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Capítulo Cinco
Café y Dibujitos

A través de las ventanas del aula se podían ver las copas de los árboles que cambiaban con el paso de las estaciones del año; a ChangKyun le gustaba ver cómo se llenaban de flores durante la primavera y cómo las hojas se teñían con los colores del atardecer durante el otoño, a veces las veía tomar un color verde que le recordaba al caparazón de Dolly. Sin embargo, ver los cerezos florecer durante la primavera de su último año de secundaria se sentía, de cierta manera, un poco nostálgico. Pero no podía darse el lujo de sumergirse en sus recuerdos, al menos no en ese momento, no mientras el reloj del aula siguiera avanzando a un ritmo constante.

Sobre su pupitre había pequeñas virutas de lápiz y restos de borrador; el costado de su mano se encontraba ligeramente manchado de grafito. La punta del lápiz se desgastaba cada vez más y él sólo quería que llegara la hora del almuerzo para recostarse bajo la sombra de un árbol a ver los cerezos meciéndose con el viento.

—Quedan cinco minutos —dijo la profesora Kwon, su voz resonó por cada rincón del aula.

Los dedos de ChangKyun tamborileaban sobre la superficie de su pupitre mientras hacía los últimos cálculos en su cabeza para terminar encerrando en un círculo el resultado del ejercicio. Poco antes de que sonara la campana.

—Pasen los exámenes hacia adelante, por favor —pidió la profesora, levantándose de su silla y acercándose a los primeros lugares de cada fila, recibiendo los exámenes para posteriormente guardarlos en su maletín—. Tendrán los resultados la próxima semana, hasta entonces, descansen un poco, ¿de acuerdo?

La clase se puso de pie e hizo una reverencia por indicación del representante mientras la profesora Kwon se retiraba del aula. Después, todos se volvieron para discutir las respuestas del último examen parcial.

ChangKyun se dejó caer sobre su asiento, suspiró profundo y miró los árboles a través de la ventana. Todavía faltaba una hora para el almuerzo.

—¿Cómo te fue, ChangKyunah~? —preguntó JooHeon, sentándose junto a él.

—Por poco no termino el último ejercicio —respondió, mirando al rubio—. ¿A ti cómo te fue?

—No alcancé a resolver los últimos dos ejercicios —dijo él, apenado. ChangKyun percibió un toque de tristeza en su voz—. Pero, está bien... Es el primer examen parcial, lo haré mejor en el próximo.

—Siempre dices eso —dijo ChangKyun con voz suave, JooHeon le regaló una pequeña sonrisa. ChangKyun se recargó sobre sus brazos y un puchero de formó en sus labios—. Tengo hambre...

JooHeon imitó la posición del menor y lo miró a los ojos; se veían un poco más claros que de costumbre por la luz del sol.

—Traigo una manzana en mi mochila, ¿la quieres? —dijo. ChangKyun negó suavemente con la cabeza. JooHeon llevó su mano a los cabellos del menor y los acarició lentamente, le gustaba ver los pequeños gestos de ChangKyun cuando lo hacía—. ¿Crees aguantar una hora más? ¿Trajiste almuerzo?

ChangKyun asintió, sus ojitos estaban cerrados.

—Mamá hizo sándwiches y HyungWonnie me compró dulces, deberíamos comerlos juntos —dijo con voz suave, dejándose llevar por las caricias del rubio.

A JooHeon le gustaba ver así a ChangKyun, tranquilo, relajado, con una sonrisa en los labios y un ligero rubor en las mejillas. Podrían descansar un poco ahora que habían terminado los exámenes parciales, tal vez podría invitarle algo la próxima vez que fuera a verlo a la cafetería.

ChangKyunah~ no te duermas, todavía falta la clase de historia —dijo JooHeon con voz suave, sonriendo al ver los bonitos gestos del menor.

—¿Almorzamos juntos, entonces? —preguntó, levantando la mirada. JooHeon retiró su mano y asintió con una sonrisa que volvió sus ojitos dos medías lunas. ChangKyun tocó uno de sus hoyuelos diciendo «Boop~», recibiendo una risita como respuesta.

El profesor llegó poco después y JooHeon se fue a su pupitre. Esa clase estaban repasando uno de los temas que habían visto la clase pasada; JooHeon comenzó a garabatear en una de las últimas páginas de su libreta mientras escuchaba al profesor explicar el conflicto que hubo entre Estados Unidos y lo que fue la Unión Soviética.

Esperaba con ansias la hora del almuerzo.

Desde que ChangKyun se había recuperado de su último resfriado, JooHeon se aseguraba de que se alimentara apropiadamente para que se mantuviera saludable; ChangKyun se volvía como un niño pequeño cuando JooHeon cuidaba de él, y eso le gustaba mucho. Le gustaba cuando lo ayudaba a acomodarse la bufanda o cuando se aseguraba de que se comiera todas las verduras que le ponía su madre en su caja para el almuerzo; le gustaba consentirlo con deliciosas bebidas calientes y hacerle mimos porque siempre había creído que ChangKyun tenía las expresiones más adorables.

Su mirada se paseó por el resto del aula hasta detenerse en ChangKyun; tenía el mentón apoyado en la palma de su mano y ojitos perezosos producto de los mimos que le había hecho recién. Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de JooHeon.

Dibujó un gatito.

🐝 ✏️ 🐺

Hacía un día precioso, el sol brillaba en lo más alto del cielo y las nubes navegaban el azul infinito. Sin embargo, la clase de 1–A no estaba disfrutando mucho de aquel escenario; la mayoría de la clase tenía las mejillas coloradas y el cabello revuelto y sudoroso. No ayudaba mucho el estar dando de vueltas en la cancha donde solía practicar el equipo de béisbol de la escuela; MinHyuk sentía su garganta doler con cada paso que daba y la tierra suelta le picaba la nariz.

Aagh~ Voy a morir... —se quejó MinHyuk, bajando el ritmo de sus piernas— Voy a vomitar y luego a voy a morir...

KiHyun lo empujó levemente por la espalda para evitar que se quedara atrás.

—Deja de quejarte. Si el profesor te escucha te hará correr más.

—Me queman las piernas, Kiki —dijo MinHyuk, haciendo un puchero—. ¿Dónde está Wonnie?

—No lo sé, iba detrás detrás de mí —dijo KiHyun.

—¡Lee, Yoo, no es hora de charlar! A la próxima harán tres vueltas más, ¡rápido! —exclamó el profesor, haciendo sonar su silbato.

Pasaron quince minutos hasta que el profesor sonó su silbato una vez más y le indicó a la clase que podía descansar. KiHyun y MinHyuk caminaron con pasos pesados hasta la sombra de un árbol cercano, dejándose caer en la banca de concreto tratando de regular su respiración.

KiHyun recargó sus manos sobre sus rodillas, respirando lentamente; levantó al mirada al sentir la presencia de alguien frente a él.

—¿Dónde estabas? —preguntó KiHyun.

—Estaba detrás de ti, pero pedí permiso para ir al baño —respondió HyungWon, sentándose junto al mayor. KiHyun lo miró curioso.

—¿Te escapaste de clase?

—Esa es una manera de verlo —respondió, encogiéndose de hombros y abriendo su botella de agua.

Entonces KiHyun se dio cuenta.

—¿No trajiste agua, Kiki? —preguntó MinHyuk, limpiándose la barbilla. El castaño negó.

—Sabía que algo se me olvidaba... —suspiró KiHyun.

—¿Quieres un trago? —preguntó HyungWon, extendiendo su botella.

KiHyun negó suavemente.

—Está bien, compraré una al terminar la clase.

—¿Seguro? —preguntó MinHyuk. KiHyun asintió—. De acuerdo... Cambiando de tema, ¿están emocionados por el festival de primavera? ¿Invitarán a sus familias?

—ChangKyunnie está emocionado, creo que vendrá con JooHeon —dijo HyungWon, dando un trago a su botella.

—¿Y tus padres? —preguntó KiHyun.

—Mamá quería venir, pero tiene trabajo. ¿Qué hay de ustedes? ¿KiHyun?

—Mis padres vendrán, pero no sé si mi hermano pueda hacerlo —dijo—. Cuando hablamos por teléfono parecía estar emocionado, pero tal vez no pueda venir.

—Hace mucho que no lo vemos... —dijo MinHyuk— ¿Cuándo fue la última vez, en navidad?

—Creo que sí... —dijo KiHyun, bajando la mirada hacia sus manos.

—¡Ah! ¡Shownu! —llamó MinHyuk, agitando su mano en el aire. El moreno lo miró y caminó hacia ellos.

KiHyun sintió un cosquilleo en su pecho.

—Buenos días —dijo HyunWoo con una sonrisa. El cosquilleo de KiHyun se hizo más fuerte—. Creí que iban a tener la clase de gimnasia adentro, ¿no tienen calor?

—MinHyuk casi vomita en la última vuelta —se burló HyungWon, recibiendo un ligero golpe en el hombro.

HyunWoo miró a KiHyun, tenía las mejillas coloreadas de un bonito color rosa y había un par de mechones rebeldes —y un poco ondulados— que le daban a su cabello una apariencia suave y esponjosa. Cuánto deseaba HyunWoo poder llenar de besitos sus adorables mejillas.

Kihyunah~, ¿y tu botella de agua? —preguntó HyunWoo con voz suave.

—L-la olvidé en casa —respondió, avergonzado.

—Toma, está sellada —dijo él, extendiéndole la botella de agua que traía consigo—. Debes mantenerte hidratado, es muy importante.

KiHyun intentó negarse, pero al ver la mirada de HyunWoo supo que no podía hacerlo, así que la tomó y trató de ignorar el cosquilleo en su pecho al momento de rozar la mano del mayor.

—Gracias, HyunWoo —dijo con voz suave, casi como un susurro.

—No hay de qué —respondió.

MinHyuk y HyungWon miraba la escena e intercambiaron miradas cómplices, como si estuvieran de acuerdo en que esos dos comenzaban a perderse en su propio mundo.

—Shownu —llamó MinHyuk, el moreno se giró hacia el castaño y su mirada divertida provocó que sus orejas se coloraran—, ¿Vas a trabajar hoy después de clases?

—Ah, sí. Pedí el turno de hoy para poder estar libre el día de mañana.

—¿Invitarás a alguien al festival? —preguntó MinHyuk.

HyunWoo negó.

—Mañana vamos a estar ocupados supervisando que todo salga bien, Min —agregó KiHyun.

—¿Todo el día?

—Es probable —respondió HyunWoo—, pero aún así iré a la actividad del club de arte. Te lo prometí.

—¿Qué va a hacer el club de arte? —preguntó HyungWon, recargando su cabeza en el hombro de MinHyuk.

—Es una sorpresa, pequeño Wonnie —canturreó el castaño.

HyunWoo se despidió poco después de que sonara la campana con un «Hasta luego, chicos», intercambiando una mirada fugaz con KiHyun y dejando al presidente del consejo con un cosquilleo comúnmente conocido como «mariposas en el estómago.» Aunque KiHyun se negaba a usar ese término.

Más tarde, cuando volvieron al aula, KiHyun guardó la botella de agua en su mochila y se giró hacia sus amigos, quienes jugaban con bolitas de papel sobre el pupitre del menor.

—¿Quieres jugar, Kiki? —preguntó HyungWon.

—No, gracias —dijo—. No sabía que HyunWoo trabajaba.

—No tiene mucho tiempo, tal vez un mes cuando mucho —dijo MinHyuk—. Trabaja en una cafetería.

—¿Y tú... sabes dónde queda esa cafetería? —preguntó, escondiendo esas pequeñas notas de timidez en su voz.

MinHyuk lanzó la última bolita de papel y luego lo miró curioso. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.

—Claro que lo sé —dijo, cruzándose de brazos—. Es más, creo que deberíamos ir hoy después de clases. Yo invito.

—¿Tienen galletas? —preguntó HyungWon con interés. MinHyuk asintió—. Iré.

MinHyuk miró a KiHyun, casi podía escuchar una excusa saliendo de él. Acertó en cuanto vio que KiHyun abría la boca y lo interrumpió de inmediato.

—No te atrevas a mentirme, Yoo KiHyun. No tienes clases particulares después, no tienes qué ir al supermercado con tu mamá y tampoco tienes consulta médica. Así que vendrás con nosotros.

HyungWon miraba la escena y no pudo evitar recordar; era casi el mismo escenario y eso le sacó una risita.

🐶 🌸 🐹 🍪 🐢

Ubicada al final de la calle, pasando por un conjunto de casas con pequeños jardines al frente y macetas en las ventanas, está la cafetería de la familia Lee. Con una preciosa fachada de ladrillos grises y un ventanal que mostraba el cálido interior del local; en la entrada había un cartel con pintura para pizarrón donde rezaba la bebida del día acompañada de pequeños garabatos hechos con tiza de colores. Todos los martes y miércoles había una bicicleta de color rojo brillante descansando en la entrada, junto a las macetas con flores que tanto cuidaba la dueña del local.

HyunWoo caminaba acompañado de HoSeok hacia el trabajo; HoSeok lo acompañaría un par de horas mientras trabajaba en su ensayo para la clase de literatura.

La pequeña campanilla de la entrada sonó en cuanto cruzaron la puerta. HyunWoo se fue hacia la parte de atrás del local mientras HoSeok se ubicaba en una pequeña mesa cerca de las escaleras; encendió su computadora y después se acercó a la barra, donde lo atendió un muchacho de cabello rubio y ojos que se asemejaban a una media luna.

—Buenas tardes, bienvenido. ¿Puedo tomar su orden? —dijo con una sonrisa, mostrando un adorable par de hoyuelos en sus mejillas.

HoSeok sonrió y dijo:

—Tomaré un capuchino con crema, por favor. ¡Ah! Y unas galletas con chispas de chocolate.

El muchacho asintió mientras anotaba la orden en la pantalla táctil. HoSeok sacó su billetera para pagar y volvió a su mesa a esperar su orden.

HyunWoo salió poco después, vistiendo una camisa blanca y un mandil de color marrón oscuro con una pequeña placa con su nombre. JooHeon le dijo la orden y comenzó a prepararla.

La campanilla de la entrada volvió a sonar poco después, anunciando la entrada de tres muchachos que cargaban con una mochila en sus espaldas. La mirada de MinHyuk se posó en una figura familiar, miró de reojo a su amigo de cabello rizado.

—Buenas tardes, bienvenidos. ¿Puedo tomar su orden? —dijo JooHeon con una sonrisa. HyungWon lo miró con sorpresa.

—¿JooHeon? No sabía que trabajabas aquí —dijo.

—Comencé hace un par de semanas. Mi tía necesitaba que la ayudara, abrió hace poco tiempo —dijo, con una sonrisa tímida—. Creí que ChangKyun te lo había dicho. Viene muy a menudo.

«Entonces no se quedaba estudiando en la biblioteca», pensó HyungWon.

—¿Qué les puedo ofrecer?

—Yo quiero un capuchino con crema, por favor, Honey —dijo HyungWon.

—Yo tomaré un café americano con crema, por favor —dijo KiHyun.

—Un frappé con caramelo, por favor —agregó MinHyuk.

—Min, tienen galletas... —dijo HyungWon con voz suave, tomando al castaño por la manga de su chaqueta como un niño que pide dulces a su madre en el supermercado.

—¿Puedes agregar un plato con galletas, también? Por favor. —JooHeon asintió y agregó el postre a la cuenta. MinHyuk sacó su billetera y pagó.

—En un momento estará lista su orden —dijo JooHeon.

Los chicos le dieron las gracias y comenzaron a buscar una mesa para esperar; MinHyuk caminó hacia la mesa donde estaba HoSeok, seguido de KiHyun y HyungWon, cuyas mejillas se volvieron de un suave color rosa al ver al pelinegro.

—¡Seokkie! Qué sorpresa encontrarte aquí —dijo MinHyuk.

—Lo mismo digo, ¿quieren sentarse?

Dejaron sus mochilas en el suelo; MinHyuk se sentó al lado de KiHyun, dejando a HyungWon cerca de HoSeok. MinHyuk intentaba reprimir una risita al ver a sus amigos nerviosos; HoSeok tenía las orejas coloradas y HyungWon no sabía hacia dónde mirar y podía apostar que estaba jugando con sus dedos por debajo de la mesa.

—¿Ya habías venido antes? —preguntó MinHyuk, mirando al pelinegro.

—Un par de veces, pero no entre semana. ¿Y ustedes?

—Sólo había venido una vez, pero quise invitarlos para que conocieran el lugar —agregó MinHyuk, observando a sus amigos.

—Deben probar el pastel de fresa, es muy rico. A Shownu le gusta mucho —dijo HoSeok—. Hablando de...

HyunWoo se acercó a la mesa con una bandeja de madera en mano. Sus ojos se fijaron directamente en KiHyun y ese pequeño cosquilleo se hizo presente una vez más; KiHyun se veía tan lindo bajo la iluminación cálida de la cafetería.

—Buenas tardes —dijo cortésmente, comenzando a entregar las bebidas—. Traigo dos capuchinos con crema, uno es para Wonho y el otro debe ser para...

—E-es para mí... —dijo HyungWon con timidez, levantando un poco la mano. HoSeok lo miró de reojo; no era la primera vez que lo tenía tan cerca, pero aún así sentía su corazón latir con fuerza dentro de su pecho.

HyunWoo dejó los platos con galletas al centro de la mesa y antes de retirarse se aseguró de grabarse la pequeña y adorable sonrisa de KiHyun al ver lo que había dibujado en su taza.

—Si necesitan algo más, estoy a sus órdenes —dijo HyunWoo antes de retirarse.

MinHyuk sacó su celular y tomó una fotografía de su bebida.

Wah~ son tan bonitas, sería una lástima beberlas —dijo MinHyuk—. ¿Qué dibujó en sus bebidas?

—La mía tiene un conejo —dijo HoSeok.

—Parece una ranita —dijo HyungWon—. Es linda, el conejo también es bonito. ¿Qué hay de ti, Min?

—Hizo la cara de un perrito con las chispas de chocolate —dijo con una sonrisa—. Pero miren el de KiHyunnie~, es adorable.

—Es cierto, se parece a ti —agregó HyungWon.

—¿HyunWoo siempre hace cosas como estas? —preguntó KiHyun, tomando la taza con cuidado.

—No, normalmente sólo hace dibujos sencillos —respondió HoSeok, dando un sorbo a su bebida; HyungWon reprimió una risita al ver que le quedaba un poco de crema en el labio superior.

Por un segundo, el corazón de KiHyun latió rápidamente al pensar qué tal vez —sólo tal vez— HyunWoo había dibujado aquel bonito hámster en su bebida sólo para él. «Debería tomarle una fotografía», pensó, así que tomó su celular y sacó una fotografía a su bebida aprovechando que MinHyuk hablaba con HoSeok y HyungWon; después dio el primer sorbo.

—¿Y en qué estás trabajando, Wonho? —preguntó MinHyuk, tomando una galleta.

—En un ensayo para mi clase de literatura, es un análisis de las obras de Julio Verne y la revolución industrial —explicó.

—Eso es interesante. A HyungWonnie le gusta mucho leer, creo que leyó a Verne en la secundaria, ¿no es así?

HyungWon abrió la boca un par de veces para después asentir, desviando la mirada hacia su bebida.

Chae HyungWon es una persona tímida, le toma tiempo desenvolverse con las demás personas y aún así suele ser reservado con muchas cosas. Sin embargo, sus amigos descubrieron que HyungWon se volvía el doble de tímido y un poco torpe cuando estaba cerca de alguien que le gustaba, aún si HyungWon era la última persona en darse cuenta de ello. Hasta la fecha, sólo habían observado ese comportamiento en el chico de cabellos rizados dos veces, siendo Lee HoSeok la segunda persona.

Cuando HoSeok habló, MinHyuk se dedicó a beber lo que quedaba en el fondo de su vaso.

—¿Te importaría leerlo cuando lo termine, HyungWon? —preguntó HoSeok, tímido. Las mejillitas del más alto se colorearon de un bonito color rosa—. Me vendría bien una segunda opinión, sobre todo de alguien que conoce el trabajo de Verne.

—Se-seguro, me encanta- digo, me gustaría.

—¡Ah! Kihyunnie~ Acompáñame a la barra, quiero comprar un pay de queso —dijo MinHyuk, tomando al castaño por el brazo—. Sígueme la corriente y te compraré algo —le dijo al oído.

KiHyun miró a los otros dos y entendió el plan de su amigo.

—¿Ustedes quieren algo, chicos? ¿No? De acuerdo, ya volvemos —canturreó MinHyuk, yéndose antes de que siquiera pudieran decir algo.

HoSeok negó suavemente soltando una risita mientras HyungWon miraba al castaño guiñarle un ojo desde la barra, arrugando la nariz inconscientemente.

—Entonces, HyungWon... —habló HoSeok— ¿Qué más te gusta leer?

Aquella pregunta podría parecerle un tanto divertida a alguien que conociera perfectamente a Lee HoSeok, pues sabría que el pelinegro siempre prestaba atención a los libros que leía su persona especial cada vez que lo veía. Sabría también de la pequeña lista de títulos que se refugiaba en la sección de notas de su teléfono, mismos que buscaba en internet por las noches para saber la trama del libro o leer un poco acerca del autor cuyas palabras captaban la atención de Chae HyungWon.

—Me gustan las novelas de misterio y últimamente he estado leyendo a Han Kang —dijo HyungWon, su voz parecía una caricia para HoSeok. Era suave, sedosa, como el terciopelo, y podría escucharla todo el día—. ¿A ti qué te gusta leer?

HoSeok se quedó pensando por unos segundos. HyungWon tomó una galleta.

—Supongo que me gusta leer de todo un poco... También me gustan las novelas misterio —dijo él—. Mamá dice que me gustaba mucho jugar a los detectives cuando era niño.

—A mi hermano y a mí también nos gustaba jugar juntos cuando éramos pequeños. Papá nos hacía naves espaciales con cajas de cartón y jugábamos juntos en el jardín hasta la hora de cenar. —HoSeok miraba atentamente a HyungWon y la tímida sonrisa que se dibujó en sus labios no pasó desapercibida. HyungWon dejó la taza sobre la mesa y sus dedos se aferraron al dobladillo de su suéter—. MinHyuk dijo que me llevaste, bueno, que lo acompañaste a mi casa el día que me enfermé en la escuela. Y-yo no he podido agradecerte por ello... Lamento las molestias...

—No fue ninguna molestia para mí —dijo—. MinHyuk se preocupó mucho por ti, estabas muy enfermo ese día. Me alegra que te hayas mejorado pronto.

HyungWon recordó lo que encontró en su pupitre la mañana siguiente; esa adorable nota elogiando su sonrisa y el té que lo ayudó a sentirse mejor. Su corazón latió con fuerza, dejando ver la sonrisa que tanto le gustaba a HoSeok.

Desde la barra los observaban dos pares de ojos; MinHyuk se llevó una mano al pecho enternecido por la escena mientras KiHyun intentaba distraerse de no ver a HyunWoo (aunque también le pareció lindo ver a su amigo y a HoSeok actuando de una manera tan tímida y adorable).

—¿Crees que lo sepa? —preguntó KiHyun.

—No, tardará un tiempo en darse cuenta. Pero, tengo una idea para hacer que pasen más tiempo juntos —dijo MinHyuk con una sonrisa pícara. KiHyun lo miró curioso.

—Se ven muy bien juntos —dijo una tercera voz que provocó un cosquilleo en KiHyun. HyunWoo recargó sus brazos sobre la barra, mirando discretamente los mechones ondulados del presidente del consejo—. ¿Cuándo creen que se dé cuenta?

—No muy pronto, eso es seguro —dijo MinHyuk, llevándose un trozo de pay a la boca—. Cambiando de tema, ¿están emocionados por el festival de primavera? Mañana es el gran día.

—Mañana será un día ocupado, ¿no lo crees, Kihyunah~?

—Mientras la escuela siga en una sola pieza para el evento de clausura, todo estará bien —suspiró KiHyun, dejando su vaso de lado. HyunWoo tomó el marcador que guardaba en su bolsillo y aprovechó para dibujar algo mientras el menor decía algo sobre el programa del día de mañana, dejando el vaso en su lugar al terminar—... JeongYeon dijo que se pasó la noche entera adaptando el guión para el actor de reemplazo. Sólo espero que las cosas salgan bien.

—Si todo sale bien eso quiere decir que tu primer gran evento como presidente del consejo habrá sido un éxito, ¿no es así, Shownu? —preguntó MinHyuk, girándose hacia el moreno.

—Tranquilo, Kihyunah~ Si algo sale mal encontraremos la manera de solucionarlo, no te preocupes demasiado, ¿de acuerdo?

KiHyun asintió. Su mirada se fijó en las luces de un auto que se estacionaba afuera del local. Suspiró y se giró para despedirse de MinHyuk y HyunWoo, diciéndole a este último un «Te veré mañana temprano». Tomó su bebida y se acercó a la mesa para tomar su mochila y despedirse de los otros dos muchachos.

MinHyuk y HyunWoo lo siguieron con la mirada hasta ver que se subió al auto; las luces rojas se volvieron un pequeño destello que se perdió en la distancia. HyunWoo suspiró, escondiendo la cabeza entre sus brazos.

—¿Y tú cuándo crees que se dé cuenta? —cuestionó MinHyuk.

—¿Estoy siendo muy obvio? —preguntó HyunWoo desde su escondite.

MinHyuk suspiró y frunció el ceño levemente.

—No te preocupes mucho —dijo, dándole un par de palmadas suaves en la cabeza—. KiHyun es una buena persona, sólo... dale un poco de tiempo, ¿de acuerdo?

HyunWoo asintió. Salió de su improvisado escondite siendo recibido por una mirada cálida y comprensiva por parte de MinHyuk, quien volvió a la mesa poco después. HyunWoo respiró profundo y volvió al trabajo.

Cuando KiHyun volvió a casa, se encontró avanzando en un par de tareas buscando distraerse de lo que podría pasar al día siguiente. En las bocinas de su computadora sonaba una vieja canción de jazz que de cierta manera combinaba con esa atmósfera tranquila y relajada que había creado en su habitación; por su ventana se colaban las luces del exterior y, si ponía suficiente atención, podía escuchar el tránsito de un par de vehículos sobre la avenida.

La lámpara de su escritorio iluminaba su libreta y parte de su rostro; su cabello caía suavemente sobre su frente y sus orejas, dándole ese aspecto despreocupado que nadie en la escuela imaginaría que tenía. Se había puesto un pantalón gris de franela y un bonito suéter color menta. Todavía le quedaba un poco de café en el vaso, se bebió lo último que quedaba de un solo trago y sus dedos repasaron una vez más el pequeño dibujo hecho con marcador.

Su mirada se suavizó al recordar la bonita sonrisa de HyunWoo; el cosquilleo que sentía cuando estaba cerca del moreno se volvía cada vez más imposible de ignorar. Una risita se escapó de sus labios al recordar el hámster en su taza y las palabras de HoSeok. «Tal vez sí dibujó eso para mí...», pensó.

Una parte de él esperaba pasar un día divertido al lado de HyunWoo durante el festival. Pronto dejó la lapicera de lado y se encontró imaginando cómo sería disfrutar del festival de primavera a su lado sin las obligaciones o preocupaciones que tenía como presidente del consejo estudiantil. Al menos pensar en eso lo mantuvo distraído hasta la hora de cenar y lo hizo olvidar el mensaje de texto de su hermano mayor.

🐻 ☕️ 🐹

¡Hola, solecitos! ¿Cómo están? ¿Han tomado agua? Recuerden mantenerse hidratados y felices~ 🤍

Quiero agradecerles por leer el capítulo de hoy. Al principio no me sentía muy segura del rumbo que estaba tomando la historia, por eso demoré un poquito más en subirlo. Espero les haya gustado~ Poco a poquito estamos viviendo más cosas fuera de la escuela y el próximo capítulo por fin tomará lugar en el festival de primavera, ¿qué creen que vaya a pasar?

También quiero agradecerles por dejar sus comentarios tan bonitos y por regalarme una estrella en cada capítulo. Me hacen infinitamente feliz. 🥰🥰

¿Debería poner preguntas al final de cada capítulo? He visto que algunas personas lo hacen.

No se salten las horas de comida, comer bien y balanceado es bueno para la salud. 🤍

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