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Posesión

Espero que les guste~

Nota: Esto está incluido en el AU de "Fantasma"

Nota-2: Me di cuenta que a nadie le agrado la hija de Wukong del capítulo anterior xD

Nota-3: Me la invente, por si no quedo claro ^_^

MK tarareo alegremente, moviéndose como si estuviera bailando por su pequeña cocina, haciendo un giro dramático antes de voltearse y agarrar firmemente el mango de la sartén que estaba usando. Se había levantado con mucho ánimo y decidió aprovechar que aun tenia tiempo para hacerse un desayuno, sin querer quitarse aun el pijama y usando medias gruesas junto con una campera.

-¡Termine~!- declaró con orgullo, dejando el plato con múltiples panqueques apilados y recién hechos.

-Vaya...- Macaque silbo, inclinándose para verlos de cerca. -¿Qué son?-

-Panqueques con chispas de chocolate- se sacó el delantal para doblarlo rápidamente y dejarlo sobre la mesada. -¿Nunca los probaste?- enarco una ceja, curioso.

-Estoy bastante seguro de que morí mucho antes de que esto se inventara- se encogió de hombros, luciendo tranquilo y desinteresado, pero aun miraba el desayuno con anhelo melancólico.

-Oh...- MK hizo una ligera mueca. A veces se olvidaba lo antiguo que era el fantasma que lo seguía. Se quedo pensando, su amigo lo había ayudado mucho en los últimos meses, se quedaba cerca como apoyo, lo escuchaba divagar en sus momentos más locos, espantaba a los fantasmas qué intentaban acercarse e incluso les gruñó para callarlos cuando se sentía particularmente abrumado, además de darle consejos para defenderse. Le gustaría poder hacer algo por él y decidió que quizás, esta podía ser su oportunidad. -¿Quieres probar?- sonrió, revisando la parte interior de su campera. El libro que Nezha le había dejado venía con dibujos de sellos para no ser poseído y los había bordado en trozos de tela para cocerlas torpemente en su ropa pero la que tenia puesta era nueva y aun no tenía nada, su pijama tampoco.

-¿Disculpa?- él enarco una ceja, mirándolo fijamente, solo para fruncir el ceño cuando pareció entender. -No- fue directo, flotando para alejarse del desayuno ajeno y cruzándose de brazos. -Me contaste lo que sucedió en esa horrible casa, como esos fantasmas intentaron...- gruñó, haciendo un gesto brusco con la mano para no tener que decirlo. -...no voy a hacerte eso, me niego- parecía decidido.

-Lo sé, lo sé- no va a negar que esta encariñado por la preocupación y el cuidado ajeno. -Eso fue horrible y traumático pero...- miro al ojo ajeno, sintiendo ligeramente. -...tu eres mi amigo y confío en ti...- pudo ver como la expresión ajena se tambaleaba. -...se que no me harás daño-

-Tu...- sus manos temblaron y parecía estar luchando en decidir que decir a continuación.

-Amaras mis panqueques- decido interrumpirlo. -Estoy seguro que hasta podemos buscar más comida para que pruebes...- se iluminó cuando algo se le vino a la mente. -...¡Oh! Vas a tener que decirme cual es tu fruta favorita y haré el pastel más delicioso de todos...- siguió divagando sobre todo lo que podía hacer y conseguir, sin notar la expresión de resignación y cansancio en el rostro del mono.

-En serio, estas vivo de puro milagro- gruñó entre dientes, pasando una mano por su pelaje. -Bien, bien, tu ganas...- el chico se animo, luciendo victorioso. -...pero si te sientes incómodo, échame- era una orden sería.

-Lo haré- asintió. Respiro profundo y se armo de valor, aun tenia algo de miedo por los recuerdos de su pasado pero confiaba en Macaque y eso lo ayudaba a sentirse un poco más tranquilo. -Estoy listo- extendió los brazos en un gesto exagerado de sacrificio. El demonio dudo pero asintió, brusco y tenso, antes de lanzarse para sumergirse en el cuerpo ajeno.

MK había sufrido intentos de posesión cuando era un niño y fue horrible. El frío incómodo y doloroso que llenaba su cuerpo entero hasta entumecerlo, la presencia molesta que se aferraba con fuerza y que lo empujaba con insistencia en un intento de tomar el control, sintiendo como algo casi parecía desgarrar algo en su interior cuando él luchaba para sacarlo y el frito de ira cuando lograba expulsarlo pero esto, esto era completamente diferente.

La presencia de Macaque aun era fría pero extrañamente amable y tentativa, sin empujarlo o exigir realmente el control, acomodándose rápidamente. Sin dolor, sin exigencias, solo algo suave y tranquilo. Así que el menor no lucho, retrocediendo y acomodándose en el fondo de su mente para dejarlo al mando. Era raro poder ver y sentir todo lo que sucedía con su cuerpo pero sin poder controlarlo por cuenta propia, aunque no lo suficiente como para molestarlo.

-Vaya...- mientras tanto, el mono se sentía raro de estar al mando de un cuerpo, pudiendo sentir el latido de corazón ligeramente acelerado por los nervios y la suave ropa rozando la piel, el sabor a pasta dental inundando su boca y al fin oliendo el algo empalagoso aroma en el aire, junto a algo más. -...¿Cuánto perfume te pones encima?- arrugo ligeramente la nariz, la ropa estaba impregnada.

-Es mi favorito, no me juzgues- parecía que ahora que compartían un cuerpo, podían comunicarse en su mente ahora compartida. Extraño pero útil al mismo tiempo.

-Supongo que así debería ser una conciencia- bufo con diversión, bajando la vista para ver sus manos, abriendo y cerrando los puños, moviendo tentativamente los dedos, dándose cuenta de un detalle. -Wow, esto si que es raro...- miro a su alrededor con asombro, parpadeando con sorpresa. -...hace décadas que no puedo usar los dos ojos- es extraño pero lo es aun más poder sentir la diversión ajena, hasta podía jurar que se estaba riendo.

-¡Prueba mis panqueques! ¡Prueba mis panqueques!- canturreo con ánimo, emocionado, y si tuviera su cuerpo en esos momentos, de seguro estaría saltando.

-Bien, bien- se sentó, agarrando los cubiertos para cortar, llevándose un trozo de los panqueques y masticando lentamente para saborear, sonriendo mientras soltaba un tarareo de felicidad y placer. -Son delicioso~- susurro ante el sabor dulce que estaba probando, contento ante la sensación esponjosa.

-Oh, me alegro que te guste- se escuchaba animado, feliz de ver que a su amigo estaba disfrutando. -Los hice más esponjados esta vez-

-Me gustan así- confesó después de tragar, llevándose otro bocado. Comió lento, disfrutando de cada trozo, escuchando el divagar de recetas de parte de MK y sin importarle siquiera la hora. -Ufff, extrañaba sentirme lleno~- rio entre dientes, sintiéndose satisfecho por primera vez en mucho tiempo. Se permitió sentarse allí, disfrutando de estar lleno y de sentir el suave palpitar de corazón, respirando un par de veces antes de decidir que era suficiente y salir.

MK se agitó ligeramente cuando recuperó el control, flexionando los dedos y moviendo lentamente sus extremidades. Se sentía algo frío, aunque eso no era nuevo para él, y con el estómago cómodamente lleno, pudiendo saborear apenas el sabor de su desayuno en su boca. Levanto la vista, pudiendo ver que Macaque flotaba cerca, luciendo preocupado y con las manos extendidas, casi como si estuviera preparado para sujetarlo.

-Entonces...- sonrió, demostrando que estaba bien y pudiendo notar como el demonio se relajaba en su lugar. -...¿Fruta favorita?- el fantasma todo los ojos, sonriendo ligeramente y con diversión, su cola moviéndose lentamente.

-...mango- murmuró después de unos segundos, teniendo la sensación de que el chico no iba a detenerse hasta averiguarlo.

-¡Haré pastel de mango la semana que viene!- anuncio con emoción, riendo mientras el fantasma soltaba un ligero suspiro.

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