ustedes son unos monstruos –gruñe aguantando el dolor.
En ese momento recibe otro disparo haciendo que caiga inconsciente. Los tres jóvenes corren sin detenerse y sin mirar atrás.
La casa comienza a incendiarse haciendo que Celes trate de forcear para buscar a Lucas.
–No quiero, déjenme. Quiero ir a buscarlo –solloza preocupada por la persona que comenzó a considerar un padre.
Mateo mira a otro lado sintiendo el olor de carne quemada. Se tapa la nariz sabiendo que pasa.
–Si te atrapan Lucas estaría triste por ti así que es mejor no regresar a atrás. Piensa en lo que el hubiera querido para tu bien –la niña llora sabiendo que había pasado.
Mateo la abraza entendiendo que se siente. Noah se une al abrazo llorando un poco mientras se limpia el rostro. Los tres jóvenes se levantan y se alejan del lugar para buscar un refugio más lejano.
En la cabaña en llamas May observa como el fuego es apagado por los bomberos. Era mejor prevenir un incendio forestal y evitar problemas con el gobierno por quema de biodiversidad.
–Joder, los niños escaparon –Pérez gruñe con furia.
Saber que falló en atrapar a unos niños fue un duro golpe para su orgullo. Pisoteo un cigarro en el suelo hasta apagarlo por completo. El cielo comenzó a nublarse nuevamente haciendo que May entrara al auto para refugiarse de la tormenta.
–Definitivamente odio febrero con toda mi alma –la chica menciona molesta al ver la lluvia.
Pérez rodó los ojos e ignoro su comentario. Agarro una manzana de un árbol y comenzó a comer sin importarle nada. May le dió un mordisco a la fruta que tenía su jefe en su mano haciendo que el hombre la mirara cansado.
–Te despediría si pudiera –Peréz se queja algo frustrado y avergonzado.
–Me amas que es diferente, nunca me expulsarias porque yo soy la que te hago los documentos así que deja de quejarte –May contraataca con una sonrisa arrogante.
Lucas
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