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Borrachera y Baile

Espero que les guste~

Nota: En este caso, puedo culpar a mi usual ayuda que no dejo de incentivar esta idea xD

Nota-2: Estoy segura de que muchos ya podrán imaginar lo que se viene :3

Nota-3: En caso de dudas, existen los caramelos con alcohol pero en este caso, son especialmente hechos para demonios, un alcohol más fuerte y de rápida acción ^_^

MK hizo una mueca ligera cuando encontró una especie de arma entre todas las cosas que su maestro había acumulado durante quien sabe cuanto tiempo, una pequeña daga con la empuñadura de color dorado y una envoltura para proteger la hoja pero aun así, podía sentir cierto poder venir de eso.

-A la caja de armas- se levanto y camino hacia una de las tantas cajas puestas en una esquina especifica, algunas ya llenas hasta el borde con armas de todo tipo y aspecto. Bufo, viendo el montón de cosas que aun le quedaban por revisar, haciendo un puchero ante la actitud de acumulador que el dios mostraba.

-¡Hey, Buddy!- y hablando del rey, ahí apareció, sonriendo enormemente. -¿Estás listo? ¡Es hora de irnos!- se veía muy emocionado para haber sido convencido y medio sobornado para ir a un Karaoke con todo el grupo pero aun así, MK no dudo en sonreír. Era rara la ocasión en la que pudiera reunirse con todos sus amigos sin ningún tipo de problema de por medio, contando no solo a Wukong y a Macaque, sino también a Red Son. Estaba emocionado.

-¡En seguida voy!- el mayor asintió y desapareció, mientras el castaño se movía para agarrar su campera dejada a un lado, dispuesto a seguirlo pero unos chillidos entusiastas llamaron su atención. -Hey~- sonrío con cariño al ver a los monos de pelaje blanco corriendo en su dirección, estirando el brazo al sentir que lo estaban trepando y sin sorprenderse cuando uno froto bruscamente su mejilla contra la suya. -Lo siento, no puedo jugar ahora, tengo que irme- hicieron sonidos de decepción, compartiendo una mirada mientras parecía hablar, animándose y bajando del chico de un salto, corriendo, volviendo al poco tiempo y con uno de ellos sosteniendo algo con su cola, un objeto que no dudo en extender hacia el sucesor. -¿Eh?- parpadeo con confusión, extendiendo las manos para aceptar la pequeña bolsa que los monos le estaban entregando, mirándolos de reojos antes de abrirla y ver su interior. Parecían ser dulces, redondeados y de un aspecto muy extraño, cada una luciendo como una galaxia diferente. Llamaron mucho la atención. -Oh, gracias...supongo- frunció apenas el ceño, desconfiado porque si aquello había estado entre las cosas de su maestro, no podía ser algo inofensivo en su opinión. -Los...comeré más tarde- no estaba dispuesto a comerlos pero uno de los monos chillo con cierta diversión, MK retorciéndose un poco al ser trepado, el animal arrebatando uno de los tantos caramelos y antes de que el sucesor pudiera reaccionar, se lo metió de lleno en la boca. -¡Agh!- se quejo por la brusquedad, pequeñas manos sobre su boca obligándolo prácticamente a saborear el caramelo.

Era suave pero dulce, con sabor a sandia.

-Que rico~- tarareo en cuanto el mono lo soltó y se alejo, contento mientras saboreaba aquel caramelo redondeado. Su aspecto era llamativo y su sabor delicioso, se preguntó de donde pudieron haber salido. -¡Gracias!- les mostró una gran sonrisa a los pequeños, quienes chillaron con encanto puro, y se alejo con pasos rápidos, apurado para alcanzar a su maestro, guardando la pequeña bolsa en el bolsillo de su campera y saboreando el caramelo en su boca. Llego a su casa en tiempo récord, confundido de solo ver a Mei y Red Son esperándolo enfrente de la tienda de fideos cerrada. -¿Y los demás?- aterrizo frente a ambos, algo preocupado por la falta de gente.

-Sandy tuvo algunos problemas en su barco, así que Pigsy se ofreció a ayudarlo y arrastro a Tang consigo- la chica bufo, con una sonrisa burlona, recordando como el de anteojos lloro y suplico mientras el cerdo solo lo llevaba a rastrar y lo ignoraba a favor de seguir su camino.

-Y los monos se fueron a pelear o algo así- el demonio de cabello rojizo se cruzo de brazos, no del todo sorprendido al decir verdad, ninguno de los dos monos parecía ser el tipo que le gustara socializar y mucho menos en una ciudad tan ruidos.

-Dijeron que iban a venir- hizo un puchero, aunque termino por suspirar. Supuso que su plan de pasar el tiempo todos juntos acababa de irse por el caño más cercano. -¿Qué hacemos entonces?- removió el caramelo en su boca, casi jugando y antes de poder pensarlo mucho, logro romperlo con los dientes, haciendo que el sabor fuera más intenso. Mastico de manera algo distraída, ignorando la sensación ligera que lo empezaba a invadir.

-Irnos cada quien por su camino- Red Son lo dijo con expresión en blanco, a lo que la dragona solo sonrió, levantando su mano y sin siquiera mirarlo, agarrando su oreja, el mayor terminando por hacer una mueca y apretando los dientes con fuerza para no quejarse abiertamente ante el repentino dolor. Ella era fuerte, muy fuerte.

-Podemos dar una vuelta y ver que hacemos- Mei mantuvo su sonrisa, solo apretando su agarre en el otro al sentirlo removerse, luciendo satisfecha mientras el otro se retorcía y MK solo pudo apretar los labios para no reír. -¡Oh!- se ilumino cuando algo aprecio venir a su mente y soltando al mayor, busco su teléfono, navegando por las redes sociales muy rapidamente. -¡Podemos ir al parque!- les mostro la pantalla con la publicidad que había visto antes, el castaño curioso y el pelirrojo con el ceño fruncido al mismo tiempo que acariciaba ligeramente su oreja maltratada. -Escuche que habrá música y bailarines, aunque puedes unirte a ellos si te sabes la coreo-

-Simples mortales- bufo el demonio por alguna razón, poco impresionado.

-¡Eso suena genial!- el castaño se animo al instante. -¡Vamos a ver eso!- y siendo dos contra uno, no tuvieron problema en arrastrar a su amigo demonio hasta el parque, pudiendo escuchar la música de lejos y no tardando mucho en ver a la gente reunida en un amplio circulo, rodeando a quienes se atrevían a bailar. Ellos no tuvieron mucho problema para colarse y llegar al frente, pudiendo ver todo mucho mejor. La música es entusiasta y movida, viniendo de un par de grandes parlantes conectados al teléfono de alguien parado al lado. Hay muchos que se animan a bailar, algunos riendo y otros luchando para seguirle el paso a los que están en frente, un grupo de 5 que parecían saberse la coreo de memoria, moviéndose sin problema y en gran sincronía. -Es asombroso~- los ojos de MK brillan, ignorante la sensación algo flotante que invade su mente. Se siente repentinamente liviano, dando paso a la ligera energía y felicidad que solo logra que su sonrisa se agrande.

-¿Algún comentario?- Mei enarco una ceja hacia el demonio, quien en realidad también parecía encantado, algo que intento ocultar mientras educaba su expresión y tosía con cierto nerviosismo tras su puño.

-Son...decentes- Red Son cree que es lo mejor que puede decir para no delatarse pero se rinde al escucharla reír y se permite relajarse un poco, recordándose a si mismo que no será juzgado. -Son buenos-

-¿Verdad que si?- y ella sonrío enormemente ante la sinceridad ligera. Ambos se mueven apenas al ritmo que resuena, disfrutando del baile al decir verdad, hasta que el demonio tiene un presentimiento y se inclina un poco para poder ver con mayor claridad al sucesor del dios, quien estaba sacando una pequeña bolsa de su bolsillo, abriendo los ojos con horror ante el caramelo de aspecto llamativo que el otro sostiene, reconociéndolo sin problema.

-¡Espera!- empuja a la chica a un lado sin pensar y se lanza sobre el otro, logrando detenerlo justo a tiempo antes de que se llevara el caramelo a la boca, arrebatándole este y la bolsa.

-Si querías uno, pudiste haberlo pedido amablemente- MK murmuro con un puchero infantil, ya teniendo un color rojizo manchando sus mejillas, ligero pero notable.

-¿Qué pasa?- Mei frunce el ceño con confusión, mirando entre sus amigos, sin entender.

-¿De donde rayos sacaste esto?- ignoro su comentario y la pregunta de la chica, agitando aquel dulce frente a los ojos ajenos, el castaño parpadeando lento y pausado. Parecía tener problemas para concentrarse en lo que le estaban hablando, mucho más de lo normal.

-Me...- bufo y por alguna razón, empezó a reír, ligero y divertido. -Me lo dieron los monos- y sonrío, aunque lucia algo extraño, siendo más una sensación que invadía a la chica que algo que se podría notar.

-¿Son malos?- miro al pelirrojo con el ceño fruncido, preocupada por su mejor amigo en todo el mundo.

-No son mortales ni nada por el estilo...- bufo, luciendo casi cansado, guardando el dulce y corran la pequeña bolsa, envolviendo están en llamas rojizas para transportarla a un lugar seguro y lejos de las manos ajenas. -...pero están hechos y bañados en alcohol-

-MK ni siquiera es humano- enarco una ceja, relajándose apenas. El alcohol no podía ser peligroso en su opinión, aunque nunca lo había probado siquiera. -¿No debería estar bien?-

-El alcohol para los nuestros es mucho más fuerte que el de los simples mortales- la mira y ella hizo una mueca, volviendo a mirar al de cabello castaño, cuya sonrisa aun estaba presentes mientras volvía su atención a los que danzaban. Parecía encantado, casi como un niño, sus ojos iluminándose con un repentino deseo que paso por su borracha mente.

-¡Quiero bailar!- y salto, alejándose de sus amigos antes de que pudieran siquiera intentar detenerlo, ignorando sus llamados.

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