Plan Fallido
Espero que les guste~
Nota: Para mi desgracia, las vacaciones se terminaron y debo volver a clase pero como siempre, actualizare cada vez que pueda ^_^
Nota-2: Aunque, a veces, las ideas escasean T-T
Nine-Headed Demon se paro al lado de la pequeña piedra algo redondeada y con apariencia inofensiva, bajando la capucha de su ropa. Podía escuchar al dios, dueño de la montaña, no muy lejos y casi tenía la tentación de burlarse, de como el loco mono era inconsciente de su presencia allí y de lo que estaba a punto de hacer.
Es un nuevo ciclo, una nueva oportunidad para hacer las cosas de otra manera y quizás, conseguir lo que tanto quería pero para eso, necesitaba al presagio despierto, incluso si era mucho antes de lo que debía.
-Es hora de despertar, presagio- extendió su mano para colocarla sobre la piedra, concentrando algo de poder en su palma, lo suficiente como para agrietar la rocosa superficie. Se aparto con una pequeña sonrisa, sintiendo emoción y orgullo en su interior mientras la grieta se hacía más profundo y se extendía, hasta partir la piedra en dos con un chasquido audible. Levanto sus manos para cubrir su rostro en cuando un brillo dorado ilumino el lugar, emanando de la apertura de la roca, bajándolas en cuanto el poder se sintió contenido y ahí es cuando lo vio.
Había visto al presagio muchas veces, tan parecido al mismísimo Wukong pero tan diferente al mismo tiempo, de pelaje algo más largo y de un tono castaño oscuro, con expresión en blanco y ojos dorados que solo alcanzaban un cierto destello para cuando estaba a punto de cumplir con su papel por el que fue creado. Ahora, es diferente, muy diferente.
-Vaya~- tarareo apenas para si mismo la verlo, pensativo, notando que era mucho más pequeño en comparación con los ciclos anteriores pero debió ser debido a que lo estaba despertando miles de años antes o por lo menos, eso supuso, aunque ese pequeño detalle no quitaba la enorme aura de poder que solo aprecia aumentar con cada nuevo intento. Era raro, como si su poder se acumulara o creciera, no estaba del todo seguro pero eso no importaba de momento. Nine se endereza apenas cuando el presagio levanta la vista, grandes ojos dorados fijos en su persona a pesar de que parte del pelaje caído amenaza con cubrir su vista. El pequeño ser siempre tuvo un aire de inocencia a su alrededor, una que solo parece acentuarse más con su aspecto joven y de niño ahora, su expresión ahora llena curiosidad que cree que puede llegar a ser infantil, con esa larga cola suya moviéndose tras suyo.
Ladea la cabeza, con un sonido raro e interrogativo, mientras sus extremidades se mueven. Parece querer levantarse quizás o algo así, el demonio no lo tiene muy en claro.
-Todo será diferente esta vez- es más una promesa para si mismo pero su voz logra llamar la atención ajena, que parece animarse un poco en su lugar y Nine sabe que debe actuar rápido. Es cuestión de tiempo antes de que el puro instinto se activara, estaba seguro de ello. Así que extiende su mano una vez más, un gran sello brillante y de tonos verdes mezclados con dorados emanando de su palma. Solo necesita bloquear el poder ajeno y sus pocos recuerdos del momento, para dejarlo luego en la ciudad, era todo lo que necesitaba hacer.
Pero el presagio, en sus primeros minutos de vida, pareció decidir que su primera acción de este ciclo seria revelarse en contra suyo. Solo se necesito un destello en aquellos ojos dorados para que el sello se quebrara y al final, se rompiera, haciendo al demonio tropezar tanto por la sorpresa como por la pequeña ola de poder que recibió de lleno.
-¿Pero qué...?- eso lo había tomado con la guardia baja. No había esperado que el pequeño ser decidiera resistirse y mucho menos que pudiera romper el sello así nada más. Frunció el ceño, volviendo a intentarlo pero el resultado fue el mismo y termino retrocediendo dos pasos esta vez. -Eso...no debería pasar- se mira las manos con expresión pensativo, una chispa de molestia llenando su pecho. Puede que haya subestimado el poder del presagio, incluso siendo despertado antes de su completo desarrollo. Alza la vista ante el sonido de movimiento, notando que el presagio se esta levantando, el barro que cubre su desnudez y mancha su pelaje gotea en el suelo, solo agregando más manchas a la zona en la que estaba sentado. Parece más despierto ahora, atento, levantando su mano y el demonio tiene un segundo para alarmarse antes de recibir de lleno una oleada de poder dorado. Cae inconsciente al instante.
Su conciencia vuelve lentamente quien sabe cuanto tiempo después, odiando la sensación de sentirse atontado y flotante, luchando por despertar por completo mientras se mueve entre gruñidos. Sus serpientes se mantienen dormidas, cayendo de manera floja hasta cubrir en parte su vista pero solo necesita moverlas un poco para ver su entorno. Ya no está en la montaña, ya no puede sentir la presencia de Monkey King y todo a su alrededor está cubierto de árboles, como si estuviera en el medio del bosque. Alza la vista, notando que no está del todo oscuro pero el sol no está en lo alto, en una señal de que es tarde, aunque no tiene muy en claro si aun es el mismo día o es otro.
Maldice su mala suerte cuando el recuerdo de lo sucedido vienen a su mente, gruñendo malas palabras entre dientes, su voz muriendo cuando mueve un poco la cabeza y sus ojos se encuentran con los dorados. Y ahí esta el presagio. Hay hojas y ramas enredadas entre su pelaje lleno de barro, algo agazapado en una postura natural de mono, la cola agitándose mientras acerca la manzana que no tiene muy en claro de donde saco a su boca para darle un ruidoso mordisco.
-Eres un asco- el demonio hace una mueca ligera ante el jugo que escurre por su barbilla y manos. El mono solo parpadea, el mayor sintiéndose inquieto ante la fija mirada, y solo continúa masticando de momento, relamiéndose los labios al tragar.
-...asco- repite, con cuidado, luciendo confundido por unos segundos antes de mirar la fruta mordida. -¿Asco?- hace un gesto, como si quisiera saber si es así como se llama lo que come.
-No, eso es una manzana- se pasa una mano por el rostro con cierto cansancio, sin poder creer lo mal que le había ido. No debió haber subestimado el poder del presagio del caos, poderes que no conocía del todo y que solo parecían crecer con cada ciclo. Eso fue su culpa.
-Manzana- el mono parece asombrado, casi saboreando la nueva palabra, mordiendo una vez más la fruta. No parece molestarse por el centro duro o las semillas, aunque escupe a un lado el tallo. -¡Manzana!- repite con más entusiasmo, apenas entendible porque tiene la boca llena, su cola moviéndose con gusto y disfrute.
-Si, si, si- se pasa las manos por las serpientes que tiene por cabello, pudiendo sentir que despiertan y se mueven sin necesidad de una orden verbal para acomodarse en su usual peinado pero en el proceso, de reojo y de pura casualidad, puede notar un destello que llama su atención. -¿Qué...?- aleja sus manos y es entonces que se fija que hay algo rodeando sus muñecas. Se ve como un sello activo, de tonos dorados y un diseño tan familiar que crea un nudo en su garganta, apenas un destello oscuro llegando a sus dedos. Son como esposas que mantienen sus poderes atados. -¿Cómo es que...?- quiere exigir respuestas, quiere saber como el presagio fue capaz de algo así y más razones tras su acción pero no tiene la oportunidad.
-Manzana- el presagio es rápido y silencioso, acortando la distancia en un parpadeo, de ojos bien abiertos y expresión animada, empujando algo contra la mejilla del demonio. No es una fruta, esta cosa es más pequeña y verde, con patas que se mueven y se agitan.
-¡E-Eso es un grillo!- se sentirá avergonzado después por el chillido raro y agudo que sale de su boca pero se centra más en luchar contra el presagio que insiste en intentar meter aquel bicho a su boca, rodeando las pequeñas muñecas con sus manos, sin poder realmente luchar contra la fuerza ajena en su estado actual.
Y así fue como el plan de Nine-Headed Demon se fue por el caño.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro