O 6
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Capítulo Seis
❝ Festival de Primavera ❞
Sus pies golpeteaban sobre la acera al ritmo de la música; sus dedos tamborileaban sobre la tela de su pantalón mientras, en su cabeza, el mundo se volvía pinceladas de color que se movían libremente por el lienzo mezclándose entre sí de vez en cuando.
Era su pequeño mundo, en donde todo estaba bien y todo seguía un flujo natural, tan natural como el agua que gorgoteaba entre las piedras del río o las pequeñas gotas de lluvia que se acercaban a saludarlo por su ventana durante los días de lluvia. Tan natural como el canto de los grillos en las noches de verano o la danza de las luciérnagas del jardín de su abuela; esa pequeña casa de ladrillos azules rodeada por flores y una pradera que no tenía fin. MinHyuk recordó los rosales y el olor de los roles de canela recién salidos del horno; su primera pintura y la fotografía instantánea que probablemente seguía sobre aquel buró.
MinHyuk cerró los ojos por un momento, tratando de recordar aquella pintura, hasta que sintió un pequeño toque en su hombro. Abrió los ojos y giró su cabeza hacia el chico de cabello rizado y bonitas mejillas que lo saludaba con una sonrisa.
—Por fin llegan, ¿por qué tardaron tanto? —dijo, quitándose los auriculares.
—Sólo nos tardamos diez minutos, Min, no fue para tanto —dijo HyungWon revisando el reloj de la estación—. Además, ChangKyun no salía del baño. Quién sabe qué estaba haciendo allí.
—Te dije que sólo estaba peinándome, es todo —dijo, haciendo un pequeño puchero.
—¿Te demoraste quince minutos peinándote? Te ves como siempre —se burló HyungWon, recibiendo un ligero golpe en el brazo por parte de su hermano.
MinHyuk los miraba divertido hasta que se movieron para esperar el tren. Hacía tiempo que él y HyungWon no se iban juntos a la escuela, por lo que se sorprendió cuando recibió un mensaje de texto del más alto preguntándole si podían verse en la estación para ir juntos aprovechando que sería el festival de primavera. ChangKyun también iba con ellos, pero a diferencia de ellos —que vestían con el uniforme escolar—, vestía un bonito suéter color púrpura a juego con un par de zapatillas amarillas. MinHyuk no se había fijado en lo mucho que había crecido ChangKyun. ¿Hacía cuánto no tomaban el mismo tren? El único que faltaba en aquella ecuación era KiHyun.
Al bajar del tren, y conforme fueron acercándose a la entrada de la escuela, el mayor reparó en la pequeña chispa de emoción que se asomaba en los ojos de ChangKyun.
—¿Hasta qué hora estarás libre? —preguntó HyungWon.
—Hasta las dos de la tarde, tenemos tiempo suficiente para disfrutar el festival —dijo MinHyuk, acomodándose la mochila en la espalda—. ¿Qué quieres hacer primero?
—Quiero comer algo dulce —respondió casi de inmediato, recibiendo una sonrisa por parte del castaño—. Después me gustaría jugar algo, oí que los de la clase 3–C trajeron un juego de pesca.
—¿Pesca, eh? Suena divertido. ¿Qué hay de ti ChangKyunnie? ¿Qué harán tú y JooHoney primero?
—Supongo que podríamos buscar algo divertido para jugar, tal vez comer algo —dijo, la pequeña chispa fue brillando cada vez más hasta convertirse en una pequeña estrella al ver a JooHeon en la entrada de la escuela—. ¡Honey! —llamó con una sonrisa.
JooHeon agitó su mano saludándolos, mostrando sus adorable hoyuelos.
—Gracias por esperar, ¿llegaste hace mucho? —preguntó ChangKyun.
—No, llegué hace poco —dijo con voz suave—. Te ves muy bien, ChangKyunah~
—Gracias, tú también te ves muy bien —dijo, siendo JooHeon el único testigo del bonito color rosado que se asomó tímidamente en sus mejillas. ChangKyun tomó su mano y dijo:— Vamos, Honey, antes de que se haga más tarde.
JooHeon sintió un revoloteo en su estómago, un leve cosquilleo que le recorrió todo el cuerpo. ¿Tomar la mano de ChangKyun siempre se había sentido así?
—JooHeon —llamó HyungWon antes de que los menores se echaran a correr como acostumbraban, el rubio se giró a verlo mientras ChangKyun arrugaba la nariz como un gatito molesto—, recuerda, nada de...
—Nada de comer demasiados dulces o algo que tenga maní y llevarlo a casa antes de que anochezca —dijo con una pequeña sonrisa—. Descuida, HyungWon, cuidaré bien de él.
ChangKyun tiró levemente del brazo de JooHeon y ambos se despidieron para echarse a correr al interior de la escuela, perdiéndose al instante entre los puestos de comida y las personas que visitaban el festival. HyungWon suspiró y caminó junto a MinHyuk esperando encontrar algo divertido qué hacer.
🐶 🎟 🐢
Mientras tanto, en el auditorio de la escuela, KiHyun ayudaba a JeongYeon y al club de teatro con los últimos toques para la obra. Quedaban menos de dos horas para la gran función y la rubia iba de un lado a otro con KiHyun siguiéndola por detrás cargando un montón de vestuarios.
—¿Dónde está DaHyun? ¿Alguien ha visto a DaHyun? —dijo, preocupada, sin apartar la vista de su reloj de muñeca— ¡Alguien dígame dónde está DaHyun!
—Ya hablé con ella, está por llegar —habló una de las actrices.
—JeongYeon... JeongYeon... —llamó KiHyun, siguiéndole el paso con dificultad. Sin embargo, la rubia parecía no escucharlo así que acercó a NaYeon—. NaYeon... ¿Podrías ayudarme? Por favor.
—¡Ah! Por supuesto, permíteme —dijo, tomando las primeras prendas del montón hasta que los ojitos de KiHyun aparecieron.
—Gracias.
—No hay de qué —dijo ella, con una sonrisa que marcaba sus adorables mejillas—. Creo que es la primera vez que la veo así, esta obra es importante para ella.
—¿De verdad?
NaYeon asintió.
—Ella misma la escribió, es muy buena, pero ha estado muy estresada desde que JiMin se lastimó —dijo ella—. Gracias por estar al pendiente de la obra, KiHyun.
—JeongYeon no me dejó leer todo el guión, pero me aseguró que el final sería interesante. HyunWoo conoce más su trabajo que yo, así que confíe en ella.
NaYeon sonrió con dulzura.
—JiHyo me dijo que Shownu cuida muy bien de ti. No esperaba menos de él —dijo—. También me dijo que...
—¡Ah, KiHyun! Aquí estás —exclamó JeongYeon, interrumpiéndolos—. DaHyun ya llegó y hay qué vestirla, pero todavía faltan algunas pruebas de sonido, ¿puedes ir con Joshua y ayudarme con eso? Por favooor~
—Seguro.
JeongYeon le agradeció, tomó los vestuarios de las manos de KiHyun mientras ambas chicas veían cómo se alejaba. JeongYeon tomó el vestuario de DaHyun, encontrándose con las bonitas mejillas infladas de NaYeon acompañadas de un ceño fruncido.
—¿Qué? —preguntó JeongYeon, inclinando la cabeza.
—¿Te han dicho qué a veces eres bastante inoportuna?
—¿Y a ti te han dicho que no deberías andar contando los sentimientos de los demás? —contraatacó ella.
NaYeon le sacó la lengua y JeongYeon dejó un besito en su nariz antes de irse. NaYeon se giró hacia el espejo para seguir maquillándose cuando vio el reflejo de HyunWoo; el moreno ayudaba a un par de chicos del último año a mover parte de la escenografía, mas se dio cuenta de las pequeñas miradas que lanzaba hacia algún punto en la habitación, más específicamente al presidente del consejo estudiantil. Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de la chica y es que no culpaba a HyunWoo pues ese día KiHyun se veía especialmente lindo, tal vez era porque su cabello se veía más suave y más esponjoso que de costumbre o a los pequeños mechones ondulados que adornaban su cabellera castaña.
Sería una mentira decir que las pequeñas miradas de HyunWoo no eran correspondidas, así como también sería una mentira decir que el bonito cosquilleo que sentía KiHyun cada vez que sus ojitos se encontraban con los de HyunWoo no le provocaba querer buscarlo con la mirada cada que creía que nadie lo veía. Una sensación de calidez inundó su pecho cuando sus miradas se encontraron en medio de todo el movimiento que había en el auditorio. Las luces del escenario acentuaban las suaves facciones de KiHyun y su preciosa cabellera castaña mientras KiHyun pensaba que en los ojos del mayor se guardaban un par de estrellas brillantes.
—¿Shownu, me escuchaste? —habló DongHun, volviendo al moreno a la realidad. Una risita salió de sus labios al verlo asentir rápidamente con las mejillas sonrojadas—. Anda, sólo tenemos que subir esto y habremos terminado.
Unos minutos más tarde, KiHyun salía del auditorio luego de haberle hecho saber a JeongYeon los resultados de la prueba de sonido —además de la misma insistencia por parte de la chica para ultimar detalles de la obra— por lo que ahora se encontraba esperando a HyunWoo bajo la sombra de un árbol tratando de no dejarse llevar por las mil y un emociones que el moreno provocaba dentro de él con una simple mirada. Se repetía a sí mismo «cálmate, relájate, contrólate», mas el recuerdo del día anterior y de la bonita sonrisa de HyunWoo parecían ser más fuertes que él.
—KiHyunah~ —escuchó la voz de HyunWoo, despegó la vista de la pequeña roca y lo vio acercarse—. ¿Estás bien?
KiHyun asintió.
—Me habían dicho que JeongYeon era perfeccionista, pero nunca creí que tanto —suspiró—. Vamos, todavía nos falta ver el resto del festival.
—¿Quieres comer algo primero? —sugirió HyunWoo. KiHyun estaba por decir algo cuando el sonido de su estómago se le adelantó; HyunWoo sonrió mientras las orejitas de KiHyun se pintaban de un suave color rosa—. Vamos a comer, yo invito, escoge lo que quieras.
Una sonrisita se dibujó en los labios de KiHyun y ambos avanzaron hacia donde se encontraban todos los puestos de comida —dirigidos en su mayoría por chicos de primer año—, una vez se acercaron al pabellón, ambos inhalaron profundo la deliciosa mezcla de olores dejándose encantar por ellos. Había todo tipo de puestos de comida (tteokbokki, patatas fritas en forma de espiral, kimbap, hot dogs, la lista era larga y ambos la conocían ya que fueron ellos quienes recibieron las solicitudes de cada clase).
—¿Qué quieres comer, KiHyunah~? —preguntó HyunWoo mientras caminaban por el pabellón de comida. Ver a KiHyun recorriendo los puestos con la mirada mientras sostenía su pequeña libreta contra su pecho resultaba adorable, como si fuera un niño pequeño buscando su cereal favorito entre los estantes del supermercado.
—¿Pollo frito está bien? —dijo— La clase 3–E puso un puesto de eso.
—Suena bien.
En el trayecto, KiHyun aprovechaba para hacer un par de anotaciones en su pequeña libreta mientras HyunWoo miraba en derredor; había muchas personas en el festival, estaba seguro de que eran más que las del año pasado. Se preguntó si se debía a los atractivos carteles que había diseñado KiHyun o a su idea de convertirlo en un evento familiar, tal vez también se debía a la promoción que hizo el pequeño —pero bastante activo— club de fanáticos de la banda de SungJin.
Llamó su atención la risa de un par de niños que jugaban un juego de aros y botellas, supuso que buscaban ganar alguno de los osos de peluche que descansaban en la repisa del fondo junto a los demás premios; uno en particular llamó su atención, era de color marrón y tenía blanco en el área de su boquita, un adorno de color rojo alrededor de su cuello y una simpática pero elegante vestimenta. «Se parece a KiHyun —pensó, volviendo la vista al frente—. Tal vez pueda convencerlo de jugar después de comer».
Cuando llegaron al puesto de comida los recibió una chica de hermoso cabello negro y labios con forma de corazón en los que se dibujaba una brillante sonrisa, ambos hicieron su pedido y, mientras esperaban, KiHyun escribía algo en su libreta.
—¿Te estás divirtiendo? —preguntó HyunWoo con voz suave. KiHyun soltó un pequeño sonido de afirmación, su mirada viajando entre el puesto y su libreta.
HyunWoo se balanceó sobre sus talones hasta que la chica les entregó su comida. HyunWoo pagó por ella no sin antes decirle un cumplido al presidente del consejo seguido de un «Disfruten de su comida» para terminar con una sonrisa.
KiHyun guardó la libreta en el bolsillo de su chaqueta y dio el primer mordisco; sus ojitos se volvieron un par de medias lunas y sus mejillas se coloraron, aún sin saber si era porque realmente estaba hambriento o si era debido al delicioso y crujiente sabor de su comida.
—Eshtá delicioso —dijo él, llevándose otro bocado a la boca—. Muchas grashias, HyunWoo.
El mayor soltó una risita al verlo así, feliz y disfrutando de comer comida deliciosa. Miró al menor por unos segundos, los suficientes para que la fierecilla que vivía en el corazón de KiHyun se alterara cuando lo vio acercarse.
—Tienes algo aquí... —señaló en voz baja, limpiando la comisura de sus labios con una servilleta—. Listo.
KiHyun le agradeció y comenzaron a caminar, buscando un lugar dónde sentarse a comer. Fue entonces cuando dos figuras se acercaron a ellos; él vestía un impecable traje con unos gemelos decorando los puños de su saco y una corbata con detalles dorados, mientras que ella vestía un adorable conjunto color crema que resultaba su precioso cabello castaño mientras su sonrisa se ocultaba bajo la sombra de su elegante, pero discreto, sombrero. Ambos muchachos los miraron y se pusieron de pie al instante para saludarlos con una reverencia.
—Buenas tardes, director, señora —habló KiHyun.
—¿Están disfrutando del festival? —agregó HyunWoo.
—¡El festival es maravilloso! La música, la comida, la organización, todo está perfecto —dijo ella, abrazando el brazo de su esposo—. Me siento tan joven, es como volver a mis días de escuela.
—Estoy impresionado, el consejo hizo un gran trabajo. Es mucho mejor que el festival del año pasado —habló el director. HyunWoo miró de reojo al chico a su lado, sintiéndose orgulloso—. Debo felicitarlo, señor Yoo, a usted y a todo el consejo estudiantil.
—Se lo agradezco señor —dijo él, recibiendo un asentimiento como respuesta.
—Sigan disfrutando del festival, muchachos. Hasta luego —se despidió ella con una brillante sonrisa, llevándose al hombre consigo.
KiHyun soltó un suspiro y volvió a sentarse para terminar el pollo que quedaba en su plato. HyunWoo hizo lo mismo y al poco tiempo dijo:
—Parece una mujer agradable, pero el director es una persona realmente seria. Son como polos opuestos.
«De verdad lo son...» pensó KiHyun.
—¿No hablas mucho con él? —preguntó KiHyun. HyunWoo negó—. ¿Ni siquiera cuando NamJoon era el presidente?
HyunWoo negó una vez más, sus mejillas llenas de comida lo hacían ver como un osezno y KiHyun sonrió ante la idea.
—Los vicepresidentes no tratan mucho con el director. Aunque, tampoco era como si NamJoon hablara mucho con él —explicó—. A TaeHyung y a JungKook no les gusta admitirlo, pero NamJoon no era tan buen presidente como tú.
—¿Ah, no?
—Él era más de actuar por su cuenta, a veces rompía las reglas y eso nos metía en problemas. También rompía muchas cosas y eso no le gustaba mucho a JiHyo —dijo—, pero dejando eso de lado, era un buen líder e hizo muchas cosas bien. Aunque, si me lo preguntas, creo que tú eres mucho mejor.
KiHyun se giró, encontrándose con una mirada tierna, esa que siempre lograba ponerlo nervioso. HyunWoo acercó su mano hacia su mejilla, casi acunándola.
—Tienes algo aquí... —dijo él con voz suave, limpiando una migaja. Estaban tan cerca. HyunWoo realmente quería llenar de besitos esas bonitas mejillas de hámster—. ¿Quieres que jugar un poco antes de volver a trabajar?
KiHyun inclinó su cabeza, confundido por su propuesta.
—Hay un juego que me gustaría probar, vi a unos niños jugando hace un rato y se veía divertido. ¿Quieres ir?
—¡Ah! S-seguro, vayamos —dijo KiHyun, poniéndose de pie, sintiendo un ligero ardor en su rostro.
«¡Tonto, tonto, tonto KiHyun! —pensó una vez comenzaron a caminar—. ¿En qué estabas pensando? Debes controlarte... Ugh~ Si MinHyuk estuviera aquí seguramente se estaría muriendo de risa.» Un silencio se formó entre ellos mientras caminaban hacia el juego, sin embargo, a HyunWoo no parecía incomodarle, incluso trataba de hacer que sus dedos rozaran de vez en cuando.
Cuando llegaron, los saludó un chico que probablemente era de segundo año, llevaba una clásica vestimenta de carnaval siendo lo más llamativo su pequeño corbatín azul. HyunWoo pagó por un juego y el chico le entregó tres aros; KiHyun lo miraba curioso, cambiando su expresión a una de asombro cuando le vio acertar los tres tiros en el primer intento.
—¡Woah~! No esperaba menos de ti, Shownu —exclamó el muchacho con una gran sonrisa—. ¿Quieres intentarlo, KiHyun?
—No, gracias, Lucas —dijo él cortésmente, escribiendo algo rápidamente en su libreta.
—Bueno, tú te lo pierdes, amigo. ¿Qué vas a querer como premio, Shownu? ¡Escoge lo que quieras!
HyunWoo buscó aquel osito que había llamado su atención, cuando lo encontró, lo señaló. Lucas desató las patitas del muñeco y se lo entregó.
—¿Se han vuelto muy populares últimamente, no lo crees? —dijo Lucas— A mi hermanito le gustan mucho. Debe ser porque son lindos.
—Debe ser por eso —dijo HyunWoo antes de despedirse del muchacho, KiHyun hizo lo mismo y ambos se alejaron del puesto.
Ambos siguieron recorriendo los diferentes pabellones del festival; KiHyun haciendo anotaciones y HyunWoo deteniéndose en algún puesto cada tanto. Fue casi a la una de la tarde cuando el reloj de HyunWoo comenzó a sonar.
—Ya casi es hora —dijo él, KiHyun lo miró confundido—. KiHyunah~, ¿me acompañarías a la actividad de mi club?
—Seguro, ¿dónde es?
—En la pista de atletismo. —KiHyun ahora estaba más confundido, se preguntó por qué el club de natación haría su actividad en la pista de atletismo. No estaba seguro de qué era lo que habían preparado los clubes deportivos ya que TaeHyung y HyunWoo fueron los que se encargaron de eso. HyunWoo soltó una risita al ver la bonita expresión de KiHyun y dijo:— Vamos o llegaremos tarde.
KiHyun se ahorró sus preguntas al sentir la mano de HyunWoo tomar la suya.
🐻 🎪 🐹
Habían comido dulces, dos hot dogs y una rebanada de pizza; MinHyuk le había ganado en el juego de pesca y se había llevado la pequeña figura de un oso rosado que le había gustado. Mas se vengó de él en el juego de los dardos y los globos, llevándose un bonito llavero de cuentas de colores que ahora decoraba la funda de su teléfono. Sin embargo, lo que más le había gustado a HyungWon era ver lo mucho que se estaba divirtiendo MinHyuk; se preguntó cuándo fue la última vez que se habían comportado como un par de chiquillos. MinHyuk iba de un lado a otro, dando pequeños brincos en su lugar como si fuera un niño que había comido montones de dulces —lo cual no era del todo mentira— y sus ojos tenían ese brillo especial que hacía mucho tiempo que HyungWon no veía y que ciertamente echaba de menos.
Su imagen de niño hiperactivo terminó en cuanto lo vio tirarse en el césped, mirando al cielo y suspirando de cansancio. HyungWon le hizo compañía sentándose a su lado. Estaban en uno de los jardines laterales; el sonido del festival se amortiguaba por la distancia. Su piel se cubrió de parches de luz producto del sol que se colaba por entre las ramas de los árboles de cerezo que los cubrían; no faltaba mucho para que perdieran su precioso color rosado marcando con ello el final de la primavera. MinHyuk estiró su mano como si intentara atrapar los rayos de sol.
—Estoy tan cansado... —dijo MinHyuk— Me pregunto qué estará haciendo Kiki, ¿Crees que se esté divirtiendo tanto como nosotros?
HyungWon se encogió de hombros.
—Dijo que estaría trabajando junto con Shownu.
—Creo que se ven lindos juntos —soltó de repente—. ¿Has visto la manera en la que sus ojos brillan cuándo se ven? Harían una linda pareja.
—Siempre has sido muy observador, Min.
—¡Claro que lo soy! Es porque soy un gran artista y porque he desarrollado un gran nivel de sensibilidad que ustedes, los simples mortales, no entenderían —dijo con una sonrisa burlona.
—Hace mucho que no te veo pintar —dijo HyungWon—, ¿terminaste el cuadro de las frutas?
—Sí, pero no supe dónde ponerlo, por eso lo dejé en la sala.
—¿Sobre la chimenea? —preguntó, abrazando sus rodillas. MinHyuk asintió—. Supuse que lo pondrías ahí, combina con los muebles.
—Deberían visitarme algún día —dijo MinHyuk con voz suave—. No lo sé, tal vez podamos cocinar algo, ver películas, jugar videojuegos, lo que sea está bien mientras ustedes estén ahí.
—Suena bien —dijo HyungWon, recargándose sobre su mentón—. Podríamos robarnos a KiHyun del consejo, seguro que a Shownu no le molesta.
Un recuerdo apareció en la memoria de MinHyuk como si de una estrella fugaz se tratase, dejando una sonrisa melancólica a su paso. Cerró sus ojos luego un rato, disfrutando de la fresca brisa de primavera y de la calidez del sol; HyungWon se habría quedado dormido de no ser porque accidentalmente escuchó la conversación de unas chicas que pasaban por ahí.
—HoSeok se veía tan apuesto, ¡de verdad parece un príncipe! Quería tomarme una foto con él para mostrársela mi mamá.
—¿Eh, para qué? ¿Acaso piensas proponerle matrimonio? —dijo la otra chica entre risas.
—¡Nada de eso! Pero realmente me gusta mucho, ¿debería confesárselo? ¡Me pongo nerviosa de sólo pensar en él!
La otra chica no le respondió, sólo siguió riéndose e hizo un par de bromas sobre el color de su rostro y unos tomates hasta que dieron vuelta para volver al festival. HyungWon se quedó pensando, mirando fijamente algún punto en medio de la nada; MinHyuk le había dicho que HoSeok era muy popular en la escuela, pero fue hasta que escucho a aquella chica que verdaderamente se preguntó qué tan popular era Lee HoSeok y si recibiría muchos chocolates el día de San Valentín.
—Min... —llamó con voz suave, halando ligeramente de la chaqueta del mayor hasta que abrió sus ojos— Min, ¿HoSeok está en algún club?
—Está en el club de cocina —dijo, incorporándose sobre el césped y estirando sus brazos—. Creo que pusieron una cafetería. ¿Quieres ir?
—¿Podemos ir?
—No veo porqué no. Será divertido.
HyungWon se puso de pie con ayuda de MinHyuk y se dirigieron al interior del edificio. Resultaba un tanto curioso ver las aulas y corredores decorados con diferentes temáticas; su clase había adaptado el aula para poner un estudio fotográfico donde los visitantes podían tomarse fotografías divertidas usando pelucas de colores brillantes o algún otro disfraz. A medio camino vieron a JooHeon y a ChangKyun a lo lejos, riendo mientras veían un montón de fotografías en sus manos; JooHeon aún llevaba una peluca estilo afro de color rojo. HyungWon sonrió al verlos, parecía que se estaban divirtiendo.
Subieron por las escaleras hasta el segundo piso del edificio, fue entonces cuando un dulce aroma llamó su atención. ¿Era chocolate? ¿Caramelo? ¿Malvaviscos? Fuera lo que fuera, olía delicioso. Llegaron a la cafetería del club de cocina; había muchas personas afuera, en su mayoría eran chicas jóvenes —de primer año y otras que parecían ser de secundaria— y alguna que otra familia acompañadas de niños pequeños. En la puerta había una chica vestida con un elegante traje azul con rayas blancas y un bonito corbatín color rojo brillante; llevaba el cabello recogido en una coleta alta y usaba guantes blancos. MinHyuk y HyungWon se acercaron cuando ella los saludó agitando su mano.
—¡MinHyuk, HyungWon! Qué alegría me da verlos —dijo ella, sonriente.
—El café se ve bien, la decoración es muy linda —dijo MinHyuk—. ¿Han recibido muchos clientes?
Ella asintió.
—Aunque ya no sé si es por la comida o por los meseros, los chismes vuelan rápido.
—¿Los meseros? —preguntó HyungWon.
—¿Quieren pasar? Tenemos un pastel de chocolate y fresas que está delicioso —dijo sonriente. Los chicos asintieron y ella los guió al interior de la pequeña cafetería; la decoración era sencilla, pero los espacios estaban bien aprovechados y los colores daban esa sensación de calidez que uno esperaría al entrar en un lugar así—. Por favor, tomen asiento. En un momento tomarán su pedido.
—Gracias, Mina —dijo MinHyuk, volviendo su vista al menú.
Mientras HyungWon debatía sobre qué golosina ordenar, el castaño sentado frente a él se percató de la presencia de una tercera persona que se acercaba a su mesa; ahora entendía el porqué del gran número de visitantes a la pequeña cafetería del club de cocina. HoSeok se acercó a ellos con una bonita sonrisa, las puntas de sus orejas se volvieron de un suave color rosado cuando su mirada encontró con los ojitos de HyungWon.
—Ahora entiendo a lo que se refería Mina sobre los meseros —dijo MinHyuk—. Te ves muy bien, Wonho. ¿No lo crees, Wonnie?
—Me gusta el color, es lindo —dijo con timidez, desviando su mirada hacia el menú.
—¿De verdad lo creen? Mamá tomó muchas fotos cuando se lo mostré —dijo—. En fin, ¿qué les puedo ofrecer?
—Mina nos habló del pastel de chocolate con fresas, yo quiero una rebanada, por favor —dijo MinHyuk.
HyungWon aún no se decidía entre el cheesecake y la malteada de galletas, ambas opciones se escuchaban deliciosas; en otro escenario pediría ambos postres, pero ChangKyun no estaba con él para comerse la otra mitad y la idea de que HoSeok pensara que era un glotón si pedía ambos postres para él solo le avergonzaba demasiado, además de que no podría con ambos.
—Si me lo permites, puedo pedir que preparen un cheesecake con trocitos de galleta —dijo HoSeok con voz suave. MinHyuk sonrió para sí al ver las mejillas de su amigo teñirse de un suave color rosa—, ¿Qué te parece?
—¿No sería una molestia para las otras órdenes?
—En lo absoluto.
HyungWon comprendió porqué aquellas chicas habían descrito a HoSeok con la palabra «príncipe», de verdad parecía uno vistiendo aquel traje tan bonito.
—E-está bien, eso me gustaría —dijo él con voz tímida. HoSeok le dedicó una pequeña sonrisa antes de retirarse.
Las manos de HyungWon se aferraron a la tela de su pantalón, bajó la mirada al mantel de la mesa e internamente esperaba que MinHyuk no dijera algo sobre su apariencia ya que sentía sus mejillas arder. Para su fortuna, MinHyuk no dijo ni una palabra hasta que HoSeok volvió con sus postres. Claro que el fugaz intercambio de miradas entre el pelinegro y su amigo de cabello rizado no pasó desapercibido; entonces decidió poner en marcha su pequeño plan.
—¿Wonho, vas a ver la competencia de Shownu? —preguntó, recargando su barbilla en la palma de su mano.
—Sí, estoy libre poco antes de la una de la tarde. ¿Van a ir?
MinHyuk asintió; HyungWon se llevó a la boca un pequeño trozo del cheesecake, estaba delicioso.
—Podríamos ir juntos, después de comer. Probablemente KiHyun también esté ahí. ¡Será divertido! ¿Qué dices?
—Suena divertido —dijo, mostrando una brillante sonrisa—. Ustedes terminen de comer, yo iré a cambiarme y nos vemos en un rato, ¿de acuerdo?
Ambos chicos asintieron. Siguieron comiendo luego de que HoSeok se retiró; los ojitos de HyungWon se posaron en la mesa de junto donde dos chicas —muy bonitas, de mejillas coloradas— murmuraban cosas entre sí y miraban hacia algún punto en específico. MinHyuk estaba demasiado ocupado con su postre como para prestar atención a los movimientos de su amigo, quien se había girado levemente siguiendo la mirada de las chicas. Una extraña sensación nació en su pecho, comparable a cuando uno se encaja una espina por accidente; las chicas miraban a HoSeok —quien hablaba con uno de sus compañeros del club— y una de ellas incluso sacó su teléfono para tomar un par de fotografías. La espinita era realmente molesta.
Poco después terminaron de comer y MinHyuk se encargó de pagar por los postres, mas se llevó una sorpresa cuando le dijeron que su comida ya estaba pagada. No le tomó mucho tiempo darse cuenta de quién lo había hecho.
Mientras tanto, HoSeok los esperaba en el descanso de las escaleras; había vuelto a vestir su uniforme y cargaba con una mochila en el hombro. Intentó no pensar en el hecho de que pasaría tiempo con HyungWon, pero todo eso pasó a segundo plano cuando lo vio bajar por las escaleras mientras conversaba con MinHyuk. Su sonrisa era preciosa, tan hermosa y brillante; le encantaba verlo sonreír, le encantaba escuchar su risa porque era como una suave caricia.
—¿Nos vamos? —dijo al tenerlos en frente.
MinHyuk asintió, feliz como de costumbre, mientras una pequeña mariposa daba sus primeros aleteos dentro de HyungWon.
🐰 🍰 🐶 🧁 🐢
¡Hola, solecitos! ¿Cómo están? ¿Han estado tomando agua? Recuerden que es muy importante mantenerse hidratados.
Muchas gracias por leer el capítulo de hoy. Originalmente iba a ser largo, pero no quería dejarlos sin actualización por más tiempo. De cualquier manera, voy a intentar publicarles la segunda parte durante el fin de semana. ✨😚
También, ¿cómo estamos después de la noticia que nos dio nuestro conejito? El preview del álbum se ve precioso, como todo lo que hace. Hay que darle mucho amor~ 🥰
Aprovecho para preguntarles, ¿cuál es su canción favorita de Wonho? 🐰🤍
Cuídense mucho, no se salten las comidas y duerman bien.
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