Día 3
Poche trató de resistirse a regresar, realmente lo hizo. Pero ese maldito unicornio seguía mirándola, prácticamente gritándole que volviera una noche más...
Y ella lo hizo.
Poche quería volver a ver esos ojos chocolate. Poche quería verla vestida con su uniforme de maestra de ceremonias, que comandaba a la audiencia de manera fascinante como lo hizo con los animales.
Huelga decir que su padre se sorprendió definitivamente al ver a Poche preparándose para salir. Por su propia cuenta. Voluntariamente.
"¿A dónde vas?" Juan Carlos no pudo evitar sonreír cuando le hizo a Poche la pregunta.
Poche se volvió hacia ella. "Fuera."
"¿Dónde?."
"El... eh...a el circo." Poche murmuró lo suficiente como para que su padre la oyera.
"¿De nuevo?". Preguntó Juan Carlos, arqueando una ceja.
"Sí." Poche asintió. "Yo iba a llevar a Vale pero ella fue a esa fiesta de pijamas así que... Haré planes con ella en otra ocasión". Ella sonrió suavemente.
Juan Carlos sonrió. "¿Entonces encontraste lo que buscabas en el circo?".
Poche hizo una pausa para pensar. "Tal vez lo averigüe pronto".
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El espectáculo fue tan increíble como la primera vez. Era como si no importa cuántas veces lo viese, todavía se sentía como la primera vez. Fue una primera vez que nunca terminó, inolvidable.
Cuando terminó el Show, Poche siguió a todos mientras salían del circo. Sin embargo, se detuvo cuando llegó al lugar por los puestos de concesión donde conoció a Calle por primera vez. ¿Qué la llevó a parar en este mismo lugar? No estaba segura.
"Creí que odiabas el circo".
Poche se volvió hacia donde escuchó la voz y la garganta se tensó cuando vio a Calle allí de pie, todavía con su uniforme de maestra de ceremonias y todavía con esa sonrisa en su rostro.
"Yo... eh..." Poche se ahogó, sin saber qué decir.
Calle rió e inclinó la cabeza. "¿Cambiamos de opinión?, ¿Te gusta ahora?"
"Me encanta." Poche respondió automáticamente.
Calle sonrió. "Eso es bueno escuchar." Hizo una pausa. "Nunca recibí tu nombre". Le informó a la chica. "¿Te importaría decirme?".
Poche se frotó las manos nerviosamente antes de asentir. "Maria Jose pero dime Poche".
"Poche." Calle repitió el nombre, de alguna manera haciendo que su nombre sonara como una sinfonía cuando lo dijo. "Bueno, Poche. ¿te importaría seguirme?" Poche tragó saliva y sacudió la cabeza y siguió a Calle hasta su autobús, entrando torpemente y quedandose de pie, haciendo que Calle riera entre dientes. "No tienes que estar ahí, puedes sentarte si quieres." Poche asintió y se dejó caer en un asiento y Calle se sentó a su lado con una pequeña sonrisa en su rostro.
"¿Qué te trajo de vuelta?." Calle susurró.
Los ojos de Poche miraron a Calle y ella se lamió los labios antes de susurrar. "Tú."
"¿Yo?"
"Sí."
Calle pareció intrigada e inclinó la cabeza. "¿Por qué?"
Poche se sintió cada vez más pequeña ante la intensa mirada de la chica llena de curiosidad. "No lo sé todavía." Ella susurró.
Calle asintió. "¿Quieres averiguarlo?".
Más que nada, pensó Poche mientras asentía lentamente a Calle.
"Bueno." Calle sonrió. "Ven mañana, antes del espectáculo. Tal vez encuentres tus respuestas".
"Tal vez."
Calle sonrió de nuevo antes de besar la mejilla de Poche suavemente. "Nos vemos mañana entonces." Ella susurró.
"Sí." Poche logró decir, demasiado ocupada tratando de estabilizar su ritmo cardíaco.
Poche se levantó para irse, pero antes de que pudiera marcharse, Calle la agarró del hombro. "Antes de que te vayas... déjame decirte una cosa." Poche asintió y la miró expectante. "El circo no es para todos".
Poche frunció las cejas. "¿Qué significa eso?".
"Ya verás"
18/01/20
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