18.
Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado. HyunJin!Alfa x SeungMin!Alfa x JeongIn!Omega
~Por favor, alza tu voz,
así puedo reír otra vez...
La siguiente semana pasó con rapidez para JeongIn, pero no para HyunJin y SeungMin.
Ya de regreso en Seúl, el omega se volcó a sus estudios, pues pronto iniciaría un nuevo período de pruebas en el colegio. Por lo mismo, solía quedarse estudiando en la biblioteca hasta tarde y alguno de los alfas solía irlo a buscar para que así no tuviera que irse en bus. JeongIn les dijo varias veces que no era necesario, pero ellos no parecían tranquilos con la idea de dejarlo solo en esos viajes.
Por otro lado, los alfas tuvieron, algo así, como muchas llamadas de sus padres. La noticia de que los vieron con un omega en ese fin de semana corrió con rapidez por los altos círculos aristocráticos, y cuando el padre de HyunJin se enteró, su hijo recibió una visita.
HyunJin tuvo que pedirle a SeungMin, que fue en busca de JeongIn, que lo entretuviera. El alfa mayor no quería que el chico tuviera que ver a su padre y enfrentarse a su mirada juzgadora y comentarios mordaces.
—¿Qué te dijo mamá? —preguntó HyunJin cuando su padre entró al departamento, con su mirada recorriendo el lugar, tal vez con la esperanza de encontrar al omega.
—Me ha dicho que SeungMin y tú han decidido alojar a un omega de clase baja —respondió ChanSung, y notó un tono extraño en su voz—, y que, además, lo llevaron al resort en Yongpyong, a una de esas importantes cenas para presentarlo casi como si fuera pareja tuya, o de SeungMin, o incluso de ambos. Así que, HyunJin, ¿Qué mierda está pasando aquí?
El alfa apretó sus labios con fuerza, sintiendo rabia pero también cierto pavor al escuchar las palabras de su padre. Si bien él era partidario de que sus padres no podían controlar su vida, tampoco podía hacerles la ley del hielo o ignorar todo lo que le decían. Al fin y al cabo... Su padre le pagaba la universidad y ese departamento, y más importante aún, su tarjeta de crédito.
—Papá —habló, tratando de mantenerse tranquilo y no nervioso—, sé que mamá te dijo cosas exageradas, no es tan así...
¿No era tan así?, se dijo a sí mismo, porque supo enseguida que se estaba mintiendo. Su padre dijo todas esas cosas y ¿Cuál de ellas era mentira? SeungMin y él estaban tratando a JeongIn como si fuera su novio, no de uno, sino de los dos. Incluso le permitían dormir con ambos, dejaban que los besara frente al otro y apenas movían una ceja ante ese gesto. Ellos estaban bastante cómodos con esa actitud, casi indiferentes y tranquilos, cuando no debía ser así.
Ellos eran alfas, estaba en su naturaleza ser celosos y posesivos. Más que eso: querer no sólo a un omega, sino a más, a dos o tres que supieran satisfacer sus deseos. En especial si eran de la alta sociedad. Los omegas no se compartían, por nada del mundo.
—JeongIn es mi omega —le dijo HyunJin, y alzó la cabeza—, es sólo mío. Lo vi, y me gustó, papá. No es nada más que eso. Cualquier cosa que te haya dicho mamá...
—¿Es cierto que no pertenece a una buena familia? —preguntó su padre.
—No —concedió HyunJin—, pero a ti no pareció importarte nunca eso, papá. Nunca me presionaste con lo de YeJi...
—Pensé que tarde o temprano terminarías aceptándola —dijo el adulto, tranquilo y sin perder los estribos en ningún momento—, pero supongo que no fue así. Ella realmente no te interesa, ¿Eh?
HyunJin observó el rostro de su padre. El hombre siempre se había caracterizado por ser muy indiferente con casi todas las cosas, casi demasiado... Demasiado analítico y metódico en general. No solía dejarse llevar por los sentimientos, así que por lo mismo, HyunJin no lo consideraba un padre cariñoso y tan preocupado.
Como si siguiera su hilo de pensamientos, ChanSung miró a HyunJin.
—Tómalo como primer omega, si así quieres —le dijo su padre, encogiéndose de hombros—, a mí, realmente, no me interesa a quién tomes como pareja, HyunJin. Sé que tu madre suele exagerar las cosas y era ella la que buscaba algún beneficio con los padres de YeJi, pero si te soy sincero, yo no necesito de ellos. Mi empresa es más grande que la de esa familia, eso ya lo sabes.
Claro que lo sabía. Así como también sabía que su madre sólo quería ese compromiso como una manera de presumir frente a su marido, de hacerle ver que ella "lo ayudaba a tener buenos negocios". Una patética forma de llamar la atención, pero era la única que poseía ahora que el alfa se había interesado en un tercer omega meses atrás.
—Entonces, ¿Por qué estás aquí? —preguntó HyunJin.
Una sonrisa bailó por los labios del adulto.
—Digamos que me ganó la curiosidad —comentó el alfa—, me llama la atención que hayas decidido desafiar a tu madre de esa forma y me pregunté si ese omega es realmente bonito. Tal vez incluso más que bonito, porque tú no te pondrías así de serio con algún omega sólo por su belleza.
HyunJin no sabía realmente si su padre estaba siendo honesto con sus palabras. En el fondo, temía que buscara la forma de alejarlo de JeongIn, de decirle que ese omega no era bueno para él, por lo mismo, estaba todavía un poco receloso por sus repentinas palabras. No es como si su relación con él fuera mala, pero sabía que era un hombre práctico, y si decidía ponerse en su contra, estaría un poco jodido.
—Es... Interesante —admitió HyunJin, cauteloso—, pero te lo presentaré cuando se formalice. JeongIn todavía no está muy convencido de mi marca.
Esas palabras provocaron sorpresa en su padre, viéndolo enarcar una ceja perfecta. El menor se arrepintió enseguida de haber dicho eso tan a la ligera, porque una cosa era que su padre aceptara a JeongIn siendo un omega de clase distinta, y otra era que supiera que estaba siendo cortejado también por SeungMin. Eso lo podría considerar una ofensa.
—¿Aún no ha querido tu marca? —preguntó ChanSung, y ya no se veía tan sonriente—. ¿Y eso por qué? Ya deberías marcarlo pronto, HyunJin, ya vas a alcanzar la edad límite y no quiero problemas.
—Es que JeongIn quiere terminar la secundaria primero —se apresuró en decir, y una idea repentina apareció en su cabeza—. Oye, papá, pero por casualidad... Quizás JeongIn no sea tan de clase baja como mamá cree.
—¿Qué?
—Su padre es Yang y trabaja en Busan. Una... Historia un poco complicada, ya sabes, pero JeongIn sería algo así como su hijo con una segunda omega, aunque su padre lo quiere mucho. Por lo que me ha platicado, su padre tiene dinero. Mucho dinero.
—Yang, Yang —meditó ChanSung—, tendría que averiguarlo. Quizás podría sacar algún beneficio...
Y, con eso, el hombre dejó de interrogarlo acerca de la necesidad de marcar pronto al omega. Sin embargo, HyunJin comenzó a sentirse un poco mal, en el fondo, por esa situación. Su padre tenía razón en algo, y es que ese año cumpliría la edad establecida por el gobierno para tomar un omega. Si no lo hacía, las autoridades le asignarían uno, y eso era lo que menos quería el alfa. Lo mismo pasaba con SeungMin.
Santo Dios. ¿Qué iban a hacer? Ellos habían hablado de no presionar a JeongIn, sin embargo, el tiempo se les estaba acabando y el omega no parecía inclinarse por ninguno. Y lo que habían hecho en el hotel, días atrás, con ellos dos follándoselo con los dedos... ¿Tal vez no estaba dando una idea equivocada? ¿Y si a JeongIn se le ocurría, de pronto, que quería quedarse con los dos? Eso era... Era...
Impensable. Eso no podía ocurrir bajo ninguna regla.
Entonces, HyunJin tuvo una idea repentina. SeungMin, de seguro, iba a enfadarse mucho con él, ¿Pero eso no era inevitable? Es decir, en algún momento uno de los dos tendría que dar el primer paso, y HyunJin tenía la oportunidad perfecta para ejercer un poco de presión. Quizás la presión suficiente para que JeongIn se decidiera.
—¿No quieres quedarte a cenar? —preguntó HyunJin de pronto, con tono calmo y relajado—. JeongIn debería estar por llegar y podrías conocerlo, papá.
ChanSung lo observó unos segundos, pensando en la propuesta.
—Me gustaría saber cómo es él. —aceptó el hombre, y HyunJin asintió, sacando su celular para enviarle un mensaje a SeungMin con un simple ‹‹camino libre››.
Mientras esperaba a que llegaran, marcó a un local de comida Italiana porque sabía que a su padre le gustaba ese tipo de cenas, y comenzó a platicarle acerca de cómo le iba en la universidad. La especialización de medicina estaba pronto a ser decidida, y el hombre se veía bastante satisfecho con la elección de su hijo.
Media hora después, HyunJin sintió la puerta siendo abierta y las risas de JeongIn y su mejor amigo. No le sorprendió verlos entrar con el alfa abrazando al omega por los hombros, y para su fortuna, su padre estaba en el balcón del departamento.
SeungMin fue el primero en notarlo. Se apresuró en soltar a JeongIn, con cara de confusión y sin entender nada, y el omega percibió a los pocos segundos la nueva presencia.
—¿HyunJin...? —preguntó, poniéndose un poco tímido enseguida.
—In —dijo, yendo hacia él, y sin importarle SeungMin, lo besó en la boca—, que bueno que llegaste, quiero presentarte a alguien.
—¿HyunJin? —preguntó SeungMin ahora, y por su tono de voz, la confusión estaba dando paso al enfado—. ¿Qué es esto?
—Es mi padre —explicó con rapidez el alfa, agarrando la mano de JeongIn y manteniendo la tranquilidad—, quiere conocerte, In.
—¿Tu... Tu padre?
—Buenas tardes, SeungMin —la grave voz del alfa se hizo sonar, con el adulto entrando al departamento—, y buenas tardes, JeongIn. HyunJin me ha hablado hoy de ti y le pregunté si podía conocerte, espero no te moleste.
—Oh, no, señor Hwang —a pesar de la timidez, JeongIn pareció recomponerse enseguida, aunque eso no quitaba la expresión de no saber qué hacer de su cara—, ojalá hubiera tenido tiempo de arreglarme sí...
—Tranquilo —ChanSung sonrió con facilidad—, eres realmente guapo, por lo que veo. Tus ojos son muy... Atractivos. Jamás vi... ¿Cómo se le llama...?
—Heterocromía. —respondió JeongIn rápidamente.
—Heterocromía —repitió el hombre, saboreando la palabra—, sí, eso. ¿Puedo decirlo sin que mi hijo se enoje? Eres un omega particularmente hermoso, ahora entiendo porque traes loco a HyunJin.
HyunJin soltó una risa avergonzada y JeongIn incluso sonrió, con las mejillas coloradas. Sin embargo, SeungMin se enfadó más de lo que ya estaba, sintiendo cómo si estuviera sobrando en ese lugar porque parecía como si... como si...
¿No era obvio lo que estaba haciendo HyunJin? Usando a su padre y desplazándolo frente a JeongIn, aprovechando que los padres de él no aceptaban al omega. Una estrategia sucia, pero parecía que era muy efectiva.
—¿Se quedará a comer, señor ChanSung? —preguntó de pronto SeungMin.
—Si no es mucha molestia, claro. —respondió el alfa.
—No lo es —se apresuró en decir JeongIn, y SeungMin notó un tono más relajado en el omega. Quizás sonaba un poco feliz debido a que estaba siendo aceptado por el padre de uno de los alfas que le cortejaban—, podría preparar...
—Tranquilo, In —dijo HyunJin, atrayéndolo en un abrazo posesivo—, ya pedí comida Italiana.
—Si me hubieras dicho más temprano —comenzó a decir JeongIn—, podríamos haber llegado antes con Seung y así le preparaba algo a tu padre.
—No es necesario, JeongIn —su padre se veía más que complacido con el omega, sin embargo, se volteó hacia el otro alfa—, ¿Y tú, SeungMin? ¿Ya estás cortejando a algún o alguna omega?
JeongIn se tensó enseguida y HyunJin apretó su mandíbula. SeungMin, al lado de ellos, mantuvo la expresión tranquila, aunque sus ojos parecieron brillar con algo extraño.
—Tengo a un omega —confirmó el alfa, calmo—, pero todavía no es tan serio. Es decir, todavía no recibe mi marca.
—¿Qué pasa con los omegas de hoy? —suspiró el hombre—. ¿Tanto desean esperar por una marca? En mi época...
Para fortuna de HyunJin, el timbre tocó en ese momento y adivinó enseguida que sería la comida. JeongIn decidió comenzar a poner la mesa mientras ChanSung se seguía quejando superficialmente, con SeungMin escuchándolo, y pronto estaban cenando. Al menos, el tema de conversación había cambiado.
—HyunJin me ha contado de tu padre —comentó el adulto—, ¿En qué trabaja?
—Trabaja en una empresa de construcción —dijo JeongIn—, es ingeniero en construcción de Hanwha E&C.
—¿De verdad? —ChanSung se veía sorprendido—. ¿Tiene algún cargo principal?
JeongIn pareció dudar un momento.
—Sí —aceptó finalmente—, es jefe de la sección en Busan.
—Vaya —el alfa ahora lucía muy complacido—, ¿Entonces por qué tu madre piensa que JeongIn es un aprovechador, HyunJin? ¿O tus padres, SeungMin? Tu padre ostenta un gran puesto, JeongIn.
—Mis padres están separados —el omega bajó los ojos un momento—, y vivía con mi madre, señor Hwang, pero ahora, estoy con mi padre.
HyunJin le dirigió una mirada de advertencia al adulto, que pareció entenderlo con facilidad y dejó de hacer preguntas incómodas. SeungMin, por otro lado, sólo quería que el hombre se fuera para poder enfadarse a gusto.
Una hora después, luego de tomar también un café y seguir interrogando superficialmente a JeongIn, el hombre se puso de pie y comenzó a ponerse la chaqueta.
—Ya es momento de irme —dijo, y se acercó al omega, que volvió a verse tímido—. Eres un buen muchacho y creo que harás muy feliz a mi hijo, JeongIn. Si HyunJin quiere tomarte como omega, tiene mi aprobación —añadió. El alfa aludido sonrió con felicidad, mientras que SeungMin quería darle un puñetazo en la cara—, así que espero ver pronto una marca en tu cuello.
Listo, dijo lo que HyunJin esperaba. JeongIn enrojeció completamente, viéndose tan fuera de su elemento por unos segundos, que HyunJin temió que fuera a desmayarse. Para su fortuna, eso no pasó y el omega sólo dio las gracias con su voz como un hilo.
—Hablaré con tu madre para que te deje en paz —añadió ChanSung volteándose hacia HyunJin—, por lo que no te preocupes más. Y tú, SeungMin —comentó al último—, me gustaría también conocer pronto al omega que cortejas. Ya están cerca de la edad límite.
—Gracias, señor Hwang —SeungMin sonrió tensamente—, espero presentárselo pronto.
El adulto se despidió una vez más y salió del departamento. Su salida pareció dejar un aire de tensión y frialdad en el lugar: JeongIn dejó caer sus hombros tensos, HyunJin comenzó a recoger la mesa y SeungMin, con lentitud, se giró hacia el omega.
—¿Qué fue eso, HyunJin? —consultó el alfa, yendo a JeongIn y dándole un abrazo.
—¿Qué cosa? —dijo HyunJin, desentendido y fingiendo inocencia—. Mi padre apareció de repente y le dije sobre JeongIn. Él quiso conocerlo.
—No estuvo bien —saltó el omega de pronto, nervioso—, Jinnie, tuviste que haberme avisado, ¿Y si yo no quería conocerlo?
—¿Por qué no querrías conocerlo? —HyunJin se acercó a JeongIn, pero oyó el gruñido de advertencia de SeungMin. Ahora el omega también se giró hacia el otro alfa, sorprendido por su gesto—. Es mi padre, In, lo ibas a conocer tarde o temprano, ¿no es así?
—Lo que hiciste fue una mierda —acusó SeungMin, con su voz grave y enojada—, usaste a tu padre para ejercer presión en JeongIn, ¿Crees que no lo vi?
—No es así. —mintió HyunJin.
—¡No discutan! —JeongIn se puso en medio al ver que comenzaron a acercarse, con el corazón acelerado y una expresión de miedo—. Ya, basta... No fue para tanto, Seung... —HyunJin puso una sonrisa de burla, pero no le duró mucho cuando el omega se giró hacia él—, pero lo que hiciste tampoco estuvo bien —repitió—, tu padre no puede conocerme cuando yo todavía... Yo no...
La voz del omega comenzó a ahogarse y los ojos parecieron llenársele de lágrimas, porque no quería decir esas palabras en voz alta. No quería decir lo evidente: él no quería elegir entre los dos. En primer lugar, él ni siquiera sabía a quién elegir, a cuál de ellos escoger, y era mucho peor decir que los quería a ambos. Eso lo tenía más que claro.
Ambos alfas dejaron la ira de lado, al menos por el momento, y sus vistas se posaron en el menor, que se veía a punto de llorar. Esa idea les hizo sentir terriblemente mal enseguida, sintiéndose los causantes del sufrimiento del chico, y retrocedieron un paso, como si de esa manera mantuvieran la paz entre ellos.
—Ya, In —dijo SeungMin, notando la desoladora expresión del menor—, está bien, ¿Vale? No voy a pelear más.
—Sí, lo siento —se apresuró en decir HyunJin también—, no estuvo bien, no se volverá a repetir.
—No quiero que peleen por mí —barboteó JeongIn—, ustedes son amigos, son mejores amigos, y no deberían... No deberían discutir por un omega como yo...
Se sintieron aún peor con esas palabras, mirándose avergonzados por la discusión que estuvieron a punto de desatar enfrente del omega. Lo que menos querían era eso, hacerlo sentir mal por una decisión que ellos tomaron a sabiendas del resultado. Habían hablado varias veces de mantener a JeongIn fuera de toda esa pelea porque no deseaban que se culpabilizara por la situación. Ellos no querían provocarle más dolor al omega, de ninguna forma.
—Seguiremos siendo amigos, JeongIn —le aseguró HyunJin, abrazándolo—, aunque escojas a cualquiera de los dos, no dejaremos de serlo.
—¿Lo prometen? —sollozó JeongIn.
—Claro que sí —SeungMin también lo abrazó, sin importarle si abrazaba a su amigo de paso—. Si eso te hace feliz, entonces lo seremos, Nini.
JeongIn sorbió por su nariz, tratando de ahogar la sensación de que ese era su lugar, entre ellos dos. No con uno ni con el otro, sino con ambos.
Siempre con ambos.
Las aguas parecieron calmarse, al menos, por esa noche.
JeongIn preguntó si podían hacer un nido, y lo vieron tan vulnerable que aceptaron. Para no generar algún otro roce, decidieron que fuera en la habitación del omega, en su cama, y el menor durmió como un bebé toda la noche, siendo abrazado por ambos alfas. Aunque, mientras JeongIn caía dormido, los dos se miraron con evidentes expresiones de que la discusión no había acabado.
A la mañana siguiente, tuvieron que despertar a JeongIn casi a la fuerza, que no quería salir de la cama. El omega aludió mil veces a que estaba muy cómodo allí y que era sábado, y tuvieron que recordarle que ese día saldría con su padre en busca de un nuevo departamento.
Se suponía que su padre pasaría a las once de la mañana por él, y JeongIn, cinco minutos antes, recién estaba arreglando su mochila ya que se quedaría a dormir con el adulto.
—No tuvimos que despertarte —se estaba quejando SeungMin, viéndolo tan adorable con su pequeña colita en el cabello debido a que ahora lo tenía más largo—, ¿Por qué no regresas a la cama?
—No seas tonto —se rió JeongIn, agarrando su mochila desarmada. Su celular sonó en ese momento—. ¡Ya me tengo que ir!
—¡Pero no te despedirás de nosotros! —reclamó HyunJin, saliendo de la cocina.
JeongIn volvió a reírse, yendo hacia el alfa más alto primero para darle un beso en la boca. HyunJin no se resistió y le agarró el trasero, provocando que soltara un grito y le pegara en el hombro.
—¡Tú no te atrevas! —le dijo a SeungMin, yendo a darle también un beso.
Por supuesto, SeungMin igualmente le agarró el culo. Y como HyunJin, recibió un golpe en el brazo.
—¡Nos vemos mañana! —se despidió JeongIn, sonriente y cerrando la puerta.
Las sonrisas en ambos alfas desaparecieron casi de inmediato apenas el omega desapareció. Hubo un pequeño instante de silencio tenso, antes de que HyunJin decidiera moverse hacia su cuarto, arrastrando los pies.
SeungMin esperó unos segundos, sin saber cómo proceder exactamente, hasta que agarró la fuerza necesaria y siguió al alfa.
—HyunJin —llamó, con la voz ensombrecida—, no hemos acabado de hablar.
—¿Hablar qué? —farfulló HyunJin, mirándolo de reojo con una expresión apática—. Tú habrías hecho lo mismo que yo.
—Eso no lo sabes —espetó SeungMin, entrando al cuarto de su compañero—, y no importa en este momento. Tú me estás jodiendo.
—¿Jodiendo? —HyunJin sonrió con ironía—. Claro que no, SeungMin. Lo que hice... Sólo fue dar un empujoncito.
—Eres un cabrón. —gruñó el alfa más bajo.
Ahora los dos se miraron. El aroma de ira y rabia no tardó en inundar el cuarto, con las feromonas de ambos queriendo imponerse frente a la del otro. La mirada que los dos compartían era la primera vez que veían, pero la idea no les asustó para nada, porque habían llegado ya a lo evidente: JeongIn debía elegir y cada uno quería ser el elegido.
—Dijimos que no presionaríamos a JeongIn. —espetó SeungMin.
—No me jodas —HyunJin dio un paso hacia él—, tú igual lo estás presionando, ¿Crees que no lo sé? Lo llevas de paseo y le compras regalos...
—Esa es una estrategia válida —replicó SeungMin—, y no uso a mis padres para convencerlo.
—Porque tus padres no lo quieren. —dijo HyunJin, despectivo.
Las palabras hicieron que SeungMin mostrara sus dientes, gruñendo con la garganta.
—Puede ser —el alfa más bajo dio un paso hacia él—, pero yo no quise apostar, HyunJin. El que apostó toda esta mierda fuiste tú, y no sólo eso, también querías que grabáramos cuando nos folláramos a JeongIn, ¿No es así? Entonces, ¿Qué te hace mejor para él?
—¿Me sacas eso en cara? —HyunJin también se le acercó, empezando a gruñir—. Tú también quisiste apostar y lo sabes muy bien, SeungMin. Tú aceptaste también esta mierda, así que eso no te hace ni un poco mejor que a mí, ¿Te queda claro? Porque tú "querías llevarte a la cama a ese estúpido omega". —se burló.
SeungMin dio un paso, levantando su mano como si quisiera darle un puñetazo, cuando un repentino sonido lo sobresaltó. Los ojos de HyunJin se abrieron con sorpresa, y los dos se giraron, porque parecieron oír un suave portazo.
Compartieron una mirada de miedo y salieron casi corriendo al comedor, pero no vieron a JeongIn en el lugar. Estaba vacío, como cinco minutos atrás, cuando ellos dejaron esa habitación.
Volvieron a sobresaltarse al escuchar un nuevo portazo, proveniente de la puerta que daba hacia el balcón. Normalmente la mantenían sostenida con una correa para que no golpeara el marco, pero la correa se había roto por la presión del viento.
Soltaron el aire, pero sus corazones seguían latiendo aceleradamente, y se dieron otra mirada.
—Mierda —murmuró SeungMin, sacudiendo su cabeza—. Vete a la mierda, HyunJin, ya no soporto esto.
—Sí, JeongIn debe elegir —masculló HyunJin—, esto no aguanta un poco más. Mañana...
—Mañana. —confirmó SeungMin, y ya no podía aguantar ver más a su amigo, así que se retiró a su habitación.
HyunJin, mientras, sólo podía pensar en la decisión de JeongIn. Sea cual sea, sabía que terminaría con el corazón roto: si lo elegía a él o no, iba a perder a alguien a quien quería mucho, y la perspectiva comenzaba a ser desoladora.
comenzamos con el principio del fin...
¡Gracias por leer!
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