Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Reinicio #3

Espero que les guste~

La primera vez que sus poderes despertaron se sintió como un loco y muy bien sueño sacado de su libro de dibujos, sintiéndose algo limitado de una manera no tan incomoda cuando Monkey King decidió poner ese sello en su pecho pero cuando se transformo en mono por primera vez, se sintió ahogado y abrumado hasta el punto en el que estaba luchando activamente para mantenerse consiente. Ahora, después de todo lo que sucedió en su linea del tiempo original y las experiencias que vivió, se siente mucho más cómodo. Libre ante la falta de limites, en total control incluso con las piedras y las habilidades que aprende sobre la marcha que ahora tiene.

Aunque, adaptarse a su rutina tranquila se siente extraño.

El tiempo pasa. Permite que dos días corran y se obliga a si mismo a volver a esa rutina normal que había extrañado en sus momentos más desesperados. Levantarse temprano solo para prepararse lo más rápido posible, así ayudaba a limpiar la tienda antes de abrir y se subía a su carrito para entregar todas las ordenes del día. Su papá, porque siente el impulso de llamarlo así últimamente y el cerdo se muestra orgulloso de aquello, aun esta preocupado pero MK solo sonríe y le resta importancia. No es tan brillante, no tiene esa cosa despreocupada, pero es sincero y eso parece bastar. Tang no presiona, solo le muestra una suave sonrisa en cada oportunidad que tiene e intenta conseguir comida gratis con promesas de historias, que terminan con el chef gritando y el hombre chillando. Mei pregunta, volviéndose insistente cada vez que él esta pensativo e intenta meditar sobre su situación, pero se rinde ante la falta de respuestas y aunque esta decepcionada, se abstiene de continuar su interrogatorio.

A pesar de todo, de la tranquilidad y la monotonía, MK aun esta preocupado. Siente que se queda sin tiempo, porque es solo cuestión de días para que Red Son termine su guante y libere a su padre, empezando con toda esa locura una vez más.

No puede permitir que las cosas fueran como antes.

Así que espera a la noche de su tercer día. Después de que su padre se despide con un fuerte abrazo y promesas de que el día siguiente será mejor, mientras que Tang le muestra una sonrisa tentativa y le asegura con total seguridad que le contara grandes historias luego. Los observa irse, tarareando ante los mensajes llenos de cariño y preocupación que vienen tanto de ese par como de su mejor amiga atrapada en una situación con sus padres, deseando buenas noches antes de enchufarlo y salir por su balcón. Se mueve con velocidad y agilidad, adaptado, estando en su modo mono y sintiéndose tan natural que lo hizo sonreír, contento de poder sentirse cómodo y confiado en su propio cuerpo. 

Se adentra a la zona de construcción sin terminar, bajando sin necesidad del ascensor, con el ligero brillo que no noto que rodeaba su cuerpo iluminando su camino mientras avanzaba y se detenía frente a aquello en lo que había estado pensando mucho en los últimos días. Ahí estaba, en el centro de aquel lugar como un obstáculo pesado e inamovible, aquella arma única y sagrada que mantenía encerrado a un demonio toro bajo una montaña hace muchas décadas. Sonríe antes de poder pensarlo, sintiendo añoranza, porque había encontrado un cierto consuelo en el peso de aquel bastón que siempre llevo consigo y no puede negar que lo extraña.

Aun así, tiene un problema antes de poder conseguir su arma.

Demon Bull King no es su demonio favorito, ni siquiera cerca. Había causado muchos desastre desde el momento de su liberación, cometiendo el mayor error de todos al ceder ante su deseo de más poder y usar la esencia de LBD para hacerse aun más fuerte, a costa de su conciencia y lastimando a todos a su alrededor, en especial a su hijo. MK puede recordar perfectamente cuando Red Son, en una pijamada obligada y en uno de esos extraños momentos donde se permitía bajar la guardia, les hablo de lo mal que se habían puesto las cosas cuando su padre estuvo bajo la influencia de aquel espíritu.

DBK lo intimidaba, porque era grande e imponente, pero ahora puede admitir sin ningún problema que no le agrada y aun así, sabe que no puede hacer otra cosa más que liberarlo. Incluso si el guante de Red Son fallara con su ayuda, nada lo detendría hasta conseguir liberar a su padre, así que no tenía muchas opciones pero aun así, esta preocupado. El demonio esta lleno de ira acumulado por todo el tiempo que estuvo encerrado y con unos problemas muy serios de carácter, convencerlo de no ser una amenaza no sería nada fácil.

-¿Qué voy a hacer con él?- se pasa las manos por el cabello, haciendo una ligera mueca, su cola agitándose. No espera ningún tipo de respuesta, porque esta solo, pero puede sentir algo en su pecho removerse y darle un ligero tirón. Las piedras no le hablan, eso seria muy extraño, se sienten más como sensaciones y sentimientos que envían un mensaje que tarda unos segundos en interpretar. -Oh...- es un poco raro darse cuenta que las piedras pueden comunicarse con él de alguna manera y anota eso en el fondo de su mente para más tarde se permita tener una crisis profunda. -...eso...podría funcionar- siente una punzada de culpa que ignora, agarrando un mechón de su castaño pelaje y soplando, creando un clon con un destello dorado. Es uno de los normales, luciendo como humano, que lo observa con una sonrisa ligera y en espera de ordenes. -¿Puedes ser yo hasta que termine aquí y decida volver?- esta aliviado de que no sea Porty o alguno de los demás, no quiere imaginar como podrían comportarse ahora que tiene más poder.

-¡Por supuesto que puedo, soy tu!- no duda en decir. -¡Nadie notara que no soy el real!- lo dice con orgullo y decisión, haciendo una rápida reverencia antes de darse media vuelta y alejarse con un rápido trote, dejando al original solo una vez más.

MK tararea, se sienta y solo observa, permitiendo su mente divagar en temas sin importancia, decidido a atrasar aquello un poco más. Las horas pasan, la noche se termina, y aun así, él no se siente cansado, ni siquiera se mueve. Solo cuando el amanecer llega es cuando se levanta y se estira, tarareando de manera casi distraída, mientras su pijama cambia. Sus pantalones celestes con nubes son reemplazados por unos negros, su remera blanca ahora luciendo como una camisa china sin mangas roja y con detalles en dorados, aunque sus zapatillas se mantienen. Tiene una capa que rodea sus hombros y ondean con cada paso que da, manteniendo la capucha abajo de momento, confiado.

El sol esta en lo alto después de poco, iluminando las ciudad, logrando que algo de su luz entrara entre los recovecos de aquella construcción sin terminar e alumbrando el pequeño lugar, justo cuando MK extiende la mano para tomar el bastón y suspira antes de sacarlo bruscamente. Se aleja de la pequeña montaña, haciendo girar su arma con practicada facilidad y tarareando con alegría ante el confortante peso familiar, guardándolo en su oreja al mismo tiempo que la montaña tiembla y se quiebra hasta romperse.

DBK rugue en cuanto puede liberarse, levantándose con un gruñido y los ojos brillantes de ira, maldiciendo entre dientes, ignorante del menor que lo observa con cierto cansancio.

Ya no había vuelta atrás, ¿eh?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro