Espero que les guste~

Nota: Tenía muchas ganas de escribir un poco más de MK vampiro, así que aquí está

Nota-2: Si tienen alguna idea respecto a MK vampiro, no duden en decirme ^_^

Nota-3: Una vez escuche que se referían al inodoro como el "rey de la porcelana" y desde entonces, uso eso cada vez que puedo xD

Nota-4: Ignoren los errores, los arreglaré en cuanto me devuelvan mi computadora

-¡Rayos!- Macaque se apresuró, rodeando el cuerpo del chico que le estaba rezando a la porcelana para que no se cayera, sus manos ocupadas en remojar y exprimir una toalla. MK no había podido dejar de vomitar durante los últimos minutos, sus hombros tensos por la fuerza que está a haciendo. Tenían mucha suerte que la tienda estuviera cerrada por el momento, eso significaba que no iban a alertar a nadie con sus sonidos de arcadas y quejidos.

-Agh, esto...- jadeo MK con una mueca, sus manos temblorosas aferrándose apenas a la porcelana. -...es horrible- sollozo, luciendo tan pálido que hasta se podía decir que su piel era trasparente.

-Lo sé, me imagino que si- dobló la toalla húmeda para colocarla sobre el cuello ajeno, ganándose un suspiro de alivio ante la frescura. -¿Por qué rayos comes si no lo puedes digerir?- resulta que literalmente, los vampiros no podían digerir nada sólido, eso era algo que no sabía pero que tenía algo de sentido porque si lo pensaba bien, nunca había visto al chico comer. Claro, picoteaba apenas lo que sea que le sirvieran, pero en realidad, nunca se comía más allá de una muy pequeña porción.

-Pigsy no dejaba de mirarme...- se hecho hacía atrás, agradecido por la cola que lo rodeaba y lo levantaba para ponerlo suavemente de pie. Se tambaleó un poco, aunque se mantuvo erguido gracias a la ayuda. -...no tuve muchas opciones- especialmente porque ya había cerrado y el demonio tenía todo el tiempo del mundo para vigilarlo mientras comía.

-¿Necesitas una bolsa?- porque, incluso para un vampiro, MK se veía demasiado pálido para ser bueno para cualquier especie.

-...quiero 2, por favor- tomo la toalla húmeda para poder pasarla por su rostro, estirando su mano para poder apretar el botón y hacer que el agua corra.

-¿Cómo es que nadie se dio cuenta de que no comes?- era una pregunta que, ahora que sabía el secreto, había estado rondando mucho por su cabeza.

-Mei se distrae fácilmente, así que realmente no nota que no como con ella. Además, tiene un gran apetito, así que come todo sin pensar- salir del baño era un alivio, caminando con pasos lentos para dejarse caer en su pufs, dejándose hundir en la moldeable superficie. -Con Tang solo hay que pedirle que divague sobre una historia y ya no presta atención a nada más...- la cola que había estado a su alrededor lo soltó, el mono alejándose con rápidos pasos para buscar lo que necesitaba. -...pero Pigsy es más observador, adora cocinar y alimentar a todos, especialmente a los que quiere- dejo escapar un largo suspiro.

-Aquí, toma- Macaque volvió con un vaso con dibujos de unicornios y arcoíris, una que estaba seguro que no tenía, de esos que son de plástico y vienen con una tapa junto a una pajita, sin dejar ver nada del rojizo liquido que llevaba en su interior.

-Gracias- sin estar dispuesto a preguntar sobre el origen del vaso extraño, tomándolo para darle un sorbo y relajándose aún más en su lugar, contento con la sangre que al fin podía degustar.

-Deberías decirle al cerdo al menos...-  se sentó de piernas cruzadas, viendo con sorpresa como la piel ajena empezaba a tomar lentamente más color. -...así ya no te obligará a comer- así evitaría tener que volver a arrodillarse frente al rey de la porcelana para hacer un sacrificio.

-Lo...pensare- MK solo tarareo, aunque pensar en esa posibilidad le daba algo de cosa, especialmente porque se podía imaginar la cara de tristeza de su jefe al enterarse que su comida en realidad no le hacía ningún bien. No quería lastimarlo, no cuando sabía que él ponía todo el cariño del mundo en lo que cocinaba y se sentía satisfecho al ver a otros comer con gusto.

-Kid, te complicas demasiado- Macaque solo pudo bufar, adivinando lo que pasaba por la mente ajena teniendo en cuenta su expresión pero por el momento, decidió no empujar, dejando que el sucesor se recuperará por el momento.