- Aquí tienes los documentos del divorcio - los documentos dichos por HoSeok caen sobre la mesa, JiMin los toma con manos temblorosas y lee un poco de lo que venía escrito.

- No pensé que fuera tan rápido...- dice y arruga un poco los papeles entre sus manos.

- Si esto es rápido, será mejor para ambos, JiMin - su voz se mantenía calmada -. No quiero que nos sigamos haciendo daño mutuamente. Es mejor que cada uno siga su camino y vivamos la vida por separado pero claro, manteniendo una buena relación por nuestros hijos- el menor se niega a firmar esos papeles, así que con rabia los tira nuevamente sobre la mesa.

- Ya te he dicho que no te daré el divorcio - HoSeok lo mira con molestía, su paciencia se estaba acabando-, y menos para que corras a los brazos de otro. Ambos sabemos que aunque no quieras aceptarlo tú y yo no podríamos estar separados - el mayor ríe sin gracia, la amargura que sentía en su boca delataba todo el odio que estaba sintiendo ahora mismo.

- Eres un completo egoísta, JiMin, eres tan cínico al reclamarme cuándo yo te encontre revolcandote con mi jodido mejor amigo-. Las palabras de HoSeok salen como si fuesen veneno, el cuál llegaba hasta el corazón de JiMin.

- Y lo sé, créeme que lo tengo claro. Ya te dije que me arrepiento HoSeok, te he dicho mil veces lo siento y lo seguiré haciendo hasta que me perdones. Por que te amo y no estoy dispuesto a perderte por mi estupidez, ¡no pienso compartirte con alguien más!- JiMin camina con pasos seguros hasta el mayor, manteniendo la mirada sobre la suya.- Cada caricia tuya debe ser mía, cada beso, cada puta palabra es mía. No te daré el divorcio por la simple razón de que sí, soy un puto egoísta que a pesar de que sabe que cometió un error se niega a dejarte ir, soy un puto egoísta, HoSeok. Pero debes de saber que de mi no te vas a deshacer tan fácilmente - cuando JiMin termina sus palabras roba un delicado beso de los labios de HoSeok, el cual se separa bruscamente- Hagas lo que hagas no podrás olvidarme, por que de aquí- Jimin pica justo en su corazón-, nunca podrás sacarme.

- Eso ya lo veremos...- El corazón de HoSeok late desenfrenado y sale de ahí antes de cometer una locura y entregarse de nuevo a JiMin.

...

Ya había pasado tres días desde que HoSeok le había entregado los papeles de divorcio a JiMin, este aún no los firmaba. Y como había dicho, no lo haría.

La mañana estaba algo soleada y era domingo, JiMin sentía una vez más la cama fría con un lugar vació.

Con algo de pereza se levanta de la cama y va hacia el baño a hacer sus necesidades y a asearse un poco para ir a prepararle el desayunos a los niños. Toma una rápida ducha refrescante y sale completamente limpio y fresco. Se coloca ropa cómoda ya que no pensaba salir de casa para tener un maratón de películas de Disney con sus hijos.

Al salir de la habitación va hacia la de los niños y nota que esta completamente vacía, cosa que se le hace totalmente extraño. Baja hacia el primer piso de la casa búscandolos y ni rastro de ellos, su corazón comienza a acelerarse y a llenarse de preocupación.

- Ji Hye, Young Soo, esto no es gracioso, niños, ¡salgan ahora!

No hay respuesta y JiMin decide llamar rápidamente a HoSeok, quien contesta un par de segundos después.

- ¡HoSeok! Por favor dime que los niños están contigo- la voz desesperada y llena de preocupación de JiMin hace que a HoSeok se le vaya el sueño.

- No, los niños no están aquí conmigo.

- ¡No los encuentro, no están por ningún lado de la casa!- dice ahora si perdiendo la cordura y rompiendo en llanto.

- Voy para allá- eso es lo último que escucha y HoSeok corta la llamada.

JiMin deja el teléfono en la mesa sin poder controlar el llanto, ¿dónde estarán sus hijos? Esto no podría estar pasando, no ahora.

Todo era su culpa.