Después de mi última clase me fui directamente a mi dormitorio porque Draco vendrá a buscarme pronto. No estoy segura de qué ponerme para algo así... sus padres son muy de la vieja escuela y aunque él parece creer que me aprobarán, tengo la sensación de que no lo harán.

Pansy se apresura a ir a nuestra habitación después de la clase, por suerte, y me ayuda a elegir algo informal pero bonito. Draco dijo que me pusiera algo informal. Pansy al estar muy a la moda y ser la ex novia de Draco, sería de gran ayuda. Ella conoce a los Malfoy y sabe qué esperar.

-Sé educado. Llama a su padre señor Malfoy y no levantes la voz, aunque diga algo que te moleste. Créeme cuando te digo que no es alguien con quien quieras meterte. - Pansy le explica tan rápido como puede porque no tenemos mucho tiempo.

-Vale... ¿cómo es Narcissa? - Pregunto mientras me pongo el vestido que eligió Pansy. Era un vestido de verano que era suelto y no muy largo pero tampoco muy corto.

-Realmente no lo sé. Ella y yo nunca estuvimos cerca. Pero es educada. - Pansy se detuvo. -Lo único que sé de ella es que es muy protectora con Draco.

-Oh. - Digo. Protectora de su único hijo. Su único hijo saliendo con un Potter... Alguien que su señor oscuro odia. ¿Cómo podría salir mal?

-Y Maya... - Dice Pansy, sacándome de mis pensamientos. -Si dicen que Draco no puede estar contigo, no digas nada. Deja que Draco se encargue. Confía en mí.

Asiento con la cabeza.

Así que, básicamente, sólo hay que presentarse y hablar sólo cuando se habla... eso no debería ser tan difícil...

No mucho después, se oyeron dos golpes en la puerta y luego se abrió rápidamente. Draco me mira y sus ojos se detienen.

-¿Esto está bien? - Pregunto, sintiéndome de repente muy consciente de mí misma porque no ha apartado la mirada ni una sola vez.

-Es perfecto. - Dice mientras me coge la mano. -¿Estás lista?

-Supongo.

Draco asiente a Pansy y supongo que es para darle las gracias por ayudar y ella le sonríe. Le dirijo una mirada más suplicante para ver si tiene una forma de salir de esto pero ella también se limita a sonreírme. Genial, no hay ayuda de ella. Blaise y Theo nos esperaban en la sala común para despedirse y darnos suerte antes de irnos, lo que no ayudaba a los nervios.

-Estarás bien. - Theo me susurra al oído mientras me da un abrazo. -Pero envía tu patronus si necesitas ayuda. - bromea.

-No ayuda, Nott. - Digo mientras le doy un golpe en el brazo.

Draco me toma de la mano y nos guía hacia el fuego. Toma el floo y dice "Malfoy Manor" muy claro.

En el momento en que entramos en la manera, toda su postura cambió. Estaba tenso y muy alerta. Me agarraba la mano con fuerza y me mantenía muy cerca de él.

-¿Madre? - Llama y rompe el silencio en el que se encontraba la casa. Su casa era muy grande, como la de Theo pero mucho más oscura.

-¿Draco? Estás aquí. Te he echado de menos. - Dice mientras se precipita hacia él y lo rodea con su brazo.

-Madre-. - Dice Draco pero cede y le devuelve el abrazo.

-Oh-. - Narcissa dice al notar mi presencia, -¿Tú debes ser Maya?

Asiento con la cabeza.

-Es un placer conocerte. - Dice mientras toma mis manos y me sonríe. -No estoy seguro de por qué mi marido llamó a esta cena, pero es muy agradable conocerte a pesar de todo.

-Es un placer conocerla también, señora Malfoy. - Digo y sonrío a la mujer. La verdad es que parece muy simpática.

-Por favor, llámame Narcissa. - Dice. Asiento con la cabeza y vuelvo mi atención a Draco, que me observa atentamente. Noto una leve sonrisa pero esa sonrisa se desvanece en el momento en que su padre entra en la habitación.

-Ah, estás aquí. - es todo lo que dice mientras mira a Draco y luego a mí.

-Dijiste que nos esperaban aquí. - Dice Draco, sonando desagradable.

-Sí, lo dije. - Dice Lucious mientras se aleja. -Esta noche comeremos en el comedor más lejano. Ven.

Narcissa palmeó el hombro de Draco antes de seguir a su marido. Antes de que Draco y yo los siguiéramos, volvió a tomar mi mano.

-Necesito que me prometas algo antes de que entremos. - Dijo con calma.

Asiento con la cabeza.

-Si te digo que te vayas de aquí, usa la chimenea y vuelve a Hogwarts. Volveré tan pronto como pueda.

Lo miro fijamente por un momento, estudiando sus ojos. Me doy cuenta de lo asustado que está realmente y asiento con la cabeza.

-De acuerdo. - Digo.

-...De acuerdo. ¿Estás listo? - Pregunta.

-No. - Digo y miro hacia la dirección que tomó Narcissa, -Sí.

-Vamos entonces, Potter. - se burla mientras caminamos hacia el comedor.

El comedor estaba bellamente decorado pero Draco no parecía sorprendido así que supongo que siempre se ve así. Lucious se sentó en la cabecera de la mesa lo que casi me hizo reír hasta que recordé lo que me dijo Pansy. Sé educado. Narcissa se sentó en la otra cabecera al otro lado de la mesa. Draco me guió hasta mi silla que estaba frente a la que él se sentaba. Lucious observó cómo su hijo me acompañaba a mi asiento y se dirigía al suyo. Parecía casi horrorizado... pero Narcissa parecía orgullosa. Es decir, estaba siendo un caballero...

Los elfos de la casa sacaron las primeras raciones y bebidas para todos antes de que nadie se atreviera a hablar.

-He oído que ha tomado la sabia decisión de unirse al bando del señor oscuro, señorita Potter. ¿Es cierto lo que he oído? - Dice Lucious con una sonrisa de oreja a oreja.

Miro hacia Draco y veo que tiene el puño cerrado y que se sienta erguido, mirando a su padre. No estaba seguro de qué hacer o decir pero sabía qué no decir....

-Sí, señor Malfoy.

La atención de Draco se volvió hacia mí con la confusión escrita en su rostro pero le lancé una sonrisa que pareció calmarlo.

Y yo que pensaba que sería yo la que estaría tensa y asustada...

-Ah. - Dice Lucious. -Muy sabio.

La mesa se quedó en silencio un momento antes de que él volviera a hablar.

-Señorita Potter, si no le importa que le pregunte. ¿Qué le hace pensar que es lo suficientemente buena para mi hijo? - escupió Lucious. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro.

-Padre-. - Dice Draco pero su padre le lanzó una mirada fulminante.

-Está bien Draco. - Digo antes de volver mi atención a Lucious. -No creo que sea lo suficientemente buena para él...

Lucious sonríe mientras mira lejos de mí, hacia su hijo. -Al menos es lo suficientemente inteligente como para ver la verdad, hijo.

-¿Por qué estamos aquí, padre? - pregunta Draco.

-Porque quería informaros a los dos de que no debéis seguir con esta pequeña... relación por más tiempo.

-Lucious-. - Narcissa habló pero él le lanzó una mirada fulminante y dejó de hablar. Quería decir algo pero Pansy dijo que dejara que Draco se encargara.... Lo miro y ya me está mirando.

-No. - dice, con los ojos aún enfocados en mí.

-¿Perdón?

-No voy a dejar de verla. - Dice.

-Harás lo que te digo, Draco. - Lucious dice con firmeza. -O ya no serás bienvenido en esta casa y no tendrás tu herencia.

-¡Lucious, es nuestro hijo! - protestó Narcissa.

-No quiero un hijo que se acueste con el enemigo.

Draco le sonrió a su padre mientras se levantaba y me hace un gesto para que haga lo mismo, y yo obedezco. Va alrededor de la mesa hacia su madre donde me encuentro con él.

-Ha sido un placer verte, madre. Espero que entiendas que tengo que ir.. - Draco dice amablemente.

-Lo entiendo. - dice ella mientras se levanta y abraza a su hijo antes de volverse hacia mí. -Dejadme que os acompañe a la salida.

Draco asiente y los tres salimos, ninguno de ellos se giró para mirar a Lucious antes de salir de la habitación así que yo tampoco lo hice.

Llegamos a la puerta en silencio.

-Ve con tu tía Andrómeda, Draco. Le enviaré un mensaje y le diré que necesitas un lugar donde quedarte después de las clases. Ella dejará que os quedéis allí los dos. - explica Narcissa.

-Gracias, madre. - Dice Draco antes de abrazarla una vez más.

-¿Puedo hablar con Maya un momento? - le pregunta Narcissa a Draco. Él me mira y yo asiento con la cabeza.

-Nos vemos junto a la chimenea entonces. - dice mientras entra en la otra habitación.

Miro a Narcissa y me doy cuenta de lo absolutamente hermosa que es. Draco se parece un poco a ella en la forma en que ambos sonríen y en la forma en que ambos se levantan con tanta gracia.

-Estoy segura de que, como tienes la marca, eres consciente de la tarea de Draco. - pregunta ella.

-Sí, él me lo contó.

-Bien. Ayúdale y, por favor, no te rindas con él. - dice, mirándome fijamente con sus ojos amables. -Los hombres Malfoy son tercos y a veces pueden ser más bien insoportables, pero es sólo un niño y está lidiando con muchas cosas.

-Te prometo que lo cuidaré y que no pienso ir a ningún lado. - le digo. Ella sonríe ante mi promesa.

-Debe amarte de verdad, querida, para dejarlo todo. - Dice con cuidado: -Y tú debes amarlo de verdad para conseguir esa marca.

-Yo... no fue necesariamente mi elección. - Le explico.

-Tampoco fue la suya. - Ella dice. -Vosotros dos deberíais volver a la escuela. - Me acompaña de vuelta a la chimenea y nos sonríe a los dos.

-Espero que ambos me escriban. - Dice. Draco y yo asentimos, lo que hace que ella sonría por última vez antes de que nos metamos en la chimenea y Draco llame a "Hogwarts"