Un Consejo
Espero que les guste~
Nota: ¡Gracias a hikaru-fukawara por la ayuda!
MK se despertó con el sonido de voces fuertes, dándose cuenta con un pequeño sobresalto que aun estaba apoyado en el hombro del monje y enderezándose con las mejillas ardiendo de vergüenza.
-¡Lo siento!- chillo, solo había cerrado los ojos un rato, no había esperado dormirse.
-No hay problema- el mayor mantuvo su tranquila sonrisa, sin parecer molesto por haber sido utilizado como almohada temporal.
-¡Hey chico, atrapa!- MK alzo las manos sin pensar, atrapando la fruta lanzada a su dirección gracias a sus reflejos entrenados, mirando el durazno con curiosidad. -¡Buena atrapada~!- Wukong sonrío, dándole un gran mordisco al durazno que tenia entre sus manos. El menor sonrío ligeramente y le dio un mordisco a la fruta, tarareando con gusto ante el dulce sabor. Comieron un desayuno rápido, juntando sus cosas luego y volviendo a viajar. El monje montando su caballo, caballo que MK conocía su historia y no sabía si reírse o no del dragón, mientras los demás caminaban pero el menor se sorprendió cuando de repente lo alzaron, siendo dejado sobre una nube muy familiar. -Agárrate~- y esa fue la única advertencia que obtuvo del mono, gritando y aferrándose rápidamente al mayor cuando la nube se movió bruscamente, su grito volviéndose rápidamente en una risa llena de entusiasmo y alegría. Esto era mucho más familiar, un loco y brusco paseo en nube, lleno de trucos innecesarios pero que lo llenaban de felicidad y adrenalina.
-¡Esto es genial!- rio cuando la nube disminuyo la velocidad un poco, aun elevándose por sobre el grupo pero sin adelantarse mucho. Confiaba que el mono no lo dejaría caer pero aun así se aferro, sintiendo algo de comodidad. Apoyo su frente contra la espalda ajena y así se quedo, pensativo. Se sentía más relajado después de ese pequeño viaje pero aun había un fuerte duda carcomiendo su mente, aun no tenía idea de que hacer para evitar la gran pelea y se estaba quedando sin tiempo. Estaba empezando el cuarto día, le quedaban tres.
-Hey...- Wukong llamo, preocupado, sin moverse al sentir que el menor se apoyaba contra su espalda y sintiendo las pequeñas manos aferrarse a su espalda. -...¿estas bien ahí, Xiao?- pregunto, sin saber exactamente que hacer, no era bueno con nada que tuviera que ver con sentimientos. Había visto lo bajo de ánimo que parecía Xiao cuando se despertaron, comiendo en silencio, fue la razón principal para ese rápido y loco viaje en nube, eso siempre lo animaba.
-Estoy bien...- murmuró y decidió probar una pequeña tontería que se le vino a la mente. -Monkie King...- se enderezó, el mayor moviendo ligeramente la cola. -...¿Puedo pedirte un consejo?-
-¡Por supuesto, soy el mejor dando consejos!- sonrió, moviéndose ligeramente en su nube para poder ver al menor pero estando atento al camino. -Cuéntame~-
-Tengo unos amigos...- empezó, indeciso. -...que se pelaron entre ellos por una serie de...malos entendidos...- era la mejor manera de decirlo, sin querer dar demasiados detalles. -...no pueden verse o hablar sin pelear y temo que...su siguiente pelea...se de las peores- hizo una mueca, recordando su pesadilla y lo que había visto. No quería que terminara así, no podía permitir que terminara así. -Quiero ayudar, en serio que quiero pero ellos...¡agh!...¡Son super tercos y orgulloso!- hizo una mueca de enfado. -¡Te juro que ellos preferirían la tortura a hablar como personas normales!-
-Bueno...- Wukong se rasco ligeramente la nuca, pensativo. -...no puedo darte un consejo exactamente...- no con su historial de ignorar todo lo sentimental y enterrarlo en lo más profundo de su ser para no volver a pensar en ello. -...pero...- alzo su mano, colocándola sobre la cabeza ajena, revolviendo ligeramente el cabello castaño oscuro. -...¡sé que tu podrás ayudarlos!- sonrío enormemente, esperando infundir algo de confianza en el chico. -Además, si ese par era amigos antes, estoy seguro de que volverán a serlo una vez que todo se resuelva. Las peleas no son eternas- un rostro familiar, uno que no había visto en un tiempo se le vino a la mente, pero lo ignoro, sin querer pensar en él.
-Si...supongo que tienes razón- no era exactamente la respuesta que quería pero fue la mejor respuesta que esperaba de Sun Wukong.
-Realmente te importan mucho esos dos, ¿eh?- murmuro al ver al menor tan serio, recibiendo un ligero asentimiento como respuesta. -Todo estará bien, ya veras- sonrío, confiado. Tenía una extraña sensación de que ese chico era capaz de cualquier cosa. -Y si esos dos necesitan un par de golpes, solo avísame. Estoy seguro de que yo, el gran Sun Wukong, podrá detener su estúpida pelea sin sentido- sonrío, feliz de escuchar al chico reír de repente.
-Gracias, Monkie King- había algo en la confianza ajena que lo hacia sentir algo más motivado.
-Cuando quieras~- asintió, moviendo su cola con animo, había logrado hacer sentir mejor al menor. -¿Quieres otra vuelta?- pregunto de repente, señalando hacia su nube.
-¡Por supuesto que si!- porque no podía negarse a algo así. Wukong se volvió a acomodar, mirando hacia adelante, acelerando al sentir al chico aferrándose a él. MK rio alegremente, chillando de emoción ante cada vuelta y sintiendo el fuerte viento golpeando su rostro. No tenía un plan, ni siquiera tenía ideas al decir verdad, pero sabía que estaba dispuesto a lo que sea para ayudar a esos monos y nada lo iba a detener.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro