veinte
A la mañana siguiente me levanté temprano, bajé las escaleras y empecé a preparar el desayuno para todos. No mucho después de haber bajado las escaleras, Theo se une a mí y los dos empezamos a decorar la casa con luces navideñas mientras escuchamos algo de música navideña. Malfoy y Olivia seguían durmiendo lo cual me alegra porque así podemos sorprenderme con la casa decorada y el desayuno hecho.
-Así que parece que Malfoy y tú os lleváis bien ahora. - Dice Theo mientras cuelga unas luces en la barandilla.
-Supongo que sí. - Digo, no quiero tener esta conversación ahora mismo.
-¿Ha pasado algo? - pregunta.
-No, en realidad no. Te dijo que me he sentado con él a veces mientras trabaja en la sala de requisitos. Supongo que se ha acostumbrado a que esté cerca. - le digo.
-Sí, pero lo convenciste de que ayudara a decorar el árbol de Navidad y de que hiciera lo del brindis con chocolate caliente con nosotros. - Theo hace una pausa por un segundo: -Nunca le he visto hacer caso a nadie que haya intentado decirle lo que tiene que hacer.
-¿De verdad? - Hago una pausa. -Bueno, ya me conoces, soy testarudo y no me rindo.
-Eso es seguro. - Bromea mientras nos dirigimos a la sala de estar para poner algunas luces.
-Si te has sentado con él en la sala de requisitos... ¿significa que te ha dicho por qué está allí...?
-Partes de ella, pero no la historia completa.
-¿Qué partes...?
-Sé lo de la marca, T. - Ensancha los ojos y mira hacia otro lado por un momento.
-¿Y no le tienes miedo ni estás enfadado con él?
-No. - Digo sin siquiera hacer una pausa. -No es su culpa.
-Sabes... serías muy bueno para él. - Admite.
-¿Qué quieres decir? - Pregunto.
-No tiene a nadie como tú. Alguien que sea ferozmente leal y que se preocupe de verdad.
-Te tiene a ti y a Blaise.
-No es lo mismo Maya. Somos sus amigos, pero me refiero a alguien a quien escucharía cuando realmente se trata de eso.
-Supongo .. pero él es tan caliente y frío.
-Lo sé, pero ya estás haciendo una diferencia en él. Él está aquí y realmente parece que está disfrutando.
-Yo también lo he notado. - Digo con una sonrisa.
-Mira, Malfoy es uno de mis mejores amigos y es genial pero prométeme que tendrás cuidado. - Dice Theo.
-T...
-Sólo prométeme Maya. Eres mi mejor amiga, eres mi hermana y no podré soportar si te pasa algo.
-Te lo prometo, T. - Digo y me dispara una sonrisa antes de que nos interrumpieran unos pasos.
-Parece que alguien está despierto. - Digo mientras nos dirigimos a la cocina para encontrar a Malfoy mirando alrededor.
-Buenos días, dormilón. - Bromeo.
-¿Qué coño ha pasado aquí? - Pregunta, mirando a su alrededor.
-Navidad. - Theo dice.
-Sí, vomitó por todas partes. - dice mientras se gira para mirarme. -¿Tú hiciste esto?
-Mhm.
-Sabía que te gustaba la Navidad, pero no creía que te volviera loca.
-Hay muchas cosas que no sabes de mí. - Sonrío. Él sacude la cabeza y sonríe antes de sentarse en la mesa del desayuno.
-Oh, aquí viene Olivia. - Dice Theo mientras Liv baja las escaleras.
-¿Cuánto tiempo lleváis levantados? Habéis estado ocupados...
-Unas cuantas horas. - Admito. -¿Qué te parece...?
-Es increíble. - Dice Liv mientras se sienta a la mesa.
-Bien. - Yo digo. -¿Queréis ir de compras navideñas después del desayuno?
-Me parece bien. - Dice Malfoy. -Este año no se compran regalos.
-¡Yo quiero! - Liv dice.
-Bueno Malfoy no tienes que comprar regalos pero te vienes conmigo. - Dice Theo.
-Sí, y Liv, tú vienes conmigo.
-Bien, no quiero ir con el Grinch. - Ella bromea.
Desayunamos y nos dirigimos a Hogsmade. Una vez que llegamos, nos dividimos. Malfoy y Theo van por un lado y Liv y yo por el otro.
-¿Qué vas a comprarle a Malfoy? - Me pregunta Liv una vez que estamos solos.
-¿Qué? No lo sé... - Digo torpemente.
-Oh, vamos Maya. Soy un año más joven pero no soy ciega. - Ella dice.
-¿De qué estás hablando...?
-Te conozco desde hace años... y he visto la forma en que mirabas a Fred. Te preocupabas por él y tal vez lo querías, pero puedo decir por la forma en que miras a Draco que estás enamorada de él.
-Yo... yo no miro a Malfoy de una manera específica. - Digo.
-Te conozco, Maya. - dice con una sonrisa de satisfacción. -No le voy a decir a Theo si eso es lo que te preocupa.
-No me preocupa eso. - Admito.
-Sabes que es peligroso salir con él. Especialmente porque eres una Potter.
-Lo sé.
-Pero lo amas.
-No-.
-Pero hay algo ahí, ¿no?
-I-
-Lo sabía. - Dice con una sonrisa.
-No sé realmente lo que está pasando entre nosotros si soy honesto.
-¿Qué significa eso?
-Bueno, un día es todo dulce y todo es genial y al siguiente está diciendo que es peligroso y que no debería estar con él.
-¿Entonces estás con él?
-Sí... me invitó a salir ayer cuando venía para acá. - Le digo. -Pero por favor, no se lo digas a nadie...
-Tranquila Maya, no se lo voy a decir a nadie. En cuanto a que es bipolar... puede que se sienta culpable por ponerte en peligro al dejar que te acerques a él.
-Lo sé, pero es mi decisión. Yo soy la culpable si me pasa algo. Yo lo empujé.
-Supongo que... sólo dale una oportunidad. Ha venido unas cuantas veces, pero normalmente se siente miserable y al margen de las cosas, ¿sabes? Pero esta vez parece feliz.
-Bueno, eso me hace feliz.
-Entonces, ¿qué le vas a regalar?
-Ya lo tengo hace una semana. Está en tu casa en mi bolsa.
-¡Ah! ¡Muéstrame luego!
-Por supuesto.
FIN DEL PUNTO DE VISTA.
M A L F O Y
Theo me arrastró con él a buscar sus regalos para su hermana y Maya y normalmente me sentiría miserable, pero es mejor que estar sentado en su casa sola. Le prometí a Maya que no me aburriría y no pienso romper mi promesa.
-Parece que Maya y tú os estáis acercando. - Dice Theo mientras entramos en una tienda.
-Se podría decir que sí. - digo yo.
-Ya era hora de que te dieras cuenta de lo genial que es.
-Mhm.
-Pero no dejes que se lastime. Tú y yo sabemos que ahora es un momento peligroso para que ella se acerque a ti.
-No creas que no lo sé, joder. Ella es obstinada en eso. Se lo dije y básicamente me dijo que me callara la boca.
Theo se ríe de eso.
-Sí, eso suena a ella. - dice. -Es mandona y muy terca pero es alguien que siempre estará ahí. Créeme, vale la pena conocerla.
-Lo sé. - murmuré.
-Y parece que realmente se preocupa por ti ya.. Creo que ve algo en ti.
-¿Cómo qué?
-No tengo ni puta idea. - se ríe.
-Yo tampoco. - Me digo a mí mismo.
Coge sus regalos y nos dirigimos al punto de encuentro que habíamos acordado antes. Las chicas ya están allí, riendo y hablando. Creo que no he visto a Maya tan feliz como lo está desde que salimos del colegio. Pero es agradable verla feliz. En el colegio está tan tensa y preocupada por lo que piensan los demás. Quiero decir, lo entiendo. Yo también me siento miserable en la escuela. Y en casa también, pero al menos en la escuela, ella está ahí.
-Así que tenemos una pequeña sorpresa para todos. - Maya dice mientras ella y Olivia se sonríen.
-¿Qué? - Theo pregunta con curiosidad.
-Ya lo verás cuando volvamos. - Dice Olivia con una sonrisa.
-¿Debería preocuparme? - Le susurro a Maya.
-Oh, sí. - Ella dice.
-Genial. - Murmuro.
*De vuelta a la casa de Theo* (M A Y A)
-¿Y cuál es la sorpresa que habéis elegido? - pregunta Theo con curiosidad.
-¿Debemos decírselo? - Le digo a Olivia.
-Creo que deberíamos decírselo. - Liv dice, sonriendo de oreja a oreja.
-Bien, entonces sácalos de la bolsa. - Digo y ella lo hace. Saca dos bolsas y entrega una a cada uno de los chicos mientras intenta y aguanta la risa.
-¿Qué coño es esto? - Malfoy gruñe.
-Se llaman pijamas que ambos van a usar mientras vemos las películas de Navidad más tarde. - Digo, sonriendo.
-Oh, lo haremos, ¿verdad? - Pregunta Malfoy.
-Si.
-Vamos amigo, no vamos a salir de esta. - Dice Theo. -Por mi parte, me encantan.
-Gracias, T. - Le sonrío y luego me vuelvo a dirigir a Malfoy. -Por favor. - Le ruego.
-Bien pero si le dices a alguien del colegio que yo hice esto.
-Cálmate, ¿quieres? - Digo. -Tu secreto está a salvo con nosotros.
-Bien. - murmura.
-Bien. Voy a envolver estos regalos y vosotros dos vais a hacer lo mismo y luego os vestís con ellos y os reunís con nosotros en el salón. - Exijo.
-Te dije que era mandona. - Theo bromea con Malfoy y ambos se van a sus habitaciones riendo.
Me meto en mi habitación y saco la caja de mi bolso con el regalo que le he comprado a Malfoy. Sé que ha dicho que no va a regalar nada a nadie, pero no me importa recibir algo a cambio. Quiero darle algo, quiero darle esto.
Le compré a Olivia un collar que dice "hermana" porque cuando estábamos de compras, ella los vio y dijo que debíamos comprarlos para las dos. Así que le compré dos. Es lo más parecido a una hermana que tengo, igual que Theo es mi hermano.
A Theo le compré un reloj y un jersey porque siempre se queja de que su reloj apenas funciona y de que siempre tiene frío.
Envuelvo todos los regalos, cada uno con un papel de regalo diferente, y luego los bajo por las escaleras para ponerlos debajo del árbol.
-¿Maya? - Oigo cuando salgo de mi habitación con los regalos. Me giro y veo a Malfoy de pie.
-¿Qué pasa? - Le pregunto.
-¿De verdad me has comprado el pijama del Grinch? - Me pregunta. Me quedo de pie sin saber qué decir por un momento y trato de contener la risa.
-Mhm. - es todo lo que consigo sacar por el momento.
-Muy gracioso. - Dice mientras se acerca a mí. -Me vengaré de ti por esto. - dice en voz baja antes de entrar en su habitación.
Lo que sea. Vale la pena.
He puesto los regalos de Olivia y Theo bajo el árbol pero no voy a poner el de Malfoy. Por un lado, quiero que sea una sorpresa y por otro, no quiero que Theo lo sepa. Además, no estoy segura de que quiera que sepan que estamos juntos.
Veo a Liv y a Theo sentados en el sofá ya con sus pijamas navideños.
-¡Chicos! Se ven tan lindos! - Digo.
-¿Dónde está el tuyo? - Theo pregunta.
-Voy a cambiarme ahora mismo.
-Y obligar a Malfoy a ponerse el suyo. - Bromea Liv.
-Probablemente. - Me río.
Subo las escaleras y me pongo mi pijama de reno y salgo de mi habitación y me dirijo al pasillo para ver si Malfoy ya se ha cambiado.
-Voy a entrar. Más vale que tengas esa cosa puesta. - Digo.
-Está encendido. - dice mientras abro la puerta y, para mi sorpresa, estaba realmente encendido.
-¿Hacéis esta mierda todos los años? - Pregunta.
-Más o menos.
-Malditos bichos raros. - Gruñe.
-Te queda muy bien y te sienta bien.
-No lo presiones. - dice mientras se acerca a mí y me rodea con sus brazos, acercándome a su cuerpo. Todo lo que podía oler ahora era menta y su colonia, no es que me queje.
-Vamos. - Digo, zafándome del abrazo y arrastrándolo escaleras abajo para ver películas con T y Liv. Me dio un beso en la frente antes de dejar que lo arrastrara hasta allí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro