Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

cincuenta y cuatro

-Señor Malfoy y compañía, ¿qué hacen fuera de la cama a estas horas de la noche? - preguntó Snape. Su tono de voz casi suena como si se burlara de nosotros en cierto modo, pero sinceramente con Snape es difícil saberlo.

-Necesitamos tu ayuda. - Draco dice con calma: -El brazo de Maya está... algo está mal.

Snape mira de Draco a mí, a los otros chicos y luego de nuevo a Draco. Tras un momento de lo que parecía una lucha interna, asiente con la cabeza y nos deja entrar en su despacho.

El antiguo despacho de Dumbledore.

-¿Cuál parece ser el problema? - Me pregunta Snape.

La marca está uh- irritada y está ardiendo de nuevo". Le explico con nerviosismo.

-Déjame ver. - Exige.

Asiento con la cabeza y me subo la manga por segunda vez esta noche. Mis ojos vuelven a evitar esa mancha oscura en mi brazo.

Snape me examina el brazo durante varios minutos y no deja de repetir "mhm." mientras comprueba cada bulto. Juro que se está tomando una eternidad a propósito. Estoy asustada y él se está tomando su dulce tiempo. Otra razón más por la que no es mi profesor favorito.

-Señorita Potter, parece que su cuerpo rechaza la marca. - Finalmente dice y yo lo miro completamente atónita.

Ya juntamos todo eso, idiota, ¿qué más le pasa a mi puto brazo?

Snape me levantó una ceja como si escuchara mis pensamientos y sonrió.

-Algo en tu cabeza se niega a aceptar que eres un mortífago. - explica Snape.

¿Escuchó mis pensamientos? ¿Puede leer la mente?

Además, ¿qué mierda se supone que debo hacer con mi brazo?

-No hay mucho que puedas hacer si no vas a aceptar el hecho de que eres un mortífago. Ya sea por elección o no. - Dice Snape.

-Entonces... ¿no va a mejorar? - Pregunto.

-No es probable. - Dice Snape.

¿Qué carajo?

-Te sugiero que te digas a ti mismo que eres lo que eres ahora. Estás del lado del señor oscuro. - Snape continúa. -Deberías aceptar ese hecho.

No estoy de su lado.

-Sí, creo que ese es el problema. - Dice Snape poniendo los ojos en blanco.

Me quedo mirándolo fijamente. Draco, Theo y Blaise también miran confundidos.

-¿Puedes...? - Empiezo pero él asiente con la cabeza.

-Sí, puedo leer la mente.

-Oh, claro. Se me olvidó mencionarlo. - Dice Draco.

Pongo los ojos en blanco.

-Preferiría que no me leyeras la mente. - Le miro fijamente.

-Bueno, si no deseas que yo conozca tus pensamientos, o que el señor oscuro conozca tus pensamientos, te sugiero que aprendas oclumancia.

-¿Por qué querría el señor oscuro leer mis pensamientos?

-Para saber cuál es tu verdadera posición. - Dice Snape. -Hay muchas razones, Maya.

Joder, una mirada dentro de mi cabeza y definitivamente sabría que no estoy de su lado en absoluto.

-El señor Malfoy puede enseñarte oclumancia, es bastante bueno en eso. - Dice Snape antes de darse la vuelta. -Ahora, si no te importa, vete.

-¿Qué vamos a hacer con su brazo esta noche? - pregunta Draco.

-Sugiero un hechizo de curación. - Dice Snape, sin darse la vuelta.

-

-¿Conoces la oclusión? - le pregunto a Draco. Ni siquiera puedo ocultar mi asombro.

-Sí. - Dice Draco con una sonrisa, -Mi tía y Snape me dieron clases.

-Eso es genial. - Dice Theo. -¿Puedes enseñarle a Maya?

-Puedo intentarlo si ella quiere. - Dice Draco. -Creo que deberías aprenderlo. Te ayudará.

-Quiero aprenderlo. - Afirmo. -Una mirada dentro de mi cabeza y sabrá a qué atenerme.

-Sólo porque tengo curiosidad. - comienza Blaise. -¿Qué opinas de todo esto?

Pongo los ojos en blanco sarcásticamente y sonrío antes de contestar.

-Con vosotros. - Digo. -Con la escuela, con la derecha...

Los tres chicos parecen aterrados.

-Escuchad, sé que es más difícil para vosotros porque vuestras familias están en el otro lado. - Les digo. -No espero que toméis ninguna decisión a la ligera porque la familia es importante... pero ¿puedo preguntaros dónde están vuestras lealtades?

Todos hacen una pausa por un momento.

-Mi padre es un cobarde y por sus errores, me vi obligado a convertirme en algo que nunca quise ser. - Comienza Draco. -Yo... no puedo prometerte que no haré nada para asegurarme de que mi madre esté a salvo. - Hace una pausa, -Pero siempre me aseguraré de que tú también estés a salvo.

Asentí.

-Te quiero. - Digo, -Y no esperaría que no cuidaras de tu madre. Es una persona realmente encantadora.

Asiente con la cabeza y sonríe agradecido de que lo entienda.

-Puede que esté marcada por él, pero no estoy de su lado. Su lado ha arruinado nuestras vidas. - dice Theo.

Asentí.

Es difícil saber cuál es la opción correcta". Blaise admite.

-Blaise... no estás... de acuerdo con él, ¿verdad?

-No, joder, no. - Dice. -Tal vez mi yo más joven lo hacía pero ese ya no soy yo.

-Tienes que entender, Maya, que es la forma en que fuimos criados. - Draco interviene.

-Lo entiendo.

-No es que quiera estar de su lado, pero no quiero que haga daño a mi madre... a mi familia por una decisión que tomé. - Blaise continúa.

Sentí mi corazón doler por él, por todos ellos en realidad.

Blaise y Draco estaban preocupados por si sus madres salían heridas y Theo tiene que pensar en Olivia.

-Ustedes hagan lo que tengan que hacer. - Yo digo. -Lo entenderé.

-Eres demasiado comprensiva, Maya. - Dice Theo mientras me abraza.

-Lo sé, pero ustedes son mi familia.

-¡Qué cursi! - Blaise bromea.

-¿Dónde está Olivia? - Le pregunto a Theo.

-Está en su colegio. Se suponía que iba a conseguir la marca y el traslado a Hogwarts, pero se fue posponiendo, así que mis padres van a mantenerla al margen lo mejor que puedan. - explica Theo.

Volví a sentir que me dolía el corazón al pensar que esa dulce niña tendría la misma marca que yo tengo grabada a fuego en mi piel.

-Me alegro de que esté a salvo. - Es todo lo que pude decir.

-

Draco empezó a enseñarme oclumancia esa noche. Pansy se ofreció a quedarse con Blaise y Theo esta noche para que los dos pudiéramos quedarnos despiertos hasta tarde y estudiar. Supongo que a Pansy le cuesta dormir sin Blaise, igual que a mí me cuesta dormir sin Draco ahora.

Me senté en mi cama con uno de los libros que Draco me trajo para que leyera y así poder entender qué es exactamente la oclusión y qué debo hacer. Está sentado en una silla al otro lado de la habitación, releyendo el libro que leímos juntos durante las vacaciones de Navidad del año pasado. Acabó amando el libro casi tanto como yo y lo relee de vez en cuando.

Son casi las 11 de la noche y los dos llevamos una hora concentrados en nuestros libros. Ninguno de los dos ha hablado con el otro, pero ambos levantamos la vista de vez en cuando y, cuando nuestras miradas se encuentran, sonreímos.

Tiro el libro y me vuelvo a tumbar en la cama. Ya estoy cansada de leer y creo que es hora de un descanso.

-¿Crees que podríamos tomar un descanso? - Murmuro y antes de darme cuenta, Draco cruzó la habitación y se lanzó sobre mí. Dejé escapar una risa antes de conectar nuestros labios.

-He estado esperando que digas esas palabras como una hora. - Draco murmura mientras me siento y me muevo sobre su regazo y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello.

-Empezamos hace una hora. - Digo y suelto otra carcajada.

Sonríe mientras me acerca y apoya su cabeza en mi pecho. -Ha sido una hora larga. - murmura.

Apoyé mi cabeza en su hombro y asentí con la cabeza. Odiaba que se sentara al otro lado de la habitación y al principio no entendía por qué lo hacía. Ahora lo entiendo. Si se hubiera sentado a mi lado, no habría podido leer nada.

Nos sentamos así durante un buen rato, disfrutando de la tranquilidad y de la presencia del otro. No tenemos ni idea de lo que nos depara el futuro, así que nos aferramos a momentos como éste.

-¿Maya? - habla sin levantar la cabeza.

-¿Mhm?

-No quiero luchar del lado de Voldemort. - dijo. Sentí que mi corazón daba un pequeño salto. Todo el tiempo supe que él odia a Voldemort y que haría cualquier cosa para protegerme, pero siempre pensé en el fondo de mi cabeza, que lucharía con Voldemort para proteger a su madre y a mí.

-Yo tampoco. - susurro.

-Prométeme que no lo harás. - Dice mientras levanta la cabeza y nuestros ojos se encuentran. Sus preciosos ojos grises están llenos de mucho dolor, pero puedo ver que queda algo de esperanza.

-Lo haré si tú lo haces. - Le ofrezco.

Él sonríe y asiente.

-Te amo. - Susurra Draco antes de acostarse para dormir un poco.

-Yo también te amo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro