Miedo
Estuve trabajando en esto por unos días, desde que vi los capítulos del especial de la 4 temporada, y debo decir que me gusto mucho como quedo :3
Espero que les guste~
Nota: Le temo a las cucarachas. No tengo un motivo pero les tengo mucho miedo
Nota-2: Lo siento para quienes querían una continuación de "Hermanos" pero se me seco el cerebro. Veré si quizás puedo continuarlo más adelante pero no aseguro nada ^_^
Nota-3: No sé si me fallan los ojos pero...¡Este es el capitulo 50! O_o
MK recuerda que el entrenamiento en un principio, era lo que esperaba con toda la emoción del momento porque significaba aprende y pasar algo de tiempo con su ídolo pero en esos momentos, solo quería terminar de una vez e irse.
Su trasformación en mono y los poderes que venían con eso requerían control y para ello, se necesitaba entrenamiento y eso significaba que primero que nada, debía lograr transformarse a voluntad.
No le estaba yendo nada bien en eso.
-Vamos MK, necesitas concentrarte- alentó Wukong y aunque el menor entendía su intención, eso no significaba que le gustara.
-Estoy concentrado- apretó los puños con tanta firmeza que hasta se veían ligeramente blancos porque sin importar cuando intentara, no podía lograr lo que se suponía que debía ser fácil y su frustración estaba en crecimiento y con ello, había algo chispeando en su interior, algo tan familia que solo lo hacía sentir más tenso.
-Creo que eso es suficiente por hoy- comento Macaque, pudiendo sentir algo pesado en el ambiente, notando la postura rígida y tensa del menor, quien parecía no querer estar allí en ese momento. Se había mantenido en silencio hasta el momento, solo observando, y para él era obvio que el chico ya estaba más allá de su limite.
-No, no lo es- pero Wukong era terco y aunque tenía buenas intenciones, estaba preocupado por su alumno, no quería retroceder sin haber hecho ningún avance. Tanto poder sin control no era bueno para nadie, ni para el portador ni para los demás. -Tienes que esforzarte más, concéntrate- frunció ligeramente el ceño y el domador de sombras retrocedió, ya sabiendo que las cosas iban a terminar mal ante el tono de orden en la voz ajena. -Deja de tenerle miedo a tu poder, es...-
-¡Ya basta!- MK apretó los dientes con fuerza, sintiendo un dolor sordo y lejano en la mandíbula. Wukong se enderezo y Macaque hizo una mueca, eso era lo que esperaba. -¡No tengo miedo!- gruño con ira apenas reprimida, solo alimentada por su frustración y molestia. -¡Deja de decir que tengo miedo!- el brillo dorado lo rodeo, su apariencia fallando y eso venían con dolor, un dolor intenso y punzante que cubría todo su cuerpo, uno que solo lo hacia sentir peor. -¡No tengo miedo!- fue mono de repente, sus pupilas perdidas entre el brillo intenso en sus ojos y el pelaje erizado por la repentina oleada de poder que tenía. Hace un gesto brusco con las manos y causa una explosión dorada, muy ligera en comparación a todas las anteriores, pero lo suficiente fuerte como para hacer retroceder notablemente a los monos a pesar de tener los pies firmes en el suelo y logra sacudir los arboles a su alrededor, el piso bajo sus pies quebrándose ligeramente.
El cambio desaparece tan rápido como apareció y la expresión de enojo de MK se derrite, luciendo horrorizado cuando se da cuenta de lo que hizo, tapando su boca con las manos para ahogar un gemido lleno de dolor y desesperación. Esta temblando, retrocediendo lentamente. No mira a ninguno, sintiéndose demasiado avergonzado, y les da la espalda, corriendo para alejarse y perdiéndose de sus vistas rápidamente.
-Lo presionaste demasiado- comento el de pelaje oscuro, el otro apretando los dientes con fuerza para no insultarlo. -Él no es como tu, no sabe controlarse pero esta aprendiendo y rápido-
-Son sus poderes, los a tenido toda su vida- suena como una justificación.
-Quizás...- asintió, tranquilo, negándose a que la frustración ajena se le contagiara. -...pero él no lo sabía- eso hizo que el dios se tensara, enderezando su postura con rigidez. Su justificación cae ante eso. -Tuvo sus poderes toda su vida pero él no lo sabía y estuvieron dormidos por mucho tiempo, solo despertaron recientemente- es la verdad pura de toda la situación.
-Rayos...- Wukong se pasa las manos por el rostro y luego por el pelaje, sintiéndose tonto de repente. Sabe que su contraparte tiene razón, que el chico a diferencia suya no supo que era desde el principio, ni siquiera era consiente de que todo el poder que utilizaba era el suyo. Ninguno se mira, un silencio raro cayendo sobre ambos, pero suspiran al mismo tiempo.
-¿Puedo intentar?- miro de reojo al dios. Las cosas entre ellos era familiar pero nuevo al mismo tiempo y se sentía extraño, frágil, como si cualquier cosa pudiera romperlo.
-Solo...no lo empeores- el de pelaje claro sonrío, apenas y forzado, sintiendo que había cometido un error al ser tan insistente pero teniendo la extraña sensación de que el otro podía solucionar su fallo. El domador de sombras simplemente tararea y se aleja caminando a paso lento, decidido a darle un poco de tiempo al chico para que se recompusiera.
MK no fue muy lejos en realidad, solo bajo hasta los pies de la montaña, dejando su campera sobre la roca más grande había y con sus zapatos a un lado, sentándose en el la arena, apenas cerca de la orilla y haciendo algo con la arena apelmazada por el agua, fingiendo concentración. Macaque tarareo, dejando su capa y sus propios zapatos con lo ajeno, para después acercarse.
-¿Quieres hablar?- el menor negó lentamente, sin alzar la vista de lo que estaba haciendo. Parecía estar intentan hacer un muñeco pero con la arena, ya formando la gran y ligeramente redonda base. -Vamos, dicen que soy un buen oyente- canturreo, permitiendo que su glamour cayera e inclinándose con una sonrisa divertida. MK lo miro, dispuesto a negarse, solo para tener que cerrar la boca para no expresar su asombro y no comentar sobre los bonitos colores que tenían las orejas ajenas.
-Yo...- se mordió el labio inferior, desviando lentamente la vista para volver a lo que estaba haciendo. -...no sé que decir- palmeo ligeramente la arena, intentando concentrarse más en la sensación en sus manos que en lo que había sucedido. Macaque tarareo ante eso, pensativo, para después dejar escapar un largo y pesado suspiro.
-No eres el primero en tenerle miedo a sus propios poderes, Kid- comento con tono despreocupado, sentándose al lado ajeno de piernas cruzadas, ignorando la incomodidad que ahora sentía por la arena que se adentraba a su ropa de alguna manera..
-No tengo miedo- fue rápido en negar, como había estado haciendo últimamente, solo para parpadear al darse cuenta de lo que el mayor había dicho. -Tu...- lo miro con confusión y curiosidad.
-Fue una mala pelea, cuando solo éramos Wukong y yo contra todo lo demás- el sucesor lo escucho con atención, ninguno de los monos compartía muchas historias de cuando eran amigos, así que estaba fascinado. -Las sombras, la oscuridad, eso siempre fue parte de mi. Me hizo sentir poderoso, como si nadie ni nada pudiera herirme...- hizo una pausa, sintiéndose extraño por lo que estaba contando. Era algo de hace mucho pero tenía la sensación de que podía ayudar. -...pero en una batalla, cuando me sumergí en las sombras, alguien me bloqueo y me quede allí, no podía salir sin importar cuanto intentara abrir una salida. Nada funcionaba-
-Eso...suena horrible- jadeo MK sin poder evitarlo. Había viajado en sombras y aunque la sensación era extraña y divertida al mismo tiempo, no podía imaginarse lo que sería estar atrapado allí.
-Estaba flotando en la nada, sin siquiera un sonido y siendo tan oscuro que ni siquiera podía ver mi mano frente a mi- recuerda la sensación y le da un escalofrió. -No fue la peor sensación pero tampoco fue buena y cuando salí...temí volver a entrar a las sombras-
-¿Qué hiciste?- pregunto, lento y tentativo, casi dudando si debía hacerlo o no.
-Lo enfrente- miro al menor con una ligera sonrisa. -Wukong me ayudo...- los ojos oscuros se abrieron con sorpresa. -...se aferro a mi mano y se dejo llevar a las sombras a pesar de que no le gustaban- bufo ligeramente, divertido con el recuerdo. -Canto canciones estúpidas para llenar el silencio y aunque no podía verlo, podía sentirlo aferrado a mi, sin soltarme hasta que estuvimos afuera- lo miro a los ojos, repentinamente serio. -Y te diré lo mismo que me dijo a mi: "esta bien tener miedo"-
-Monkey King no tiene miedo- hizo un puchero, palmeando de manera distraída la arena.
-¿Bromeas? Hasta alguien tan tonto como Wukong tiene miedo- rio con algo de burla. -No se acerca al agua porque se hunde como piedra y le da miedo el fondo. Grita como una maldita gallina cuando ve cucarachas a pesar de que son bichos inofensivos- rodo los ojos. -No enfrenta a su abogado cara a cara porque su simple mirada lo hace temblar- movió ligeramente la cola, incomodo por la arena que tenía en su pelaje. -Puede que Wukong nunca hubiera sentido alguna clase de miedo a sus poderes pero eso no evita que aun tenga miedos, incluyendo los que no sé- se encogió de hombros y permitió que un ligero silencio se instalara entre ellos. MK se mordió el labio inferior, indeciso, bajando la vista pero sin mirar realmente lo que estaba dibujando en la arena mojada. Quizás...decirlo podía ayudar, aunque sea un poco.
-Tengo miedo- confeso con voz temblorosa y aunque ese era su objetivo, Macaque aun así se sorprende un poco. Había esperado que el chico intentara mentir, quizás evitar le tema un poco más. -Ese poder, esa transformación se siente...como si fuera alguien más- murmuró, recordando esos momentos en los que se había trasformado. -Es extraño. Sé que son mis sentimientos y mis pensamientos pero ese estado los hace...más intensos y abrumadores hasta el punto en el que ya...no me siento en control- dibujo en la arena con su dedo. -Es como estar hundido entre la luz, solo pudiendo ver y escuchar lo que hace- se quedo pensativo, alzando la vista para mirar al demonio. -Me duele, Macaque- casi solloza y algo en el interior ajeno se rompe ante esas palabras. -Duele mucho cuando...lucha por salir y duele más cuando lucho para tomar el control otra vez-
-Oh, chico...- extiende el brazo en una invitación silenciosa y MK no tarda mucho en acurrucarse contra su costado, sollozando abiertamente, sin luchas más contra las lagrimas que ahora salían sin control. El mayor solo puede abrazarlo, su cola golpeando ligeramente la espalda ajena en lo que espera sea un ritmo que lo ayude a concentrarse y no entrar en pánico. -Escucha, tienes que dejar de mentirte a ti mismo y de mentirle a los que están a tu alrededor...- hablo con voz suave después de dejar que el chico se desahogara unos minutos. -...esta bien tener miedo, es parte de la vida-
-...no me gusta tener miedo...- murmuro con voz rota, sintiéndose avergonzado.
-A nadie le gusta, no es una linda sensación...- eso logra que el menor ría, obviamente tomado por sorpresa por el comentario. -...pero "fingir hasta que sea verdad" no es algo que pueda funcionar para cuando estas asustado, mucho menos en un caso como el tuyo- y MK sabe que eso es verdad pero eso no quita que no le gusta para nada.
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