Violín
Algo que estuvo dando vueltas por mi mente :3
Espero que les guste~
Nota: Por lo que encontré el arco del violín se llama colofonia pero lo voy a dejar como "arco" por si las dudas. No quiero confundirme y tampoco los quiero confundir a ustedes xD
Nota-2: No toco ningún instrumento, así lo siento hay algo inexacto. Cualquier error, me dicen ^_^
MK tenía pasatiempos.
Amaba dibujar con todo su corazón y era algo que amaba compartir con todos a su alrededor. Regalar dibujos, ya sean intentos de retrato o algún tipo de paisaje que llamo sus atención en su momento, era una de sus cosas favoritas de hacer. Aun había algo de frustración cuando no le quedaba como quería o cuanto tenía que borrar muchas veces pero aun así, amaba dibujar.
Pintar era algo más reciente y algo en lo que se consideraba muy torpe, sintiendo que no le quedaba tan bien como quería, pero Sandy era un ser amoroso y siempre disfrutaba de todo lo que hiciera, así que lo dejaba pintar en sus paredes con total libertad. Se siente avergonzado y cálido cuando su amigo lo llena de halagos.
Aunque, había un pasatiempo en específico que hacía por si solo. No estaba avergonzado o apenado, todos sus amigos lo sabían, pero prefería tocar en soledad por alguna razón. Había una sensación dulce en hacerlo, una paz difícil de describir, como un momento que podía tomarse para si mismo y que podía disfrutar sin necesidad de hacer nada más que sentarse y tocar todas melodías que podía hasta que le dolieran los dedos. Era lindo.
Así que se aprovecha de estar solo y se arrodilla para sacar el estuche de debajo de su cama, sonriendo ante el violín que allí se guarda. Se mueve con cuidado y en un movimiento practicado, levantando el objeto para colocarlo entre su clavícula y la barbilla con la mano izquierda, manteniendo su hombro relajado mientras se endereza y ajusta su postura. Con la derecha agarra el arco, apretando con mucho cuidado las cuerdas correspondientes mientras que están en el mango y pasa suavemente el arco por las cuerdas tensada, provocando un suave y dulce sonido que lo hace sonreír. Esta afinado, lo había hecho más temprano, pero aun así, se asegura de ello.
No está tocando una melodía exacta, solo permite su mente divagar, disfrutando de la tonada que esta haciendo. Es un poco rápido y se siente animado, con mucha energía y alegría. Eso es lo que le encanta de tocar, poder expresarse sin palabras.
-No sabía que tocabas- MK chillo ante la repentina voz, si música cortada bruscamente por haber soltando su instrumento en su apuro de tener las manos libres para defenderse y parpadeando cuando un mono de tonos oscuro de violetas salió de la sombra que se reflejaba en su pared, suspirando de alivio cuando este salvo su violín de un encuentro fatal contra el suelo.
-Oh, mi bebé...- tomo su instrumento para abrazarlo de manera protectora contra su pecho. Puede ver de reojo al mono acercarse y nota su disculpa silenciosa en su expresión. -Hola, Macaque- se relajo al verlo, sentándose en el suelo y colocando su instrumento en su regazo.
-Hey, Kid~- se sentó frente suyo, bajando la vista para poder observar el violín que el chico sosteniendo. Es clásico, de color madera, con los bordes desgastados en señal de antigüedad pero muy bien cuidado, con cuerdas nuevas y con un dibujo de un girasol en la parte inferior, presente y lindo a pesar de los colores desgastados y opacos. -No te considere alguien de violín- comentó con una sonrisa divertida pero sin burla en su tono.
-¿Muy elegante para mi?- rio ligeramente. Le habían dicho eso una vez, que el estilo de ese instrumento era demasiado elegante como para él en específico.
-Nha, es solo que...- ladeo la cabeza, como si lo estuviera analizando. -...pensé que si tocabas un instrumento, tocarías la batería o el teclado, eso parece más tu estilo-
-Gracias, la batería suena genial- le hubiera gustado aprender a tocar una pero un instrumento de ese tamaño no entraba en su pequeño departamento. -Puedes preguntar- tarareo, haciendo un gesto con el arco, ya pudiendo imaginar la curiosidad ajena.
-¿Desde cuando tocas el violín?- señaló, luciendo genuinamente curioso.
-Desde casi el comienzo- sonrió. -Empecé casi al año de vivir con Pigsy, fue...necesario- rio con nerviosismo, algo avergonzado.
-¿Necesario?- enarco una ceja.
-Teniendo en cuenta que ahora sé que soy un demonio mono...- algo que aun le costaba digerir del todo. -...muchas cosas tienen más sentido pero...- hizo una mueca. -...era un niño que no sabía controlar la fuerza que tenía- sudo ligeramente.
-Rompiste muchas cosas, ¿no es así?- enarco una ceja, el menor soltando una risa nerviosa, recordando la larga lista de lo que había roto de niño. Que mal se sentía aun por todo eso. -¿Por qué el violín?-
-Hay una señora que enseña música y es cliente frecuente desde hace años. Ella le dijo a Pigsy que aprender a tocar un instrumento de cuerda podría ayudarme- tarareo, recordando lo que le habían dicho en ese entonces. -Para tocar un instrumento de cuerda se necesita un buen control- volvió a la posición pero con los dedos ligeramente extendidos, sin siquiera presionar. -Si no presionas lo suficiente...- paso el arco por las cuerdas y el sonido que logró fue horrible, roto de alguna manera, el mono haciendo una mueca mientras agitaba ligeramente las orejas. -...el sonido no será correcto pero si presionas demasiado...-
-...se romperá- asintió, entendiendo el punto. -¿Aun tomas clases?-
-Una vez a la semana, dos si me siento demasiado ansioso- tarareo. -Ahora está de vacaciones pero sigo practicando, quiero tocar algo para ella como bienvenida- sonrió. -¿Quieres escuchar una de mis canciones favoritas?- preguntó con ojos brillantes, emocionado por compartir.
-Adelante~- hizo un gesto y MK chillo con alegría, aclarándose la garganta para calmarse y enderezarse, colocándose en posición, recordando bastante bien los acordes. El principio de la tonada hizo sonreír al demonio y muy pronto, se permitió tararear. -Tonto el que no entienda- el sucesor se sorprendió ante la voz suave y grave que de repente empezó a cantar, esforzándose por no fallar las siguientes notas. -Cuenta una leyenda- había escuchado a Macaque tararean, un sonido bonito y que te daba gusto escuchar durante horas, pero escucharlo cantar era algo nuevo y algo que le encanto sinceramente. Se sentía como si una confianza repentina fuera depositada en él, aunque no dijo nada y solo siguió tocando. -Que una hembra gitana, conjuro a la luna...hasta el amanecer- el mono se meció suavemente con la tonada, luciendo tan relajado que MK estaba encantado. -Llorando pedía...Al llegar el día...Desposar un calé-
-Tendrás a tu hombre, piel morena- se sintió un poco avergonzado por cantar de repente. Su voz sonaba tan infantil al lado de la del mayor pero a él no pareció importarle, sonriendo ligeramente.
-Desde el cielo habló la luna llena- le hizo un gesto, alentador, con su sonrisa agrandándose.
-Pero a cambio quiero...el hijo primero que le engendres a él- sonrío, ligero y suave, sintiéndose eufórico de compartir un momento así con Macaque. Él era particularmente distante y difícil de leer, así que verlo relajarse y sonreír se sentía como una victoria. -Que quien su hijo inmola...Para no estar sola, poco le iba a querer- alargo ligeramente la última nota, deteniéndose lenta y suavemente. -¡Eso fue genial~!- soltó una ligera cargada, sintiéndose lleno de felicidad repentina, bajando con mucho cuidado su instrumento para dejarlo momentáneamente en el regazo y tener las manos libres para agitarlas con alegría.
-Creo que eso sonaría genial acompañado de un piano- el mono sonrío, lento y divertido. -¿Quieres hacer un dúo alguna vez?-
-¿Tocas el piano?- jadeo con emoción apenas contenida, soltando un chillido ahogado al verlo asentir. Podía escucharlo reír, de seguro divertido por su actitud entusiasta, pero estaba demasiado contento como para sentirse avergonzado por su festejo infantil. -¡Esto será fantástico!- soltó una carcajada, evitando agitarse mucho para no tirar su violín por accidente. -Podemos hacer muchas canciones~-
-¿Quieres hacer otra canción?- ofreció y aunque MK usualmente tocaba para si mismo, había algo refrescante en la presencia ajena, algo que lo impulsaba a tocar mucho más.
-¡Si, por favor!- fue rápido en agarrar su instrumento y ponerse en posición, ya con una canción en mente. -Veamos si adivinas esta canción, viejo- lo dijo en tono de broma, los ojos del mayor brillando con diversión.
-Acepto el reto- sonrío y muy pronto, la habitación se lleno de la hermosa tonada del violín, acompañada rapidamente por la voz de domador de sombras y en ocasiones, con la voz del sucesor cantando al unísono.
Era lindo encontrar alguien que compartía su cariño por la música.
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