veintiséis
Después de la clase corrí a la sala de requerimientos, luchando contra las lágrimas que se esfuerzan por salir. El dolor es cada vez peor. Es como si mi piel estuviera en llamas y no hay nada que pueda hacer para que pare. Es lo más doloroso de la historia y no se detiene.
Empujo la puerta de la habitación y choco contra Draco. Me rodea con sus brazos y me empuja hacia el interior de la habitación.
-Maya, ¿puedes decirme, por favor, qué coño está pasando? Me estás asustando. - Me pregunta. No pude responder. Sólo me permití llorar contra su pecho mientras él me frotaba suavemente la espalda. El dolor seguía empeorando. Seguí llorando contra su pecho hasta el punto de que básicamente estoy gritando. Me permite quedarme allí hasta que termino. Siento que mi brazo empieza a palpitar y sigue ardiendo. El dolor era demasiado y empiezo a gritar.
-Maya... ¿qué coño? - Me pregunta mientras grito en su pecho. Como no dejo de gritar, sigue preguntándome qué me pasa hasta que se detiene. Me empuja de su pecho para que esté de pie frente a él con las lágrimas corriendo por mi cara.
-Enséñame el brazo. - Me exige.
¿Cómo coño ha sabido...? Sacudo la cabeza y me alejo de él.
-Muéstrame tu maldito brazo, Maya. - Exige de nuevo y se acerca.
Cedo porque está claro que ya lo sabe. Me enrollo la manga y sigo llorando de nuevo. Sacude la cabeza cuando mira la fea marca de mi brazo. Sus ojos van de la marca a mi cara y vuelven a la marca mientras sacude la cabeza.
-Maya... ¿qué coño? - Pregunta mientras mira la marca. Está roja y llena de bultos a su alrededor y el ardor no cesa.
-Yo... puedo explicarlo. Deja que te lo explique. - Lloro mientras él sigue mirando mi brazo.
-Vale, explícate. - Dice mientras se sienta en el sofá. Me dirijo a sentarme a su lado, pero me atrae a su regazo y me rodea con sus brazos.
-Amor, por su aspecto puedo decir que no lo conseguiste por tu elección así que no te preocupes porque me enfade... ¿vale? - Me susurra al oído mientras presiona su labio contra mi mejilla. Asiento lentamente y le explico lo que pasó anoche. Puedo ver cómo aumenta la ira en sus ojos mientras le cuento todo.
-Esto es mi maldita culpa. Te dije que no era seguro estar cerca y ahora tienes esa puta marca en el brazo.
-No... Draco me advertiste pero soy terca y decidí que quiero arriesgarme.
El niega con la cabeza pero yo continúo.
-No es tu culpa, ¿de acuerdo?
Vuelve a negar con la cabeza y deja caer su cabeza sobre mi pecho. Hubo unos momentos de silencio mientras los dos tratábamos de averiguar qué pasaría a continuación. Mi mente daba vueltas a un millón de cosas, y el dolor no ayudaba.
-No voy a dejar que te haga daño. - Dice Malfoy después de una larga pausa. -Y no voy a dejar que nadie que lo descubra, te diga nada.
Asiento con la cabeza.
Nunca había pensado en lo que pasaría si otros chicos me descubren.
-Intenta que nadie lo vea. - Me recuerda.
Vuelvo a asentir con la cabeza.
-Y no olvides que yo también tengo la marca... así que habla conmigo. Estamos juntos en esto.
-No hay secretos. - Digo y él sonríe. Luego la sonrisa se desvanece.
-¿Estás bien? - Pregunta.
-Estoy un poco mejor ahora que lo sabes. - Lo admito. -Pero cada vez que cierro los ojos... lo veo a él.
Él asiente para decir que lo entiende.
-¿Quieres que me quede contigo por la noche? - Me pregunta y yo asiento con la cabeza. Al menos así no estaré sola. Me da miedo estar sola por si vuelve.
-¿Le dijiste a alguien más?
-No.
-¿Por qué no me lo dijiste...? - Pregunta.
-Yo... estaba avergonzado y asustado... - Admito.
-No me juzgaste cuando lo descubriste. - Me recuerda: -¿Por qué iba a hacerte eso? - Se acerca a mi brazo y frota suavemente mi marca.
-¿Te duele mucho? - Me pregunta y yo asiento con la cabeza, limpiando algunas lágrimas.
-Sí, me dolía mucho al principio y a veces todavía me duele.
-¿Cómo has conseguido que deje de doler?
-Hay algunos hechizos que puedes usar... déjame hacer uno por ti.
Asiento con la cabeza y él saca su varita y dice un encantamiento curativo. La sensación de ardor se desvanece un poco y ahora es sólo un hormigueo.
-¿Ayudó eso?
-Sí. - Digo. -Gracias...
Nos abrazamos un rato y luego le obligué a trabajar en el armario un rato. Dice que cada vez está más cerca de terminar eso. Me tumbo en el sofá mientras él trabaja, intentando alejar mi mente de los acontecimientos de anoche. Después de mis preocupaciones de que Theo se enterara o incluso Harry.
Una hora después Draco se sienta a mi lado para descansar. Recuesto mi cabeza en su pecho.
-¿Dijiste que alguien que ambos conocemos se lo dijo? - Pregunta Draco.
-Sí.
-¿Quién sería...?
-Alguien que claramente me odia.
-... Sólo conozco a una persona que parece odiarte de verdad. - señala Malfoy. Veo que el enfado crece en su rostro mientras se levanta y sale corriendo de la habitación.
¿Qué demonios?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro