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Wally Darling

Espero que les guste~

Nota: Corríjanme si me equivoco pero por lo que entendí y encontré, "Welcome Home" es una pagina que es apoyada por múltiples usuarios con sus teorías y demás. Parece contar la historia de un show antiguo, que se emitió entre los años 1969 y 1974, que mostraba la vida de Wally y sus vecinos, como una especie de show infantil que en teoría alguna vez existió pero nadie recuerda

Nota-2: La cosa de las alturas es medio complicada para mi. Se supone que Wally es uno de los más pequeños en su grupo (la pagina de internet dice que mide alrededor de 3 pies pero no entiendo muy bien) pero MK sigue siendo parte del universo de Lego (cuyas figuras en la vida real miden 7 centímetros sin contar la base)

Nota-3: Para quienes no la recuerden, Midori es un personaje mío que uso cuando necesito una presencia extra ^_^

Nota-4: ¿Alguien más esta tan triste como yo porque este libro esta casi terminado? TT-TT

Idea de: -almudena-Canela15

Midori es el tipo de demonio que tiene de todo en la tienda. Lo que podían necesitar, ella siempre parece tener la manera de conseguir lo que sea. Tiene mantas y sábanas, ropa de todo tipo y talle, tiene artículos de limpieza y de decoración, muñecos y juegos, tiene de todo y MK adora mirar.

-Mira todo lo que quieras, cariño- ella sonrío, moviendo cajas vacías para apilarlas en una esquina. -Si encuentras algo que te guste, puedo agregarlo a tu cuenta- agrego en tono de broma.

-No tengo cuenta- bufo con diversión, ella siempre le decía lo mismo.

-Te abriré una cuenta entonces- rio, inclinándose una de las tantas cajas que aun tenía que desempacar, ya pensando en poner lo que había dentro.

-Nunca terminaría de pagar nada- no cuando la mayoría de su ingreso se iba en arreglar el pobre carrito de entregas. Tarareo, contento con mirar y ahí es cuando algo llama su atención, sentado inocentemente sobre la repisa. -¿Eh?- se acerca y antes de pensarlo mucho, toma el pequeño objeto con manos cuidadosas. Es lindo, de una manera muy difícil de explicar. Luce como un muñeco de una época atrás, por los pantalones de arcoíris acampanados y su peinado, aunque también se ve como una marioneta teniendo en cuenta la forma de su boca y la falta de dientes pero cuando lo revisa, nota la falta de agujero en la parte trasera donde se suponía que debía ir la mano. -Tienes pequeñas manos~- canturreo con encanto puro, tomando la pequeña mano del muñeco para verla, asombrado por el hecho de que tiene cuatro pequeños dedos en cada mano, la piel de un tono suave de amarillo. Es de material suave y ligeramente afelpado, con un notable olor a manzana encima. Es blando como un peluche, con los ojos negros bien abiertos y con una sonrisa en su rostro, sin cejas o nariz pero aun así, luciendo elegante de alguna manera.

-Oh, ¿te gusta?- Midori se acerca, sonriendo ante la mirada alegre ajena. -Me imagine que llamaría tu atención- bufo, divertida al parecer pero él ni siquiera se molesto, sabiendo que ella conocía su gusto por los muñecos.

-Es lindo~- tarareo.

-Vino con una tarjeta- palpa el estante y le extiende la tarjeta. De un lado, hay letras elegantes y de un tono azulado que dicen "Hello Neighbor" - Wally Darling", mientras que del otro hay el dibujo de una casa de color roja y con techo azul, con dos ventanas a cada lado de la puerta y dando casi la ilusión de que es una especie de cara, con las palabras "Welcome Home" escritas con letra gruesa y colorida.

-¿"Wally Darling"? Supongo que ese eres tu- enarco una ceja, curioso, aunque sentía que el nombre le quedaba bien al pequeño ser. -Bueno, hola Wally~- alzo al muñeco para mirarlo con una gran sonrisa, sin importarle lo infantil y tonto que de seguro se estaba viendo para muchos. -Soy MK, es un placer conocerte- lo acerco para abrazarlo con suavidad, extrañamente encantado ante el olor a manzana. No lo supo, ni siquiera lo noto, pero los ojos del pequeño peluche parpadearon, lento y pausado, su sonrisa volviéndose más suave mientras se apoyaba en su hombro. 

-Puedes quedártelo si quieres- hizo un gesto de desinterés pero con una sonrisa amable en su rostro. Le parecía dulce lo amable que era el sucesor con lo que le encantaba y era obvio que se había encariñado con Wally muy rapidamente.

-¿En serio?- la miro con ojos brillantes, embocinado y sintiéndose avergonzado al mismo tiempo. Se suponía que era un adulto y estaba encantado con un muñeco, ya entendía porque sus amigos usualmente no querían dejarlo salir por su cuenta.

-Él ni siquiera estaba en mi lista de cosas, vino en una caja sin etiqueta- una cosa rara y a la que no le presto mucha atención. -Adelante, es todo tuyo, cortesía de mi parte- además, su intención había sido encontrarle al muñeco un buen hogar.

-¡Gracias, gracias, gracias!- rio alegremente, mirando a Wally con una gran y brillante sonrisa. -Seremos grandes vecinos~- canturreo al recordar lo que decía la tarjeta, abrazándolo nuevamente.

El resto del día transcurrió con normalidad. Muchas entregas, unos cuantos gritos de parte de su jefe, ninguna pelea para su alivio, pasar tiempo con sus amigos. Fue un buen día para variar, hasta que llego la noche y no quedaba más que descansar.

-Buenas noches, Wally- le dio un suave beso para luego dejarlo sobre la mesa de luz, al lado de su reloj, y bostezo ampliamente mientras se acostaba en su cama, acurrucado bajo las sabanas y abrazando contra su pecho a su fiel Momo. Cerro los ojos y se permitió relajándose, dejándose llevar por el sueño y aunque estaba seguro que se durmió, sintió que la conciencia volvía de golpe junto a la sensación de estar cayendo. Estaba asustado, principalmente porque todo estaba oscuro a pesar de que juro que abrió los ojos hasta que de repente, todo estaba demasiado brillante y colorido, obligándolo a cerrar los ojos justo a tiempo para sentir que golpeaba una superficie sorprendentemente blanda. -Eso...fue raro...- respiro profundo, luchando por recuperarse, pasando las manos de manera tentativa por la superficie en la que estaba y frunciendo el ceño con confusión, sentándose. Lucia como pasto, tanto en forma como en color, pero era mucho más suave, como una especie de material afelpado. -...y supongo que esto es más raro- se rasco la nuca, notando los arboles, cada uno con hojas de diferente color. El cielo era celeste, con el sol en lo más alto, pero se sentía casi como un escenario, como el de los programas infantiles que tenían marionetas inclinadas. -¿Dónde estoy?- esa era la pregunta del momento.

-Hola, cariño~- chillo ante la repentina voz y uso sus manos para arrastrarse un poco lejos, alzando la vista con rapidez para ver al dueño de la voz, abriendo los ojos con sorpresa.

-¿Wally?- estaba completamente confundido ante el hecho de que el pequeño muñeco que había acunado en sus brazos ahora sea más grande pero estaba completamente ofendido al notar que era más alto.

-El mismo- su sonrisa solo se agrando y manteniendo una de sus manos tras la espalda, le extendió la otra, inclinándose ligeramente. -Parece que necesitas una mano, querido- sus ojos eran negros pero amables, con una suave y amigable sonrisa.

-Oh...- esa postura le parecía familiar, quizás de una película. -...claro, gracias- acepto la majo ajena, permitiendo que Wally lo ayudara a ponerse de pie, su atención centrada por un momento en la mano que aun no suelta la suya. -...vaya...- la piel ajena, porque no sabe como llamarlo, es sumamente suave y lo hace querer acurrucarse por alguna razón. Alza la vista solo cuando escucha una risa, dándose cuenta de lo que estaba haciendo. -...lo siento...- se encogió, riendo con nerviosismo.

-Pareces entretenido~- tarareo y pronto, hay dos manos acunando la suya, cálidas y suaves contra su propia piel. MK parpadeo, mirando el rostro ajeno, asombrado de que este fuera el mismo Wally que había llevado a su casa en la mañana y preguntándose que estaba sucediendo. -¿Pasa algo?- su sonrisa pareció agrandarse, luciendo divertido y el chico no pudo evitar sonrojarse, ligeramente avergonzado.

-Nada, nada. Es solo que...- se llevo la mano libre a la oreja, solo queriendo cerciorarse por seguridad pero sin siquiera poder sentir lo que buscaba. No tenía bastón. -...creo que te vez genial~- es la verdad, esta un poco asombrado de verlo, en serio que si.

-Gracias, cariño- hablo con voz suave y llena de cariño, inclinándose para dejar algo parecido a un beso contra la frente del chico, quien parpadear con confusión. -Debemos irnos...- recordó, señalando hacia un camino de ladrillos amarillos que el menor no había notado hasta el momento. -...los demás están emocionados de conocerte- empezó a caminar y como no había soltado la mano ajena, a MK no le quedo otra más que seguirlo.

-Yo...- su vida se había vuelto muy rara, demasiado, estaba seguro de ello. -...no estoy presentable- estaba de pijama, con medias de diferente color puestas y con el cabello suelo cayendo desordenadamente. De seguro se veía como un desastre.

-Oh, estoy seguro de que podemos arreglar eso sin problema- tarareo, no desanimado y MK solo acaricia con uno de sus dedos de manera ausente la mano que sujeta la suya, pensativo.

¿Cómo había llegado allí y cómo se suponía que debía volver?

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