Espero que les guste~

-¡Hey Kid, atrapa!- MK levantó la vista rápidamente, agarrando aquello que le habían lanzado y mirando con curiosidad. Era una barra de chocolate, con paquete violeta y las palabras "Lo siento" escritas en blanco justo enfrente.

-¿Por?- miro al mono que se le acercaba a paso lento, curioso por el mensaje.

-Cuando estuvimos en tu mente, en donde todo lo malo se esconde, vi algo que no debía...- Macaque hizo una ligera mueca. -...así que...- hizo un gesto hacia el chocolate. No era alguien de disculparse, no estaba en él hacerlo, pero había invadido la mente de alguien y había visto algo que de seguro no debía, así que decidió intentarlo...muy a su manera.

-Oh...- MK miro el chocolate, sus dedos pasando por aquella palabras escritas en frente y con letras grandes color blanco. -...¿Cuál de ellos viste?- preguntó sólo por curiosidad, no tenía recuerdos de ellos y ninguno de sus guardianes, ni siquiera Porty, le habían dicho que eso sucediera. -No te acercaste al hielo, ¿verdad?- y el solo pensar en esa posibilidad lo asustó.

-No, no, no. Me mantuve lejos de eso- fue rápido en negar, algo sorprendido de que el chico no estuviera enojado. -Era un bloque de juguete, creo- era difícil de recordar, aquel pequeño objeto había estado muy maltratado. -Te vi a ti, de niño, sentado mientras jugabas...alguien gritando y rompiendo cosas del otro lado de la puerta- explico. Aquella imagen lo hacía sentir molesto y triste, aunque no lo demostraba.

-Oh...ese recuerdo...- hizo una ligera mueca. -¿No vas a preguntar?- enarco una ceja, curioso al no recibir preguntas sobre aquel recuerdo.

-Creo que ya fui bastante invasor...- se encogió de hombros, dando unos pasos más para estar al lado del humano y rodeando los hombros ajenos con su brazos. -...aunque si alguna vez quieres hablar, sabes dónde encontrarme...- ofreció. -...no soy bueno en lo sentimental pero soy excelente a la hora de escuchar- aprovechando que no había nadie más, dejo sus seis orejas a la vista, sonriendo mientras las movía ligeramente.

-Lo tendré en cuenta- rio sin poder evitarlo, apoyándose contra el costado ajeno. -Gracias, Mac~- sonrió, abriendo el paquete del dulce para darle una gran mordida al chocolate, tarareando con gusto ante el sabor.

-Cuando quieras, Kid~- sonrió, viendo como el menor comía gustoso aquel dulce, lo tomaría como una aceptación de su silenciosa disculpa.