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Al día siguiente, Teseo se levantó con flojera, anoche se había quedado hasta tarde con su mejor amigo hablando pestes de Potter y ahora estaba pagando las consecuencias de ello. El rubio miró a su alrededor y vio a su mejor amigo dormir con una pierna y brazo colgando.

—Despierta, Draco. –Dijo el rubio zarandeando al platinado.

Draco gruñó desde su lugar y le dijo a su amigo que dejara de molestarlo.

—Si no despiertas se nos hará tarde para el desayuno. –Dijo Teseo para luego adentrarse a su baño.

Cuando el rubio terminó de darse la ducha y salió del baño ya vestido vio que su amigo no se encontraba en su cama, se dirigió a su mochila y verificó que llevara todo dentro de ella, miró su mesa de deberes y vio la tinta ahí, la tomó y la metió en su mochila, luego se la colgó a un lado y salió de su habitación, subió a su sala común y allí esperó a su amigo mientras se amarraba la corbata.

—Vamos, me muero de hambre. –Habló el platinado palmeando la espalda de su amigo.

—Yo igual. –Dijo el rubio mientras iba detrás de su amigo y le daba el último nudo a su corbata.

Mientras los dos caminaban directo al comedor, Draco le contaba que su padre pensaba invitarlos a pasar las vacaciones de verano a Rusia. Cuando ambos Slytherin llegaron al gran comedor y tomaron asiento en su mesa correspondiente, una lechuza dejó una copia del profeta frente al platinado, este lo tomó y lo leyó en voz alta.

—La señorita Granger, una ambiciosa chica. Parece tener cierto gusto por los magos famosos. Su última presa, según nuestras fuentes es nada menos que el bombón búlgaro Viktor Krum, aún no se sabe como ha tomado Potter esta desición amorosa. –Terminó de leer el platinado. –Además hay una foto de Granger lanzándose a los brazos de Potter antes de la competencia.

—Dame eso. –Dijo el rubio arrebatándole el profeta a su amigo.

Teseo leyó todo el artículo, aunque claro que ignoró la mayoría de lo que decía, pues Rita Skeeter era conocida por ser una chismosa, pero lo que le molestó bastante fue la foto de Hermione lanzándose a los brazos de Potter.

—Estúpido Potter. –Gruñó el rubio con furia.

Teseo le lanzó el profeta a su amigo y salió del gran comedor azotando la puerta.

Hermione miró la puerta del gran comedor con cierta curiosidad, la castaña no había logrado ver quién había hecho aquello, pero decidió no tomarle importancia, la chica se encontraba molesta e indignada con respecto a lo que se decía de ella en el artículo del profeta.

Cuando Hermione terminó su desayuno se encaminó directo al aula de herbología fuera del castillo, en el camino iba platicando con sus dos amigos, la noche anterior habían resuelto sus asuntos y se encontraba contenta de ya no tener que ser mediadora entre ambos chicos.

Al terminar la clase de herbología corrió directo al castillo para poder llegar a tiempo a su clase de historia de la magia, Hermione iba tan deprisa que sin querer había chocado con alguien cayendo encima de aquella persona.

—¡Lo lamento tanto! –Exclamó Hermione asustada.

—Mierda... –Se quejó Teseo con los ojos cerrados.

—Teseo, lo siento mucho. –Dijo Hermione retirándose encima del chico y se sentó a un lado. –¿Estás bien?

—Debes fijarte en los pasillos, Granger. –Dijo Teseo molesto, se levantó del piso y se fue dejando a Hermione impresionada por la actitud que había tomado hacia ella.

Hermione se levantó rapidamente y se dirigió a su clase de historia de la magia, cuando llegó ahí se sentó donde siempre solía hacerlo y recargó su barbilla en la palma de su mano mientras pensaba en una razón por la que Teseo había reaccionado de aquella manera. Al principio pensó que se debía a que tal vez seguía molesto por lo del torneo, pero dejó la idea de lado al instante, Teseo no se hubiera desquitado de ser así, luego pensó que tal vez seguía molesto por dejar de hablarle, pero de igual modo lo dejó de lado porque Teseo había dicho que todo estaba bien, luego creyó que tal vez se debía al golpe que se había dado cuando le cayó encima, pero lo descartó de igual modo.

El profesor les hablaba sobre algo respecto a un gran mago del pasado, pero la castaña no prestaba ni la más mínima atención porque no dejaba de pensar en alguna posible razón por la que su amigo se había comportado así con ella, pero no encontraba nada

Cuando la clase terminó Hermione salió velozmente hacia su siguiente clase: transformaciones. Al entrar al aula de transformaciones vio a su amigo sentado en una de las mesas del frente, la castaña se encaminó con paso decidido a su amigo y luego se dejó caer en el asiento de al lado.

—Hola. –Dijo Hermione con voz mandona mientras sacaba su libro de su mochila junto a un pergamino, pluma y tinta.

Teseo ignoró el saludo de su amiga y siguió leyendo unos hechizos de la clase, Hermione miró a su amigo y oprimió sus labios para evitar gritarle ahí mismo.

—¿Por qué estás molesto conmigo? –Preguntó Hermione guardando su molestia.

—No estoy molesto. –Dijo Teseo sin voltear a verla.

—Claro que lo estás, es demasiado obvio. –Dijo Hermione con tono molesto.

Teseo no respondió al comentario de su amiga, Hermione abrió la boca indignada y luego cerró el libro que su amigo estaba leyendo, Teseo volteó a verla mientras intentaba evitar gritarle a su amiga.

—¿Qué demonios quieres, Granger? –Habló frío.

—Quiero que me digas por qué estás molesto conmigo, ahora. –Demandó la chica.

Teseo vio la ligera arruga en su nariz, cerró los ojos e intentó tranquilizarse, pero antes de que pudiera hablar el salón comenzó a llenarse de gente, Teseo volvió a abrir su libro y Hermione lo dejó en paz.

La profesora McGonagall entró al aula y pidió que releyeran el hechizo de la clase anterior y eso fue lo que todos comenzaron a hacer, pero apenas la profesora se sentó en su lugar Teseo se levantó de su asiento, tomó sus cosas y salió del aula.

—Joven O'Neil, vuelva aquí ahora. –Exigió la mujer molesta.

Teseo ignoró a la profesora y simplemente cerró la puerta con cuidado de no molestarla aún más de lo que ya hizo y luego se encaminó directo a su sala común mientras maldecía a Potter y Krum.

Hermione esperó paciente a que su amigo llegara, luego del problema que habían tenido en la clase de transformaciones no volvió a verlo en las otras y Draco Malfoy no dejó de insultarla cada vez que tenía la oportunidad. La Gryffindor moría de hambre, pero prefería esperar a su amigo y arreglar las cosas con él.

Al cabo de veinte minutos esperando afuera del comedor Teseo había hecho acto de presencia, el rubio se encontraba con la vista fija en un libro de pasta dura color rojo carmín, Hermione se maldijo a sí misma al no ir a buscarlo a biblioteca, pero al menos ya se encontraba allí frente a ella.

—Teseo, ¿podemos hablar? –Dijo Hermione con voz nerviosa.

Teseo cerró su libro de golpe y miró inquisitivamente a su amiga Gryffindor.

Hermione soltó un suspiro y habló:—¿Por qué estás molesto conmigo?

—El día del torneo me mentiste, dijiste que ibas al baño y fuiste a ver al estúpido de Potter. –Dijo el rubio con molestia.

Hermione abrió la boca ante aquello, quería sonreír porque el chico estaba molesto por algo tan tonto e insignificante.

—No me gusta que me mientan, Hermione. –Dijo el chico soltando un suspiro.

—Lo siento, no volveré a hacerlo. –Dijo Hermione sonriendo ligeramente.

—¿Tienes algo con Krum? –Inquirió el chico sin mirar a su amiga.

Hermione sonrió ante aquello.

—¿Estás celoso? –Inquirió la chica acercándose un par de pasos a su amigo.

—No. –Dijo el chico con incomodidad en su voz, aquello no pasó desapercibido para la chica.

—No te cambiaría por nadie, eres... El mejor chico, mi mejor amigo. –Dijo Hermione abrazando al chico.

—Uhm... A Potter y Weasley no les gustará saber que soy tu mejor amigo. –Dijo Teseo sonriendo.

—Cállate. –Dijo Hermione riendo.

—Tú también eres mi mejor amiga, Granger. –Claudicó el chico correspondiendo el abrazo de la Gryffindor.

Hermione sintió su corazón acelerarse ante las palabras del Slytherin y sonrió en grande al escuchar los fuertes latidos del corazón de su amigo.

—Tengo hambre. –Dijo Teseo soltando una carcajada.

Hermione sintió su cuerpo temblar bajo los brazos de su amigo al sentir las vibraciones de la risa del chico.

—Come conmigo, solo hoy. –Suplico la chica levantando la mirada para ver a su amigo con ojos de cachorro.

—Preciosa, eso no funcionará conmigo. –Dijo Teseo acariciando la mejilla de Hermione.

La Gryffindor sintió sus mejillas ruborizarse ante las palabras y el tacto de su amigo, Teseo sonrió con suficiencia ante aquello.

—Solo hoy. –Claudicó el chico.

Hermione soltó una risa y los dos se adentraron al gran comedor. Todos voltearon a verlos de forma curiosa, Hermione se sintió incómoda y luego se dirigió a su mesa con su amigo pisándole los talones, todos empezaron a notar que Teseo la seguía y los Slytherin casi se infartan al notal la intención de su compañero de casa. Teseo miró con indiferencia a todos y luego tomó asiento al lado de su amiga, quien poseía una sonrisa enorme en el rostro.

—¿Qué hace O'Neil aquí? –Inquirió Ron con molestia mirando a Hermione.

Teseo rodó los ojos.

—Yo lo invité. –Dijo Hermione con voz mandona. –Y fin de la conversación.

Ron bufo y siguió comiendo mientras hablaba con su hermano y Harry sobre el huevo de oro.

—Gryffindor tiene un tipo de comida diferente a la de Slytherin. –Dijo Teseo mirando a todas partes.

—¿En serio? –Dijo Hermione sirviéndose un poco de pollo asado. –Siempre creí que la comida era la misma para todos.

—Yo igual. –Correspondió Teseo con una ligera sonrisa.

—¿P-puedes pasarm-e el pu-pu-puré de pa-pa? –Escucho Teseo una voz nerviosa de su lado izquierdo.

El Slytherin volteó y vio a Neville Longbottom mirarlo unos segundos con miedo y nerviosismo.

—Claro. –Dijo Teseo con simpleza. Miró en la mesa y vió el puré de papa al lado de Hermione, se estiró hacia ella acercándose un poco a ella.

—¿Qué... ha-haces? –Pregunto Hermione con el corazón palpitando como si se le fuera a salir del pecho.

Harry vio la escena con una sonrisa burlona, Ron hizo una mueca de asco ante aquello y Tim no pudo evitar sonreír de emoción ante lo que presenciaban. Hermione miró los tormentosos ojos de Teseo y sintió un cosquilleo en el estómago, entonces se dio cuenta de lo que sucedía.

Le gustaba su mejor amigo.

—Solo quería el puré, Herms. –Dijo Teseo con voz ronca.

Teseo le dio el puré a Neville, el chico le agradeció y luego se sirvió comida y comenzó a comer mientras leía el libro.

Hermione sintió nervios, no sabía cómo reaccionar ahora que sabía lo que sentía hacia su amigo, la castaña se sentía tonta por no haberlo notado anteriormente. Ahora que lo sabía no podía ignorarlo, menos cuando ella lo había invitado a la mesa de su casa, seguramente Teseo se sentía incómodo o irritado por aquello.

—No leas ahora. –Dijo Hermione cerrando el libro.

—Es... Raro estar aquí. –Susurró Teseo con voz levemente molesta. –Draco va a enfurecerse conmigo.

—¿Y eso qué importa? –Inquirió Hermione con molestia. –Que Draco se vaya al carajo.

Ron y Harry escucharon las palabras de su amiga y no evitaron impresionarse ante aquello, ambos chicos mordieron sus lenguas para evitar reír ante ello.

—No hables así de él, Granger. –Dijo Teseo fulminando a su amiga con la mirada.

—Siempre estás hablando de él. –Dijo Hermione frunciendo el ceño. –Draco esto, Draco lo otro, Draco aquello. Pareciera como si... Olvídalo.

Teseo, muy lejos de molestarse por el insinuante comentario de su amiga hacia él y Draco, soltó una carcajada que resonó por todo el comedor, todos los alumnos voltearon a ver al Slytherin infiltrado en la mesa de Gryffindor. En la mesa de Slytherin todos miraban a su compañero molestos, pero Draco se encontraba furioso ante aquel acto que encontraba como traición.

—Hermione, eres muy graciosa. –Dijo Teseo intentando calmar su risa. –Gracias.

Teseo susurró la ultima palabra creyendo que su amiga había fingido estar molesta y decir aquellas palabras solo para hacerle olvidar lo incómodo que se sentía en la mesa color escarlata y dorada, pero la castaña sí estaba molesta.

—Hermione no es divertida. –Dijo Ron entre risas.

—Cállate, Ronald. –Dijo Hermione antes de meter un trozo de pollo en su boca.

—Weasley, que tu cerebro no esté capacitado para entender los chistes brillante de Herms no significa que ella no sea graciosa. –Dijo Teseo con una sonrisa burlona.

—Teseo, basta. –Dijo Hermione.

—Claro, y tú eres brillante... –Dijo Ron molesto. –Es obvio, las serpientes solo van por ahí soltando veneno, lo que tú digas no me importa.

—Y se supone que los leones deben atestar el colmillo en su presa, pero... No veo tu valor por ninguna parte, comadreja. –Dijo Teseo soltando una risa.

—¿Por qué no vuelves a tu mesa, serpiente? –Inquirió el pelirrojo señalando a Teseo con el tenedor.

—Fui invitado, ¿a caso no escuchaste a Hermione? –Dijo Teseo levantando una ceja. –¿Vivir en tu pocilga con gritos de una familia enorme te afecta el oído?

—¿Qué dijiste, estúpido? –Inquirió Tim con molestia.

—¿Por qué no te callas, O'Neil? –Dijo Harry con voz amenazante.

—Teseo, ya es suficiente. –Dijo Hermione tomando el brazo de su amigo.

—¿Qué me harás, Potter? –Dijo Teseo soltando una risa. –¿Vas a quejarte con Dumbledore?

—¡Ya, paren! –Dijo Hermione levantándose de la mesa.

Todos voltearon a ver curiosos a la Gryffindor, Hermione se alejó de la mesa y salió del gran comedor, Teseo rodó los ojos y fue tras su amiga, no sin antes llevarse una tarta de chocolate para su amiga, pues sabía que eran de sus favoritas y ella se había marchado justo cuando el postre había llegado.

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