"Daniela Calle, eres la maestra de las citas."

Realmente no lo era.

Poche estaba ayudando a Calle a dar a Rosie el elefante un baño con una manguera, esponjas y un cubo mezclado con burbujas y agua.

Calle hizo una mueca. "Nunca he ido a una cita antes, no me burlo de mí."

¿Cómo alguien como Daniela Calle nunca había ido a una cita antes?

"Incluso yo he ido a citas, aunque sean horribles, pero aún así son citas." Poche le dijo.

Calle se encogió de hombros mientras cogía una esponja y empezaba a lavar el lado izquierdo del animal grande. "Nunca tuve tiempo para hacerlo, siempre estoy en movimiento". Le dijo a Poche.

"Entonces déjame llevarte a una cita." Poche ofreció. "Después del espectáculo."

Calle sonrió, inclinando la cabeza. "¿Quieres llevarme a una cita incluso después de hacerte dar un baño a Rosie?".

Poche se echó a reír. "Incluso si me hicieses dar a los monos un baño."

Calle la miró con curiosidad. "No tenemos monos".

"Sebastian y Mario me dicen lo contrario".

Calle rió en voz alta, echando la cabeza hacia atrás y entrecerrando los ojos para no reír tan fuerte. La sola visión hizo que el corazón de Poche vibrara. "Tienes razón, pero los monos son más inteligentes que ellos." Ella señaló.

"Posiblemente, posiblemente." Poche asintió con la cabeza.

"Pero ¿Incluso después de esto?".

Calle levantó una ceja. "¿Despues de que?".

Poche sonrió antes de agarrar la llave y rociar a Calle con agua de la manguera.

"¡MARIA JOSE!." Calle gritó mientras trataba de huir de Poche, pero Poche se echó a reír mientras corría tras ella y continuaba empapandola. "¡Poche!." Ella hizo una mueca, cruzando los brazos mientras cedía y dejaba que Poche la mojara en lugar de correr.

Poche dejó de mojar a Calle y se rió, agarrándose a su estómago de tanto reír. "Hace mucho calor, pensé que necesitabas enfriarte." Poche dijo inocentemente con una sonrisa.

Calle levantó una ceja. "¿Oh enserio?" La empapada chica dio un paso más cerca de Poche.

Poche señaló la manguera a Calle como si fuera un arma. "¡No te acerques más Daniela, estoy armada!".

Calle solo sonrió antes de gritar como una loca y cargar o bueno intentar porque, que tenga mucha mucha fuerza que digamos...pos no.

Poche jadeó y chillo. "¡Calle!." Exclamó. "¡Vas a dejarme caer!".

"No, me estoy vengando." Calle sonrió antes de mirar a Rosie. "Rosie querida, Poche aquí necesita un poco de agua." El elefante hizo un ruido de trompetas antes de que su tronco estuviera por encima de Poche y, luego el agua roció sobre ella y empapó su cuerpo así como el de Calle.

Calle se rió cuando Poche hizo un puchero. A Poche le parecio hermosa su risa.

Calle rió y antes de empujar la mejilla de Calle con burbujas y Poche empezó a perseguirla mientras Poche chillaba y salía corriendo. Probablemente parecían de seis años de edad, pero por una vez, a Poche no le importaba cómo la gente la viera. Porque todo lo que vio ahora era Calle y eso era más que suficiente.

Calle de repente tropezó sobre sus dos pies y cayó sobre su espalda, riendo como una loca. Poche también se rió y le sacó la lengua a Calle. "¡Qué torpe!." Poche bromeó juguetonamente mientras se sentaba a su lado.

Calle también le saco la lengua y puso los ojos en blanco. "Me caí con estilo."

"Claro Calle."Calle hizo un puchero y Poche sonrió. "No me gusta cuando haces pucheros".

"¿Por qué?"

"Me dan ganas de besarte."  Susurró, sonrojándose.

Calle se sonrojó y sonrió.

"Bueno, pero eso puede esperar más tarde." Le dijo la peliazul, a pesar de que su corazón gritaba por besarla en ese momento.

Esta vez, Calle hizo una mueca. "¿Por qué?." Gimió ella.

"Porque típicamente besas a tu chica después de la primera cita, ya sabes, cuando la dejas en la puerta de su casa." Poche le dijo.

Calle se rió. "Eso es tan cursi, pero bien, respetaré tus deseos". Calle le besó la mejilla. 

Poche sonrió y besó la mejilla de Calle a cambio. "Perfecto."  Susurró.

Los dos caminaron en silencio y simplemente disfrutaron mirándose la una a la otra con sonrisas en sus rostros. El simple placer fue interrumpido cuando de repente fueron rociadas con agua por nada menos que Rosie que empezó a hacer ruidos y mover las orejas haciendo reír a las dos chicas.

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Poche se preguntó por qué los adultos pierden su fe en cosas como la magia cuando crecen. ¿No fueron niños una vez también? ¿Cómo puedes perder de repente el mundo mágico que creaste? El donde lo imposible era posible y el mundo gritaba los colores.

Poche también vivió en ese mundo... no está segura de cómo lo perdió.

Pero volvió, inesperadamente también.

Un día, Poche estaba escondida en su propio aislamiento. El siguiente, Poche comienza a regresar a casa a las tres de la mañana y su madre la alaba por ello.

Poche comienza a pensar que el ingrediente secreto para recuperar la magia y la imaginación de su infancia es enamorarse.

Sin decir que Poche estaba enamorada de Calle, pero... había algo innegable en ella.

Porque Calle la hizo sonreír de nuevo.

Poche volvió a cantar en la ducha. Empezó a bailar en su habitación a la música cursi como solía hacerlo. Ella está empezando a creer en cuentos de hadas, polvo de hadas, dragones y caballeros en brillantes armaduras, reinos y todo lo que ella usa para pasar horas imaginando.

Poche empieza a creer que las cosas van a estar bien.

Está empezando a creer que no todo es un lío grande, gigantesco y apestoso. Hay belleza. Poche lo ve.

Ella lo ve a través de ella.

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Después de que la magia del circo se muera y los únicos que quedan son los mismos actos alrededor de la carpa roja y blanca, Poche buscó a Calle en su autobús.

Calle abrió la puerta del autobús y se cambió su traje de ama de llaves a un vestido azul que fluía, como algo que usarías en la playa, lo que hizo que Poche se preguntara si Calle podía leer mentes. Cualquier cosa en este momento parecía posible con Calle.

Poche sonrió. "Estás preciosa." Poche dijo suavemente antes de darle a Calle con un ramo de rosas rojas. Pero Poche no podía dejar de darle algo a Calle. Le daría a Calle el mundo a sus pies si pudiera.

Calle se rió entre dientes y se sonrojó al tomar el ramo, olerlos y tararear. "Gracias, realmente no sabía qué usar y realmente no tengo mucha ropa de lujo además de mis trajes que no creo que sean realmente apropiados para llevar a una primera cita".

Poche sonrió y asintió con la cabeza. "Bueno, tú elegiste la ropa adecuada".

Calle asintió. "Déjame dejar las flores dentro." le dijo mientras colocaba las flores junto a la mesa en el autobús antes de regresar a Poche y dejar que la chica la guiara hasta su cita.

"Vamos a ir a mi lugar especial. No es la playa, en realidad, es un lago, nadie va allí solo yo, o espero que nadie vaya". Poche le dijo mientras sostenía la mano de Calle. "Voy mucho después de un mal día por lo general."

Calle se volvió hacia ella. "¿Qué clase de días malos?." Preguntó suavemente.

Poche sacudió la cabeza. "Realmente no quiero hablar de eso." Ella dijo suavemente.

"Esta bien." Calle le sonrió antes de cambiar de tema y habló de lo linda que parecía la luna mientras caminaban hacia un bosque, Poche encendiendo la linterna de su teléfono para guiarlas.

"Me alegro de que te guste la luna, porque la luna ama el lago, ya sabrás lo que quiero decir." Poche le dijo con una sonrisa antes de que llegaran al lago. El lago estaba iluminado por la luna, el agua brillaba de ella. La hierba y los árboles eran verdes, estaban coloreados.

"Wow." Calle exhaló mientras miraba a su alrededor con curiosidad. "Este lugar es hermoso Poche." Ella susurró.

Poche sonrió y asintió con la cabeza. "Me alegra que pienses eso." Dijo mientras conducía a Calle al pequeño picnic que había organizado antes. "Esto es probablemente súper cursi, pero bueno." Se rió entre dientes mientras ella y Calle se sentaban en la manta púrpura. "Y soy una especie de cocinero terrible excepto por los sándwiches ten... buen apetito."

Calle se rió entre dientes y sacudió la cabeza. "Es perfecto, me encanta." Ella aseguró. "Nadie ha hecho algo así por mí".

Poche se sonrojó y sonrió. "Bueno, haría cualquier cosa por ti." Ella dijo suavemente.

La sonrisa de Calle vaciló, pero ella volvió a sonreír. "Entonces, ¿qué hiciste?"

Poche sacó sándwiches de mantequilla de maní y jalea y Calle rió. "Mi comida favorita Poche, gracias." Calle dijo mientras agarraba uno y lo desenvolvía, empezando a comérselo. Poche sólo sonrió antes de que Calle hablara de nuevo. "Así que nunca me dijiste a que universidad vas a ir, o en qué te estás especializando." Calle preguntó con una sonrisa.

Poche se encogió de hombros y asintió. "Sí, claro, supongo." Ella dijo suavemente. "Estoy, eh, voy a Yale."

Calle abrió mucho los ojos. "Whoa, Yale..." Ella sonrió. "Eso es realmente genial."

Poche asintió. "Sí." Ella sonrió suavemente.

"¿Para qué vas?." Preguntó Calle, inclinando la cabeza mientras masticaba su sándwich.

"Estoy haciendo Lengua y Literatura Inglesa, quiero ser escritora, tengo una beca completa para presentar una historia que escribí". Poche le dijo a la chica, sonrojándose mientras hablaba de sí misma, algo que no hacía a menudo.

Calle parecía increíblemente impresionada por las palabras de Poche. "Wow... Una escritora, ¿de qué trata?" Calle preguntó.

"No es nada realmente genial-"

"Si te han aceptado en Yale con una beca completa, debe ser bastante grande." Calle discutió con una sonrisa. "Vamos, no te avergüences de esto, es increíble, Poche, vas a Yale, cuéntame todo".

Poche frunció los labios antes de asentir con la cabeza. "Era una historia sobre... dos personas, una era una persona que vivía en un mundo sin color y la otra vivía en un mundo con demasiado color. La persona que sólo veía en blanco y negro veía el mundo y la sociedad sólo. Mientras que el otro veía el mundo salpicado de una multitud de colores, veían bien en todo y las posibilidades eran infinitas para ellos... ", se calló. Calle parecía interesada en la historia y asintió con la cabeza para que Poche continuara.

Poche respiró hondo y asintió. "Así que, un día... se encuentran, el colorido e incoloro". Ella dijo suavemente. "Y un hombre viejo les pide que le traigan un limón del limonero, el incoloro va directamente al limonero y recibe un limón y luego regresa porque es una tarea sencilla. El otro toma más tiempo y vuelve con una manzana del manzano. El incoloro dice que los coloridos  hicieron lo malo, pero el colorido insiste en que ellos tienen la correcta. Ellos van donde el anciano y el les dice que ambos tienen la cosa equivocada".

Los ojos de Calle se abrieron ligeramente e inclino la cabeza, preguntándose cómo estaban los dos personajes principales.

Poche continuó. "El anciano le dijo al incoloro: 'Te equivocas porque sólo fuiste por el limonero sin discutir si era o no. No piensas lo suficiente o en absoluto. Blanco te guía sin pensar, porque no piensas... Todo lo que... es'. Y luego se volvió hacia el colorido y dijo: 'Te equivocas porque piensas demasiado, no te conformas con una posibilidad, piensas todo y piensas que no hay límite para el mundo que te rodea. El mundo no siempre es colorido'. Y luego los miró a ambos y les dijo: 'Necesitan blanco, negro y color si esperan entender el mundo'." Poche le dijo a Calle. "Entonces el colorido empezó a ver el blanco y negro, mientras que el incoloro vio el color también, cuando empezaron a reconocer los puntos de vista que el mundo poseía, cuando veían en blanco, negro y en color". Ella terminó.

Calle miró a Poche antes de sonreír. "Sé por qué Yale te aceptó." Dijo ella, con los ojos muy abiertos. "Es una historia increíble, vas a ser una gran autora, compraré todos tus libros con seguridad". Ella asintió.

Poche se sonrojó. "Está bien, supongo." Ella murmuró.

Calle tarareó. "¿Por qué te haces tan pequeña? Eres una escritora increíble Poche, lo tienes." Le dijo a la chica.

Poche se frotó el cuello. "No... no sé... la gente es mala." Ella murmuró.

"Debes escuchar las palabras del anciano y ver el mundo en más de un color." Calle le dijo. "Nadie es monocromático, Poche, hay más de lo que piensas".

Poche sonrió suavemente. "Tal vez." Ella susurró.

Ambos cambiaron de tema y empezaron a hablar de cualquier otra cosa que no fuera la obvia necesidad de Poche de ocultar todo sobre sí misma. Se movieron de la manta de la comida campestre a las piernas colgando y mojando sus pies descalzos mientras que se sentaron en el muelle viejo, hablando de todo y de cualquier cosa que su mente pudo procesar.

"¿Sabes que dijiste que sólo podía besarte hasta después de la primera cita?" Poche tarareó y asintió ante la pregunta de Calle. "Bueno, ahora quiero besarte".

Poche sintió que sus mejillas se calentaban. "Oh."

"¿No quieres besarme?." Calle se mordió el labio.

"Te vas en cuatro días".

"Entonces déjame besarte por cuatro días".

Poche se estremeció cuando Calle acarició su mejilla e inclinando la cabeza para presionar suavemente los labios contra los suyos. Poche se enderezó tan pronto como sintió la suavidad de los labios de Calle y sujetó de la cintura de Calle mientras ella le devolvía el beso.

Fue entonces cuando Poche supo que estaba demasiado enamorada de Calle.

21/01/2020