CAPITULO 9
( ACTO UNO; CAPÍTULO NUEVE )
Torre Stark
— Déjenme en la torre — dice la chica azabache sabiendo que el millonario ya se encontraba en ella.
— ¿Y por qué querrías ir? — le cuestiona la pelirroja.
Eso mismo pensaban los dos hombres de la nave, quienes no comprendían porque Rhyd quería ir ahí, cuando sabe que ahí estaba su ex-secuestrador.
— Me debe respuestas — es lo único que contesta cuando ve que la mujer posiciona.
Se pone enfrente de la rampa, que va descendiendo y sin dudarlo, con sus manos, va apareciendo baldosas por las que camina y llega a un pequeño pasillo afuera del gran ventanal de la torre. Dentro, Tony estaba en el bar, sirviéndose un trago y parecía hablar con el dios.
— Y también tenemos una bruja — agrega el hombre cuando observa a la azabache entrando detrás de Loki — Por supuesto, ella no estaba dentro del plan, pero ayuda, ¿verdad, Sabrina? —
— Si te satisface, diré que un si — exclama la mujer con sus ojos sobre al dios.
Al parecer había llegado en el momento que Tony planeaba hacer enojar al asgardiano, mal para ella porque solo quería obtener respuestas en lugar de una pelea.
— No hay una versión de la historia en la que obtengas el triunfo — afirma el multimillonario aun con su trago en la mano y más que una expresión de furia — Y si no podemos proteger la tierra, juro que la vengaremos — y toma del trago.
Loki hacia el intento de acercarse al hombre, y ella solo hace una pared entre ellos, obteniendo la mala mirada del asgardiano.
— Das otro paso y el muro no solo será una pared — sobre avisa la chica.
— ¿Creerás que eso me detendrá? — con solo el pico de la vara en la pared, hizo que desapareciera y la puso sobre el pecho del millonario, escuchándose un leve golpe de metal contra metal.
Eso saco una sonrisa socarrona en la bruja y un comentario sarcástico de Tony, más sin embargo provoco la furia del dios, agarrando al migardiano del cuello y lanzándolo al piso, acercándose a este, pero es interrumpido por otro muro mágico de la chica.
Pero otra vez es quebrado y lo toma del cuello, esta vez siendo lanzado por una de las tantas ventanas. Lo único que hizo la chica, sintiéndose inservible, fue otra pared entre Loki y otro intento de atacar al multimillonario.
— Tu y yo — empieza a decir la chica — Tenemos de muchas cosas que discutir — y él intenta lanzarle un disparo, hasta que la chica hace aparecer dos lazos, quitándole el báculo de las manos.
— Esta bien — dice el asgardiano — Hablaremos — esto último lo dice socarronamente al ver que sus tropas ya estaban llegando.
— Caging — murmura la mujer y alrededor de la pareja surgen varios muros con los tonos dorados de la bruja — Bueno, al menos ninguno podrá escapar —
El dios solo aprecio lo que Rhyd hizo con su magia, y es que el no logro apreciar el poder de ella, simplemente la mantuvo cautiva sin estar con ella para presenciar su potencial.
— ¿Qué es lo que quieres saber? — cuestiona el príncipe de Asgard con sorna.
—¿Por qué a mí? — y eso confundió a Loki, alzando una ceja — ¿Por qué me secuestraste? De entre tanta población fémina en Nueva York, ¿por qué yo? —
Él sonrió, temiendo que la mujer no le crea si dice la verdad, pero realmente no tiene que perder porque hasta ella misma debe de tener una idea del por qué. Si no, debe de recordar ese día en el que entro a esa habitación especial de Loki en la cabaña en Rusia.
— Creo que tienes una idea, Rhyfedd Dwyer — pronuncia su nombre de manera burlesca.
Desesperada y ya estresada con la actitud del dios, Rhyd hace aparece unas cadenas en las muñecas del azabache, tirándolo al suelo y haciendo que su pusiera de rodillas. La mujer irlandesa camina hasta enfrente de él, quedando simplemente un paso de lejanía con el asgardiano y le gustaba tenerlo así, a su merced.
Mientras que afuera de la torre, sucedía una guerra contra los alienígenas que Loki y el doctor dejaron entrar empleando el tresseracto como puente entre los dos mundos. Thor quiso entrar a la torre para hablar con su hermano, pero ya observo que estaba en mejores manos con la bruja midgardiana.
— No — exclama la chica — No tengo ni la más mínima idea — y aprieta lo grilletes con un chasquido.
El dios ahogo una exclamación de dolor y la observo, dándole una media sonrisa — La familia Dwyer — empieza a decir — fue muy conocida entre los dioses nórdicos al saber que su fidelidad seria nuestra, sin embargo, una de las tantas hijas de Alai, se enamoró de Einar, un semidios, hijo de la diosa Freya.
» Nunca la conocí, pero muchos dicen que era bondadosa y alegre, aunque muy celosa en cuestión de su hijo. Einar, un día escapó de su hogar, Fólkvangr, preocupando a su madre hasta que esta lo encontró en Irlanda, junto a la hija de Alai, y ella llena furia mando una maldicion sobre las mujeres de descendencia Dwyer, aunque poco después de que hiciese eso, ella murió.
— ¿Y qué tengo que ver qué una diosa haya muerto por la culpa de una maldicion innecesaria que él aplicó a mi antepasada? — cuestiona la mujer.
— Porque tal vez tú eres Freya —
Eso solo provocó la risa de la irlandesa. ¿Ella ser una diosa nórdica? No cabía en su mente, lo único que, si entendía en sus poderes, aparte de que diosa no tenía nada; no compartía ningún parecido con la susodicha. Ella era azabache, y la diosa, rubia, ella era de ojos avellanas, y la otra de ojos verdes, ella era de cuerpo voluptuoso, y la otra de cuerpo delgado y menudo, no había punto de comparación para venir a hacer una afirmación de tal magnitud.
— Todo iba bien hasta que dijiste lo de Freya — declara la azabache y seguidamente pone un mano sobre el hombro derecho del hombre hincado — Yo soy Rhyfedd Dwyer, descendiente directa de Amaredith Dwyer, bruja irlandesa y con nacionalidad estadounidense. No soy ninguna diosa, ni planeo serlo, solo trato de ser normal — le exclama observándolo directamente a los ojos verdosos del dios — Pero ahora daré lo mejor de mí para detener una invasión en el mundo en que vivo, sayunara Loki — se despide y deshace una de las cuatro paredes, lanzándose, pero es cae en una de las naves de los invasores.
Y Loki, solo estaba ahí, encadenado al suelo y con la tres brillantes paredes a su alrededor mientras la pelea estaba afuera, sumamente patético para su persona.
++++%3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro