A la mañana siguiente me despierto rodeada de chicos. Resulta que anoche nos quedamos dormidos los cuatro en la habitación de los requisitos. Me incorporo y miro a mi alrededor para ver a Draco en el sofá a mi lado, Theo y Blaise en el suelo no muy lejos de nosotros. Debimos de estar hablando y nos quedamos dormidos.

-¿Quién está listo para desayunar? - Digo para despertarlos a todos.

-Cierra la boca. Estoy intentando dormir. - Blaise gruñe mientras Theo y Draco se incorporan y sacuden la cabeza.

-¿Dormimos aquí? Eso no va a parecer nada raro. - añade Theo.

-Blaise levanta tu perezoso trasero antes de que lleguemos tarde al desayuno. - Malfoy le suelta un chasquido a su amigo que gruñe y se sienta con el ceño fruncido

-A quién le importa si la gente se da cuenta de que no estamos allí. No les importa a menos que seas Harry Potter de todos modos. - Dice Blaise.

-Quiero decir que no soy Harry pero soy un Potter. - digo yo.

-Ah, claro. - Dice Blaise mientras se levanta, enviándome una mirada de disculpa.

-Eres un maldito idiota, Blaise. - Dice Draco mientras me rodea con sus brazos por detrás. Theo y yo luchamos por contener la risa mientras Blaise parece aterrorizado por haber dicho algo equivocado.

-Relájate Blaise. - Digo mientras estallo en carcajadas. -Sé que no soy el elegido. Me alegro de no tener toda esa atención sobre mí.

-Vale por un segundo pensé que ibas a hacer que tu novio me matara. - Dice Blaise.

-Todavía podría. - Draco bromea.

-Vamos. - Digo mientras tomo la mano de Draco y lo arrastro hacia la puerta. -Hora de desayunar.

-Gracias por salvarme, Maya. - grita Blaise mientras Draco y yo salimos de la habitación. Theo y Blaise esperan un momento y salen. No queríamos salir todos a la vez por si parecía sospechoso. Después de que los otros dos se unan a nosotros en el vestíbulo, los cuatro nos dirigimos al desayuno. Llegamos tarde, pero no importa.

Entramos y el trío y algunos Gryffindors nos miran, pero aparte de eso, a nadie le importa que hayamos llegado tarde.

Nos dirigimos a nuestra mesa y nos sentamos, pero en lugar de sentarse al lado de Blaise, Draco se sienta a mi lado. Theo sacude la cabeza y se dirige al otro lado de la mesa para sentarse al lado de Blaise ya que Malfoy ocupó su lugar. Malfoy sonríe a Theo cuando hacen contacto visual y Blaise y yo nos reímos. Apoyo la cabeza en Draco mientras él me rodea con un brazo.

-¿Ni siquiera van a ocultar esto al resto del colegio? - pregunta Blaise.

-¿Por qué tendríamos que hacerlo? Ya sabes quién lo sabe y era nuestra mayor preocupación. - Dice Malfoy mientras coge una fresa de mi plato y se la come.

-¿Y su hermano? - añade Theo.

-Se va a cabrear. - Agrego. -¿Pero por qué tengo que esconderme sólo para facilitarle la vida?

-No deberías. - Dice Theo.

Después de desayunar todos vamos a nuestras clases pero en vez de sentarse a mi alrededor, Draco se sienta a mi lado en todas las clases que tenemos juntos. La marca sigue ardiendo pero Draco ha estado todo el día y cada vez que empiezo a hacer una mueca de dolor, me acerca y me distrae.

Puedo sentir las miradas que recibo por detrás de mí y puedo oír los susurros, pero no tengo energía para preocuparme.

Después de mi última clase, salgo del aula sólo para encontrar a Malfoy esperándome. No tenemos la última clase juntos así que esa clase fue horrible.

-¿Cómo has llegado tan rápido? - Le pregunto mientras me atrae hacia su pecho.

-Me fui temprano. - Dice como si no fuera gran cosa. Le miro y sonríe. -¿Cómo está tu brazo?

-Ahora mismo no está mal. - Miento. No quiero que se preocupe por eso ahora mismo, pero él ve a través de mi mentira, acerca mi mano a su boca y la besa.

-No me mientas. No puedo ayudar si no eres honesto.

-Es que no quiero que te preocupes todo el tiempo.

-No te preocupes por eso, estamos juntos en esto. - Dice. Luego susurra un amuleto curativo y el dolor se desvanece ligeramente.

-¿Mejor? - Me pregunta. Asiento con la cabeza. Sonríe y se inclina para besarme.

-Lo sabía, joder. - Una voz interrumpe y siento que la ira de Malfoy aumenta. Le cojo la mano para calmarlo antes de girarme para ver a Harry, Ron, Hermione, Ginny y los gemelos de pie.

-Vete a la mierda, Potter. - Dice Malfoy mientras se pone ligeramente delante de mí, pero sigue cogiéndome la mano.

-Deja a mi hermana en paz, Malfoy. - Le grita Harry.

-Ella no te importa una mierda. Si lo hicieras, tal vez ella no estaría conmigo. Tal vez ella también me odiaría. - Dice Malfoy.

-Draco... - Digo pero él no se gira para mirarme. Está mirando fijamente a Harry.

-Maya, ¿estás intentando que te maten? - Ron soltó.

-Estoy tratando de vivir mi vida. - Digo y pongo los ojos en blanco.

-Es peligroso. No está de nuestro lado. - añade Hermione.

La ignoro y Malfoy también.

-Vamos, tenemos que ir a conocer a los chicos. - Digo mientras intento apartarlo de esto. Se rinde con bastante facilidad y empezamos a alejarnos pero Harry no podía dejarlo estar.

-Es un mortífago, Maya. No estás a salvo con él.

-Harry-. - Ginny dice pero él la ignora.

-Crees que lo sabes todo, ¿verdad Potter? - Malfoy escupe mientras se da la vuelta y vuelve a caminar hacia Harry. -Tú no sabes nada.

-Si te preocuparas por ella, la dejarías en paz. - Añade Ron.

-Vamos chicos, no sabéis toda la historia. - Fred salta, tratando de detener esto.

-Oh, cállate Fred. Todos sabemos que sólo intentas defender a Maya porque aún la quieres. - grita Ron.

Miro a Fred y él niega con la cabeza.

-¿A quién le importa si esa es su razón? - Salgo al paso. -Al menos está siendo mejor persona que vosotros tres. - Le digo al trío.

Justo en ese momento me empieza a arder el brazo. Doy un paso atrás y me apoyo en la pared mientras busco a Draco para que se acerque a mí. Él se da cuenta enseguida de que algo va mal y corre hacia mí.

-¿Qué pasa? - Pregunta, buscando una respuesta en mis ojos.

-Me arde el brazo. - Murmuro.

-Joder. Tenemos que sacarte de aquí. - Dice y toma mi otra mano.

-Ha sido un placer ponernos al día con vosotros, cabrones, pero tenemos que irnos. - Draco dice y los dos caminamos por el pasillo y entramos en un aula vacía. Me pone sobre una mesa y trata de calmarme. Los gritos empezaron en cuanto salimos de los Gryffindors. No he podido aguantar. Algo va mal. No creo que deba doler tanto.

-¿Qué puedo hacer? - Me pregunta. Puedo oír el pánico en su voz.

-Haz que pare. Por favor, haz que pare. - Le ruego.

Me coge el brazo y me sube la manga y empieza a probar encantos curativos y encantos refrescantes hasta que el dolor acaba por desaparecer. El llanto debió de durar muchísimo tiempo, pero Draco me abrazó y me dejó llorar.

-Shhh, lo sé. Te tengo. - Susurra mientras me frota la espalda.

-¿Siempre va a ser así? - Le pregunto una vez que por fin puedo hablar.

-Será así durante un tiempo... pero al final, cuando tu cuerpo deje de luchar contra ello... no será tan malo. - Me explica.

-¿Fue tan malo para ti...? - Le pregunto.

-...sí. - Él admite.

-¿Quién te ayudó...?

Hace una pausa y no me mira por un momento y ahí lo supe. Lo tengo a él, a Theo y a Blaise para que me ayuden, pero él no tenía a nadie cuando lo consiguió por primera vez. Lo mantuvo en secreto como yo lo intenté. Si él no lo descubría, yo también estaría sola.

-Lo siento... - Digo pero él niega con la cabeza.

-No lo sabías. No quería que lo supieras. - admite. Sonrío con simpatía sabiendo que no puedo discutir con él en esto. Si hay algo que tengo claro es que no le gusta que la gente lo vea débil. Prefiere que la gente piense que lo consiguió por su propia voluntad a que vean que no lo quería en absoluto.

-¿Qué coño has hecho, Maya?