Jimin se encontraba acomodando la leña para encender la chimenea que se encontraba en la sala, de reojo veía a Taehyung espiar de forma impaciente por la ventana.

— Ellos no vendrán pronto, el bosque es muy grande, tardarán en llegar. —Dijo Jimin mientras intentaba prender la chimenea.

— Está muy oscuro afuera, puede ser peligroso. —Dijo Taehyung sin quitar la vista de la ventana.

— Ellos estarán bien, solo han pasado algunas horas, pronto regresarán. —Sonrió al ver la chimenea por fin encendida— Mejor ayúdame a preparar algo de comer, estoy hambriento y supongo que tú también debes de estarlo.

Taehyung sin decir una palabra se alejó de la ventana acompañando a Jimin a la cocina.

— Bueno, Taehyung, ya que no nos conocemos mucho podríamos ocupar este tiempo a solas haciéndolo. —Sugirió al mismo tiempo que sacaba verduras del refrigerador.

— Tengo 24 años y tengo una tienda de videojuegos, aunque también vendo una cuantas antigüedades, de hecho, conocí a Jungkook cuando él fue a comprar un viejo videojuego a mi tienda, era una edición descontinuada de Starcrack. —Sonrió al recordar— Coincidió que ambos amamos ese juego en cada una de sus ediciones, empezamos a hablar más seguido y buen... se dieron las cosas.

— ¿Amor a primera vista?

— Podría decirse.

Recordar la primera vez que cruzó miradas con Jungkook lo hacía sentir una inmensa felicidad y nostalgia, el chico preguntó tímidamente por el juego Starcrack, el cual era una reliquia debido a lo antiguo que era, coincidió que ambos amaban la franquicia, fue una conexión casi instantánea,  era como si el destino les gritara que debían de estar juntos y vaya que fue sabio hacerle caso, porque ambos se amaban con fervor, un amor que permanecía intacto a través del tiempo, Taehyung esperaba que terminará esa pesadilla para gritarle a todo el mundo que ahora era el prometido de Min Jungkook, porque sí, hace algunos días atrás, Jungkook, le había propuesto matrimonio, sin embargo, habían decidido esperar para anunciarlo.

— Sé lo que es el amor a primera vista, me pasó algo similar con Yoongi, me encontró cuando estaba perdido en el bosque, realmente no recuerdo mucho de antes de conocer a Yoongi, supongo que pasó algo que me hizo perder la memoria, pero la primera vez que nuestras miradas se cruzaron fue una conexión instantánea y ambos terminamos enamorados con el tiempo, supongo que es el efecto Min. —Jimin comenzó a cortar los vegetales mientras que Taehyung solo se dedicaba a observar.

— El amor es algo maravilloso. —Comenzó a poner atención a las decoraciones de la cocina— ¿Has logrado recordar algo? Quizás tu familia esté preocupada por ti.

— Han pasado años y aún tengo esta laguna mental, me he resignado, ahora mi única familia es Yoongi y estoy bien con ello.

Taehyung asintió en silencio y maravillado observó con detalle una hermosa, pero aterradora pintura que se encontraba en una de las paredes de la cocina, se trataba del rostro de un payaso con traje blanco, el traje estaba tan detallado que Taehyung podía contar las perlas rojas que adornaban la parte el cuello y las mangas, el payaso mostraba sus largos dientes amarillos, estaba sonriendo con esplendor, tenía el cabello color rojo el cual combinaba con su maquillaje, en su frente tenía escrito Funny en colores, una pintura con muchos detalles que Taehyung no se había cansado de mirar, pero había algo que le inquietaba, aquellos ojos amarillos con venas rojizas, le provocaban escalofríos, eran tan vividos.

— ¿Crees que esto acabe pronto? Siento que me estoy volviendo loco. —Taehyung decidió ignorar la pintura.

— Claro, siempre hay una solución para todos los problemas, esto será pronto un simple mal sueño. —Dijo Jimin— Uy, esta cebolla me hará llorar en cualquier momento.

Taehyung seguía sintiendo la mirada de aquel temible payaso sobre él, no lo dejaba tranquilo a pesar de intentar ignorarlo.

— Jimin.

— ¿Sí?

— ¿Puedo quitar ese cuadro por un momento? Es que me comienza a incomodar su mirar. —Murmuró Taehyung.

Jimin lo miró confundió.

— ¿Qué cuadro Tae? Solo tenemos cuadros con paisajes.

— El del payaso. —Taehyung apuntó hacia el cuadro.

«¡Oh, mierda!» Pensó Jimin cuando vio hacia la dirección donde Taehyung apuntó.

— Taehyung... ese cuadro tenía un girasol hace 5 minutos. —Jimin apretó el cuchillo en su mano.

De repente la sonrisa del payaso comenzó a crecer, sus dientes se volvieron puntiagudos, haciendo que su apariencia fuera mucho más aterradora, una de sus manos salió de aquel cuadro haciendo que ambos chicos retrocedieran, Taehyung no podía creer lo que estaba viendo.
El chico estaba estático, no sabía que hacer, si se trataba de una pesadilla solo quería despertar, fue jalado por Jimin y ambos empezaron a correr, encerrándose en una de las habitaciones.

— Los niños buenos no deben huir. —Una aguda voz masculina se escuchó por la casa— ¿Sabes chico? El rosa no es tu color, el rojo te queda mejor, déjame teñirte el cabello con tu propia sangre.

Taehyung sentía sus manos helarse, comenzaba a hacer un frío indescriptible en esa habitación, cuando volteo a ver al cuadro que estaba arriba de la cabecera de la cama, vio aquellos ojos dorados viéndole, Jimin y él ya no estaban seguros en esa habitación.

Esta vez Taehyung fue quien abrió la puerta de la habitación sacando a ambos de ahí, dirigiéndose al despacho de Yoongi, el único lugar seguro, el único lugar sin cuadros.

— Lo vi en el cuadro, teníamos que salir de ahí, venía por nosotros. —Dijo Taehyung— ¿Qué es esa cosa?

— El payaso Funny, un hombre que fue payaso, pero murió de manera trágica mientras intentaba robar una galería de arte, es por eso que puede transportarse por los cuadros. —Jimin miró la habitación buscando cuadros.

— Perfecto, lo conoces, estamos a salvo. —Dijo Taehyung con alivio.

— ¿Cómo sabías que aquí no había cuadros?

— No lo sabía, mi instinto me lo dijo. —Taehyung miraba de reojo la puerta— ¿Qué tenemos que hacer? ¿Cuál es su debilidad?

— No lo sé. —Murmuró.

— ¿Cómo que no lo sabes? Se supone que leíste el libro, todos los demás monstruos tenían debilidad, ¿qué hay que hacer con el payaso?

— Jamás terminé de leer el libro, lo dejé a la mitad, me empezó a traer pesadillas cada noche, simplemente no pude.

— Veo que quieren jugar al escondite. —El payaso habló desde el pasillo— Bien, juguemos, cuando los encuentre, haré con su piel hermosas piezas de arte.

Jimin y Taehyung temblaron, de un momento a otro, las luces comenzaron a parpadear, apagándose de repente.

— Oh no, ¿Yoongi no dijo algo sobre evitar juntar las palabras escondite y jugar? —Con temor preguntó Taehyung.

— Mierda, La Sombra. —Susurró Jimin— Tenemos que escondernos, si alguno de los dos nos encuentras estamos muertos.

Jimin le extendió el cuchillo a Taehyung, quien lo tomó sin pensarlo dos veces y comenzó a empujar el librero de madera.

— ¿Qué haces?

— Buscando un buen escondite antes de que perdamos el juego.

Debajo de aquel mueble se encontraba una pequeña puerta.

— Estaremos seguros en el sótano, por lo menos hasta que los chicos regresen. —Jimin comenzó a bajar por las escaleras de la empolvada habitación con cuidado.

— J-Jimin. No hay luz ahí abajo, La Sombra podría atraparnos en cualquier momento.

Jimin no respondió y continuó bajando hasta llegar al sótano, Taehyung al verse solo, decidió seguirle sin rechistar más, temía que algo le pasara si se quedaba solo.

— Por eso nos vamos a esconder, vamos. —Una vez abajo Jimin habló— El juego de La Sombra solo dura 30 minutos, podemos sobrevivir a ello, debemos preocuparnos por el payaso. —Le jaló junto a él detrás de unos costales de aserrín.

— ¿No podemos apuñalarlo con el cuchillo y huir?

— Si fuera humano ese plan funcionaria, pero no es así.

Ambos chicos se quedaron callados, solo sus respiraciones se escuchaban, no podían escuchar nada más, ambos sabían que aquellos monstruos los estaban buscando en cada rincón de la casa, todo parecía tranquilo en el sótano hasta que escucharon unos pasos acercarse, Jimin tomó valentía y se asomó un poco viendo a La Sombra caminar por el sótano y no tardó Funny en unirse atravesando el suelo llegando al sótano con rapidez, estaban cerca del escondite de Jimin y Taehyung.

El mayor había comenzado a llorar silenciosamente, su cuerpo temblaba por el miedo, su muerte estaba tan cercana, todo parecía terminar ahí, de repente escucharon el sonido de la puerta principal, alguien la había abierto, aquel sonido llamó la atención de ambos monstruos saliendo del sótano para atacar a quien sea que haya entrado a la casa.

— Yoongi. —Susurró Jimin.

Jimin no pudo evitar salirse del escondite y correr hacia la sala principal.

Taehyung no tuvo más remedio que seguirle, no quería estar solo, además también le preocupaba que pudieran atacar a Jungkook.
Cuando salió del sótano mágicamente todas las luces se volvieron a encender, ¿el juego había acabado? ¿Ellos habían ganado? Taehyung suponía qué estaban a salvo, vaya sorpresa que se llevó cuando al llegar a la sala, el payaso Funny apresaba a un chico desconocido contra la pared.

— ¿Quieren un show? Hoy les presentaré mi acto favorito, en el circo amaban verme desmembrar hermosos cuerpos, la gente gritaba con euforia y después de tanto tiempo, volveré a presentar este numero hoy, solo para ustedes. —Dijo Funny mirando a Namjoon— Pero tú no serás el protagonista de este show, será él. —Apuntó a Jungkook.

Funny caminó hacia Jungkook, sus dedos rozaron el rostro del chico, solo una mirada bastó para hipnotizarlo, haciendo que Jungkook por decisión propia se posará en el centro de la sala, era como si el payaso le diera órdenes sin decir palabra alguna, Funny se dedicaba a sonreír como demente viendo a su presa preparase para el Show.
Los demás a excepción de Taehyung estaban paralizados, sus cuerpos no respondían a sus órdenes, Yoongi estaba desesperado, sabía que tenía que encerrarlo, tenía que evitar que pasara un desastre, sin embargo, no podía moverse.

Cuando Taehyung vio al payaso acercase a su amado, se armó de valentía y levantó el cuchillo decidido a apuñalar a aquel payaso por la espalda, corrió con los ojos cerrados y sin dudar enterró el cuchillo con fuerza en la espalda del payaso.

Abrió los ojos, asustado, cuando escucho un suave quejido venir de una voz que conocía muy bien, alarmado se alejó del cuerpo al cual había apuñalado.

— Veo que tenemos un ayudante esta noche, ¿intentabas apuñalarme? Lástima. Debes saber que nada puede dañarme. —Habló el payaso— Pero hiciste un gran trabajo enterrando ese cuchillo en nuestro protagonista aunque tu puntería es pésima.

Taehyung miraba espantado la sangre que salía del hombro de Jungkook, el cuchillo aún seguía ahí y estaba seguro de que si lo quitaba la sangre brotaría aún más.

— T-Tae... espejo. —Jungkook gimió de dolor antes de desplomarse de rodillas en el suelo.

— Comenzaremos con nuestro show querido público, es mejor que se pongan cómodos, nuestro show será un poco sangriento. —Anunció el payaso acercándose a Jungkook y sacando el cuchillo de su hombro sin cuidado haciendo que el chico gritara.

Taehyung corrió al baño cuando el payaso dejó de prestarle atención, no sabía que hacer, pero era el lugar más cercano donde había un espejo, sacó el espejo del baño y se dirijo a donde estaban todos nuevamente.

— Nuestro ayudante de esta noche hará el primer corte, hará que los gritos se escuchen por todo el lugar o quizás él también sea protagonista del show. —Sonrió acercándose a Taehyung con el cuchillo en mano.

— ¡Aléjate! —Sentenció aferrándose al espejo con marco dorado.

— Te daré una segunda oportunidad, quizás no entiendes. —Se acercó nuevamente a Jungkook— Tienes que cortar, justo así, es tan fácil como cortar mantequilla. —Y sin dificultad el cuchillo se deslizó cortando el dedo meñique de Jungkook, provocando horribles gritos de dolor— ¡Aplausos público! El dolor es música para mis oídos, si les he de ser sincero desearía usar otro tipo de técnicas, pero empezamos con algo suave.

Funny se volvió a acercar a Taehyung quien aún se encontraba paralizado viendo como la sangre brotaba de la mano de Jungkook.

— ¡¿Preparados para el siguiente acto?! Arrancaré su castaña cabeza. —El payaso dejó caer el cuchillo al suelo, sus manos se convirtieron en garras afiladas y su sonrisa se volvió aún más tenebrosa.

Cuando Taehyung vio al payaso acercarse a paso firme hacia él, por pánico lo primero que se le ocurrió fue levantar el espejo y golpearlo con el, haciendo que el payaso se quedara atrapado dentro del espejo.
El castaño había capturado inesperadamente al temible payaso, haciendo que todos se pudieran mover nuevamente.

Yoongi en cuanto se pudo mover le arrebato el espejo a Taehyung rompiéndolo en mil pedazos.

— ¿Q-Qué haces? —Preguntó Taehyung.

— Asegurándome de qué Funny nunca vuelva a salir.

Taehyung corrió hacia el pálido cuerpo de Jungkook quien seguía en el suelo y apretó la herida en su mano izquierda en un intento de detener la hemorragia.

— Lo siento tanto cariño, lo siento tanto, todo estará bien, lo prometo.

— Estoy bien tesoro, no te preocupes, gracias por salvarnos. —Murmuró débil cerrando los ojos.

— Estás perdiendo mucha sangre, necesito llevarte a un médico. —Dijo con un nudo en la garganta, sin embargo, no obtuvo respuesta de Jungkook— ¡¿Jungkook?! No te duermas, resiste, resiste por mí, ¡despierta! No me dejes, por favor. —Rogó entre llanto.

— Taehyung tranquilízate. —Pidió Jimin.

— Jungkook, por favor despierta. Todo es mi culpa, si tan solo hubiera dejado el cuchillo en el sótano.

— Taehyung, todo estará bien, pero tienes que calmarte. —Intentó calmarle Jimin— No es culpa de nadie, Funny iba a buscar otra forma de dañar.

— Yoongi, tú eres mágico. —Dijo con voz temblorosa y la cara empapada en llanto— ¡Cúralo! ¡Haz tu magia! ¡MALDITA SEA HAZ ALGO POR TU HERMANO!

— Yo... No puedo Taehyung, no es así de simple. —Contestó Yoongi.

Taehyung miró el cuerpo inconsciente de Jungkook, el chico seguía perdiendo sangre, Taehyung no sabía que hacer, estaba entrando en pánico y el llanto y la desesperación se apoderaban de él.

— Prometiste no dejarme, por favor, cumple tu promesa. —Acarició el suave cabello de su novio— Jungkook te amo, por favor, no me dejes.